[Incluí un género
nuevo, pero no lo diré porque quiero que sea sorpresa; incluye lemon sé que lo
leerán perversotas]
—Es un asunto
importante –Casi parecía una súplica-
— ¿Qué sucede?
—Es muy delicado como para decirlo por
teléfono… Solo ven rápido ¿Quieres?
—En cuanto resuelva algunos asuntos en la
empresa iré, bueno me tengo que ir… Cuídate, te amo
—Yo también –Se
ruborizo, era increíble como estando lejos de él podía provocar esas reacciones
en él-
Colgó el teléfono, dio un gran suspiro mientras
se dejaba caer al sillón más cercano de la sala, bueno por lo menos estaba
menos nervioso que al principio pero aun así saber aquello le inquietaba
demasiado.
¿Por qué justamente él? ¿Por qué ahora?
Hubiera preferido esperar un poco más… Tal vez dentro de 5 o 6 años más, pero
¿Justo ahora? Cuando su vida de casado iba tan bien, son felices siendo ellos
dos, pero ¿uno más?...
No, aun no podía asimilar lo dicho por
aquel doctor, su condición no podía ser eso, hubiera preferido que el doctor
que le atendió tenga antecedentes de demencia así por lo menos justificar que
estuvo en un error, pero no el desgraciado teniendo sesenta años seguía bien
lucido, por algo no es el doctor de la familia Kim ¿no?
Se preguntaba si lo haría bien, ciertamente
no sabía cómo cuidar de sí mismo como para asumir una responsabilidad mayor, es
más el que cuida de él siempre ha sido Jongwoon, y no ha tenido necesidad de
hacerlo él mismo.
Tantos pensamientos rondando su inteligente
cerebro lo mareaban, hasta juraría haber visto frente suyo a unos unicornios
¿Eso es normal? No, ciertamente no lo es, y podría ser por la preocupación que
sentía o por qué se estaba volviendo loco, bueno prefería ser loco a lo otro,
pero eso era algo que no podía permitirse, el Gran Kim Kyuhyun… aún no se
acostumbraba a tener otro apellido, bueno la esencia del Gran Cho Kyuhyun es
tan genial como para ser tomado por loco, demente o psicópata.
Los minutos pasaban y aún seguía en la
misma posición, y a decir verdad nunca antes en su vida lo hubiera dicho, pero
“este sillón es tan cómodo” ahora que lo pensaba nunca antes había notado lo
cómodo que es, tal vez nunca se dio cuenta, pero ahora le parecía el más cómodo
del muy tal vez hasta exagerando, su elección había sido la correcta debe
admitir; a los minutos comenzó a cerrar los ojos, si algo tenía que admitir era
que las siestas que se tomaba eran relajantes y placenteras, casi renovadoras,
cualquiera que lo viera pensaría que es un perezoso, que no hace nada por su
vida, pero las críticas se las ahorraba, es más no les importaba, sí tal vez es
un perezoso pero que bien se siente; al menos algo de provecho saca de su
condición ¿no?
Mirando lo blanco que era el techo, se
sorprendió al ver lo limpió que estaba, “Las empleadas hacen buen trabajo, tal
vez debería de pagarles más… ¿Cómo hicieron para subir hasta allá?” Y es que la
distancia entre él y el techo era grande, ideas locas cruzaban por su mente
como “Hicieron una pirámide humana” “Usaron tacones de plataforma” o “Tuvieron
que saltar demasiado para llegar” ideas tontas, pero que le divertían, cosas
que no tiene sentido pero que le quitan el aburrimiento, y sin darse cuenta se
iba quedando dormido, hoy iba a ser su 4 siesta en todo el día y la disfrutaría
como las demás.
--♥--
—Me disculpo, señor.
Debió quedarse dormido sin darme cuenta, lo lamento –La ama de llaves hizo una
reverencia-
—No te preocupes,
hiciste bien en dejarlo dormir, además –Lo observaba- ¿No se ve adorable?
—Sí y mucho... Él
es muy afortunado de tenerlo a usted
Yesung no quitaba
su vista de él, su respuesta se prolongó pues buscaba las mejores palabras que
expresen su sentir.
—No, yo soy el
afortunado por tenerlo a mi lado –No pudo evitar sonreír-
Mirarlo siempre le
causaba ternura y más cuando dormirá, pues en esos momentos puede ver lo
inocente que se ve, una voz lo sacó de sus pensamientos.
—Señor Kim, ya
mande a una sirvienta a preparar su baño de espumas, pero como el plomero no
pudo venir, tendrá que tomar su baño en la recamara de al lado ¿Desea algo más?
–Dijo el ama de llaves-
—No, nada más
gracias
—Y ¿Qué hago con el
señor? –Refiriéndose a Kyu-
—De él yo me
encargo
Sin decirle nada,
el ama de llaves hizo una reverencia y salió de la habitación, dejando a un
Yesung observando a un bello durmiente, y ahora que lo pensaba Kyuhyun se había
hecho una mala costumbre dormir siempre y además de eso comer excesivamente
combinaciones raras, se preguntaba si debía decírselo al señor Kim, aunque
puede que él ya lo haya notado y si es así sería mejor, no quería volver a
tener una pelea con el señor Kyuhyun a causa de eso, no otra vez no, su humor
no es nada tolerable y más si este se enoja, fue un milagro que aun siguiera
trabajando ahí, ¡un milagro!
Con mucho cuidado,
como siempre lo hace cuando se trata de Kyuhyun, lo cargó en sus brazos, y este
instintivamente con sus brazos se aferró a su cuello, al parecer no estaba tan
dormido que digamos, Yesung se dirigió hasta la recamara que comparten, abrió
la puerta con un poco de dificultad, curiosamente le recordaba a su luna de
miel algo parecido sucedido, y ahora que lo analizaba Kyuhyun pesaba un poco
más que antes, debe ser por toda esa comida que come el pobre, buena ahora eso
le pasaba factura, se adentró más a la recamara, así llegar hasta la inmensa
cama delante de ellos, lo supo porque sus rodillas chocaron con la orilla de la
cama, y con sumo cuidado como si de un bebé se tratase aunque en parte sí, lo
recostó en la cama, este todavía mantenía sus brazos alrededor de su cuello,
esto imposibilitó que pudiera separase para tomar su baño.
—Kyu, cariño… Sé
que soy irresistible, pero tengo que irme
— ¡No! –Se aferró
más, provocando que estuvieran más cerca el uno del otro- Quédate conmigo –Hizo
un puchero-
Ok, ¿Qué le
sucedía? De seguro toda esa chatarra que se come le afecto, por eso actúa así.
—No, puedo... Tengo
que bañarme ¿eh? Para que Oppa este limpió –Hasta parecía muy infantil hablar
así-
— ¡No me importa!
–Soltó una queja muy tierna- Quiero que estés a mi lado, Oppa
Ok, ahora si dudaba
de que fuera Kyuhyun, SU Kyuhyun, él no hacia ese tipo de cosas aun si lo
amenazaran con una revólver, nunca… NUNCA lo haría, si es así, entonces ¿Por
qué ese cambio de humor?
Como pudo, se
separó un poco del menor, mirándolo a los ojos.
— ¿Estas bien? –Tomo
su frente, pero nada de fiebre, todo parecía normal- Actúas extraño Kyuhyun…
-Se puso a meditar- ¿Quién eres? ¿Qué hiciste con mi Kyu?
— ¡Soy yo idiota!
¡Kyuhyun! Eso dice en mi acta de nacimiento –Este lo apartó de su lado,
fastidiado-
En el rostro de Yesung
se formó una inusual sonrisa, este SÍ era Kyuhyun.
—Este es mi Kyu
–Dijo el mayor llamando la atención del menor, quien lo miraba con cara de
“¿Qué mierd* dices?”-
— ¿De qué hablas?
¿Te drogaste? –Dijo mientras se sentaba con las piernas cruzadas quedando
frente a Yesung-
—No… –No pudo
evitar sonreír, las incoherencias del menor le alegraban el día-
Kyuhyun lo miraba
extrañado, odiaba cuando no podía saber por qué Yesung sonreía tanto cada vez
que lo miraba ¿Acaso su cara es graciosa? No, es imposible, es el perfecto…
Entonces ¿Por qué?
Yesung observaba la
confusión en los ojos ajenos, tan adorables, tierno y sexys… tan provocadores, se acercó hasta Kyuhyun,
quien hasta entonces no se había percatado del acercamiento, sino hasta que el
rostro de Yesung estuvo a escasos centímetros del suyo, sin verlo venir el
mayor atrapó sus labios al principio se quedó estático pero luego se sumó al
juego, sintiéndose al principio tan inexperto pero luego acoplándose a los
movimientos que su esposo imponía, Yesung de a pocos se iba acercando a
Kyuhyun, haciendo que este cayera de espaldas a la cama, esto aprovecho Yesung
para subirse encima de él y así poder besarlo y tocarlo con mayor libertad, con
una mano se apoyaba para no recargar todo su peso en Kyu y con la otra sujetaba su cintura que luego fue bajando para así
encontrar el inicio de la camisa que traía Kyu.
Mordía, lamía y
besaba los labios ajenos, sintiéndolos ese momento más deliciosos que antes,
¿Cómo había soportado esas horas sin besarlo? Para él era algo inhumano estar
lejos de su “fuente de deleites” y más cuando este se ponía cada día más
sensual ante sus ojos, el menor que hasta entonces pensaba que solo era un
juego que no iba a pasar de solo besos y caricias, soltó un leve gemido
comprobando el error en el que estaba, pues Yesung no parecía pensar igual, y
lo que provocó ese acto involuntario de su boca, fue que la fría mano del mayor
se adentró en su ropa, tocando su pecho y seguido un pezón, provocando que el
cambio de temperatura no le agradará.
—Y-yesung ¿No ibas
a b-bañarte? –Dijo en cuanto este se dejó a un lado sus labios, para atacar su
cuello-
—Tal vez lo haga
después –Lamía y besaba la extensión de su cuello y como consecuencia provocaba
que Kyu dejará escapar pequeños pero entendibles gemidos-
—P-pero –Yesung
continuaba con sus apasionados besos y tocamientos, estremeciendo el cuerpo
bajo suyo- debes… ir –Ciertamente Kyu no quería sexo, eso dice él pero su
cuerpo todo lo contrario- E-es bueno asearse –Seguía insistiendo-
Yesung detuvo sus movimientos, se apartó de Kyuhyun dejándolo
extrañado, si algo no es Yesung es despistado y pudo entender perfectamente lo
que Kyu quiso decir.
—Si no estás de
animó lo dejamos esta aquí –Fue lo que dijo para luego levantarse e irse a la
habitación de al lado-
— ¿A-a dónde vas? –El
menor sentía que Yesung se enfadó, pues el tono en el que le habló fue…
¿sombrío?-
—A bañarme –Dijo
estando en el pasillo-
Kyu solo lo vio
marcharse, sentía que había arruinado todo, pero si él lo quería así
¿cierto? Es verdad pero entonces por qué siente que es su culpa que su esposo
se enfadará con él.
Quiso gritarle y decirle que regrese para seguir en lo que
estaban porque en cierta forma Kyu lo quería, pero al reaccionar este no se
encontraba cerca, por lo que iba a ser inútil intentarlo.
“Genial, ahora me siento pésimo… y ni tiempo me dio de contarle
aquel asunto importante… Debí dejar que me cogiera rico y luego, luego decirle
que esperamos un bebé. Al fin y al cabo, no podrá embarazarme más ¿no?”
--♥--
Con las sábanas cubría su rostro, eran las 11 pm y no podía
dormir, y no es solo que no tuviera sueño sino también que desde que Yesung
regreso de su ducha lo único hizo fue echarse a dormir, ni tiempo de hablar
sobre lo sucedido le dio, a veces odiaba que este no quisiera tocar los asuntos
pendientes.
Se revolvía en su parte de la cama, ¿Qué debía hacer? Decirle
“¿¡Yesung, perdóname por rechazarte, ahora sí quiero, hazme otro hijo!?”
Sacudió su cabeza, tratando de deshacerse de esas tontas ideas, aunque si tomas
en cuenta el tipo de persona que es Yesung, puede que resulte… ¡Ja! Claro como
si Cho Kyuhyun se rebajaría a tal cosa solo por sexo, ni siquiera si el
mismísimo Shisus se lo pidiera, no ¡NUNCA!
Rodó un poco más, hasta estar de costado, dirigió su vista a
Yesung, al parecer este dormía y… muy tranquilo.
“Genial, él si puede dormir sin remordimientos, pero yo no”
Empezaba a desesperarse, tenía que hacer algo o de seguro esa
noche no dormiría, pensó algo, pero ¡NO! Era demasiado para Cho Kyuhyun, no,
eso era rebajarse y no se permitiría eso… -Suspiró- ¡A la mierd*! Desde que se
enamoró de Yesung ha hecho cosas que de a poco fueron destruyendo su orgullo y
hacer una más, no cambiaría nada…
Sin pensarlo más, lo hizo… Removiendo sábanas, almohadas y demás
se acercó lo suficiente como para quedar encima suyo, está bien, lo sabía
parecía desesperado y necesitado de “afecto” sí un puñal más a su orgullo pero
si era por Yesung valía la pena, colocó sus piernas a los costados del otro así
tener un apoyo, y bueno ya que estaba en esas, despertarlo como quisiera no
caería nada mal.
Le comenzó a piñizcar los cachetes con maldad como solo él sabe
hacerlo, despertando inmediatamente a Yesung, quien trataba de apartar las
escurridizas manos de Kyuhyun para que no sigan piñizcando sus cachetes, aunque
el menor no tenía intenciones de detenerse, es más lo hacía como un medio de
venganza contra Yesung por hacerle rebajarse, claro que sumando el hecho de que
Yesung no se sabía del por qué ese ataque tan repentino lo hacía aún más
divertido.
Cuando Yesung encontró la oportunidad de sujetarle las muñecas e
impedirle seguir jugueteando con su rostro que por cierto se encontraba rojo en
ciertas partes.
—K-kyuhyun ¿Qué te
pasa?
—Solo estaba
jugando –Soltó una risita-
—Deberías de estar
durmiendo no jugando –Se le notaba molesto-
—No tengo sueño,
Hyuuung –Hizo un puchero, no podía creer lo que estaba haciendo-
—Kyuhyun actúas muy
raro, me estas asustando
—No deberías de
tener miedo, Hyuuungmin –Se acercó al rostro de Yesung, intentando robarle un
beso, pero no lo consiguió-
—Kyuhyun ¿No te
entiendo? Primero no quieres y ahora ¿quieres? ¿Por qué rayos ese cambio?
–Adoraba cuando su Hyung se resentía con ese tipo de cosas-
—Porque sí ¿Tú no
quieres?
Yesung le quedo
mirando por un rato, era obvio que quería pero su orgullo estaba resentido y
aceptarlo le costaba.
— ¡Esto es
manipulación, Kim Kyuhyun!
—No entiendo por
qué te haces tanto problema, hace poco eras tú el que quería comerme por si no
recuerdas
—Sabes, mañana
tengo que ir a trabajar por si no recuerdas…
—Jongwoon –Hizo una
rabieta- Deja tu maldito orgullo y bésame –Nunca imagino decir tal cosa-
— ¿Tan desesperado
estas amor? –Soltó una risita- ¿Tanto me necesitas? –Le causaba risa la actitud
del menor-
—Lo que me
desespera es tu falta de decisión, idiota… Y si no me lo das tú, tendré que
irme a buscar a alguien que sí esté dispuesto -Finalizó-
Esa sonrisa que
estaba dibujada en los labios del mayor se borró, ¿Acaso estaba loco? ¿Cree que
dejaría que alguien más lo tocará? ¡Ni aunque se acaba el mundo!
— ¿Serías capaz de
eso?
— ¿No me crees? –Se
levantó y a paso lento encaminaba a la puerta-
— ¿Crees que caeré
en tus provocaciones? Por favor ya madura
—Me pregunto sí
Siwon seguirá teniendo el mismo número celular de antes… -Habla sin tomarle
importancia y con mucha pero mucha intención de que el mayor se desesperé- Él
sí que me comía con la mirada –Se acercaba a la puerta-
—Estas
cruzando una zona muy peligrosa, Kim
Kyuhyun. ¡Vuelve! –Lo amenazó, ahora si se ponía nervioso, cuando el menor se
proponía algo lo conseguía-
Kyuhyun amaba
provocar al mayor, siempre tan perturbable aunque no lo aparente
—Veamos, tal vez
después de Siwon, vaya a visitar a mis antiguos novios, así recordar viejos
tiempos…
Iba a seguir
hablando sandeces con la intención de poner celoso a Yesung, pero no pudo
continuar cuando sintió unos brazos por detrás rodearle la cintura,
impidiéndole seguir caminado, luego sentía como el cuerpo se le estremecía al
escucharle susurrar al oído.
— ¿Crees que te
dejaré alguien más te toque? –Hacía más fuerte su agarre- Ni siquiera en una
orgía te podrán dar lo que yo te doy
—Tardaste, amor –Se
dio la vuelta así quedar en frente a Yesung-
Ni bien se vieron a
los ojos, se acercaron el uno al otro en un beso fogoso, Yesung dirigió sus
manos a la cintura de Kyu, mientras este se aferraba a su cuello, para luego
bajar hasta la parte trasera de los muslos de su pierna, y sujetarlo con fuerza
para luego levantarlo, este instintivamente cruzó a la cadera del otro, sin
dejar de besarlo, Yesung se fue encaminando de regreso a la cama, para luego
dejar caer con atención a Kyuhyun de espaldas, obviamente sin despegarse de él.
Fue cuestión de
tiempo para que ambos se despojaran de su ropa, y claro disfrutándolo al
hacerlo. Sonrojos, gemidos, mordidas, lágrimas, suspiros, estremecimientos,
hasta orgasmos tuvieron ese par.
--♥--
Sus manos se encontraban
apoyadas en su pecho, así tener un soporte mientras se auto-penetraba, mantenía
las piernas firmes a los costados de Yesung aunque por ratos las sentía como
gelatina, de sus labios salían gemidos de dolor y goce ya no le importaba si
eran fuertes y estruendosos pues Yesung era tan enorme que lo llenaba por
completo, ahora entendía porque tan pronto lo embarazo, pues con semejante
hombría ¿Cómo no hacerlo? Sin duda no cambiaría esta oportunidad por nada del
mundo.
Bajaba y subía ante
la expectativa mirada de Yesung, quien lo observaba con lujuria y como no,
sabía que era demasiado sexy por eso Yesung siempre andaba acosándolo, de
seguro si pudiera él también se acosaría; Tal vez el hecho de ver a su esposo
en esa situación era la imagen más erótica antes vista por sus ojos, pero
Kyuhyun lo hacía lento ¿Acaso lo quería matar de desesperación?
En un descuido del
menor, Yesung salió del menor y en un movimiento rápido cambió de posiciones,
ahora era este quien se encontraba arriba y sin advertirle nada, lo penetró;
sacando de los labios del menor un dulce, ardiente y excitante gemido como
reclamo a sus actos, para luego pedir por más y como Yesung obedecía a los
deseos de su querido esposo gustoso accedió a complacerlo.
En un ritmo
constante ambos cuerpos sudorosos gemían casi al mismo tiempo, dejando escapar
ese desahogo de energía que les daba placer y los hacía tocar el cielo,
mientras Kyuhyun se aferraba con sus manos a la espalda de Yesung y clavando
sus uñas al sentir el orgasmo aproximarse, el mayor le masturbaba para que así
como él, sintiera el placer que siente al estar dentro de esa estrecha entrada
de la cual sus paredes lo aprisionan haciendo dificultosa la penetración pero a
la vez satisfactoria.
Fue solo cuestión
de minutos para que Kyuhyun alcanzará el orgasmo y se derramara en su abdomen y
también parte de Yesung, y al igual que el menor Yesung soltó un último gemido
en señal de hacer llegado al clímax del orgasmo, dejando su esencia en el
interior de su esposo, sintiendo el menor un líquido caliente ya conocido
llenándole para luego escurrírsele por entre las piernas al momento que Yesung
salió de su interior, soltando un último gimoteo.
El mayor se recostó
a su lado, tratando de normalizar su agitada respiración en seguida dirigió su
vista a Kyuhyun, quien con un brazo se tapaba el rostro tal vez para esconder
su notorio sonrojo, con paciencia se acercó hacia su esposo, con una cálida
sonrisa en los labios.
— ¿Sucede algo?
–Dijo mientras los abrigaba a ambos con una cobija-
—E-es que… no te he
dicho algo aún…
—Lo puedes decir
mañana –Le iba a dar la espalda para dormir pero una mano le sujeto el hombro
impidiéndoselo-
— ¡No! E-es que… es
algo importante –Bajo la vista-
—Sabes que no te
obligaré a hacer algo de lo que no estás seguro…
—No es e-eso –Se
ruborizó-
— ¿Entonces?
—E-es solo q-que…
me avergüenza decirlo.
—Puedes decirlo
cuando quieras
—Y-yesung… hay
alguien que vendrá hacía nosotros
— ¿Alguien? ¿Quién?
-Confundido-
—No sé si es hombre
o mujer, pero sé que vendrá dentro de 7 meses
— ¿Por qué tanto?
–Ahora sí que no entendía nada-
—Es porque tiene
que crecer… y demora
— ¿Crecer? Kyuhyun
¿qué tratas de decirme?
—Es que…
Calló unos segundos
¿Cómo explicar algo tan serio? Pensaba que iba a ser sencillo pero resulto más
difícil de lo que pensó.
—Lo que trato de
decirte es que –Tomó la mano de Yesung y la dirigió hasta su vientre- … él o
ella está aquí.
La cara
desencajada, la notoria confusión y la palabra “¡¿Qué?!” encajaban
perfectamente en el rostro de Yesung ¿Qué había dicho?
—Tú… Yo… ¿Qué? ¿Un
qué?... ¿Cómo? –Procesando… procesando-
— ¡Ahh! Deja de
hacerte el idiota… Un bebé, eso es lo que tengo aquí y como… eso lo sabes
perfectamente –se sonrojó-
Sin verlo venir,
Kyuhyun estaba en brazos de su esposo, abrazándolo con fuerza
— ¿De verdad?
-asintió-
—Era lo que te
quería decir esta mañana pero no por teléfono, sino personalmente…
—Ahora entiendo
esos cambios de humor –Le acarició una mejilla- y también los antojos medio
extraños que tienes
—Pues… tendrás que
soportarme por un muy tiempo, porque me embarazaste –Hizo un puchero-
—No te preocupes…
Podré con eso –Acomodó a Kyu entre su pecho-
Pronto el cuarto se
llenó de un silencio pero no incomodo sino tranquilo, una acogedora, a cierto
punto pacifico… Kyuhyun estaba muy atento a todo lo que Yesung hiciera, este lo
observaba como si él fuera su mundo, avergonzándolo un poco al tener su mirada
fija en su persona; al transcurrir los minutos los ojos de ambos fueron
cerrándose del cansancio, hasta terminar profundamente dormidos…