Capítulo 5
Perdonmen la demora, es extraño porque siempre que publico un capitulo me pongo manos a la obra para escribir el otro y no lo termino hasta semanas después U.u, por mi demora este capítulo me salió largo -no pensé que pasaría- y será su recompensa por haber esperado tanto C:
N/A- [Los
corchetes son intervenciones mías], mención MPREG
A Leer :D
Unos cuantos 20 minutos y ya se encontraba
frente al lugar, aunque sinceramente no sabía qué era lo que haría una vez
dentro, pues al verlo ¿Qué pasaría? Y pensar que las posibilidades de una
posible reconciliación eran lejanas, claro tenía que ser realista y anticiparse
a los hechos sino ellos se le adelantaran y sería peor…
Miró una vez más el panorama del lugar, sin
duda había elegido bien el lugar, y ¿Para qué mentir? Era un buena casa
exageradamente grande pero preciosamente hermosa, y siendo sincero se pasó un
poco al querer que sea grande, pues esta no es suficiente para solo dos
personas
Nota mental: Tener hijos cuanto antes, claro si antes no
muero al pedir algo así
Suspiró por las locas ideas que tenía, “Si antes no muero al pedirlo”
involuntariamente una sonrisa se formó en su rostro, el imaginarse a su pequeño
esposo con la misma reacción otra vez, algo así no le agradaría, es más aún
recuerda la primera vez que le pidió algo así
- - ♠ - -
El irradiante sol comenzaba a colocarse en
medio del firmamento, dando a entender el comienzo del mediodía, un día más
para aquella pareja recién desposada que en esos momentos descansaba en el
suelo de lo que iba a ser su nueva casa, tomándose un respiro después de haber
colocado todas las cajas entro de la casa.
“¿Qué traes en esas cajas? ¿Tortugas marinas? ¡¿Rocas?!” –Soltó el menor que desafortunadamente le tocó ayudar a meter las cajas
por lo cual quedó exhausto y que en esos momentos se encontraba esparcido por
el suelo, como cualquier cosa, esperando recuperarse-
“Son solo cosas de mi infancia” –Dijo tranquilo estirándose también en el
suelo, aunque no mucho ya que la mayor parte del suelo lo ocupaban las cajas no
solo suyas sino también del menor-
“¿Ah? ¿Y sigues guardando ese tipo de cosas?” –Bufó el menor porque por culpa de esas benditas cajas mañana le dolería
el cuerpo, esperaba que fuera algo mejor que eso, por lo menos valdría la pena
haber desgastado su humanidad en llevarlas- “¿Acaso
eres reciclador?”
“¿Tú no las guardas?” –Dijo para luego sentarse y buscar con la
mirada al menor porque con tantas cajas no podía verlo, pensando que tal vez
este se había extraviado, claro poco probable pero le encantaba la idea del
buscarlo si eso ocurría- “¿Ni siquiera
unos juguetes?” –Dijo con la esperanza de saber por dónde provenía su voz,
así encontrarlo rápidamente-
“No” –Dijo cortantemente, perdiendo la oportunidad
el mayor de encontrarlo pues con un simple sonido no era suficiente para
encontrarlo-
“¿Así, por qué?” –Le dijo para que este siguiera hablando y
darle una emboscada cuando este esté desprevenido, al mismo tiempo que se
parada y seguía rebuscando-
“Porque no tiene sentido guardarlas ¿Para qué? Si igual se gastaran y
tendrás que desecharlos… Pérdida de tiempo” –Susurró lo
último, para luego cerrar los ojos buscando algo de paz y de paso un poco de su
vitalidad que fue robada por traer cosas absurdas, según él, eso es lo que
pensaba hacer hasta que su plan fue interrumpido por una sombra o mejor dicho
un cuerpo que se encontraba encima suyo, esto provoco que abriera los ojos
enseguida encontrándose con el rostro del mayor muy cerca al suyo- “¿Q-qué haces?” –Dijo con notable
nerviosismo pero haciendo lo posible porque el otro no lo notara-
“¿No es obvio?” –Dijo con esa sensual voz que él tiene, tan
grave y a propósito volviéndola ronca solo para flaquear al menor cosa que
comenzaba a lograr- “Quiero besarte”
–Dijo acercándose peligrosamente a los labios del menor, pero siendo cubierta e
impedida de sus actos por una mano-
“Hey, tranquilízate, aún hay muchas cosas por hacer” –Dijo el lado razonable del más pequeño, porque su lado emocional no ha
estado tan bien estos días es más en ocasiones lo traicionaba “El muy maldito”
dijo para sí mismo, por el momento esperaba manejar las cosas con su lado
razonable, no con el emocional- “No tengo
tiempo para flojear” –Dijo muy serio en sus palabras, esperando que con eso
desista el otro, al mismo tiempo que trataba de pararse-
“¿Eh? ¿Quién está flojeando?” –Dijo evitando que el menor se levantara,
tomando sus muñecas y pegándolas al suelo con algo de fuerza provocando que el
menor soltará un quejido, así cada una de estas a los extremos de la cabeza del
menor- “Yo solo quiero pasar un rato con
mi esposo” –Dijo con una sonrisa triunfante por tener al menor
completamente nervioso, estremeciéndose y sonrojado bajo su ser, debía admitir
que esas reacciones le encantaban, pero no podía hacerlas otra persona sino
solo Kyuhyun, así se sentiría complacido de ser quien provoque esas reacciones-
Y sin darle tiempo para que reclame, porque
sabía que lo haría, este era el típico juego del gato y el ratón, en donde al
principio Kyuhyun es el gato para luego convertirse en un indefenso y sumiso
ratón, que terminaba sometiéndose a la voluntad de Yesung el gato; comenzó a
acercar su rostro al del menor sintiendo como este emanaba cierto calor debido
a lo encendidas de sus mejillas, para luego acortar la poca distancia que
existía entra ambas bocas, plantándole un beso que al principio comenzó como
una casto, pero con el pasar del tiempo perdido en esos labios que vuelven loco
al mayor fue cambiando de uno inocente para ser uno más demandante y exigente
siendo correspondido también por el menor, quien se estremecía debajo del mayor
sin saber cómo carajos llegó a seguirle el juego a Yesung, pues en un principio
estaba dispuesto a matarlo a golpes si se atrevía a tocarlo, aunque rápidamente
supo el porqué del giro inesperado de planes, su lado emocional le había ganado
al razonable y ahora hacía a su voluntad al menor siendo manejado a su antojo y
a beneficio del Yesung, quien ahora dejaba de lado las muñecas del menor para
sujetar su cintura y de paso recorrer parte de la piel algo caliente del menor,
mientras que este perdido por las infinitas sensaciones que sentía llevó sus
manos a la cabeza del mayor y así juguetear con sus rebeldes cabellos, y sin
darse cuenta su diestra se encontraba en la nuca del mayor profundizando -sin
querer- el beso haciéndolo más fogoso y excitante para ambos, pronto el más
pequeño sintió como unas manos levantaban lentamente la base de su playera para
dejar libre el camino y tocar parte de su piel lechosa ya caliente, manoseando
toda aquel parte sensible del menor y provocando que este involuntariamente
soltará alaridos de no otra cosa más que estar excitándose, haciendo sonreír al
mayor por ser quien provoque eso en su pequeño, y dejándole con ganas de seguir
escuchando esos alaridos de los labios del menor, traviesamente fue llevando su
izquierda por el cuerpo del menor, hasta tocar cierta parte superior sensible
de él, y que en la noche de su luna de miel había descubierto que estremecía el
cuerpo del menor, y así sin decoro alguno sus dedos apretaron uno de los
pezones del menor, quien en reacción seguida soltó un ahogado gemido, apretando
sus brazos al cuello del mayor, sintiéndose totalmente perdido, acalorado y
avergonzado, por no poder ponerle un alto a su recién esposo y por no querer
hacerlo él mismo.
‘Es un hecho… me violará’ pensó al no encontrar una oportunidad de
escape, viendo nulas sus esperanzas de detenerlo en algún momento, pero ¡Ese
maldito momento no llegaba! Y el mayor ya empezaba a desvestirse y… y… ‘Me violará, me violará, ¡Mierda, me violará!’
Tan absorto en sus mismos pensamientos se
encontraba que al regresar de estos, no por voluntad propia sino por otra cosa
más que llamó rápidamente su vista, observaba como Yesung dejo de desatender sus
pezones –No recuerda en que momento paso- para conducir sus pequeñas pero bien
jodidamente experimentadas manos hasta el borde de sus pantalones, con obvias
intenciones de introducirlas ‘Mierda,
mierda, mierda ¡No, no, no, no!’ pensaba no lo decía porque unos jadeos se
apoderaban de sus labios impidiéndole el paso a cualquier otro sonido ‘No se detendrá ¡Maldición! ¿Qué hago? No
quiero ser violado el primer día de tener casa nueva, me dolerá y ¡No quiero
dejar de caminar por su culpa!, solo un milagro o el fin del mundo lo detendrán
pero lo peor es que… me gusta, como… me toca’
Y entre tanto desorden desparramado en
aquel piso, se empezó a escuchar una tonada muy conocida del Kyuhyun, lo que
hizo que levantara su cabeza del suelo con la vista empeñada en buscar su
celular ¿Tal vez un milagro? ¿Ese era su milagro? ‘¡Tiene que ser!’, con un
poco de razón en la cabeza, trato de apartar al mayor pero este no le deja ni
siquiera moverse
“Y-yesung, me llaman” –Dijo con la esperanza puesta en los ojos
de que lo dejara aunque sea atender esa llamada, y lo más probable retendría la
conversación todo el tiempo que pueda para que este ni le se ocurra tocarlo- “D-detente” –Dijo casi suplicante,
aunque inmediatamente se avergonzó por sacar esas palabras con ese tono de sus
labios- “Tengo que atender”
“¿Y? Solo deja que siga sonando” –Dijo sin importarle mucho si fuese el
mismo papa, solo quería seguir en la que se había quedado antes de ser
interrumpidos por esa tonada… ‘¿Acaso es
un adulto? ¡Maldito pervertido!’-
“¡¿Ah?! Pues no puedo hacer eso” –Dijo con ilusión de que a su mente
retorcida llegará la razón, que por lo visto la perdió –Si es que la tenía-
hace mucho- “¿Y son mis padres, o un
amigo o mi doctor diciendo que tengo una enfermedad terminal? ¡¿Ah?! Las llamadas
son importantes” –Pedazo de idiota-
“¿Y yo, no soy importante?” –El menor abrió grande los ojos, no
esperaba una pregunta así y mucho menos contestarla, porque… porque… ¿Por qué?-
“Vamos, dilo” -¿Decir, decir qué? Sí
ni Kyuhyun mismo sabía que responder-
Como mudo desde hace años, se quedó en
silencio el menor de ellos, sin emitir sonido alguno, menos escuchando esa
tonada que hace minutos había dejado de sonar y desviando la mirada a otro
lado, otro lado el que no sea la mirada del mayor que en esos momentos ¿Le
tenía miedo? No, no era eso, es más como si de lo que venga su respuesta
dependieran muchas cosas.
“S-sí… Quizá sí lo eres” –Dijo en un tono muy bajo pero audible
para el otro-
Quizá… quizá,
una maldita palabra que no hubiera querido escuchar ¿Qué demonios significaba?
Si no era ni un sí ni un no concreto, solo dejando más y más
preguntas al aire, preguntas que en ese momento a Jongwoon no le importaba y
que tampoco llegaron a su mente, pero que ahora al recordar ese hecho le hacía
descubrir nuevas cosas de las que había ignorado completamente en el pasado.
Eso le basto para abrazarlo casi de impulso
-¿Por qué siempre se alegraba con las migajas que el menor le daba?- no podía
evitarlo, el solo escuchar esas palabras, casi tartamudeadas, con cierta
falsedad y poca credibilidad en ellas –Claro que esto no lo percibió- lo hacía
inmensamente feliz ¿Por qué? Porque era Kyuhyun quien las decía y eso pare
Yesung valía oro.
Y volvió a besar sus labios, en el interior
de su pecho los latidos se convirtieron en golpes, a punto de igualar la fuerza
de un paro cardiaco, decidido a terminar lo que empezó y estaba vez parecía que
ni Kyuhyun ni nadie lo detendría, porque
no pensaba hacer aun así se les cayera el techo encima.
Con desesperación se llevó cargando al
menor hasta el nuevo sillón que se acaba de comprar, este aún seguía con un
plástico grande cubriéndole, dejó caer al menor como si fuera una roca,
provocándole quejarse al caer bruscamente por lo imprevisto de sus acciones, queriendo
quejarse por lo cavernícola que puede llevar a ser, pero sus acciones fueron
detenidas al ver como este se posicionaba encima suyo separando sus piernas
hasta tener las suyas en medio de las del menor [*0* imagínense, Kyaa] así tener
mejor comodidad, haciendo ruborizar al menor sabiendo que no saldría caminando
bien después de esto, se quedó mirando a Yesung e inmediatamente mordiéndose el
labios inferior por el estupendo panorama que tenía de este, de lo lujurioso
que podía tener los ojos el mayor ¿Para qué seguir negándolo más? Sí quería,
quería que le diera duro [omg] y lo dejará en silla de ruedas por un buen tiempo, como lo había hecho si
primera vez, doloroso pero jodidamente placentero.
Y sin darse cuenta volvía a caer en los
encantos del mayor perdiéndose del mundo en las caricias que este le daba,
ahora se encontraba luchando por ser quien se apoderé de la boca contraria,
mientras sus manos se sujetaban fuertemente al cuello del mayor y las de este
manoseándole el cuerpo, levantando a su paso la estorbosa prenda que tenía
puesta el menor, dejando a su libre tacto partes de su blanca piel y tentado a
dejar de besar con necesidad al menor para marcar esa lechosa carne expuesta
que lo llamaba a gritos, pero los exigentes labios del menor se lo impedían,
reteniéndole los impulsos y al mismo tiempo excitándolo más a querer violar ese
cuerpo.
‘Ahora sí estás perdido, Kyuhyun. Y aunque
el mundo se contamine de Zombies –Influencia
de videojuegos- no creo tener las intenciones de parar, al menos que
–Sonido del timbre- Eso suceda… ¿Quién demonios es? –Enojado por la
interrupción- ¿Y por qué interrumpe…? –Analizando su situación- Esperen esto es
bueno ¿no?’
A escuchar que los timbrados se hacían más
constantes y hasta cierto punto insistente, ambos se separaron, uno con una
sonrisa de oreja a oreja por haberse librado del “ataque de la tortuga
pervertida” y el otro dando un gran y sonoro suspiró con unas tremendas ganas
de matar al que esté detrás esa puerta, su aura se convertía en una de asesino,
cosa que le dio unos escalofríos al menor lo que supuso era por la brisa que
corría y chocaba con su piel, se miró y notó que tenía la ropa puesta
desordenada dejando ver parte de su cuerpo y notando que casi es arrancada de
su cuerpo por completo, frunció el ceño al verse como cualquier cosa menos un
humano, tenía ganas de lanzarle un golpe a Yesung en esa cabezota que tiene,
pero sus pensamientos fueron interrumpidos nuevamente por los timbrazos de
afuera, pronto se acomodó la ropa lo más decentemente que pudo para recibir con
los brazos abiertos a su salvador, no importaba si fuera el cartero, lechero o
panadero se lo agradecería. Abrió la puerta encontrándose con un muchacho que
conocía perfectamente y al cual le sorprendió su visita.
“¿Min Hyung?” –Se encontraba frente suyo su amigo de
tiempos inmemorables- “¿Qué haces aquí?”
–Dijo asimilando su llegada, para nada esperaba pero en cierta forma precisa-
El mencionado le quedo mirando al menor,
notando que este traía la ropa algo desordenada, y con las mejillas levemente
sonrojadas, el cabello como si una gallina estuviera rascando en ella buscando
algún maíz, desvió su mirada por encima del hombro del menor y vio a un Yesung,
a unos cuantos metros lejos de ellos, quien lo miraba con intenciones de querer
ahorcarlo, o eso presentía el conejo, sin saber por qué. Ladeó la cabeza y sin
quedarse con la duda, pregunto…
“¿Interrumpí algo?” –Dijo inocentemente Sungmin, mirando a
ambos alternativamente-
“¡No!” –Dijo con vergüenza el menor-
“¡Sí!” –Dijo enojado el mayor-
Ambos habían hablado o gritado al mismo
tiempo, confundiendo más al ser que en esos momentos entraba, pues no se iba a
quedar afuera, ¿no? Para algo vino, inmediatamente el conejo hizo un puchero
dándole a entender al menor de ellos que sus monosílabos lo tenía confundido.
“¡Por supuesto que no interrumpiste nada!” –Dijo el menor un poco alterado de ser contradicho por Yesung quien se
encontraba detrás de su espalda a unos metros –Gracias a dios- lejos de él- “¿Q-qué haces aquí?” –Le dijo mientras
cerraba la puerta y al hacer esto, se miró ocasionalmente en el espejo largo
junto a la puerta, notando que su aspecto no era el mejor y entendiendo por qué
Sungmin dijo aquello-
“Primero que nada ¿Por qué no contestaste mis llamadas?” –Dijo algo enojado por ser evitado, esto provocó que sin querer se
ruborizada al recordar la razón- “Kyuhyun
si vas a ignorarme por… hacer eso… entonces me hubieras mandado un msn y me hubiera ahorrado la caminata” –Se
cruzó de brazos-“Te recuerdo que fuiste
tú quien me dijo que viniera la otra vez ¿Recuerdas? Cuando te emborrachaste,
tal vez por eso no recuerdas tus promesas”
Kyuhyun quedó confundido, ¿Había dicho eso?
Sinceramente no lo recuerda, tal vez debió ser cuando Sungmin lo llevó a un bar
el cual recién acababan de inaugurar a celebrar antes de que este se case, y
uuh~ Claro que recuerda haber bebido tanto que ni sus piernas le funcionaban
tanto que el conejo se tuvo que hacer cargo de él como un saco de papas, tal
vez al estar ebrio le habló a Sungmin una sarta de cosas cursis sobre el amor y
esas cosas y claro este no se quedó atrás recomendándole esto y aquello, cosa que
no quiere recordar por su integridad personal, y lo más probable es que en una
de ellas le haya dicho que él sería el primero en ir a su nueva casa cuando
este esté casado con Yesung, claro que eso fue hace mucho y no lo recuerda pero
al parecer el conejo sí.
“¿Así? Kyuhyun dijo eso” –Dijo detrás de ellos Yesung quien estaba
siendo olvidado su persona, claro que al escuchar lo dicho por Sungmin no le
agradó para, pues tendría al conejo rosa
rondando a Kyuhyun y tendría que detener sus ganas de correr a Sungmin de su
casa y lanzarse a Kyuhyun ‘Aunque no estaría mal…’ pensó-
“Así es, pero al parecer alguien se olvidó por completo” –Dijo frunciendo el ceño, molesto con el Game por ser así, solo cuando le
convenía, pronto desvió su mirada del menor para ver ampliamente su alrededor,
y debe decir que era grande el lugar, claro que no se podía apreciar muy bien
por no estar adecuadamente acomodado, pero estaba seguro que cuando lo
estuviera se vería genial el lugar- “Wouh~
Es grande, pero ¿No creen que es demasiado? Digo solo son dos personas con
semejante casa, creo que hasta se podría escuchar un eco si grito” –Dijo
Min con unas tremendas ganas de probar su tesis-
“¡Ni se te ocurra!” –Dijo ya más centrado el menor, no iba a
permitir que Sungmin lo hiciera sin antes haberlo hecho el mismo, es más
también tuyo la misma idea, por eso tenía que ser el primero en probar la
tesis- “Hacer eso es cosa de niños”
–Si claro, él mismo tenía los mismos pensamientos, pero era obvio que no se lo
iba a decir, además quien sabe se le perdone querer hacerlo, pues él era el
menor entre los tres ¿no?-
“Siempre aguafiestas” –Dijo mirando molesto al menor, siempre
era así y al parecer no iba a cambiar, ignorando la mirada asesina del menor
comenzó a caminar, admirando el lugar- “Pero
como decía es grande y…” –Sus palabras quedaron en el aire al verse en
cámara lenta cayendo al suelo-
Al parecer el pobre conejo sin darse cuenta
había tropezado con una de las cajas que ya hacían regadas por el lugar, y este
ni enterado de su existencia, por otro lado Yesung se acercó a auxiliarlo con
la esperanza de evitar que cayera pero reacciono demasiado tarde, Min ya se
encontraba comiendo polvo, en cuanto al menor miraba la escena muy impactado y
de inmediato burlándose por la caída del conejo, y es que cayó de forma muy
graciosa, que incluso Yesung tuvo que disimular seriedad pero al ver de reojo
al menor que no se contenía la risa, flaqueaba en mantener ese perfil serio
mientras ayudaba a levantar a Sungmin del suelo.
“¿E-estás bien?” –Trataba de no reír, pues siendo el mayor
entre ellos tenía que hacerlo- “Si
quieres te traeré algo de agua” –Fue lo primero que pensó-
“Creo que estoy bien” –Dijo Min sentándose en una de las cajas,
que estaba al lado de la que había caído- “¡Ya,
deja de reírte!” –Dijo apuntando su dedo índice al menor que ahora estaba
arrodillado en el suelo, sujetándose el estómago con ambas manos- “Me dolió, idiota-Kyu y tú te ríes” –Dijo
enfadado de lo poco sensible que podía a llegar a ser Kyuhyun-
“Si estuvieras a mi lado viendo como caías harías lo mismo” –Dijo para tirarse al suelo y revolcarse de la risa-
“¡Hey! Kyuhyun ya basta, no es nada gracioso ¿Y si te hubiera pasado a ti?” –Dijo Yesung que recién llegaba con el vaso con agua para Sungmin-
“Es un maldito, no sé cómo lo puedes soportar y ahora aún más que te
casaste con eso” –Dijo con evidente enojo apuntado a
Kyuhyun, quien los ignoraba completamente perdido entre risas, retorciéndose
del dolor en su pancita de tanto reír-
Yesung solo suspiró viendo que en un futuro
si se caía podría pasarle lo mismo que a Sungmin, tal vez esta se caería de un
puente y el menor solo atinaría a reír, seguía siendo inmaduro y lo sabía, pero
tenía las esperanzas de que cambiaría aun si los demás dicen lo contrario, solo
quedaba esperar ¿no?
“¿Te lastimaste?” –Dijo el mayor con intenciones de desenterrar
de entre las cajas un botiquín que estaba seguro traía por algún lado, el
conejo señalo su rodilla que tenía unos raspones y al parecer le dolía,
inmediatamente maldiciéndose por no haberse puesto pantalones y tener short-
No le quedó de otra más que abrir uno, dos
y hasta tres cajas para encontrar lo que buscaba, hasta que dio con el dichoso
botiquín, la abrió y saco de este alcohol, algodón y unos curitas, miró al
conejo diciéndole un “Este te dolerá” y recibiendo “Con cuidadito, por favor”
-Suspiró- se sentó en el suelo, frente al conejo que estaba encima de una caja,
y se dispuso a comenzar a curar.
“Solo piensa en otra cosa, o distráete con algo, así no notarás que el
alcohol te toca” –Le recomendó Yesung, antes de tocar con
el alcohol la herido del conejo- “Si
quieres entretente rompiendo los juegos de Kyuhyun” –Dijo señalando las
cajas que había abierto, estaba seguro que mientras buscaba el botiquín vio sus
videojuegos en una de ellas-
Rápidamente una sonrisa de venganza se
formó en el conejo, y con rapidez se dispuso a tomar la caja, antes de que
Kyuhyun lo hiciera pues este al escuchar lo que dijo el mayor dejó de reí –Al
parecer no los ignoraba del todo- y se paró del suelo dispuesto a impedir esa
masacre, al acercarse Sungmin tenía una caja pequeña entre sus manos.
“¡No lo hagas! O te mataré” –Dijo el menor cerca de ellos, Sungmin
solo le saco la lengua mientras abría la caja-
“Pues veremos quien mata a quien primero” –Dijo
abriendo la caja, Kyuhyun ya veía perdido sus preciados juegos, porque Min
cumplía con lo que decía- “¿Eh?” –Dijo
con un puchero, cosa que llamó la atención del Kyuhyun- “¿Qué es esto?” –Dijo Min al ver el interior de la caja, Yesung se
asomó a ver que era y sonrió al ver que no eran los dichosos juegos esos, pero
no lo iba a decir menos al menor-
“¿Qué, que es?” –Dijo el menor rápidamente llegando hasta
donde Min y siendo un gran alivio al ver que no eran sus preciados tesoros- “Son las tonterías de Yesung, de su
infancia” –Dijo al ver que eran cosas de niños- “Puedes romperlas” –Dijo sin importarle, con un gran alivio, debe
decir-
“¡Hey!” –Dijo el reproche Yesung, quien
aprovechando lo despistado que era Sungmin y sin que este se diera cuenta
empezó a limpiar la herida- “Si quieres
échales una vista”
“Kyuhyun ¿No quieres ver?” –Dijo pues suponía que este quisiera ver
cómo era la infancia de su esposo ¿no?, eso supuso-
“No, es patético” –Dijo sin importarle lo frío de su
comentario, en realidad ni se dio cuenta, Sungmin hizo un puchero ante poco
sensible que era, y justo con el hombre que decía amar e ignorándolo el mismo
empezó a ver el contenido de la caja-
A decir verdad a Sungmin, le gustaba lo
relacionado con lo lindo, dulce, tierno, angelical, y esas cosas por lo que
tener en sus manos algo así le agradaba.
“Oh, Hyung ¿Eres tú?” –Dijo mostrándole una foto a Yesung de
seguro de cuando era un niño, el mayor asintió siguiendo con su labor e
impresionándose a la misma vez que de lo despistado que podía ser Sungmin- “Eras tan mono” –Dijo con una voz
chillona, cosa que inmediatamente percibió Kyuhyun a decir verdad le picaba el
bichito de la curiosidad por ver cómo era Yesung de niño-
Así que disimuladamente se fue acercando a
Sungmin, claro que en sus manos traía una caja para justificar el acercamiento,
Ja lo tenía todo planeado, por algo no era Cho Kyuhyun, y decir que estaba
apilando las cajas para que nadie volviera a caer, así que dejó la caja que
traía encima a una que estaba al lado de Sungmin y así acercarse para ver aunque
sea algo.
“Sabía que querías ver” –Dijo de pronto Sungmin, quitándole de la
vista la foto que tenía en sus manos- “Admítelo,
Kyuhyun, quieres ver esta foto” –Dijo flameando la que tenía en sus manos-
“Por supuesto que no, solo vine a juntar las cajas, para que no vuelvas a
caerte, hyung” –Dijo sin perder la cordura o el perfil
que tenía de “No me interesa tu foto” que mantenía en ese momento-
“¿Así? Entonces ve a apilar los que están por allá” –Le dijo Yesung quien se había parado frente suyo ya que había terminado
con Sungmin y ni este se había dado cuenta, vaya que le sorprende lo insensible
que ese ese conejo rosado andante-
Kyuhyun iba a decir algo, pero eso sería
admitirlo y no lo haría así que con los ojos molestos encima de Yesung se
dirigió hasta las demás cajas, si le reprochaba sería descubierto y no era
conveniente, esto solo hizo reía al mayor por lo sensible que a veces se vuelve
Kyuhyun.
“Hyung ¿No me digas que piensan tener hijos?” –Soltó de la nada Sungmin, quien al analizar el porqué de la gran casa y
que este guardaba sus recuerdo de infancia, concluyo en niños… Sí Sungmin
cuando no sé daba cuenta concluía inteligentemente-
Al escuchar aquello, Yesung lo miró
sorprendido en realidad aún no pensaba en eso, claro que lo pensó pero era muy
prematuro tocar el tema ¿no?, en cuanto a Kyuhyun detuvo sus pasos para girar y
mirar a Sungmin con cara de “¿Qué carajos dijiste?”, Min los mirada
alternativamente
“¿Dije algo que no debía?” –Dijo inocentemente Min-
“No, en realidad no, pero si inesperado” –Dijo
calmado Yesung, en cambio Kyuhyun no lo estaba- “Aunque no lo descartó” –Dijo el mayor cruzándose de brazos-
“¿Qué? ¡No, no, no y no!” –Dijo el menor pues estaba hablando de SU
cuerpo, era él quien tendría 9 meses a un criatura deformándole el cuerpo y NO-
“Nada de eso, ni lo pienses” –Dijo
sin evitar ruborizarse-
“¿Ah? ¿Por qué no?” –Dijo Yesung mirándolo al instante-
“P-porque NO” –Nervioso por la mirada del mayor encima
suyo- “y-y ¡ni se te ocurra tocarme!”
–Dijo molesto por verlo como una máquina de reproducción-
“¿Crees que por qué lo dices no lo haré?” –Dijo
retadoramente- “Además ¿Qué tiene de
malo? Quiero, sí, tener hijos contigo ¿Es malo?”
“S-sí porque es mi c-cuerpo, ¡idiota!” –Dijo algo
intimidado por la mirada del mayor- “Ni
creas que dejaré que me toques, pervertido” –Dijo el menor para desaparecer
del lugar, yendo al segundo piso, dejando indignado a Yesung-
Así Sungmin quedo ignorado otra vez, y
luego de unos minutos Yesung despidió a Sungmin, que más que visita agradable
fue inesperada pero no sé podía quejar al menos conocí un poco más al mejor
amigo de su esposo y eso era algo; después de eso Kyuhyun no le permitió
tocarlo, así como dijo, cada vez que intentaba algo era impedido por el menor,
Yesung pensaba que iba a ser así por un tiempo, uno muy largo, por lo que
desistió sabía que tarde o temprano al menor le darían ganas de ser tocado, y
vaya que llegó, no esperó que fuera a los 5 días después, tan ansioso por ser
suyo -Sonrió- pero no podía quejarse claro que le advirtió que tenía que
usar preservativo cada vez que tenían
intimidad, algo de lo que tuvo que acoplarse si quería tener al menor, y sin
más reparos así fue.
- - ♣ - -
Hace unos minutos que había entrado al
lugar, y mientras lo hacía recordaba aquella fecha, algo divertido debe decir,
Kyuhyun era un cofre de misterios el cual no quiere ser descubierto…
Prefirió entrar sin llamar la atención del
menor, era mejor así ¿no?, al estar dentro, sin saber por qué pero se
encontraba en la cocina, algo le decía que iba a encontrar lo que en ese
momento está bien, el lavadero repleto de patos, vasos y cubiertos ¿Es que aún
no aprende a vivir solo? Por alguna razón algo le decía que iba a encontrar el
lugar así, por lo que no le sorprendió en lo más absoluto, ya está
acostumbrado, dispuesto a ir al segundo piso, recoger alguna que otra ropa
suya, la necesaria, sus intentos se esfumaron por sentir un remordimiento,
sabía que su esposito era tan inmaduro que esa pila de patos sucios iba a
aumentar, no había que ser adivino para saberlo.
A los minutos se encontraba lavando los
platos, cubiertos y ollas, y siendo raro, esta vez no lo hizo por obligación
sino porque el menor nunca lo haría y eso le desconcertaba a cierto punto;
luego de terminar con cientos de platos –no eran tantos muchos solo exagera-
subió al segundo piso en dirección a su habitación, obviamente compartida con
Kyuhyun, entrado enseguida en ella, en esos momentos el cierre de la puerta
hizo un sonoro sonido cosa que no perturbó el sueño del menor, situaciones así,
Yesung agradecía que su esposo tuviera tan pesado el sueño, aunque no siempre
le agradó en momentos así no podía quejarse, suspiró aliviado y se dispuso a
empacar ropa, solo lo necesaria, dispuesto a salirse de la habitación, sin
darse cuenta aplastó uno de los juguetes de sus adoradas hijas, provocando que
el pollo de goma soltara un chillido, rápidamente giró su vista a la cama,
esperando que eso no despertará a Kyuhyun, lo único que sí cometió en Kyuhyun
fue que se revolviera en la cama.
El alma casi abandona su cuerpo del susto, sus
ojos aun miraban al menor para asegurarse de que este no volviera a moverse,
cosa que no volvió a hacer y aun así sus ojos seguían perpetuos en el rostro de
Kyu, asombrándose, como la primera vez, con su hermosura innata, no recuerda
cuando mucho menos como pero se encontraba dándole un beso en los labios a Kyuhyun,
rozando sus labios, a los segundos sintiendo movimientos provenientes del
menor, Yesung se alejó.
“Uhmm… Mario, salva a la princesa” –Dijo dándole la espalda al mayor-
Ladeo la cabeza, signo de confusión ¿Qué significaba
eso? ¿Quién es Mario? Sacudió la cabeza como si así sus absurdas preguntas desaparecieran,
se levantó del suelo, pues la impresión hizo que cayera sentado al piso, y con
maleta en mano salió de ahí.
Continuará~