martes, febrero 25, 2014

Me without you Cap 6



Y llegue con la siguiente actualización del día. Este también va dedicado a mi acosadora :3 
Debo decir que está cerca el final


A leer~


— Tus labios saben más dulces que otras veces —Musité luego de habernos alejado unos  centímetros, aún con los ojos cerrados y disfrutando del exquisito sabor que había dejado impreso en mis labios. Escuché como carcajeaba levemente, mientras sus manos acariciaban con ternura mi piel bajo la remera blanca.-

— Es porque lo extrañabas, solo eso —Depositó nuevamente un corto beso en mis labios y pronto alejó los suyos para chocarlos en mi frente.-

— Como ya estoy mucho mejor —Me alejé de un salto, con una expresión risueña en el rostro— podríamos salir a caminar —Dije con entusiasmo.-

— No lo sé, no es… no es muy buena idea… aún —Me miró desconforme y yo fruncí el ceño 

¿Qué era lo que sucedía ahora?

— ¿Qué no te das cuenta de que ya estoy bien? ¿O es que no lo entiendes? —Me crucé de brazos. Debía de dejar esa actitud, tarde o temprano le molestaría. Antes de que dijera algo, suspiré y relajé mis expresiones, basta de ser tan orgulloso y testarudo. — Disculpa, disculpa… —Abrí mis ojos y le sonreí— tengo que dejar a un
lado mis actitudes —Volví a suspirar— entiendo. Creo saber por qué no quieres que salgamos a caminar… vengo saliendo de un muy mal resfriado. Nos quedaremos en casa, no hay problema —No creí que pudiera haber sonado tan sincero, de hecho, estaba siéndolo. Se quedó en silencio y mirándome con impresión. Debieron de sorprenderles mis palabras tan maduras, justamente era eso lo que quería que pensara de mí, que tuviera una idea de que podía ser muy maduro y responsable.-

— Me sorprendes —Sonrió, se cruzó de brazos y balanceó su cuerpo sobre sus pies.-

— No quiero que creas que soy un malcriado, llevado a sus ideas —Era cierto. Quizás con mis actitudes pasadas, podría llegar a pensar que sería igual que toda la gente de mi entorno.-

— Lo fuiste cuando estabas resfriado —Me reprochó, mientras que de a poco asomaba una sonrisa traviesa en sus labios.-

— Lo sé, pero no fue solo por el hecho de que odie a los médicos, temía que pasara lo que pasó con el doctor Lee —Tragué saliva sonoramente, el solo hecho de imaginar que un día llegarían mis padres acompañados de una patrulla, todo por culpa de un médico, me erizaba la piel y a la vez arruinaba todo tipo de sueño a futuro que tenía en mente.-

— Te entiendo. Descuida, tengo suerte, nada malo nos ocurrirá —Cruzó un brazo por
mi espalda y de un leve empujoncito me invitó a caminar, lamentablemente, de regreso a la casa.-

— ¿Cómo puedes estar tan seguro? —Arqueé una ceja y levanté mi rostro para mirarlo con dificultad, el sol pegaba fuerte y no daba ayuda a mis ojos.-

— Mírame —Infló su pecho con orgullo… ¿Pero de qué? Seguía sin entender— Piénsalo, tengo a la mejor, más maravillosa y perfecta novio de este mundo ¿Acaso eso no es suerte?  —Me miró con la mejor cara de triunfador.-

Rodeé los ojos y choqué mi mano en mi frente. Muy tonto, pero tierno y adorable.

— No me habías dicho que tenías otra novia, Mr. Kim… —Lo miré con molestia fingida— porque  lo que es yo, soy una desgracia —A pesar de que me cargaba hacerme la víctima, aunque fuese solo para bromear, daba un buen resultado con Jongwoon. Lograba ponerlo completamente dulce y cariñoso. No se imaginan cuánto. Carcajeó y se alejó de mí. Antes de que riera ante mi cara de mosquita muerta, tomó de mis piernas y de un solo impulso me dejó colgando en su hombro derecho. Okey, ahora me tocaba fingir una pataleta, aunque… estaba disfrutando el panorama que Jongwoon me había dejado.

Mejor… para que simular enojo, se lo diría directamente. — Si crees que voy a regañar o algo… —Como pude me agarré de su espalda al momento en que comenzó a caminar—…Ni lo creas, luces muy espectacular desde aquí atrás —Reí y elevé una mano para dejarla chocar en uno de sus glúteos.-

— ¡Kyuhyun! —Se quejó entre risas— ¡Oye, eso no se vale! —Rio— ¡Ya verás! No creas
que no tendrás venganza —Ahora sí que necesitaba sujetarme bien. Había comenzado a correr y no era nada delicado.-

Entró a la casa y de una fuerte patada terminó cerrando la puerta de un portazo.
¿Qué diablos se traía en mente? Antes de que cuestionara sus acciones, me dejó caer bruscamente sobre el sillón largo de cuero negro. Creerán que esa brutalidad era dolorosa y temible, al contrario, era lo más sensual y placentera que podía imaginar… Más aún cuando desde lo alto, dejó de sonreír y mordió su labio inferior tentativo, seguramente disfrutando de mi imagen en el sillón, con las manos descansando a cada lado de mi rostro, con la respiración agitada y dejando que la piel de mi pecho se asomara por el borde de la delgada polera de gasa.

Estaba ansioso y reconozco que sentía igual. Mis manos morían por sentir su piel, tocarlo una vez más.

Cerré mis ojos y suspiré. Creí que lo llamaría de una vez por todas y se arrojaría sobre
mí… mas luego de ciertos segundos transcurridos no recibí respuesta alguna de su parte.

Iba a regañar antes de abrir mis ojos, más pensé que sería mejor idea saber qué era lo
que hacía. Me tragué las palabras y abrí mis ojos ampliamente, tratando de simular mi
asombro. Sonrió de costado y siguió con la mirada fija en mí.

Sus manos siguieron su trabajo: Desabrochar el pantalón. Tortuosamente retiró el cinturón de escena y lo dejó caer al suelo. Creí que eso iba a ser todo, pero quise darme un tiro, al momento en que mi corazón quiso salir de mi pecho, cuando lo vi desabrochar el botón de su ojal y deslizar lentamente el cierre del pitillo negro hacia abajo.

— No te gustó aparecerte desnudo por la pieza la otra vez. Bueno, ahora es mi turno
de jugar —Sonrió con maldad y se bajó los pantalones, dándome a observar lo bien que lucía con boxers blancos. Mordí mi labio inferior. Era imposible, por más que lo rogara, quitar mis ojos de aquel punto que poseía una gran voluminosidad. Okey, él quería jugar y hacerme perder el aliento. ¡Vaya que lo estaba logrando! Pero no me quedaría recostado sin hacer nada. Me senté en el sillón y sonreí travieso, tomé el inicio de mi polera y la quité en un dos por tres. — Eso no era parte del plan —Se quejó sensual y se sentó a un lado, para tomarme por la cintura y hacerme sentar en su regazo. Ya no quería esperar más, por lo que con desesperación tomé su rostro entre mis manos para atacar sus labios tan provocativamente acaramelados.
 

Sus manos sabían y bajaban desesperadas por mi espalda, con libertad única. Por lo que supuse que pronto terminaría con mi torso desnudo, más prefirió retenerse y seguir acariciándome como pudiese. Yo por mi parte, estaba entretenidísimo recorriendo delicadamente su torso. Era un completo deleite.

Nuestros labios nunca se habían visto más inquietos y sedientos del otro. El néctar que
me brindaban sus besos me llenaba de una sensación completamente enloquecedora y sentía como de a poco comenzaba a entrar en éxtasis.

Su lengua energética recorría mi cavidad bucal con sumo detalle y sin preocupación, mientras que la mía se encontraba entusiasmada por darle pelea, en la cual, Jongwoon parecía salir victorioso. Mientras me dedicaba a devorar sus labios sin compasión, yo mismo me apresuré a desabrochar mis pantalones y quitarlos, como pude, de escena.

— Ya estaba… extrañándote… —Suspiró con los ojos aún cerrados y acariciando, con
alguna intención, mi espalda baja. Sonreí y rodeé su cuello con mis brazos. 

Acarició mi pierna suavemente, haciéndome enloquecer con cada roce de su piel sobre la mía.

Mi respiración se agitaba notoriamente y creo que fue aún peor en el momento en que sentí como sus besos descendían Hasta mis hombros.
Nunca creí que pudiera entregarme tanto, era increíble esa manera de trasmitir lo que sentía en cada beso, en cada caricia, en cada acción… en cada mirada y suspiro.
Me estaba volviendo loco y me sentía completamente llena al saber que lo amaba y que él a mí… y si, estaba seguro de que así era. Creo que… mi experiencia de vida me había llevado a adivinar con tan solo mirar a los ojos, la clase de personas que son y lo
que en verdad siente.

Jongwoon, de a poco comenzaba a perder la razón y aún así, hacía el vago intento por mantenerse calmado y tratarme tal como un muñeco de cristal. A pesar de que me encantaba que fuese tan cuidadoso conmigo, esta vez quería ver a un Jongwoon descontrolado y desesperado por tenerme una vez más, por lo que debería comenzar a actuar ya.

— Te amo… —Solté sin aliento mientras trataba de recuperar mi posición inicial y mirarlo directamente a los ojos.

— Igual... yo —Musitó con dificultad, mientras mordía su labio inferior y cerraba los ojos.
Sus expresiones de placer me incentivaban a seguir y la energía en ambos cuerpos
aumentaba notoriamente.
Finalmente, nuestros cuerpos fueron dejando a un lado la velocidad y el cansancio se
apoderó de a poco de ambos.
Se recostó a lo largo del sofá y yo me acomodé sobre su pecho. Sonreí al escucharlo suspirar y acariciar mi espalda con ternura, me hubiese gustado poder adivinar lo que pensaba es ese preciso momento.

— Creo… —Comenzó a decir con la voz aún ahogada— creo que… nunca en mi vida… había sido tan feliz —Musitó para luego largar otro sonoro suspiro.-

Pensé que había caído en un horrendo sueño, que no era más que una pesadilla, cuando las sirenas se intensificaron y a los segundos aparecieron dos patrullas, seguidas de un auto gris con vidrio polarizado… el auto de mis padres.

Jongwoon y yo saltamos del sillón, pero aún así sin reaccionar a acomodar nuestras
ropas en sus respectivos lugares.

Mis ojos se cubrieron de lágrimas, esto… esto era el fin de todo.

Miré a Jongwoon y sentí una lágrima correr por mi mejilla. Me miró con los ojos tristes y
apagados y volvió a dirigir la mirada hacia el jardín.

Mientras los policías bajaban con apresuro de sus vehículos, nosotros tratábamos de
vestirnos lo más rápido que fuese posible, pero los nervios… jugaban en contra y mis
manos, las cuales temblaban notoriamente, no provocaban más que torpeza.

—¡Abran la puerta! ¡En este mismo momento! ¡Están rodeados por la policía! —Exclamó
un oficial mientras golpeaba la puerta. Comencé a llorar en silencio mientras acomodaba las últimas prendas. ¡No era justo! ¡Sabía que lo del médico había sido una mala idea!

Mi cuerpo temblaba sin control y Jongwoon me refugió con fuerza entre sus brazos.
— Estaremos bien… te lo prometo —Susurró con la voz temblorosa, besó mi frente y
tomó mi rostro entre sus manos para sonreírme apenado, mirarme a los ojos y hacerme sentir seguro, más sus ojos vidriosos y obligados a ocultar el miedo que sentía… me hacía creer que todo estaba perdido.

— ¡Si no abren la puerta en este mismo instante, nos veremos obligados a derribar la puerta! —Volvió a exclamar. Jongwoon miró hacia la puerta y yo clavé mi mirada, llena de odio y rabia, en la pareja que bajaba del auto gris, mis padres. Besó mis labios de improviso y caminó hacia la puerta. Mis sentidos se detuvieron por completo al notar como giraba la manilla y comenzaba a abrir la puerta.-


Capítulo Nº17

— ¿Qué haces? —Sollocé con los pies pegados a la superficie. Me era inútil moverme, 
pareciera que todos mis sentidos se habían escapado de mi cuerpo, dejándome inmóvil y con  el corazón en la boca.-

— Es… lo mejor —Susurró sin voltearse y de una vez por todas abrió la puerta, 
dejándose enfrente de dos oficiales con expresiones amargas.-

—Está usted detenido —Expresó con suma seriedad un policía, tomando a mi novio con brusquedad de un brazo y tironeándolo hacia el exterior— por secuestro y abuso de un menor de edad —

¡¿Qué?! ¡Esto no podía ser verdad.

Finalmente sentí como algo me invadía y supuse que era esa adrenalina que recorría
todo mi cuerpo. Miedo.

Agité la cabeza y corrí hacia a Jongwoon, abrazándolo por la espalda. ¡Lo estaban acusando de secuestro y abuso! ¡Todo esto fue idea mía!

— ¡No! —Grité llorando mientras apoyaba mi rostro en su tibia espalda— ¡No pueden 
arrestarlo! ¡Fue idea mía!

— Kyu… ya —Lo escuché susurrar.-

— Joven, será mejor que lo suelte ahora mismo si no quiere que las cosas empeoren —Sugirió con amabilidad un oficial, más yo parecía no poner atención.-

— ¡Ven aquí ahora mismo! —Escuché la voz furiosa de mi madre. Tomó uno de mis brazos y me jaló con fuerzas, alejándome de mi novio— ¡¿En qué diablos estabas pensando?! ¡Ahora lo más probable que quedes embarazado! Y lo peor de todo es que es un pobre —Escupió cada palabra con asco, aún más cuando miró de reojo a Jongwoon.-

— ¡Eres de lo peor! —Grité soltándome de su amarre— ¡Son la peor familia que me pudo haber tocado! —Volví a elevar la voz y me giré con desesperación a buscar a Jongwoon.-

Sentí algo explotar dentro de mí cuando me di cuenta de lo que sucedía. Uno de los policías tomaba firmemente las manos de Jongwoon, procurando mantenerlas firme en su propia espalda, mientras el otro ponía esposas en sus muñecas ¡Tal como a un criminal!

Mi cuerpo tembló y una extraña fuerza se apoderó de mí. Mis pies tomaron firmeza y corrí desesperadamente hacia el oficial.

— ¡Suéltenlo! ¡Maldita sea! ¡Suéltalo! —Grité desesperado mientras lo tomaba por la 
espalda, haciendo un inútil intento para que lo dejara libre.-

Escuché gritar a mi madre detrás, más mi rabia e impotencia no me detendría.

— Kyu… no sigas —Lo escuché decir la voz apagada, pero ni él en estos momentos
detendría mis acciones.-

— Joven, por favor —Escuché al oficial, cual voz de a poco iba tornándose molesta.
Sentí como dos fuertes manos presionaban mis brazos. Supe que era el otro oficial que
ayudaba a su compañero a seguir con su labor.

— ¡Ya déjeme! —Grité pataleando al momento en que logró alejarme de la espalda de su  compañero.-

— ¡Kyuhyun ya es suficiente! —La voz de mi padre hizo presencia por primera
vez en la escena y un cosquilleo atemorizante me recorrió.-

Las lágrimas caían seguidamente por mis mejillas, aún más cuando la presión que el oficial ejercía en mis brazos se iba tornando aún mayor.

— Suéltelo —Noté la sombra de mi padre en el suelo, al frente de mí.

Mis brazos quedaron libres y antes de que pudiera correr en dirección al auto patrulla donde habían metido a Jongwoon, mi padre me tomó del brazo, haciéndome sollozar por lo delicado que estaba.— Es lo peor que podrías haber hecho Kyuhyun —Escupió cada palabra con rabia, incluso con asco, como si se avergonzara de tener un hijo como yo.

— ¡Yo lo amo! —Exclamé entre sollozos.

— ¡No digas más! ¡Ya vamos nos a casa! —Me tironeó de un brazo, más ni un paso pude dar. El aire se escapaba de mis pulmones y mis piernas temblaron notoriamente.

Caí al suelo de rodillas, lastimándome al momento en que chocaron con el suelo de pequeñas y puntiagudas piedrecillas.

Agaché el rostro, tratando de recuperar el aire y haciendo un esfuerzo para mantenerme despierta.

Algo parecido a un rayo atravesó mi corazón al sentir como el motor del auto patrulla se ponía en marcha, levanté el rostro y en segundos el auto pasó en frente de mí, dejándome ver su imagen. Un viento escalofriante recorrió el lugar y una lágrima silenciosa corrió por mi mejilla al notar su rostro inundado de ellas.

Sentí como algo dentro de mí se desgarraba, aún peor cuando el auto desapareciendo por el camino de tierra, dejándome con seres malvados y despiadados.
Grité con el pecho ahogado y con las uñas incrustadas en el suelo.

— ¡Levántate enseguida! —Exclamó la ronca voz de mi madre. Estaba furiosa y mi llanto, mi pena y dolor, solo empeoraba las cosas. Me tomo de un brazo, como de costumbre, y me alzó con fuerzas, logrando que mis pies temblorosos tocaran el suelo— ¡Iremos a un médico! —Clavó su mirada penetrante y ardiendo en mis ojos— debes de estar embarazada o algo parecido ¡Te debió de haber violado! ¿Qué acaso no entendía aún? ¿No…?

— ¡ERES UNA MALDITA DESGRACIADA! —Grité azotando mi brazo en el aire para que me liberara de su agarre— ¡JONGWOON ES LA PERSONA MÁS HONESTA, SINCERA Y RESPETUOSA QUE HE CONOCIDO EN TODA MI VIDA! ¡NI SI QUIERA QUISO O INTENTÓ TOCARME! ¡YO! ¡YO ME ENTREGUÉ! ¡SE NEGÓ A MI! ¡ABRE LOS OJOS MALDITA SEA! —Grité furiosa, resistiendo de no elevar una mano en el aire y abofetear su pálido rostro, más antes de que la mía la golpeara, el choque de su palma contra la piel de mi rostro hico eco en toda la hectárea.


— No… te atrevas a insultarme de esa manera —Susurró con la voz temblorosa— vámonos  ahora mismo a casa, hay cosas por hacer. Y al término de aquella frase, lo único que pude escuchar fueron sus fríos pasos caminar sobre las piedrecillas y detrás de ellos, los de mi padre.-

Caminé como una condenada a muerte hacia el auto y me estiré a lo largo del asiento, cerrando
los ojos y dejando que toda lágrima se derramara, deseando desaparecer en ese mismo instante.

Continuara~

2 comentarios:

  1. HOLA, ME HA AÑEGRADO QUE ACTUALIZARAS, pero me hiciste llorar, aun lo hago, si Kyu tenia razon lo del dr. esa mala idea, pero tenia que hacerlo porque estaba muy enfermo y se podia morir, ahora que pasara, Yesung terminara en la carcel y Kyu, si queda embarado como dice su madre. le quitaran a su hijo........ ya quiero saber que mas pasa ........ seguire llorando hasta el proximo capitulo ...... no es cieto, pero que triste ..... Saludos Kat

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No dramatices tanto xD lo actualizaré, está por terminar

      Eliminar