viernes, febrero 07, 2014

Reconciliación Bonus



Les debía más One-shot, ¿Y qué mejor que darles uno con lemon? 
Como yo me preocupo por su salud mental, les recomiendo que lo lean bajo su responsabilidad, no me hago responsable de futuros traumas -exagera-
PD: Este Shot es la continuación de Reconciliación

A leer~~



Los besos se dejaron escuchar hasta los rincones más recónditos de la casa, los jadeos de igual manera y sus respiraciones exaltadas a más no poder, sus cuerpos se rozaban sutilmente contra el otro en especial el mayor tocaba con su rodilla la entrepierna despierta de Kyu, provocando que emitiera dulces y excitantes gemidos, y aunque seguía encima suyo se sentía prácticamente menor en superioridad pues los ojos del menor dejaron de lucir tímidos e indefensos hasta volverse lujuriosos y poderosos.

Las manos del menor recorrían la espalda del mayor, levantando en su trayecto un poco la prenda superior que llevaba puesta y a la piel expuesta que tocaba la arañaba con obvias ganas de morder; Kyu empezaba a desesperarse, la excitación se le subió a la cabeza y dejó de importarle el reprimirse cualquier sonido que emanara de sus labios solo para no traumatizar a los pequeños gemelos que eran los vecinos de Sungmin, esto dejó de importarle a fin de cuentas tarde o temprano escucharían algo similar, tal vez no de su boca pero si de su madre con su padre, así que solo les hacía un favor, la ropa le comenzó a parecer la peor creación del hombre y tiró de la camisa de Yesung, quería que se la quitará o él podía hacerlo gustoso.


- Quítatelo -Le ordenó a lo cual Yesung se separó de él e hizo lo pedido, desbotonando botón por botón ¡Madre Santa! eso sí que calentaba hasta al cubito más frío-


El menor miraba el hermoso panorama que tenía frente sus narices, puede que el mayor no tuviera el cuerpo de un físico culturista pero ¡Dios! que el señor divino le proveo de algo mejor, se apoyó en sus codos hasta sentarse en la cama con Yesung encima suyo aún, mientras lo miraba hacer su trabajo, esto obviamente no duró por mucho pues con desesperación nuevamente juntó ambos labios siendo correspondido inmediatamente, sus manos viajaron hasta posicionarse en el dorso desnudo del mayor, tocando su piel caliente y arañando la región que encontraba durita, ¡Vaya! sí que el muchacho se ejercitaba.

Pronto unas pequeñas manos se colaron en sus caderas, llegando al borde de su polera y levantándoselo hasta las cosquillas y tocando la región de piel descubierta, Kyu jadeó por sentir como una pequeña corriente le tocaba su piel desnuda y que luego unas manos le calentaban esa región, luego esas manos se dirigieron hasta ambas rosadas tetillas, apretándolas y tirando de ellas, gimió por el trato en esa parte de su anatomía, lo que sólo provocó que Yesung quisiera escuchar más de sus gemidos, tomó el borde de su polera y tiró de ella para quitársela, Kyu que hasta ese entonces devoraba la cavidad bucal de Yesung tuvo que separarse para ayudar a su novio con la estorboso prenda, levantó las manos y la prenda se esfumó en un santiamén, que ni bien abandono su cuerpo salió en dirección al suelo en donde suponía quedarían sus demás prendas.

Nuevamente sus bocas se encontraron, parecían tener vida propia, bueno que se le hace, chocando con fiereza e impaciencia, sus pechos desnudos se rozaban en un delicioso vaivén de sensaciones, ambos podían sentir lo caliente que se encontraba el otro y hasta lo ansioso; Yesung tomó las caderas de Kyuhyun, haciendo que este se sentara en su regazo, lo que sin protestar hizo.


– Quiero jugar un poco –Susurró el mayor de ellos, lamiendo la mejilla del contrario-


Kyuhyun no podía ser más sensible en esos momentos, llevó sus manos a los hombros de Yesung, asintió accediendo a las propuestas que el mayor le proponga, estaba puesto, jadeó cuando del mayor paseó sus manos por el borde de su jean delineado la región trasera, metiendo sus dedos en su jean, tocando el inicio de las nalgas del menor, este gimió abrazándose del mayor, era inconsciente de que en realidad su boca se encontraba a unos centímetros del sentido auditivo del mayor, cosa que lo excitaba de sobre manera y haciéndose notar con su abultamiento debajo de sus aun pantalones, algo que sintió vagamente Kyu ya que ahora los dedos del mayor se filtraron en medio de ambos glúteos.


Muévete Kyu –Ordenó Yesung-


A lo que el menor, ahogándose en su propia excitación, supo responder haciendo lo que le ordenó sin protestas, porque ¿Para qué hacerlas cuando se está al borde de la locura?

Apoyándose de los hombros de Yesung, comenzó a moverse en un vaivén desacompasado, su trasero rozaba con el bulto bajo los pantalones del mayor. No importaba qué, siempre terminaba accediendo a los deseos del mayor para finalmente terminar gustándole a él también, era extraño, pero a estas alturas Kyu se había acostumbrado; aún recuerda cuando, por una fantasía de Yesung, terminaron haciéndolo en los probadores de una tienda de ropa, por eso cada vez que va a comprar alguna prenda con el mayor la idea de retornar a ese momento no es ambiguo. Hubiera preferido que ninguno de los dos tuviera pantalones, sería mejor, pero el momento y las ganas pudieron más.

Ahora era el mayor que ayudaba a Kyu a llevar un ritmo más constante y profundo. Atrapó sus entreabiertos labios carnosos e hinchados para acallar y degustar los alaridos que el menor de ellos dejaba escapar indiscriminadamente. Dejando de lado su retaguardia, y quitando sus dedos de esa zona, llevó sus brazos a la espalda de Kyu, rodeándolo con estas, apegando su caliente cuerpo con el suyo, rozando peligrosamente ambos despiertos miembros, así le devoró los labios con gula, siendo correspondido de la misma manera, e ir disminuyendo la intensidad a medida que ambos corazones latían en demasía convirtiendo ese fogoso beso de esos que sólo puedes darle a la persona que amas. No importaba cuantas veces hayan sido, mucho menos el porqué de esas peleas, jamás podrá estar lejos de Kyuhyun y ello lo aprendió tan sólo la primera vez que se alejaron, es su todo lo que necesita.

Yesung volvió a recostar de espaldas a Kyu, y este se pegó más a su cuerpo para no perder su calor ya acostumbrado a la cercanía, las manos de Yesung viajaron hasta el borde del pantalón ajeno, primero desabotonando y abriendo el cierre, y luego deslizándolo de los muslos de Kyu hasta quitarse por completo, tirándolos junto a las demás prendas, sus manos traviesas tocaron cada parte expuesta de Kyu, de su pecho hasta abajo, quedándose ahí por un momento mientras sus dedos apretaban sus delgadas piernas y muslo interior.

Su boca desde hace unos minutos dejó la boca del menor para recorrerle el cuello y así bajando hasta su pecho, en el que se volvió a encontrar con dos lindos botones rosados ya visitados por sus manos pero aun así no bastaba, lamió uno, primero su alrededor y luego todo, mordiéndolo si quería, dándose cuenta de que Kyu ahora no dejaba de reprimirse nada, lo que le encanto.

Sus entrepiernas se rozaban notando que se encontraban en las mismas condiciones que el otro, totalmente excitados, el bulto entre las piernas del menor se hizo notorio, encerrado en su prisión de tela queriendo ser liberado gemía como reprensión, estos gratificantes sonidos no escaparon de los oídos del mayor, en realidad nada podía hacer que lo ignorara, la habitación estaba repleta de gemidos de ambos; a los minutos sus manos acariciaban a el bulto de Kyu con intensidad, provocando que este levante sus caderas queriendo mayor contacto, lo que sólo le hizo reír complacido.

Hábilmente se deshizo del bóxer que traía puesto el menor de ellos, dejándolo completamente a su merced, Kyu se sonrojo no porque estuviera desnudo ante la persona que ama, sino que este traía en los ojos impreso la palabra “deseo” lo que le estremecía, aunque por una parte eso le gusto, saber que era deseado por Yesung, era gratificante, por lo que las ganas de tenerlo para sí mismo incrementaban, como lo hacía el calor en sus mejillas fresas.

Lo siguiente que experimento le bloqueó la mente, como cuando desconectas un aparato eléctrico y este queda en nada, inservible, algo parecido le ocurrió al menor, a diferencia que a los segundos recobró la realidad a su alrededor, el hijo de *** que Yesung le había metido un dedo en su orificio y no es que haya dolido ni nada de eso, es sólo que su piel se encontraban tan sensible que al menor tocamiento se estremecía y en este caso de sentir ese dedo tocarle en esa parte lo desconectó del mundo por unos segundos, reprimiéndose un sonoro gimoteo, quería seguir consciente para poder vivir las deliciosas corrientes eléctricas que atacaban su cuerpo, pero ni bien llego el primer dedo le siguió uno más, y no debía de entusiasmarse tanto porque sabía que vendría algo mucho mejor, pero como dije con anterioridad se encuentra susceptible al más minino roce y no pudo evitar volar por las nubes.

Sus brazos temblorosos se agarraban firmemente de la espalda ajena, de vez en cuando arañándola, y gimiendo alto cerca al sensible oído de su amante, se lo merecía por haberlo hecho tan sensible ante sus toques, sí señor; ya había perdido la cuenta de cuántos dedos invasores tenía, pero sabía que esa cantidad no iba a compararse con lo que veía, no señor.


- ¿Me quieres provocar, eh Kyu? –Le dijo besando su rostro y de tanto en tanto saltando por las cosquillas que el aliento del menor le provocaban-


- N-no lo sé, tal vez… -gimió- Quién sabe, ¿L-lo estoy logrando? –Dijo finalmente, sintiendo ahora que los dedos de Yesung hacen la acción de una tijera, intentando expandir el estrecho interior de Kyu-


- Lo único que logras es que mis ganas de tratarte gentilmente se acaben, pequeño –Le mordió, no tan fuerte, el lóbulo del oído-


- Q-quién dijo… que quería… -gimió- q-que fuera así –Le lamió su mejilla aunque en mejores circunstancias hubiera preferido devolverle la mordida-


Eso fue suficiente para que Yesung sacara sus dedos, luego vendría algo mejor obvio esta, de su rosada entrada, se irguiera, sorprendiendo al menor, y se deshiciera de una vez de sus pantalones y bóxer que tanto le estorbaban, el menor miró estupefacto al mayor


- ¿A-así te pongo? –Se atrevió a decir, ya que importaba su tonto orgullo este hace rato había sido quitado y tirado al suelo como su ropa-


- Así… y más –Le sonrió lascivamente-


- ¿M-más? –Eso le preocupó de cierta forma y lo único que vino a su mente fue una sola palabra: “Dolor”, lo que hizo que inconscientemente cerrará las piernas, sólo tomó en cuenta su acción cuando las manos de su amante le sostuvieron estas para separarlas nuevamente-


- ¿No me digas que te acobardaste, pequeño? –Pequeño, pequeño… amaba ese nombre como no sé puede imaginar y más si lo dice con ese tono tan suyo y en esas circunstancias-


- N-no, es solo qué siento que dolerá más de lo habitual –Confesó, Vaya~ Sin su orgullo de por medio estaba indefenso ante el gato, pobre ratón-


- Pensé que te habías acostumbrado a su forma y tamaño, pequeño


- Bueno sí, pero… -Suspiró- Dame confianza –Lo último fue similar a una súplica-


¿Qué más podía pedir? Tenía a un muchacho que si bien por momentos es irritable por otros es extremadamente adorable, tiene su amor incondicional y sin contar que se entregaba a él innumerables veces ya sea de forma física como emocional; todo absolutamente todo en Kyu lo enloquecía, era imposible no amarlo con la pasión que lo hace.

Se inclinó hacía él percibiendo un pequeño estremecimiento en el cuerpo bajo suyo seguido de un jadeo bajito pero perceptible, sólo supo sonreír, se acercó a su rostro para besarlo con la única diferencia de que el beso envés de ser apasionado fue tierno y dulce, tratando de transmitir con ese simple pero bello acto la confianza necesaria para Kyu, lo que dio por lograda cuando su pequeño le rodeó el cuello con sus brazos queriendo más intensidad de su parte, lo que obtuvo sin protestas, pronto volvieron a lo mismo, al punto de partida de sus pasiones, devorándose con gula el uno al otro, explorando la cavidad bucal del otro esa que sólo ambos tenía el privilegio de conocer de cabo a rabo.

Sus piernas eran separadas más, dándole un estremecimiento por la brisa que seguía corriendo, y él estaba excitándose por sólo conocer lo que vendría, aunque no veía las acciones del mayor podía sentirlas en carne propia, quemándole la piel, pidiendo a gritos más, ¿ya dije qué es sensible? ¿Sí? Bueno~

Soltó un sensual gemido, ya está parecía actor porno, cuando algo, que conocía perfectamente, se adentró en su interior, primero la punta expandiendo todo a su alrededor seguido del cuerpo enteró, que para Kyu fue lento la penetración, sin considerar que sus dulces labios se encontraban, ahora, cerca al sentido auditivo de Yesung, soltó cuantos gemidos se deshiciera su boca, inconscientemente lo hacía pero para Yesung ya era el colmo, quería volverlo loco a propósito, lo que… empezaba a lograr.

Al estar dentro totalmente empezó a salir despacio y entrar entró con fuerza, provocando que ya este gritará, las extremidades del menor temblaban tratando de sostenerse de su amante, pero los espasmos que recibía cada vez que Yesung hacía aquello lo descolocaban, reprimirse sus desahogos no servía, el callarlos, no podía y tampoco quería.

Maldijo y a la misma vez bendijo el momento en que a Kyu se le dio por pronunciar su nombre, de forma sensual a su parecer, a cada gemido que dejaba escapar, ¡pero que tremendo! Si Kyu quería volver loco a Yesung lo estaba logrando y con creces.

Al encontrar un ritmo mejor ahora Yesung entraba y salía con facilidad, chocando su pelvis con las nalgas del menor, todo se intensificaba, las embestidas, el nuevo beso, los tocamientos, las respiraciones, los gemidos de ambos, todo, hasta podía decirse que el ambiente se volvió tórrido.


- ¡Hyung!… -Gimió- … p-peleemos más s-seguido –Logró pronunciar Kyu-


- ¡¿Qué?! –Ello envés de ser una queja fue un grito de libertad, como dije todo se volvió intenso que ahora gritaban como animales-


- Así… -gimió ante la nueva penetración- follar… aah más –Dijo casi indescifrable pero igual de entendible-


- ¡Mocoso pervertido! –Gritó enterrándose de lleno en su orificio preferido-


Aquel acto hizo delirar a Kyu, pues su hyung cabezón había dado en el punto de sus delirios, aferró sus piernas a la cintura del mayor para que las penetraciones fueran más profundas y placenteras, lo que de inmediato hizo entender al mayor lo que su pequeño tramaba; le besó el cuello y de vez en cuando mordiéndolo dejándose marcas rojizas que no se borrarían tan fácilmente, así demostrándole a cualquiera que se atreviera a mirarle con intensiones nada buenas, que él ya tiene quien lo monte(?). Con su lengua humedeció esa región subiendo hasta su barbilla para por fin llegar a sus tan anhelados labios que a leguas se notaba, habían sido besados remuneradas veces, los lamió y disfruto de cada sonido que emanaba de ellos, y de nueva cuenta unió sus labios, esta vez para reprimir sus gemidos y que estos no lo volviesen en verdad loco.

Con una mano libre recorrió desde el pecho hasta abdomen y atrapar entre sus dedos el miembro desatendido y ansioso de Kyu con la finalidad de masturbarlo conforme daba sus estocadas, pronto la temperatura llego a su parte baja advirtiéndole que se correría en cualquier momento, algo que no sucedió con Kyu pues él ya se había venido hace instantes en la mano del mayor debido a los apretones y sacudidas que este había estado proporcionándole. Fueron segundos después en los que la esencia caliente de Yesung llenó por completo del interior, dio unas ultimas estocadas provocando que el espeso líquido se escurriera de la entrada de Kyu llegado a marchar las sábanas.

Finalmente salió de su interior con cuidado, le sonrió al agitado y cansado Kyuhyun que tenía enfrente, cogió unos pañuelos desechables que encontró en la mesita de noche del conejo, recordando comprarle unos nuevos y rápidamente pensó en ver la manera de recompensarle y al mismo tiempo disculparse por haber echado a Sungmin de su casa; y empezó a limpiar a su pequeño, su abdomen, el suyo también, y terminar por la parte mayor afectada, su orificio; le separo las piernas y comenzó su trabajo aunque no fue fácil ya que al menor contacto con esa región sensible Kyu soltaba un gemido, al acabar su dificultoso trabajo, se recostó al lado del menor, tomó unas sábanas limpias junto a la cabecera, cubriendo a ambos con esta, Giró a Kyu, recostándolo de costado al igual que él, el menor ya estaba durmiendo por lo que Yesung solo lo miraba, pasaron varios minutos después de ello.


– ¿Sigues despierto? –Dijo Kyu aun con los ojos cerrados-


– Sí


– ¿N-no vas a d-dormir? –En cuanto abrió los ojos, se ruborizó ligeramente pues los expresivos ojos color azabache del mayor lo observaban intimidadoramente, según él, lo que convelo a que ahora hablara tartamudeando-


– No –Su sonrisa se extendió- Te voy a admirar toda la noche –Susurró dulcemente-


– ¿P-por qué? –Sin darse cuenta el también susurraba; prefirió ver las sábanas o cualquier otra cosa a la mirada del mayor-


– Porque… -Notó la ansiosa espera de una respuesta de parte de Kyu, por lo que calló unos segundos- … Te amo –Dejó de susurrar, ahora su voz sonó grave-


– Ahmm, no puedo competir contra eso –Sonrió tal vez de manera dulce, pues Yesung ahora lo había pegado a su pecho, abrazándolo, cosa que hizo ruborizar a Kyu-  … Lo que dije de pelear seguido… e-era broma, no me gusta pelear y menos si es contigo


– Lo sé –Besó su frente- A mí tampoco me agrada… Y si te referías a lo de tener sexo más seguido, no tienes que pedirlo yo…


– ¡Sí, entendí! –Le interrumpió, la verdad era que le avergonzaba que supiera sus necesidades, se soltó del mayor y le dio la espalda, no quería que viera como se moría de vergüenza- Ay, que sueño tengo –Fingió bostezar- me dormiré ahora. –Fue lo que dijo cerrando los ojos-


Abrió sus ojos e inconscientemente la boca, signo de sorpresa, para luego sonreír, sin duda amaba a ese niño ¿Y cómo no hacerlo si actuaba tan adorable? no lo cambiaría por nada; lo rodeo con sus brazos la cintura de Kyu, apegándose a él, le susurró unos: “Buenas Noches, pequeño” para luego él también echarse a dormir


Y si se preguntan qué pasó con el KangMin, pues ellos también la pasaron bien, digamos que Sungmin obtuvo su venganza, y que el Yehyun lo descubrirá cuando vean su habitación. Al final todos felices y contentos.


FIN~~