Aquí el primer capítulo, espero que les guste y lo disfruten~
Esto ayudará a distraerlas mientras continuo escribiendo mis fic pendientes.
Capítulo
I
Hola, mi nombre es Cho Kyu Hyun. Estoy aquí para
aplicar para el puesto de asistente personal. —Eso se oyó malditamente poco convincente, Kyu Hyun pensó. ¿Por qué
si estaba vestido con su maldito mejor traje, y estaba sosteniendo el currículo
en su mano, la mujer mayor, en el escritorio lo veía como si fuera un completo
retrasado mental?
—¿Currículo? —la mujer preguntó de una manera
poco amable del tipo de no tomes prisioneros.
Kyu Hyun sintió un escalofrió recorrer su
columna. Aún así le entregó el expediente a la mujer. Él hizo un gesto de dolor
y rápidamente se chupó el dedo cuando una hoja de papel lo cortó. Una suave
respiración de la secretaria captó la atención de Kyu Hyun.
Él arqueó una ceja cuando ella dirigió su fría
mirada sobre las hojas que tenían unas gotas de sangre en una esquina. ¡Mierda!
Esa era su última copia.
—¿Te cortó el papel? —La mujer preguntó
levantando la vista hacia él.
Él frunció el ceño, sintiéndose como un completo
retrasado. Asintió. —Sí, lo siento, me temo que no tengo otra copia conmigo.
Quizás ¿podría hacer una? —le preguntó esperanzadoramente.
La mujer le dio una sonrisa de mil-watt. Kyu
Hyun estaba maravillado con la transformación, la sonrisa de ella parecía todo
menos la de una comandante de campo de prisioneros y era mucho más amistosa.
Sintió incluso mayor el shock cuando ella le ofreció la caja de pañuelos
desechables.
—Ten, cuida de tu herida —ella dijo. —Yo cuidaré
de tu currículo.
—Uh, gracias —dijo Kyu Hyun mientras él sacaba
un par de pañuelos de la caja y los envolvía alrededor de su dedo. El corte de
la hoja dolía como el demonio.
—Por favor, tome asiento señor Cho —dijo la
mujer. —Te llamaran por tu nombre cuando sea el momento de tu entrevista.
Kyu Hyun asintió giró su cara hacia el resto del
cuarto. Varias personas esperaban sentadas.—Hombres y mujeres—y cada uno
vestidos malditamente de gala. La competencia para ese trabajo al parecer sería
fuerte. Kyu Hyun no se sorprendió por la calidad de
personas que aplicaban para el puesto. Era un gran puesto, asistente personal
del señor Kim Jong Woon, propietario y gerente general de industrias Kim una de
las mayores industrias farmacéuticas y de investigación del mundo.
Kyu Hyun no creía tener ni un infierno de
posibilidad de conseguir el trabajo, especialmente después de ver a los otros
solicitantes. Ellos parecían como si fueran de las grandes ligas y como si
salieran cucharas de plata de sus traseros.
Kyu Hyun tenía un título de la Universidad Municipal
en humanidades y una deuda por préstamos estudiantiles de trece mil dólares. Ni
siquiera tenía un lugar propio porque no podía pagarlo. Dormía en el sofá de su
hermana y esa bienvenida se estaba agotando.
Kyu Hyun comenzó a caminar en el cuarto hacia un
asiento cuando tropezó. Él dio varios rápidos pasos para evitar caerse. Una vez
que se había recuperado él vio alrededor para ver con qué había tropezado, su cara ardía. Con nada. ¿Qué
infiernos?
Rodó los ojos mentalmente, cuando encontró un
lugar vacío cerca de la puerta y comenzó el largo proceso de esperar. Él era la
décima o más, de las personas en el cuarto por lo que estaría ahí mucho tiempo
antes de que le llamaran.
Vio a varios solicitantes ser llamados y entrar
al cuarto, uno a la vez. La mayoría salía con la cara pálida, eso no ayudó a
los nervios de Kyu Hyun. Él no sabía quién lo iba a entrevistar pero debería
ser más duro que la secretaria bulldog.
Sintiéndose más y más nervioso, Kyu Hyun se puso
de pie y se dirigió hacia el escritorio. —Discúlpeme, madame, ¿podría decirme
dónde queda el cuarto de baño?
—Seguro, señor Cho —dijo la secretaria,
sonriéndole de nuevo. —Justo por el pasillo la segunda puerta a la izquierda.
—Gracias. —Kyu Hyun sonrió saliendo de la
oficina y dirigiéndose al pasillo. No dañaría adular un poco. Quizás ella
podría hablar bien de él ante el gran jefe. Y quizás los cerdos volaban.
Kyu Hyun rápidamente usó el cuarto de baño. Se
lavó las manos, se secó con una toalla de papel, sorprendido de no estar
sudando a mares. Apoyó sus manos en el borde del lavabo, se vio en el espejo.
Esto
es una locura, él pensó. No hay manera en el
infierno que él consiguiera el trabajo. Claramente casi todos los solicitantes,
tenían una mejor clase que él, mejor educación y experiencia. Infiernos, él ni
siquiera había visto el interior de las grandes universidades.
La única cosa que Kyu Hyun tenía profundamente
arraigado era que él quería ser mejor de lo que era ahora. El hambre por el éxito
se le había desarrollado después de ver a su padrastro saltar de un trabajo a
otro casi toda su vida. Bueno, cuando el hombre no estaba usando su tiempo para
cometer algún delito.
Su padrastro era el ejemplo perfecto de todo lo que
Kyu Hyun no quería ser. Era el epitome del hombre perezoso, de mala fama, y
simplemente molesto. Su único real pasatiempo era tomar cerveza con sus
mugrosos compañeros y golpear a cualquier miembro de su familia.
Por su padrastro, Kyu Hyun nunca había tocado el
alcohol—ni siquiera una copa de vino. En su experiencia el alcohol le daba a la
gente la excusa para lo que ellos hacían. Kyu Hyun nunca se quería sentir fuera
de control como para lastimar a alguien.
Aunque, él estaba muy cerca de sentir que perdía
el control ahora. Sus nervios lo estaban agotando. La economía apestaba y
parecía que nadie estaba contratando. Kyu Hyun tenía un título universitario y
él no podía trabajar vendiendo hamburguesas.
Después de oír a su cuñado, Jung Soo, quejarse
con su hermana acerca de cuándo se mudaría Kyu Hyun, Kyu Hyun había decidido
aplicar para cualquier trabajo que encontrara, sin importar cuál.
Jung Soo no era un mal tipo, y adoraba a la hermana
de Kyu Hyun, Ahra. Pero ellos apenas y lograban ajustar sus finanzas. Teniendo
una boca extra que alimentar era difícil, incluso si Kyu Hyun trataba de ayudar
en la casa tanto como le era posible. Con su anterior trabajo había logrado
tener algo de dinero pero no era suficiente. Kyu Hyun necesitaba encontrar su
propio lugar.
Él tomó una profunda respiración y la dejó salir
lentamente. Revisó su apariencia en el espejo, gimiendo cuando el agua salpicó
su camisa blanca. Solo jodidamente perfecto. ¿Podría su día empeorar?
Tomó algunas toallas de papel y trató de secarse
lo mejor que pudo. Negando con la cabeza lanzó las toallas de papel al bote de
basura, entonces pasó los dedos a través de su cabello castaño, deseando que
solo por una vez sus risos se comportaran. Sin importar lo que hiciera, su
cabello saltaba por todos lados.
Imaginando que no había nada que pudiera hacer
para verse más presentable, Kyu Hyun regresó al pasillo hacia la oficina. Abrió
la puerta y entonces se detuvo, viendo sorprendido alrededor. El área de espera
que solo hacía unos minutos estaba llena con una docena de personas estaba
totalmente vacía.
Kyu Hyun dio un paso al interior del cuarto, la
puerta de la oficina se cerró detrás de él con un suave sonido. Su corazón
comenzó a hundirse mientras veía alrededor del cuarto vacío y no escuchaba
ningún sonido. ¿Habría alguien ya conseguido el trabajo?
Un fuerte ruido en el cuarto detrás de la
secretaria alertó a Kyu Hyun. Curioso, pero también atemorizado, él dio un
vacilante paso acercándose, entonces otro y otro hasta que él pudo entrar por
la entreabierta puerta.
Sus ojos se abrieron más y se quedó con la boca
abierta cuando vio la destrucción de lo que había sido una hermosa oficina.
Sillas volcadas, o hechas pedazos contra el
piso. Un gran escritorio de madera junto a una pared, marcos destrozados,
libros desgarrados, documentos esparcidos en el suelo.
Aterrado de haber entrado ahí sin permiso, Kyu
Hyun empezó a retroceder hacia la puerta. Un profundo gruñido detrás de él,
congeló los pasos de Kyu Hyun. El bajo y amenazante sonido hizo que la sangre de
Kyu Hyun se helara.
Había oído ese tipo de gruñido una vez antes,
era de un perro rabioso que trató de atacarlo. Luchó por su vida entonces y
ahora se sentía muy seguro de luchar de nuevo, solo que esta vez no estaba muy
seguro de que el gruñido viniera de un perro rabioso.
Tan lentamente como pudo, Kyu Hyun se giró para
enfrentar a quien estuviera detrás de él. Él tuvo el suficiente tiempo para ver
el brillo de unos ojos rojos devorándolo, antes de que un rápido movimiento lo
lanzara al suelo con un fuerte golpe.
El dolor del golpe explotó en su espalda pero no
fue nada comparado con el dolor que desgarraba su garganta. Trató de luchar,
golpear, arañar, morder al cuerpo arriba de él, pero lo cosa esa que lo
sostenía con un agarre de muerte era demasiado fuerte.
La visión de Kyu Hyun comenzó a nublarse
alrededor de los bordes, él distraídamente se preguntó sobre el extraño sabor
en su boca. Sangre, obviamente, basado en el sabor a cobre, pero de alguna
manera más dulce, menos metálica.
¿Qué extraño era eso?
Continuará~