martes, febrero 25, 2014

Me without you Cap 6



Y llegue con la siguiente actualización del día. Este también va dedicado a mi acosadora :3 
Debo decir que está cerca el final


A leer~


— Tus labios saben más dulces que otras veces —Musité luego de habernos alejado unos  centímetros, aún con los ojos cerrados y disfrutando del exquisito sabor que había dejado impreso en mis labios. Escuché como carcajeaba levemente, mientras sus manos acariciaban con ternura mi piel bajo la remera blanca.-

— Es porque lo extrañabas, solo eso —Depositó nuevamente un corto beso en mis labios y pronto alejó los suyos para chocarlos en mi frente.-

— Como ya estoy mucho mejor —Me alejé de un salto, con una expresión risueña en el rostro— podríamos salir a caminar —Dije con entusiasmo.-

— No lo sé, no es… no es muy buena idea… aún —Me miró desconforme y yo fruncí el ceño 

¿Qué era lo que sucedía ahora?

— ¿Qué no te das cuenta de que ya estoy bien? ¿O es que no lo entiendes? —Me crucé de brazos. Debía de dejar esa actitud, tarde o temprano le molestaría. Antes de que dijera algo, suspiré y relajé mis expresiones, basta de ser tan orgulloso y testarudo. — Disculpa, disculpa… —Abrí mis ojos y le sonreí— tengo que dejar a un
lado mis actitudes —Volví a suspirar— entiendo. Creo saber por qué no quieres que salgamos a caminar… vengo saliendo de un muy mal resfriado. Nos quedaremos en casa, no hay problema —No creí que pudiera haber sonado tan sincero, de hecho, estaba siéndolo. Se quedó en silencio y mirándome con impresión. Debieron de sorprenderles mis palabras tan maduras, justamente era eso lo que quería que pensara de mí, que tuviera una idea de que podía ser muy maduro y responsable.-

— Me sorprendes —Sonrió, se cruzó de brazos y balanceó su cuerpo sobre sus pies.-

— No quiero que creas que soy un malcriado, llevado a sus ideas —Era cierto. Quizás con mis actitudes pasadas, podría llegar a pensar que sería igual que toda la gente de mi entorno.-

— Lo fuiste cuando estabas resfriado —Me reprochó, mientras que de a poco asomaba una sonrisa traviesa en sus labios.-

— Lo sé, pero no fue solo por el hecho de que odie a los médicos, temía que pasara lo que pasó con el doctor Lee —Tragué saliva sonoramente, el solo hecho de imaginar que un día llegarían mis padres acompañados de una patrulla, todo por culpa de un médico, me erizaba la piel y a la vez arruinaba todo tipo de sueño a futuro que tenía en mente.-

— Te entiendo. Descuida, tengo suerte, nada malo nos ocurrirá —Cruzó un brazo por
mi espalda y de un leve empujoncito me invitó a caminar, lamentablemente, de regreso a la casa.-

— ¿Cómo puedes estar tan seguro? —Arqueé una ceja y levanté mi rostro para mirarlo con dificultad, el sol pegaba fuerte y no daba ayuda a mis ojos.-

— Mírame —Infló su pecho con orgullo… ¿Pero de qué? Seguía sin entender— Piénsalo, tengo a la mejor, más maravillosa y perfecta novio de este mundo ¿Acaso eso no es suerte?  —Me miró con la mejor cara de triunfador.-

Rodeé los ojos y choqué mi mano en mi frente. Muy tonto, pero tierno y adorable.

— No me habías dicho que tenías otra novia, Mr. Kim… —Lo miré con molestia fingida— porque  lo que es yo, soy una desgracia —A pesar de que me cargaba hacerme la víctima, aunque fuese solo para bromear, daba un buen resultado con Jongwoon. Lograba ponerlo completamente dulce y cariñoso. No se imaginan cuánto. Carcajeó y se alejó de mí. Antes de que riera ante mi cara de mosquita muerta, tomó de mis piernas y de un solo impulso me dejó colgando en su hombro derecho. Okey, ahora me tocaba fingir una pataleta, aunque… estaba disfrutando el panorama que Jongwoon me había dejado.

Mejor… para que simular enojo, se lo diría directamente. — Si crees que voy a regañar o algo… —Como pude me agarré de su espalda al momento en que comenzó a caminar—…Ni lo creas, luces muy espectacular desde aquí atrás —Reí y elevé una mano para dejarla chocar en uno de sus glúteos.-

— ¡Kyuhyun! —Se quejó entre risas— ¡Oye, eso no se vale! —Rio— ¡Ya verás! No creas
que no tendrás venganza —Ahora sí que necesitaba sujetarme bien. Había comenzado a correr y no era nada delicado.-

Entró a la casa y de una fuerte patada terminó cerrando la puerta de un portazo.
¿Qué diablos se traía en mente? Antes de que cuestionara sus acciones, me dejó caer bruscamente sobre el sillón largo de cuero negro. Creerán que esa brutalidad era dolorosa y temible, al contrario, era lo más sensual y placentera que podía imaginar… Más aún cuando desde lo alto, dejó de sonreír y mordió su labio inferior tentativo, seguramente disfrutando de mi imagen en el sillón, con las manos descansando a cada lado de mi rostro, con la respiración agitada y dejando que la piel de mi pecho se asomara por el borde de la delgada polera de gasa.

Estaba ansioso y reconozco que sentía igual. Mis manos morían por sentir su piel, tocarlo una vez más.

Cerré mis ojos y suspiré. Creí que lo llamaría de una vez por todas y se arrojaría sobre
mí… mas luego de ciertos segundos transcurridos no recibí respuesta alguna de su parte.

Iba a regañar antes de abrir mis ojos, más pensé que sería mejor idea saber qué era lo
que hacía. Me tragué las palabras y abrí mis ojos ampliamente, tratando de simular mi
asombro. Sonrió de costado y siguió con la mirada fija en mí.

Sus manos siguieron su trabajo: Desabrochar el pantalón. Tortuosamente retiró el cinturón de escena y lo dejó caer al suelo. Creí que eso iba a ser todo, pero quise darme un tiro, al momento en que mi corazón quiso salir de mi pecho, cuando lo vi desabrochar el botón de su ojal y deslizar lentamente el cierre del pitillo negro hacia abajo.

— No te gustó aparecerte desnudo por la pieza la otra vez. Bueno, ahora es mi turno
de jugar —Sonrió con maldad y se bajó los pantalones, dándome a observar lo bien que lucía con boxers blancos. Mordí mi labio inferior. Era imposible, por más que lo rogara, quitar mis ojos de aquel punto que poseía una gran voluminosidad. Okey, él quería jugar y hacerme perder el aliento. ¡Vaya que lo estaba logrando! Pero no me quedaría recostado sin hacer nada. Me senté en el sillón y sonreí travieso, tomé el inicio de mi polera y la quité en un dos por tres. — Eso no era parte del plan —Se quejó sensual y se sentó a un lado, para tomarme por la cintura y hacerme sentar en su regazo. Ya no quería esperar más, por lo que con desesperación tomé su rostro entre mis manos para atacar sus labios tan provocativamente acaramelados.
 

Sus manos sabían y bajaban desesperadas por mi espalda, con libertad única. Por lo que supuse que pronto terminaría con mi torso desnudo, más prefirió retenerse y seguir acariciándome como pudiese. Yo por mi parte, estaba entretenidísimo recorriendo delicadamente su torso. Era un completo deleite.

Nuestros labios nunca se habían visto más inquietos y sedientos del otro. El néctar que
me brindaban sus besos me llenaba de una sensación completamente enloquecedora y sentía como de a poco comenzaba a entrar en éxtasis.

Su lengua energética recorría mi cavidad bucal con sumo detalle y sin preocupación, mientras que la mía se encontraba entusiasmada por darle pelea, en la cual, Jongwoon parecía salir victorioso. Mientras me dedicaba a devorar sus labios sin compasión, yo mismo me apresuré a desabrochar mis pantalones y quitarlos, como pude, de escena.

— Ya estaba… extrañándote… —Suspiró con los ojos aún cerrados y acariciando, con
alguna intención, mi espalda baja. Sonreí y rodeé su cuello con mis brazos. 

Acarició mi pierna suavemente, haciéndome enloquecer con cada roce de su piel sobre la mía.

Mi respiración se agitaba notoriamente y creo que fue aún peor en el momento en que sentí como sus besos descendían Hasta mis hombros.
Nunca creí que pudiera entregarme tanto, era increíble esa manera de trasmitir lo que sentía en cada beso, en cada caricia, en cada acción… en cada mirada y suspiro.
Me estaba volviendo loco y me sentía completamente llena al saber que lo amaba y que él a mí… y si, estaba seguro de que así era. Creo que… mi experiencia de vida me había llevado a adivinar con tan solo mirar a los ojos, la clase de personas que son y lo
que en verdad siente.

Jongwoon, de a poco comenzaba a perder la razón y aún así, hacía el vago intento por mantenerse calmado y tratarme tal como un muñeco de cristal. A pesar de que me encantaba que fuese tan cuidadoso conmigo, esta vez quería ver a un Jongwoon descontrolado y desesperado por tenerme una vez más, por lo que debería comenzar a actuar ya.

— Te amo… —Solté sin aliento mientras trataba de recuperar mi posición inicial y mirarlo directamente a los ojos.

— Igual... yo —Musitó con dificultad, mientras mordía su labio inferior y cerraba los ojos.
Sus expresiones de placer me incentivaban a seguir y la energía en ambos cuerpos
aumentaba notoriamente.
Finalmente, nuestros cuerpos fueron dejando a un lado la velocidad y el cansancio se
apoderó de a poco de ambos.
Se recostó a lo largo del sofá y yo me acomodé sobre su pecho. Sonreí al escucharlo suspirar y acariciar mi espalda con ternura, me hubiese gustado poder adivinar lo que pensaba es ese preciso momento.

— Creo… —Comenzó a decir con la voz aún ahogada— creo que… nunca en mi vida… había sido tan feliz —Musitó para luego largar otro sonoro suspiro.-

Pensé que había caído en un horrendo sueño, que no era más que una pesadilla, cuando las sirenas se intensificaron y a los segundos aparecieron dos patrullas, seguidas de un auto gris con vidrio polarizado… el auto de mis padres.

Jongwoon y yo saltamos del sillón, pero aún así sin reaccionar a acomodar nuestras
ropas en sus respectivos lugares.

Mis ojos se cubrieron de lágrimas, esto… esto era el fin de todo.

Miré a Jongwoon y sentí una lágrima correr por mi mejilla. Me miró con los ojos tristes y
apagados y volvió a dirigir la mirada hacia el jardín.

Mientras los policías bajaban con apresuro de sus vehículos, nosotros tratábamos de
vestirnos lo más rápido que fuese posible, pero los nervios… jugaban en contra y mis
manos, las cuales temblaban notoriamente, no provocaban más que torpeza.

—¡Abran la puerta! ¡En este mismo momento! ¡Están rodeados por la policía! —Exclamó
un oficial mientras golpeaba la puerta. Comencé a llorar en silencio mientras acomodaba las últimas prendas. ¡No era justo! ¡Sabía que lo del médico había sido una mala idea!

Mi cuerpo temblaba sin control y Jongwoon me refugió con fuerza entre sus brazos.
— Estaremos bien… te lo prometo —Susurró con la voz temblorosa, besó mi frente y
tomó mi rostro entre sus manos para sonreírme apenado, mirarme a los ojos y hacerme sentir seguro, más sus ojos vidriosos y obligados a ocultar el miedo que sentía… me hacía creer que todo estaba perdido.

— ¡Si no abren la puerta en este mismo instante, nos veremos obligados a derribar la puerta! —Volvió a exclamar. Jongwoon miró hacia la puerta y yo clavé mi mirada, llena de odio y rabia, en la pareja que bajaba del auto gris, mis padres. Besó mis labios de improviso y caminó hacia la puerta. Mis sentidos se detuvieron por completo al notar como giraba la manilla y comenzaba a abrir la puerta.-


Capítulo Nº17

— ¿Qué haces? —Sollocé con los pies pegados a la superficie. Me era inútil moverme, 
pareciera que todos mis sentidos se habían escapado de mi cuerpo, dejándome inmóvil y con  el corazón en la boca.-

— Es… lo mejor —Susurró sin voltearse y de una vez por todas abrió la puerta, 
dejándose enfrente de dos oficiales con expresiones amargas.-

—Está usted detenido —Expresó con suma seriedad un policía, tomando a mi novio con brusquedad de un brazo y tironeándolo hacia el exterior— por secuestro y abuso de un menor de edad —

¡¿Qué?! ¡Esto no podía ser verdad.

Finalmente sentí como algo me invadía y supuse que era esa adrenalina que recorría
todo mi cuerpo. Miedo.

Agité la cabeza y corrí hacia a Jongwoon, abrazándolo por la espalda. ¡Lo estaban acusando de secuestro y abuso! ¡Todo esto fue idea mía!

— ¡No! —Grité llorando mientras apoyaba mi rostro en su tibia espalda— ¡No pueden 
arrestarlo! ¡Fue idea mía!

— Kyu… ya —Lo escuché susurrar.-

— Joven, será mejor que lo suelte ahora mismo si no quiere que las cosas empeoren —Sugirió con amabilidad un oficial, más yo parecía no poner atención.-

— ¡Ven aquí ahora mismo! —Escuché la voz furiosa de mi madre. Tomó uno de mis brazos y me jaló con fuerzas, alejándome de mi novio— ¡¿En qué diablos estabas pensando?! ¡Ahora lo más probable que quedes embarazado! Y lo peor de todo es que es un pobre —Escupió cada palabra con asco, aún más cuando miró de reojo a Jongwoon.-

— ¡Eres de lo peor! —Grité soltándome de su amarre— ¡Son la peor familia que me pudo haber tocado! —Volví a elevar la voz y me giré con desesperación a buscar a Jongwoon.-

Sentí algo explotar dentro de mí cuando me di cuenta de lo que sucedía. Uno de los policías tomaba firmemente las manos de Jongwoon, procurando mantenerlas firme en su propia espalda, mientras el otro ponía esposas en sus muñecas ¡Tal como a un criminal!

Mi cuerpo tembló y una extraña fuerza se apoderó de mí. Mis pies tomaron firmeza y corrí desesperadamente hacia el oficial.

— ¡Suéltenlo! ¡Maldita sea! ¡Suéltalo! —Grité desesperado mientras lo tomaba por la 
espalda, haciendo un inútil intento para que lo dejara libre.-

Escuché gritar a mi madre detrás, más mi rabia e impotencia no me detendría.

— Kyu… no sigas —Lo escuché decir la voz apagada, pero ni él en estos momentos
detendría mis acciones.-

— Joven, por favor —Escuché al oficial, cual voz de a poco iba tornándose molesta.
Sentí como dos fuertes manos presionaban mis brazos. Supe que era el otro oficial que
ayudaba a su compañero a seguir con su labor.

— ¡Ya déjeme! —Grité pataleando al momento en que logró alejarme de la espalda de su  compañero.-

— ¡Kyuhyun ya es suficiente! —La voz de mi padre hizo presencia por primera
vez en la escena y un cosquilleo atemorizante me recorrió.-

Las lágrimas caían seguidamente por mis mejillas, aún más cuando la presión que el oficial ejercía en mis brazos se iba tornando aún mayor.

— Suéltelo —Noté la sombra de mi padre en el suelo, al frente de mí.

Mis brazos quedaron libres y antes de que pudiera correr en dirección al auto patrulla donde habían metido a Jongwoon, mi padre me tomó del brazo, haciéndome sollozar por lo delicado que estaba.— Es lo peor que podrías haber hecho Kyuhyun —Escupió cada palabra con rabia, incluso con asco, como si se avergonzara de tener un hijo como yo.

— ¡Yo lo amo! —Exclamé entre sollozos.

— ¡No digas más! ¡Ya vamos nos a casa! —Me tironeó de un brazo, más ni un paso pude dar. El aire se escapaba de mis pulmones y mis piernas temblaron notoriamente.

Caí al suelo de rodillas, lastimándome al momento en que chocaron con el suelo de pequeñas y puntiagudas piedrecillas.

Agaché el rostro, tratando de recuperar el aire y haciendo un esfuerzo para mantenerme despierta.

Algo parecido a un rayo atravesó mi corazón al sentir como el motor del auto patrulla se ponía en marcha, levanté el rostro y en segundos el auto pasó en frente de mí, dejándome ver su imagen. Un viento escalofriante recorrió el lugar y una lágrima silenciosa corrió por mi mejilla al notar su rostro inundado de ellas.

Sentí como algo dentro de mí se desgarraba, aún peor cuando el auto desapareciendo por el camino de tierra, dejándome con seres malvados y despiadados.
Grité con el pecho ahogado y con las uñas incrustadas en el suelo.

— ¡Levántate enseguida! —Exclamó la ronca voz de mi madre. Estaba furiosa y mi llanto, mi pena y dolor, solo empeoraba las cosas. Me tomo de un brazo, como de costumbre, y me alzó con fuerzas, logrando que mis pies temblorosos tocaran el suelo— ¡Iremos a un médico! —Clavó su mirada penetrante y ardiendo en mis ojos— debes de estar embarazada o algo parecido ¡Te debió de haber violado! ¿Qué acaso no entendía aún? ¿No…?

— ¡ERES UNA MALDITA DESGRACIADA! —Grité azotando mi brazo en el aire para que me liberara de su agarre— ¡JONGWOON ES LA PERSONA MÁS HONESTA, SINCERA Y RESPETUOSA QUE HE CONOCIDO EN TODA MI VIDA! ¡NI SI QUIERA QUISO O INTENTÓ TOCARME! ¡YO! ¡YO ME ENTREGUÉ! ¡SE NEGÓ A MI! ¡ABRE LOS OJOS MALDITA SEA! —Grité furiosa, resistiendo de no elevar una mano en el aire y abofetear su pálido rostro, más antes de que la mía la golpeara, el choque de su palma contra la piel de mi rostro hico eco en toda la hectárea.


— No… te atrevas a insultarme de esa manera —Susurró con la voz temblorosa— vámonos  ahora mismo a casa, hay cosas por hacer. Y al término de aquella frase, lo único que pude escuchar fueron sus fríos pasos caminar sobre las piedrecillas y detrás de ellos, los de mi padre.-

Caminé como una condenada a muerte hacia el auto y me estiré a lo largo del asiento, cerrando
los ojos y dejando que toda lágrima se derramara, deseando desaparecer en ese mismo instante.

Continuara~

9 Meses caóticamente hermosos Cap. 8


Ya estamos en el octavo mes :3 Tan bello. Falta poco para que nazca 
Bueno este capitulo va a cuenta de mi acosadora -w- que sé que leerá esto. ¡Esto es por ti! Así que amalo xD

 A leer~

Capítulo 8: Octavo mes de embarazo



Siwon por tener la boca abierta se le cayó la comida masticada hecha bolita. Sin embargo, él no se da cuenta de su acto tan repugnante por estar en estupefacción total. DongHae, quien estaba a la par, tampoco fue testigo consiente sobre el asqueroso acontecimiento ya que estaba algo shockeado. No lo podían creer lo que veían sus orbes ignorantes. ¿Cómo era posible que él se dejara hacer tal cosa?

Como era de costumbre, una vez al mes la familia Choi se juntaba junto con los Kim para tener un almuerzo o refacción en particular. Sin embargo, esa reunión no fue improvista por lo que acababa de ocurrir. Siwon estaba pasmado al ver a Jongwoon pálido, como si ya daba el último aliento, en la silla. No había tocado su comida para nada. Pero lo que más le impactó fue ver a sus hijos, Sulli y Henry, cantando una canción de niños mientras le colocaban flores en el cabello negro de éste y no parecía importarle, como si no se daba cuenta. DongHae no se quedaba atrás, él estaba igual de sorprendido como Siwon. Generalmente, conociendo a Jongwoon, alegaría de una manera sutil con sus hijos. Amenazarlos a la primera era lo necesario para que ellos no jugaran con su tío de esa manera. Aunque parezca increíble, Jongwoon como que perdió los sentidos. ¿Qué le ocurría?

Lentamente, las cabezas del SiHae giraron hacia Kyu quien éste jugaba con su comida destructoramente. Con su tenedor picaba el pastel, y lo picaba aún más fuerte, lo aplastaba, lo puchaba hasta ya no más y dejara solo migajas de él mientras jadeaba fuertemente , ¡hasta gemía! Como si quisiese que sufriera más. Extraño, el nunca actuaba de esa manera, jamás en su vida lo habían visto tan alterado y desquiciado sofocando al pobre pastel. Llegaron a una conclusión, algo andaba muy mal.

Hae se acercó a la oreja de Siwon para susurrarle: — Esto no me gusta —Elevó un poco su voz— ¡Qué les sucede!

—Supongo que son sólo nervios

— ¡¿Qué?!—expresó Hae sin dejar el susurro

Siwon alzó su dedo índice hacia ellos con el ceño fruncido: — ¡Sólo míralos! ¡Se ven miserables! ¡Creo que están así porque su bebé ya nacerá!—Los ojos de DongHae se ensancharon—Recuerda que KyuHyun anda por el octavo mes, y pueda ser que el bebé nazca antes por la situación de su salud.

Hae observaba a su hermano quien el pobre gritaba con su estado jadeante "¡Este niño me roba el oxígeno!" pero era normal que dijese eso—y que estuviese de mal humor—, a ese mes era normal si a él le costaba respirar. Sin embargo, si tenía contracciones era de urgencia llevarlo al hospital ya que el hijo ya iba a salir. No menos importante el también observaba a Jongwoon quien éste definitivamente ya no estaba en este mundo. No se daba cuenta de los gritos ahogados de su esposo, las miradas penetrantes de Siwon y Hae y que su cabello estaba repleto de flores rosas que ya no se distinguía su cabello y los viles de sus hijos se reían con sus inocentes mentes la obra de arte que habían creado. El Pez suspiró profundamente. Era hora que esos padres primerizos tuvieran una charla con los experimentados porque era notorio que los nervios los consumían por dentro.

—Wonnie, debemos charlarles sobre cómo ser padres—informó Hae

— ¿Eh?, ¿tú crees?—preguntó Siwon a lo evidente

Hae asintió con su ceño fruncido. Siwon suspiró profundamente. Él tenía una idea lo que Hae iba a proponerle; el hablando a solas con su hermano mayor inexperimentada compartiendo sentimientos mientras que él, indefenso ante el poderoso abogado, debía lidiar con las indiferencias y maltratos indirectos de éste.

—Claro…—sonrió forzadamente mientras sus dientes crujían—, pero antes, déjame hablar con KyuHyun…quiero…—pausó mientras trataba que se le prendiera el foco—…ver si anda en perfecta condiciones. Esos gritos desgarradores de oídos aterran. —comentó convincentemente.

El castaño parpadeó ante eso. Levantó los brazos y elevó sus hombros, no le veía nada de malo un pequeño chequeo a su dongsaeng.

—Haz lo que sea conveniente—dijo con una sonrisa—. Cuando termines, hablare con mi hermano y tú con Jongwoon, ¿me oíste?—frunció sus ojos.

—Claro como el agua. —dijo con una mueca de aprobación.

Dicho esto, Siwon se levantó rápidamente para tomar del brazo al castaño menor y lo arrastró con todas sus fuerzas hacia su consultorio mientras que el seguía destrozando el pastel en sus manos. Hae negó con su cabeza por este acto tan desesperado. No sabía por qué Siwon quería revisarlo "urgentemente." Pero igual manera le valió. Él era el médico, sabía lo que hacía, o esa pensaba Hae. Luego de esos pensamientos vagos que rondaron en su cabeza, Hae se percató de las risas de sus hijos hacia Jongwoon. Aún tenía esas flores en su cabeza. El Pez les llamó la atención a sus hijos haciendo que ellos salieran en "retirada" con risas infantiles. Hae los persiguió dejando solo a Jongwoon. Éste aún no se daba cuenta de lo que había ocurrido, estaba absorto en sus pensamientos, pero tarde o temprano se percatará de las travesuras de sus sobrinos.



Pasó el tiempo y Siwon le devolvió a Hae a Kyu de su "chequeo." Hae veía con una mirada sospechosa a Siwon. Veía como Kyu se tranquilizaba pero con cierto rabillo en sus ojos. No era de su incumbencia lo que Siwon le dijo a su hermano, pero tenía sus dudas sobre que le había dicho. Por otra parte, Jongwoon estaba furioso, no lo demostraba pero estaba rabioso en sus adentros al ver que su cabello era un desastre por una "blanca" travesura de sus sobrinos. No los regaño ni nada, pero reprimía esos enojos y los descargaba con su mal humor.

Hae pidió a su cuñado y esposo que a su hermano y el, solos en la sala mientras que ellos se iban a la oficina de Siwon. Con cierto mal humor, Jongwoon subió las escaleras cruzando los brazos con el ceño fruncido mientras que Choi bufaba dando pasos pesados que resonaban en el suelo por cada escalón que daba.

Cuando notaron que ya no había ningún metiche, KyuHyun habló:

—Hae, ¿sobre qué quieres hablarme?—Con cierta dificultad emitió sus palabras

Éste le da una cálida sonrisa.

—Kyu, ¿estás pasando un mal rato, no?

El mencionado parpadeó: — ¿A qué te refieres?

—Me refiero a que te molesta tener a tu bebé en estos momentos…

—Pues…—sonrió—Ya saben lo que dicen: "si no duele no sirve"

Hae rió plácidamente. Si… le dolía.

—Hae… ¿cómo pudiste soportar el embarazo?—preguntó Kyu afligido

El castaño mayor hizo una mueca de disgusto. Recordar esos viejos momentos de estar en cinta no eran muy deleitables de recordar.

—Créeme, no fue fácil…—comentó con un bufido—. No solo tener que lidiar con la ecografía diciendo que tenía gemelos fue un momento alegre para Siwon y a mí, pero con el pasar del tiempo esa alegría se tornó en desesperación…—rodó los ojos

— ¿En serio?—dijo confundido Kyu

Hae asintió pesadamente: —El doble de peso previsto, el extremo dolor, los síntomas, la fatiga, ¡todo era el doble!—se quejó este—, pero…todo valió la pena.

KyuHyun tragó saliva. Era bueno saber que no tenía gemelos en su vientre. ¡Un milagro de Dios!

— ¿Cómo soportaste el octavo mes, Hae?—preguntó de nuevo.

DongHae aclaró su garganta mientras desviaba su mirada con cierto rubor en sus mejillas.

—Yo jamás pasé por ese mes…—murmuró

— ¡¿Qué?—exclamó KyuHyun dilatando los ojos

—Mis hijos nacieron prematuros, no te podría decir cómo se siente—dijo con cierta inocencia Hae.

KyuHyun sintió un sudor frío bajo su cuello: —Oh…ya veo…—tartamudeó un poco.

— ¡Pero no te debes de afligir!—movió sus manos de izquierda a derecha con cierto nerviosismo— ¡Lo haces muy bien!—levantó su pulgar

Kyu sonrió un poco. Pueda ser que lo que dijo Hae fue para apoyarlo un poco, pero eso causó que le quitaran un poco los nervios.

—DongHae, ¿cómo es el parto?—preguntó tímidamente

El mencionado levantó sus cejas y sus brazos simultáneamente. Eso le causó cierto terror en Kyu.

—Pues depende.

—¿De qué?-pregunto Kyu.

KyuHyun gimió un poco:

— ¿Es tan malo?—dijo con cierto tic en su ojo.

— ¡Es horrible!—bramó Hae— ¡Esas inyecciones que disque te quitan el dolor no sirven para nada! ¡Y la ultra venosa es dolorosa cuando te la inyectan, pero lo que agobia más en cuando sientes el líquido fluir en el tubo a tu piel!

A su hermano menor se le iba el alma. No quería que fuera el parto. Tenía ganas de llorar; otra vez los cambios humor tan repentinos: —Hae…creo que exageras…—dijo con cierto desánimo.

Hae se percató la piel pálida de su hermano. ¿Acaso lo hizo sentir incomodo?

— ¡Pero sé que lo harás bien en tu parto!—animó DongHae con su pulgar en alto

—Es muy fácil decirlo…—dijo Kyu con un aura depresivo

DongHae parpadeó de inmediato: — ¡No! ¡Estarás bien! ¡Yo te dije sobre un parto de gemelos! ¡El tuyo será genial!

—Ah…—dijo secamente KyuHyun. ¡Le estaba mintiendo! 
Luego DongHae se acomodó un poco en el sofá: —Pero, eso es lo de menos, Kyu—lo vio a los ojos—. Ya verás que después viene la recompensa.

El castaño menor asintió levemente: — ¿Ser padres es difícil?

Hae lo meditó un poco. Vaya, que pregunta algo confusa.

—Desde del embarazo empieza todo—comentó Hae—. El parto al menos es el principio—sonrió satisfactoriamente—, criarlo es la parte más difícil.

KyuHyun observaba como su hermano lo miraba con una sonrisa. Éste también le devolvió le gesto de la misma manera.

—Que digan ser padres es una tarea difícil es algo relativo…—comentó Hae—, aunque te advierto, es exhausto criarlo, ¡y peor si eres la madre!—KyuHyun rió levemente— ¡Por eso procura que Jongwoon también colabore! ¡Y si no quiere, oblígalo!

—No creo que Jongwoon sea tan vil para dejarme todo el trabajo solo…—dijo entre risas

Hae cruzó los brazos: —Puede ser…pero conste, se necesitan mutuamente para que el bebé sea feliz.

— ¿Al igual que Siwon te apoya a cada momento?—dijo con una sonrisa pícara KyuHyun causando cierto rubor en las mejillas de Hae—. Como en aquel momento que él se encargaba de los niños por la noche porque sabía que estabas exhausto y les cantaba casi toda la noche y lavaba pañales sucios y hediondos en la medianoche…

—N…ni me lo recuerdes…—susurró Hae apenado—, apestaba la habitación por ese nauseabundo olor….

KyuHyun rió divertidamente. Ser padres parecía ser una tarea interesante…aunque estuviese nervioso, ya su momento llegaría y debería criar a su bebé en menos de un mes.



—Jongwoon…

No hubo respuesta.

—Jongwoon.

Silencio.

— ¡Jongwoon!

Éste le dedicó una mirada gélida. Él no quería hablar sobre sus sentimientos, penas, dudas o/y padecimientos que sufría al recordar que su hijo ya nace.

—Ya te lo dije Choi, no sobrellevo esas inseguridades en este momento. —comentó Jongwoon cruzando sus brazos.

— ¡Pero trató de ayudarte!—comentó Siwon alzando sus brazos con cierto gruñido

Jongwoon arqueó una ceja con su mirada de indiferencia: —Tu profesión es ser ginecólogo, no psicólogo, Siwon…

Le estaba sacando de quicio. ¡De verdad! ¿Cómo KyuHyun terminó casándose con ese tipo?

—¡Estoy harto de tu constipación emocional!—Explotó Siwon señalando a Jongwoon, quien éste, abrió un poco los ojos en señal de sorpresa— ¡Muy pronto serás padre y parece que no te importa! ¡Estás ahí pasando hacia la gente con indiferencia que en realidad pasas con temor!—Jongwoon frunció el ceño— ¡Yo soy padre! ¡Tengo más experiencia que tú! ¡Y si te gusta o no te aconsejare como ser un buen padre!

Sin embargo, eso no impidió que Jongwoon saliera de la oficina deliberadamente ante los ojos de Choi. El ginecólogo, tras su sorpresa, reaccionó girando todo su cuerpo abruptamente hacia la puerta.

— ¡¿A dónde vas?—gritó Siwon con enojo

Jongwoon paró sin ni siquiera darse la vuelta para mirarlo: —No estoy obligado a decírtelo.

Eso fue lo necesario para que Siwon reventara sus nervios. ¡Ese hombre! ¡Qué atrevido es! Pero Choi no le iba a rogar que se quedara. ¡Oh…claro que no! Dejaría que éste se perdiera y no seguir sus caminos de alta sabiduría.

— ¿Papá?—Siwon sintió cierto jaloneó en su pantalón. Éste bajo la mirada confundido al ver dos pequeños niños vestidos con su ropa de fiesta y con sus muñecos— ¿Quieres jugar con nosotros?

Siwon parpadeó ante la propuesta. Hacía mucho tiempo que no jugaba con sus hijos…y Jongwoon, ese hombre, podía esperar…

—Seguro…—dijo con una sonrisa mientras caminaba hacia el cuarto de sus hijos quienes se apreciaban sus gritos de alegría.



Jongwoon caminaba en la calle sin saber a dónde se dirigía. Quería despejar su mente y pensar las cosas con cuidado y no a bajo presión. Todo esto de ser padre consumía cada nervio de su cuerpo. No estaba listo. Estaba inseguro de cómo educarlo o tratarlo. ¿Sería severo con él o sería un padre amoroso? ¿Estaría suficiente tiempo con su hijo al nacer? ¿Tendría paciencia al estar junto a él? Su trabajo era algo pesado y a veces por ello no llegaba en días. KyuHyun no tenía que soportar todo eso solo. Solo faltaba un mes y ya. La esperaba casi concluía pero él no estaba seguro de cómo actuar. Pero algo estaba claro, no le iba a confesar nada a ese huraño de Choi.

De repente Jongwoon escuchó gritos y risas de unos niños. Éste paró al ver que todos estaban felices jugando y divirtiéndose en el parque. Los observaba detenidamente mientras estaba absortó. Veía como un niño de menos de un año tratando de deslizarse en un resbaladero. Parecía tener miedo, pero había un hombre a la punta del resbaladero animándole a que se resbalara. Jongwoon notó que ese niño cerró fuertemente sus ojos y se deslizó rápidamente. Su padre lo agarró cuando el niño llegó al final del resbaladero y lo alzó entre sus brazos felicitándole de su valentía mientras que su hijo reía y enseñaba su único diente de enfrente. Podía parecer extraño, pero a Jongwoon le conmovió esa escena. ¿Él sería igual que ese hombre? Había muchas familias en el lugar y todas parecían estar felices con sus hijos. También pudo observar a un padre tratando de que su bebé dejara de llorar haciéndole caras chistosas para que se riera. Jongwoon se preguntó a sí mismo si llegaría a tal extremo en público en humillarse para ver que su hijo no llorara más. Tantas preguntas, tan poco tiempo.

Todo esto lo confundía, así que Jongwoon decidió volver a las casa de los Choi. Tal vez ahí se desvaneciera sus dudas.



Siwon estaba en el cuarto de sus gemelos sentado en una mesa redonda junto con ellos con un sombrero de mujer con una gran moña rosa en una esquina. Tenía sus labios pintados de rojo fuerte y sus mejillas rosadas. Él tenía una muñeca de trapo en sus manos mientras que sus hijos tenían otros. Estaban jugando la hora del té.

— ¡Yo vi como Francisco comió la última galleta de Krystal!—dijo Siwon cambiando su voz a una más aguda.

Sus hijos jadearon posando sus manos a la boca en tratando de insinuar sorpresa.

— ¡Nunca creí eso de él!—comentó Sulli dándole un sorbo a su té.

— ¡Qué cruel, comerse todas las galletas!—jadeó Henry.

Siwon rió entre sus adentros. Le encantaba jugar con sus hijos.

— ¡Si! ¡Y su hermano menor rompió la muñeca favorita de su mejor amiga!—dijo con su voz aguda— ¡Pero recuerden que esto es un secreto! ¡No se lo digan  sino seré castigada y no poder comer mi postre por una semana!—dijo mientras posaba su brazo en su frente por el drama.

—¡No!—Gimieron ambos niños— ¡No se lo diremos!

En ese momento, se pudieron apreciar pasos lentos, pero elegantes…

— ¿Choi?

Siwon abrió sus ojos como platos. Conocía esa voz y la maldijo en sus adentros. Elevó su mirada con horror.

— ¡Jongwoon!—bramó con terror— ¡N…no es lo que piensas! ¡Solo juego con los niños!—explicó nerviosamente

El pelinegro lo vio indiferentemente. Era obvio que no sería como Siwon para humillarse de esa manera tan baja cuando sea padre. Aunque…a decir verdad, ver a Siwon jugar de esa manera para que ellos sintieran que su padre podía maquillarse y vestirse como una chica para que disfrutasen su juego. Eso causo cierto ablandamiento en su corazón, solo un poco…

—Es hora que me vaya…—dijo dándole la espalda mientras que Choi, con pena, se quitaba su maquillaje—Iré por Kyu…



La noche había llegado, ambos esposos estaban acostados en la cama. KyuHyun tenía muchas almohadas debajo de su cabeza por la incomodidad que sentía. Su vientre estaba más grande que nunca. Tenía dificultad en mantener una posición cómoda. Por otro lado, Jongwoon aún estaba absorto en sus pensamientos. A pesar que las luces estaban apagadas él no podía dormir que ni siquiera notó que su esposo andaba en las mismas.

— ¿Yesung?—preguntó Kyu al ver a su esposo tan distraído

Éste reacciono y rápidamente giro su cabeza hacia él.

— ¿Qué sucede?—preguntó suavemente— ¿No puedes dormirte?

KyuHyun negó con la cabeza. Yacía días que no podía hacerlo.

—Yo estoy igual…—dijo roncamente. No quería que hablaran sobre sus dudas de padre ya que, según él, ya se las había resuelto Siwon

Kyu desvió la mirada con timidez. Debía preguntarle, ¿eso lo qué había dicho Siwon era cierto? No era muy de el meterse en los asuntos de los demás, pero en la forma lo cual le habló Choi le dio cierta lastima por ese hombre.

—Yesung…—dijo KyuHyun viendo a las chamarras— ¿Puedo preguntarte algo?

Kim parpadeó ante el raro comportamiento de Kyu. ¿Por qué estaba tan abochornado?

El mordió su labio inferior antes de hablar: — ¿E…es verdad que…tú le robaste a Siwon su dinero?

Los ojos del pelinegro se abrieron al máximo. ¡Ese Choi se fue a quejar con su esposo! ¡La única persona que él no le podía mentir!

KyuHyun, ante su sorpresa, por la expresión de su esposo lo que le preguntó era verdad.

—Si es así, es mejor que lo devuelvas Yesung…—dijo KyuHyun besando su varonil mejilla—. No es correcto…

—Kyu…—trató de explicar el pelinegro pero fue vilmente interrumpido.

—¡No me interesan tus excusas!—Elevó la voz con desesperación, otra vez los cambios de humor— ¡Buenas noches!

Jongwoon parpadeaba con sus cejas elevadas. ¿Qué cambio fue ese?

—Kyu…—habló pero él lo ignoraba.


El pelinegro se enojó por ese acto. No por su esposo, que él era una inocente criatura y a saber qué cosas que dijo ese ingrato de Siwon. La razón por la cual Jongwoon "demando" a Choi fue de puro rencor guardado que tenía hacia él. Las cosas imposibles pasaban cuando éste andaba detrás. Gruñó por lo ocurrido. No tenía opción, o le devolvía el dinero a Siwon o KyuHyun se comportaría de una manera irritable ante sus ojos. Le iba a devolver el dinero…pero todo a su tiempo…Ante tales pensamientos Jongwoon sonrió malvadamente en la oscuridad. Había planeado un vil plan.

Continuará~