miércoles, febrero 12, 2014

Por un minuto de ti [YeHyun] Cap. 4



 Para compensar los días que he estado ausente, las bombardeo de actualizaciones. Y un capítulo más de este nuevo fic :'3 

Acto 4

Elevó su mano decidido a hacerlo, pero en cuento sus dedos estuvieron solo a unos centímetros los retiró, “Tal vez no sea el momento” acuñando su mano aun elevada a esa altura “Pero si ya estás aquí ¿No sería mejor hacerlo?” extendió sus dedos hasta tocar aquel botón “¡Hazlo ya!” lo presionó haciendo que este emita un sonido agudo que claramente se escuchaba dentro de la casa; esperó unos segundos y comenzaba a impacientarse, volvió a presionar el mismo botón esta vez un tanto prolongado, así esperando que lo hayan escuchado, volvió a esperar y ya ni tiempo tenía “¿Qué está esperando?” volviendo a presionar el aparato “Es muy temprano para dormir ¿Eh?...” Y antes de echar maldiciones sobre su casa, la bendita puerta color verde oscuro emitió un “Tic” para luego ser abierta de adentro; imperceptible dio un salto, claramente sintió sus intestinos revolverse ¿Qué fue eso? ¿Hambre?, si antes su actitud era relajada ahora era una cohibida. Nervios, sentía nervios… ¡Demonios!


- Y-yesung –Dijo al verlo frente suyo con evidentes signos de haberse levantado recién, sus cabellos oscuros se encontraban algo revoleteados dándole una apariencia… sexy. Aquel pensamiento lo desecho al sobresaltarse por la gruesa voz emitida por el mayor-


- Kyu ¿Qué te trae por aquí? –Se recostó en la puerta-


- ¿C-como que, qué? Es o-obvio que por… Hiyo –Desvió la mirada “¿Por qué tienes que mirarme así?... ¡Malditos nervios!”-


- Pensé que no vendrías… -Eso le perturbó-


- Es que… hace unos minutos me enteré… y no pude venir antes… -“¿Por qué tengo que sonrojarme por una simple explicación?”-


Luego de decir aquello, puedo sentir sobre su persona como esos inmensos ojos oscuros lo devoraban aunque no lo esté mirando fijamente podía sentirlo, ¿Siempre hace lo mismo, por qué? Probablemente juzgando si decía la verdad o no. Segundos infernales.


Sin avisar Yesung tomó su mano, notando enseguida lo cálido de esta a comparación de la suya, para arrastrarlo hasta adentro, algo que sorprendió mucho a Kyuhyun y al mismo tiempo podía nervioso


- ¿Q-qué… qué estás haciendo? –Dijo tratando de soltarse aunque en realidad no hacía mucho para lograrlo-


- ¿No me digas que prefieres quedarte afuera con el frio que hace? –Tomó ambas manos con las suyas respectivamente- Tus manos están frías –Dijo para luego meter ambas a cada bolsillo de su suéter- déjame calentarlas…


Aquel acto hizo que Kyuhyun involuntariamente se acercara a Yesung, y que este sonriera al ver como el menor se sonrojaba intentando obviamente ser visto desviando su rostro, pero fue inútil


“¿Qué estás haciendo? Ni bien lo ves ya quieres tenerlo a tu lado, aunque es hermoso verlo ruborizado… -Sonrió- ¿Qué piensa? ¿Qué no me doy cuenta? Para empezar su piel es pálida y si se sonroja aunque sea levemente se notará… Tonto”


El silencio reino en esa habitación, si Kyuhyun antes tenía frio ahora era todo lo contrario, gracias a su Hyung sentía morirse, pero lo peor no era eso, sino que él mismo no quería dejar que suelte su mano, un silencio que no incomodaba pero que dejaba libre espacio a escuchar otros sonidos


“¿Se habrá dado cuenta? De lo escandaloso de mi corazón… Sus manos, aunque pequeñas ¿Pueden ser tan cálidas?... Odio ser alto, lo más seguro es que haya notado mi rostro… Aun si no lo miro sé que me observa y es algo intimidante, pero a estas alturas ya me acostumbre a que me mire así… ¿Qué debería hacer?”


Yesung retiró sus manos junto con las ajenas para sacarlas de sus bolsillos, esto provocó que Kyuhyun siguiera sus movimientos a todo momento


- ¿Ves? Ahora se siente mejor ¿no? –Una cálida sonrisa se asomó por su rostro, sonrojando aún más al menor-

- ¿Ah? –Dijo inocentemente- … Ehmm… sí, creo -Susurró-

- Si quieres puedes ir a verla, aunque ahora está durmiendo, pero sería buena que la vieras… -Dejó de sostener sus manos- ¿Sabías que ha estado pidiendo por ti todo el día? ¿Qué es lo que haces para que te quiera tanto?

- ¿Ah? –Regresando a la realidad- … En realidad nada –Una sonrisa malévola se formó en su rostro- Sabes, es curioso que aun siendo su padre me prefiera a mí –Se cruzó de brazos en forma retadora para el mayor-


Aunque no era el momento conveniente de hacer ese tipo de bromas, mucho menos después de casi morir de un ataque de nervios, algo le decía que si cambiaba de ambiente podía continuar como antes y olvidar las tonterías que el mayor hace, que lo único que logran es confundirlo aún más.


- Debe ser porque… algún encanto debes de tener –Dijo el mayor con mucha tranquilidad-


Reacción contraria a la que quería Kyuhyun, estaba esperando que le dijera “Tan irrespetuoso con tus mayores” “Le lavaste el cerebro” “Actuando así pareces un niño” o cualquiera que se le relaciones pero no esa respuesta, algo le decía que dejará de molestar al mayor, pues saldría perdiendo.


- Hey, eres tan fácil de perturbar –Dijo Yesung luego de que en su rostro se formara una sonrisa de victoria-

- ¿Q-qué?... Ya deja de decir estupideces –Dijo para parecer el mismo de siempre aunque frente a hyung se le hacía casi imposible-

-Suspiró- Como sea, ven –Lo tomó de la mano otra vez-

- ¡E-espera…! –Estaba siendo arrastrado por Yesung “¿Es una nueva costumbre que tiene?”- ¡D-detente! –Le grito aunque lo que en realidad quería decir era un “Llévame dónde quieres si es a tu lado, es perfecto”-

- No hagas ruido o la despertarás… -Dijo mirándolo fijamente para luego continuar subiendo escaleras- … Sabes, si despierta cuando te vea dile que eres su prioridad más importante ¿sí?

- ¿Ah? ¿Y a qué se debe eso?

- Es solo que… sé toma las cosas muy enserio y… has todo lo que te diga ¿sí? –Dijo con evidente nerviosismo-

- ¿Eh? –Confundido totalmente- No le habrás estado metiendo ideas tontas a la cabeza otra vez o ¿sí? –Dijo en un tono serio- ¡¿Es eso?! ¿Qué le dijiste de mí? –No había que ser un genio para saber que algo ocurría y a causa del mayor-

- Ehmm… etto, tal vez ella cree… en su enigmática mente infantil que… no… le importas…

- ¡¿Qué?! ¿Tú le dijiste eso?

- Claro que no, pero estoy pensando que cree eso… Malinterpretó mis palabras ¿Sí?

- No me importa que le hayas dicho, ¡solo no le hables de mí! Ya muchas malentendidos he tenido que lidiar por tu error… Y ni culpa de ellas tengo -Renegó-

- Perdóname, pero tenía que decirle algo, una explicación de tu retraso, y se la di mas al parecer no me comprendió como yo quería…

- ¿Y qué esperabas?... ¡Tiene 10 años! No tiene la mente de un adulto –Se detuvieron- ¿P-pasa algo?
- ¿Por qué lo dices?

- Te detuviste, por eso…

- Ah~ Es verdad, es tu primera vez aquí ¿no? –Refiriéndose al piso- Es extraño que nunca antes hayas subido

- Eso es porque no soy tan atrevido con los demás –Mirando al mayor fijamente-

- ¡Hey! –Reclamó ya sabiendo a que se refería el menor- Eso no fue mi culpa, es más ni sabía que estabas ahí

- Pero era obvio, es mi casa y mi habitación –Se ruborizó-

- Eh, ¿Cuántas veces tengo que disculparme para que lo olvides? No fue mi intención verte desnudo ¿sí?

- ¡Ah!, pero tampoco es para lo digas así -Sonrojo-

- Ok, ok olvídalo además ambos somos hombres ¿no? No le veo nada de malo -Sonrió-


“Pues si crees que ver como la persona que te gusta hace muchos años te vea así… No pues, no le veo problema alguno -Sarcasmo-”


- ¡¡Kyu-hyun!! –Dijo sorprendiendo al menor-

- ¡¿Q-qué?! –Asustado de la fuerte voz del otro-

- ¿Qué haces? Te estoy llamando y no me haces caso… ¿Otra vez en las nubes?

- Nada de… no es eso

- Como sea, entra –Le dijo pasando por una puerta caoba-


Un poco avergonzado por ser despistado Kyuhyun entró a la habitación, a la que hasta la fecha no había pisado nunca, y al ver las cosas que esta tenía dentro, le sorprendió un poco pues esperaba que hubiera… más cosas… relacionadas con… el color ¿rosa? Bueno es común tener ese estereotipo de niña normal en la cabeza, pero al parecer siempre hay una excepción


- Pensé que le gustaban… las cosas más, ya sabes… lo rosa –Dijo adentro mientras observaba la habitación en sí-

- No, ella no es una niña fresa, ella prefiere el limón

- ¿Ah? –Levantó la ceja e hizo un puchero en señal de no entender lo que el mayor le quería decir y sin darse cuenta tomando un aspecto adorable-

- Claro que le gustan las cosas de niñas, pero no tan al extremo como otras, es más, creo que es muy adelantaba para su edad… -Dijo estando a orillas de la cama en donde dormía la menor-

- Pues tal vez haz contado mal su edad o te equivocaste de niña cuando nació–Soltó al aire de inmediato dándose cuenta de lo estúpido y agrio del comentario-

- Ah, no lo creo

- Ehmm… Lo siento –Se rascó la cabeza al sentirse un tonto, a veces no moderaba sus acciones- Yo… -Fue interrumpido antes de continuar-

- ¿Eh? pensé que ya lo sabías, me acostumbre a tu lengua viperina, así que eso me hace inmune… -Sonríe al ver la perplejidad dibujada en el rostro de su dongsaeng- Por otro lado, sigues siendo perturbable

- Uh, cállate ¿sí? –Dijo cruzándose de brazos y evitando la mirada del mayor a toda hora, con la excusa de estar observando la totalidad del lugar- …


Al darse cuenta, la habitación de ella era como una especie de santuario que idolatraba a un o unos cantantes, en sus paredes de un verde pastel habían poster de lo que parecía ser de…


- ¿Super Junior?... ¿Quiénes son esos? –Dijo señalando el gran poster que a simple vista se podía ver-

- Ni la más remota idea –Soltó un suspiró- solo lo compre porque a ella le gusta –Dijo cruzado de brazos a orillas de la cama- Debe ser uno de esos grupos que enloquecen a las adolescentes.

- Y al parecer a las niñas también… haciendo sangrar la billetera de sus padres ¿no? –Dijo al ver que no solo existía ese poster sino una sarta de cosas con su nombre en ellas-

- Ya le dije que no comprare más…

- Oh sí, y seguro la convenciste que desista ¿no? –Dijo en tono sarcástico pues sabía que era muy difícil hacerle cambiar de idea a esa pequeña-

- Estoy en eso –Hizo un puchero-

- No, no lo lograrás –Dijo una débil voz dejado de unas sábanas- Eso me hace recordar, pronto saldrá su nuevo disco


Aquella vocecita sorprendió a ambos hombres, los dos al mismo tiempo girando a verla, y notando que esta despierta


- Deberías de dormir o no mejorarás –Dijo Yesung posando su mano en la frente de la menor, casi en una caricia-

- ¿Cómo quieres que duerma si hacen mucho ruido? –Se quejó aunque ni ganas tenía para hacerlo-

- ¿Estás bien? –Dijo Kyuhyun quien se acercó hasta la menor; algo preocupado-

- ¿Oppa? –Dijo la pequeña al ver a Kyuhyun ahí- Sabía que vendrías… -Sin evitar se lanzó a abrazar a Kyuhyun, el cual fue correspondido-


Fue tanto la emoción de ver a su Oppa, que la niña no dudo mucho y se aferró a este, como una abeja a la miel, una pulga al perro.


- Hey, no me asfixies –Dijo Kyuhyun sintiendo el abrazo muy fuerte- Hiyo, ya me duele ¿Cuándo te hiciste tan fuerte?

- ¿Por qué no estas durmiendo? –Dijo Yesung para luego intentar separar a su hija de Kyuhyun, ya parecía un koala-

- ¿Cómo iba a dormir si hablan demasiado? –Se quejó luego de haber soltado a Kyu-

- Como sea, vuelve a dormir –Le dijo al momento que llevaba sus manos hasta sus hombros, intentando recostarla otra vez, pero ella se oponía, pues creía que ya había dormido lo suficiente y se sentía mejor que en la mañana, aunque aun así Yesung no bajaba la guardia, pues sus gripes son mortales-

- ¡No quiero! –Se resistía-


Más que padre e hija parecían cualquier otra cosa que envés de tener ese parentesco sanguíneo, algo que a estas alturas a Kyuhyun le parecía normal en ellos por lo que no se sorprendía como las demás personas que los conocían, hasta pensaban que eran hermanos en un inicio por la forma en la que se tratan pero luego darse con la sorpresa de que en realidad son padre e hija, ya nada podía sorprenderle de ese par, aunque sabía que su Hyung a veces se rebajaba al nivel de una niña comportándose como tal, sabía que este amaba demasiado a esa mocosa e igual sucedía con Hiyori.


- Eh, ¿puedo dar mi opinión? –Dijo Kyuhyun a una distancia prudente de esos dos-

- ¡No! –Dijeron ambos al mismo tiempo-


Ok, no esperaba esa reacción tan insolente a de ambos, ¿Qué se creía que podía ignorar al gran Cho Kyuhyun? Están muy equivocados


- ¡Hey! Ustedes dos, ¡ya basta! Parecen perros y gatos –Les grito, en verdad odiaba que se comportarán así-


Ambas personas detuvieron sus actos e inmediatamente se quedaron observando con obvio 
asombro al proveniente de la voz anteriormente escuchada, Yesung se sintió algo inmaduro e infantil ¿Ya cuantas veces hacia lo mismo y aun así seguía comportándose como un niño? Este se apartó de su hija, lo mismo hizo ella con la diferencia de que ella miraba a Kyuhyun y Yesung la miraba a ella, el mayor de todos suspiró cansado y sin decir palabra alguna se alejó de esta, cruzando los brazos mientras se recostaba en la cómoda cerca de allí


- Ok, haz lo que quieras, después de todo es tu vida y la respeto… Kyuhyun será mejor que vengas conmigo, supongo que no querrás contagiarte

- Pero quiero estar un poco con Hiyo…

- Esta bien pero no cuidaré de dos enfermos –Dicho aquello salió de la habitación-

- Oppa no le hagas caso, a veces tiene ese lado…

- ¿Raro? Lo sé, pequeña, lo conozco mucho antes que tú –Se sentó a orillas de su cama-

- Es verdad ¿Cómo se conocieron papá y tú? –Dijo con evidente curiosidad-

- Fue hace mucho –Por alguna razón sus mejillas se tiñeron de un leve rosado- Y no creo que estés dispuesta a escucharlo todo, ya sabes porque fue hace años, sabes casi cuando tenía tu edad aproximadamente y… -Dejó de hablar cuando sintió un peso desconocido a su lado-


Al bajar la mirada, pues para evitar que viera su tonto sonrojo evito mirarla, y pudo ver que Hiyori mantenía los ojos cerrados, había caído dormida, tal vez por el casi comienzo de la historia de Kyuhyun fue lo que la aburrió, al verla solo pudo sonreír, era increíble como con solo una persona pudiera sentir ternura, apreciaba mucho a esa mocosa, demasiado diera él. Ya hasta le parecía increíble pensar que hace tan solo unos años atrás tenía tan solo tres años de edad cuando la vio por primera vez, tan frágil y llorosa, pues si bien cuando se enteró del fallecimiento de su madre quiso regresar de inmediato pero solo lo pudo hacer dos años después, aunque claro su razón fue Yesung; se podía decir que junto a ella fue creciendo en madurez, a veces pensaba su hacia bien al cuidar a un bebé, pues él nunca había tenido contacto con uno, por lo mismo la inseguridad de tocar a alguien tan rompible a simple vista era mucha, pero con el tiempo fue descubriendo la forma ideal de manera a esa personita frágil, que ahora quiere mucho.


Se dispuso a salir, era mejor dejar que durmiera y se recupere por completo que molestarla, se levantó y dirigió a la salida, bajó las escaleras a buscar a Yesung y decirle que se iría, cuando es atacado por una pequeña bola de pelos, que ya se le hacía raro no ver acosándolo, la diminuta criatura saltaba con ahínco queriendo escalar a Kyuhyun y lamerle la cara como siempre hace, en el aire la atrapó impidiendo que cumpliera con su cometido; se encaminó a buscar a Yesung y decirle que entrene a su mascota, ¿Por qué siempre que lo veo le hace lo mismo?


- ¿Qué? –Dijo en voz baja- ¿Dijo eso? –Se llevó una mano a la cabeza, conteniendo sus ganas de patear algo y soltando un gran suspiro uno que denotaba tolerancia inexistente- Ok, prometo que no haré nada… Por ahora…

- ¡Yesung dile a Kkoming que deje de…! –Llegó Kyuhyun con la perrita en sus manos-

- Luego hablamos –Dijo cortando la llamada-

- Es asqueroso, me quiere lamer toda la cara –Dijo mientras le entregaba al perro- ¿Interrumpí algo? –Había notado a Yesung hablando por telefono-

- No es nada –Acarició a la perra- ¿Eh, por qué me das a Kkoming? ¿No te gusta? –Dijo cambiando de tema-

- No es que no me guste, pero siempre que llegó me recibe de la misma manera, algo malo debe de tener para que actué así –Dijo a una distancia lejos de la perrita- Entrénala para que no le salte a las personas…

- Para tu información, Kkoming es una perra entrenada, es más yo la entrené –Dijo con orgullo acariciando al animal- Bien hecho chica –Le susurró para que Kyuhyun no escuchará, la verdad era que había entrenado a Kkoming para que cuando vea a Kyuhyun le saltará encima volviéndose lo más melosa posible solo exclusivamente con él- Ah, pero mira es un amor –La soltó-

- ¡No, no la sueltes! –Ni bien termino de pronunciar aquello y la perrita lo había alcanzado a una velocidad increíble, estando a sus pies y saltando como loca- ¡Ah! Yesung –Dijo tratando de evitar las lamidas de la perrita-


¿Para qué negarlo? Era divertido ver a Kyuhyun siendo atacado por el amor húmedo de Kkoming, mientras este intentaba escapar de sus lamidas y uno que otro mordisco leve, ella con mayor esmero lo hacía, y no podía negarse, él también lo disfrutaba aunque no lo quisiese admitir. Y es que esos pequeños momentos a Yesung le recordaban mucho la época en que solía, por cualquier travesura que fuese, apreciar la sonrisa que Kyu poseía al sentirse victorioso por alguna tonta disputa entre ambos, digamos que es una especia de cuenta que con ayuda de su pequeña amiga perruna está logrando saldar por todas aquellas veces. Inexplicablemente sonrió como hace mucho no lo hacía.


Al haber pasado minutos del ataque de Kkoming, Kyuhyun se encontraba tumbado en el suelo alfombrado, con la respiración entrecortada, evidentemente agotado y con una pequeña bolita de pelos pomeriana en el pecho, era obvio que se había dado por vencido y la victoriosa en este caso había sido la mascota.


- ¿Te ayudo? –Al abrir sus ojos, se encontró con la mano de su Hyung, signo de querer ayudarle a pararse, la miró dudoso unos segundos para por fin decidir qué hacer-


Kyu cogió a la perrita y se la dio a su dueño, sentía que por hoy había habido mucho acercamiento con respecto a Yesung y no quería que ello se volviera una mala costumbre suya y además que sería para él muy humillante su ayuda. ¡No era una delicada mujer! Y los segundos, se encontraba de pie tratando de acomodarse un poco pues no dudaba que ese peludo animal le haya hecho algún desarreglo en su aspecto de hombre empresarial.


- ¿Ya te irás? –Le dijo mientras sostenía en sus brazos al cachorro pomerian que fue entregado hace instantes-


- S-sí, mañana tengo una agenda ocupada… –Mentía, se la había pasado la tarde entera en terminar trabajos pendientes y había quedado agotado mentalmente, cabe recordar que lo hizo para sumergirse de lleno en ello y no pensar en los sucesos a su alrededor- Y necesito madrugar…


- Oh… -Fue un prolongado “Oh” dándole a entender muchas cosas al pequeño Evil- Entonces creo que no puedo seguir reteniéndote… ¿Te despediste de Hiyo?


- Hyung… sabes que no me gustan las despedidas –Era verdad, con lo ocurrido anteriormente un simple adiós se le hacía un mundo y más si se trataba de personas que tenía su cariño- Además volvió a dormir y no creo que sea necesario, nos veremos…


El mayor sólo sonrió, era verdad, volverían a verse como siempre lo hacen, de eso no había dudas; sin más acompaño a Kyuhyun hasta la puerta, en donde lo vio marcharse, recién acordándose de algo importante que aún no lograba decir.


- Kyu…


El nombrado detuvo su caminar, giro medio cuerpo en dirección del emisor.


- ¿Sucede algo? –Extrañamente esto ya le sonaba repetitivo-


Y el mayor lo miro, sin apartar su vista de su dongsaeng, fue un silencio de corto periodo pero notorio entre ambos. Finalmente sonrió el de mayor edad.


- Nada… No es nada


Ahora era el menor quiero lo miraba, sí definitivamente esto le sonaba, más no llegó a recordar a qué.


- Mhmm –Emitió desviando su mirada- Entonces me iré…



Fue lo único que dijo, luego continuar su mismo camino, llegó a su auto y emprendió la marcha. Tal vez había sido una oportunidad malgastada mas sentía que pronto vendrían se presentarían otras para expresar lo que en palabras no puede decir sólo sentir. Un “Me gustas, Kyu” no es fácil de articular sólo sentir.


Continuara~

9 Meses caóticamente hermosos Cap. 5



¡Y llegamos al quinto mes! c: El cinco capítulo, este es hermoso, en especial el final :'3


A Leer~


5º Capítulo: Cinco mes de embarazo


Siwon gruñía amargamente causando irritación en sus ojos con un tic en el ojo. Sus ojos estaban altamente fruncidos mientras le temblaba la mano que sostenía una hoja de papel. Era temprano en la mañana y Choi a buena voluntad fue a recoger el correo en el buzón, aunque jamás pensó que recibiría una carta de Kim Jongwoon dentro de ese orificio de metal. No era algo que le gustase ver, y peor una mañana de un lunes; una demanda, con el número uno acompañado de muchos ceros. ¿Cuántos ceros eran? Siwon los contó cuidadosamente con aflicción. Su dedo lo cual tocó cada cero se tensó. Eran cinco ceros. Y no sólo eso. Lo que aborreció Choi fue ver ese signo que le estaba arruinando su vida. ¿¡Acaso eso era el signo del euro! El ginecólogo casi le da el soponcio al ver que había letras pequeñas en la demanda. Corrió hacia su casa como su fuera una carrera, abrió la puerta despistadamente mientras casi se tropieza por una muñeca de su hija dejada en el suelo. La maldijo en voz baja ya que sus hijos y esposo estaban durmiendo. La pateó con tal fuerza que sonó fuertemente causando escalofríos en su cuerpo; se maldijo a sí mismo por esa acción. Supuestamente no debía hacer nada ruido. Que torpe era.


Dejando ese acto en el olvido, Siwon dio pasos rápidos hacia su habitación. ¿Qué cosas estaba experimentando? ¿Qué le pasaba a Jongwoon? ¿Por qué era tan cruel con él? ¿Qué le hizo? Choi no tenía mala memoria, sabía que no había hecho nada en contra de la felicidad de Kim. Hasta trató de contestarle una llamada de madrugada lo cual él jamás le devolvió la llamada. Desde ese día no ha sabido nada de él y que problema era…hasta ahora.


Ya llegando a su habitación desacelera el paso. Empezó a caminar de puntillas hasta llegar a la puerta. Trago saliva antes de entrar. Donghae andaba dormido aún, si se llegara a despertar, lo cual no quería que ocurriese, se pondría de mal humor y de seguro le daría una buena tunda. Siwon se sobresaltó por el pensamiento. Movió su cabeza para luego poner una cara de seriedad. ¿Qué estaba pensando? Debía ser fuerte, era un hombre. Dejando ese pensamiento atrás, abrió la puerta lentamente. Suspiró profundo al ver que Hae estaba plácidamente dormido. Caminó despacio percatándose que estaba cerca su escritorio y adentro de él había una lupa. Al llegar a su escritorio de madera, jaló un poco la gaveta dando a luz una lupa grande y de bordes negros. La saca y la coloca donde estaban las letras miniaturas. Y murmura:


—Por este medio le advertimos si no paga la deuda solicitada…—su tono de voz empezó a elevarse lentamente—¡…se le inhibirá su licencia de médico por no cumplir la obligación de pagar debidamente a Kim Jongwoon! —Bramó dejando de leer el papel—¡¿Qué significa eso? ¿¡De qué crimen se me acusa?




—¡Cierra el hocico, Wonnie!—chilló el Pez lanzándole una almohada


Siwon se cubrió al ver que esa almohada no era el único objeto que fue lanzado. DongHae por estar de mal humor empezó a tirar todo lo que tenía el alcance de su mano: —¡Tranquilízate Su!—exclamó Siwon acercándose a él, o tratando de…


—¿Ahora qué hiciste ahora contra el esposo de Kyuhyunnie?—gritó Hae levantándose de la cama—¿Qué millonaria debes de pagar por tus insolencias hacia él?


Siwon andaba con la boca abierta mientras sus manos estaban abiertas y sus dedos rígidos con algo de temblor. Sentía que no tenía esposo al ver que Hae apoyaba a Kim en vez de él. Que desgraciado se sentía. En ese momento el caballo se dio cuenta de algo:


—Odio…los lunes—susurró gélidamente mientras desviaba la mirada


En ese momento se pudieron apreciar unos pasos en el pasillo corriendo hacia la habitación.


—¡KYYA!—Se pudieron escuchar unas voces infantiles en la entrada del cuarto— ¿Quién rompió mi muñeca!


Hae observó a Siwon con gran enojo:—¡¿Le rompiste la muñeca a Sulli?


Siwon sólo le bufó a su esposo.




Choi caminaba hacia la casa de los Kim. Mientras caminaba pasó por su mente una llamada que recibió momentos atrás de DongHae, quien estaba en casa de su hermano cuidándolo, diciéndole con un tono de voz de preocupación al decir que KyuHyun tenía fiebre. No era muy alta, pero dijo que el día de ayer había llegado a una temperatura de 38.5°C una muy fuerte para una persona embaraza y peor aún, alguien como Kyu, que milagrosamente mantenía a un niño desarrollándose en su débil cuerpo. Eso no era bueno, si no se elimina totalmente esa fiebre el bebé y KyuHyun podían morir. Choi apretó los puños con fuerza al recordar esa llamada de Jongwoon. Esa era la razón por la cual lo andaba llamando. Siwon no le pudo contestar en ese momento ya que andaba en el hospital y cuando sonó su celular andaba en pleno parto ayudando a una madre dar a luz a su hijo. Sin embargo, cuando trató de devolverle la llamada éste jamás le contesto. Siwon gruñó levemente. Se lo tomó muy a la ligera sin pensar que podía ser un problema grave. Sinceramente, él ginecólogo al momento de entrar a la casa Kim no tenía mucha esperanza en que el bebé andará bien.


Los pensamientos de Siwon se esfumaron cuando paró repentinamente a una puerta color blanco donde decía "Residencia Kim". Suspiró levemente antes de tocar la puerta; se preparaba para lo peor.


El sonido de una puerta abrirse retumbó en los oídos de Siwon. Vio al hombre quien le abrió con una mirada fría y serena.


—¡Wonnie!—exaltó Hae abriendo la puerta por completo y estirando su brazo—¡Ven! Kyu está en su habitación


El nombrado no dijo ninguna palabra. Solo entro en silencio mientras Hae cerraba la puerta y lo guiaba hacia su destino. Ambos subieron las escaleras con afonía que solo se escuchaban las pisadas de ambos. DongHae no sabía que decirle al ver a su esposo tan serio de lo normal. Tenía algo de miedo en pensar que su hermano empeoraría con el pasar del tiempo. Caminaban hacia el pasillo hasta que alguien se interpuso en el camino. DongHae jadeó un poco al notar que su cuñado estaba ahí parado con un traje negro con una corbata roja junto con unos zapatos negros pero con una mirada gélida dirigida hacia Choi. El Pez volteo rápidamente para ver la expresión de su esposo. Abrió sus ojos sorpresivamente al ver a Siwon de igual manera que Jongwoon; una mirada fría e indiferente. Tenía un indicio que nada saldría bien.


—DongHae…—dijo Jongwoon cerrando los ojos— ¿Puedes acompañar a Kyu a su habitación por unos momentos?—comentó abriendo sus orbes negros observando a Siwon—.Choi y yo debemos hablar…


Hae quedó estático por unos momentos. Ese tono de voz lo había dejado paralitico. ¿Qué iban hacer? ¿Era buena idea dejarlos solos?


—Hae, haz lo que te pide—ordenó Siwon mientras DongHae tragaba saliva y asintió levemente para después correr hacia la habitación de su hermano. Rezaba por sus adentros que todo saldría bien entre esos dos ya que él no podía intervenir en sus asuntos.


Jongwoon al darse cuenta que estaban solos dio la espalda a Choi para después decir: —Sígueme. —y caminó


Siwon frunció el ceño mientras daba paso adelante para seguir a Kim. Fuera lo que fuese que quería decirle quería hacerlo en privado. El ginecólogo sabía que en ese momento debía de estar serio. Tratar hombres como Jongwoon era algo delicado, en especial si andan enojados.


El pelinegro detuvo el paso a una habitación que pareció ser un lugar de estudio donde había muchos libros y escritorios. Jongwoon volteo al ver que Siwon se había detenido a la par de él.


—Sólo quiero saber algo, Choi…—dijo Jongwoon fríamente—¿Por qué no contestaste mi llamada el día de ayer?


Choi gruñó un poco mientras apretaba su puño:—Porque estaba en una operación…—comentó simplemente


Kim respondió con un "hmm" emitido por su garganta mientras cerraba los ojos y empezó a caminar alrededor de Siwon:—Ya veo…—expresó —¿Y dime ya sabes del paradero de KyuHyun?


Siwon frunció el ceño mientras asentía:—Lo se…—dijo—tiene fiebre, pero para serte sincero Jongwoon…—captó la atención del pelinegro—.Aunque haya venido a tu casa ayer para atender a KyuHyun no hubiera tenido la esperanza de encontrarlo vivo…


Jongwoon sintió una inmensa furia recorrer su alma tras oír esas palabras que le envenenaron su corazón. Con furor agarra de la camisa de Siwon arrastrándolo para chocarlo hacia la pared sin delicadeza alguna. Choi por ese acto no se sorprendió. Sabía que algo parecido le iba a suceder si decía esas palabras.


—¿Qué es lo que has dicho…?—expresó insensiblemente Jongwoon haciendo más fuerte su agarre


Siwon lo veía búlicamente mientras decía:—Debes de tranquilizarte Hyung…


El mencionado gruñó mientras sentía que su alma se llenaba de cólera:—¿Acaso se te olvido lo que dijiste para que me calme?—frunció su ceño con ira


—Sólo soy realista…—dijo Choi con dificultad—…Kyuhyunnie ha sido uno de los pacientes más débiles que he tenido…por eso te estoy diciendo que…


—…lo querías ver muerto…—interrumpió Jongwoon tras soltarlo mientras respiraba profundamente cerrando sus ojos. Él había experimentado una gran tensión, debía calmarse—. Yo mismo sé que Kyu no goza de una buena salud…—confesó—.Pero no permitiré que esperes su muerte sin saber de su estadía…—lo observo indiferente—. Cuida tu boca, Choi…—pausó—…porque a la próxima vez no tendré piedad de ti.


Siwon abrió grandemente sus ojos. ¿Qué había sido eso? ¿Por qué el cambio tan repentino? ¿Acaso no quería que escucharan sus gritos? De ahí Siwon se percató que esa actitud de Jongwoon era de temor, temor de perder por segunda vez a su hijo llevando consigo a su esposo. Por primera vez en su carrera Siwon se lamentó de hablar de más. Estuvo jugando con los sentimientos de los demás tras no pensar en su respuesta. De verdad, estaba algo arrepentido por lo ocurrido.


El ginecólogo se levantó y se arregló su camisa mientras caminaba hacia la salida ignorando a Jongwoon quien lo veía con cierto desprecio.


—Descuida, Hyung—se detuvo Choi a la par de él—. No volverá a salir de mi boca algo parecido a lo que dije…—prometió mientras seguía caminando—. Iré a revisar a KyuHyun—pausó—. No te preocupes…se curará.


Kim relajó su ceño mientras veía como Siwon se alejaba de su presencia. Suspiró profundo mientras pasaba su mano a través de su cabello. ¿Por qué actuó de esa manera tan patética? ¿Por qué no se supo controlar? Ese no era su estilo en enfrentar las cosas. Pudo notar cierto estrés bajo sus ojos y tensión en su cuello. Alzó sus hombros mientras trataba de tronar su cuello. Rogó entre sus adentros que nunca más actuaria de esa forma.


Sin previo aviso, Jongwoon se encaminó a su habitación para vigilar a Choi que no cometiera ninguna estupidez en Kyu.




El mes había pasado rápidamente que KyuHyun no se había percatado de ello. Le tardó casi todo el mes anterior en recuperarse completamente de su fiebre. Gracias a los trabajos intensivos y arduos de Siwon se pudo curar al igual que el cuidado de Hae y la compañía de Jongwoon. Aunque el jamás supo el por qué Siwon le daba un cheque en euros a su esposo. Se veía tan devastado y triste al dárselo mientras que DongHae le gritaba y Jongwoon tuvo una sonrisa fantasma en su rostro. Jamás se lo preguntó a su esposo ya que se sentía algo cohibido por estar en sus asuntos.


Después de toda esa odisea ya estaba en su quinto mes de embarazo y notó grandes cambios en su cuerpo. Se sentía tan cansado, más de lo normal, había aumentado mucho de peso y cada vez que caminaba sentía como si sus pies estuvieran a punto de estallar. Jamás pensó que el quinto mes iba ser dificultoso para él.


KyuHyun estaba en sofá junto con DongHae viendo la televisión. Miraban un documental acerca los tabús en el mundo, tenía material muy explícito e intenso que a Kyu le empezó a dar sueño mientras veía esa escena fuerte. Empezó a cabecear mientras sentía que sus parpados se volvían muy pesados. Sintió como su cuerpo se empezaba a relajar y sus ojos mostraban una vista nublosa mientras todo se tornaba a un color negro.


—¡Wow!—gritó Hae al ver la televisión—¡¿Kyu viste eso…?


El Pez se percató que su hermano yacía plácidamente dormido en el sofá con leves ronquidos.


—¿Kyu?—dijo Hae elevando su voz, mas Kyu no se despertó


Su hermano mayor solo sonrió. ¿Quién iba pensar que tenía un sueño muy profundo? Luego, Hae subió las escaleras para dirigirse a la habitación de su hermano para llevarse consigo una manta. Cuando entró, cogió una cerca de la cama y bajo a toda velocidad hacia la sala. Observó a su hermano que aún seguía dormido. Se acercó a él y extendió la sábana para taparlo. Le colocó una almohada que estaba en el sillón para dejarla detrás de su cabeza, y aún con todo ese movimiento KyuHyun no se despertaba. Hae carcajeó entre dientes mientras apagaba la televisión. Jongwoon iba a llegar pronto y sabía que entraría a su casa con hambre. Kyu no podía hacer nada con ese estado así que DongHae se dirigió a la cocina para prepárale algo a su cuñado; pero antes de eso, Hae se volteo para ver a su hermano. De verdad, era una alegría que había avanzado mucho en su embarazo.




Pasado algunas horas, Jongwoon entró a su casa con desgano. Sentía algo de cansancio por su trabajo. Sin embargo, eso no impidió que se le parara la nariz al oler comida. En ese momento, su estómago rugió fuertemente. Se dio prisa hacia la cocina pero luego tras pasar la sala se dio cuenta que KyuHyun estaba dormido. Entonces… ¿Quién preparaba la comida?


—Buenas noches, Jongwoon-hyung…—dijo Hae saliendo de la cocina con un delantal puesto


El pelinegro parpadeó mientras lo observaba: —Buenas noches, Hae


DongHae sonrió mientras se quitaba el delantal: —Descuida, ya me iba a ir…—comentó mientras colgaba el pedazo de tela adornado—…solo te esperaba para que te pudieras servir tu comida…


Jongwoon tan solo asintió mientras cerraba los ojos. Era muy amable de su parte en hacer ese pequeño detalle. A veces se preguntaba cómo es que él se pudo casar con el apático de Siwon. Después de ese pensamiento Jongwoon le dirige la mirada a su esposo que estaba profundamente dormido.


— ¿Qué le sucedió a Kyu?—preguntó


Hae sonrió al ver a su hermano. Era un hombre tan dormilón, ha estado horas en el sofá. Parecía un ángel durmiendo.


—Solamente está cansado…


— ¿Por qué? ¿Acaso hizo alguna clase de esfuerzo físico?—preguntó extrañado Jongwoon


DongHae le negó con la cabeza mientras alistaba sus cosas antes de irse a su casa. Se colocó su chaqueta y tomó su cartera.


—Es algo normal en el quinto mes de embarazo—aclaró—. No debes de que preocuparte, en este mes se sentirá más cansado de lo normal—comentó—. Si se siente muy fatigado déjalo descansar y mejor si duerme más de ocho horas al día, eso le beneficiará.


Diciendo eso El Pez abre la puerta sin antes decir: —Nos veremos mañana, Hyung…—dijo—Wonnie ya debe de estar alterado porque no he llegado a casa…—Jongwoon asintió levemente—. Adiós…


DongHae cerró la puerta. Jongwoon percatándose que ya no había nadie se acercó a Kyu. Su rostro se relajó al igual que su cuerpo al verlo dormido tranquilamente. Todo esto del embarazo lo había dejado agotado. Desde ahora, Jongwoon pensaba que Kyu no debía salir a ninguna parte. No lo pensaba porque era malo, sino por su seguridad.


El pelinegro se agachó para ver mejor a su esposo. Estiró su mano derecha para quitarle algunos cuantos mechones castaños de cabello que obstruían su rostro. Jongwoon se acercó a su rostro para besarle levemente ambos parpados a Kyu y descender a sus labios medio abiertos. Se percató que Kyu empezaba a reaccionar débilmente haciendo un pequeño ruido innentendible en su garganta. Kim sonrió mientras acariciaba su cabello castaño. Él insinuaba que ese mes KyuHyun iba a tener un sueño muy pesado. Sin previo aviso, el estómago de Jongwoon rugió nuevamente, le pedía comida. Suspiró profundo mientras se quitaba el saco de color negro y lo colocaba lentamente en el cuerpo de Kyu. Sonrió nuevamente tras levantarse y ver que a Kyu se le formaba una sonrisa en su rostro. El saco olía a él causando que Kyu se pusiera contenta aún en sus sueños.


El pelinegro se volteo y se dirigió hacia la cocina después que su estómago rugió fuertemente.




A la mañana siguiente Kyu se despertó y se percató que no estaba en su cama. Se sobresaltó al ver que el saco de Jongwoon estaba encima de él. ¿Qué había pasado? ¿Dónde estaba Hae? ¿Cuánto tiempo había dormido? Su mirada la dirigió hacia la cocina que pudo observar a Jongwoon cocinando. ¿Ya era la mañana? KyuHyun sintió algo de vergüenza al ver que tenía un sueño tan profundo. Se levantó y fue directamente hacia su cuarto, no quería molestar a Jongwoon. Mientras caminaba le fue un poco difícil subir las escaleras. Sus pies lo mataban cada vez que daba un paso. Se apoyaba en la pared mientras seguía subiendo. Cuando dio el último paso empezó a sudar. Le fue muy dificultoso llegar a la cima. Ignorando su dolor, siguió caminando hasta llegar a su habitación. Giro la perilla lentamente mientras entraba a su cuarto. Suspiró levemente causando que sus músculos se relajaran un poco. Estaba en la etapa donde ahora todo le daría sueño y cansancio. Y lo peor que su cuerpo no es muy fuerte se sentirá mucho más cansado que una persona normal. Esperaba que Dios no fuera tan malo con él para dejarlo sin aliento cada vez que caminaba.


KyuHyun decidió bañarse ese mismo momento. Caminó cerca de su cama para poder dejar su ropa. Estiró sus brazos para quitarse su Camisón para ponerlo en su cama. Iba quitarse su Pantalón pero se sobresaltó al sentir dos largos brazos rodeando su cintura. Una especie de corriente eléctrica pasó por su cuerpo. Volteó lentamente al ver que Jongwoon estaba detrás de él. ¿Pero cómo? No había escuchado sus pasos…


Jongwoon hundió su cabeza hacia el cabello de Kyu inhalando su aroma mientras sus manos se movían lentamente en el vientre expuesto de KyuHyun. Él se ruborizó al sentir como su esposo besaba su cuello de una manera tan voluptuosa. Gimió débilmente. No quería elevar su voz más de lo debido.


—Buenos días…—murmuró el castaño dejándose acariciar


Jongwoon se separó del cuello blanco de su esposo: —Buenos días, Kyu—susurró en su oído— ¿No estás cansado?


Kyu trató de verlo pero sus brazos lo aprisionaban para poder voltearse: —No…por ahora


Jongwoon dio una sonrisa fantasmal mientras sus manos seguían acariciando el vientre de KyuHyun y cada vez iba más y más abajo. El castaño jadeó al sentir que las puntas de los dedos de su amado tocaban, acariciaban y trazaban las esquinas de su estómago. Jongwoon movió un poco su cabeza para poder susurrarle al oído a Kyu:


—¿Estrías…?—dijo roncamente en su oído


KyuHyun pudo sentir como el aliento rozaba su piel. Trató de oprimir sus gemidos al sentir como Jongwoon tocaba esa área de una manera tan delicada pero a la vez tan placentera.


—Si…—dijo tímidamente—Es normal…es algo que no se puede evitar…


Jongwoon asintió. Comprendió sus palabras. Él pensaba que era difícil para una persona tener estrías al momento del embarazo pero se percató que a Kyu no le molestaba mucho. Lo aceptaba, porque eso era parte de su cuerpo ya. El pelinegro deshace su agarre para luego posar sus manos en los hombros de Kyu para voltearlo y quedar frente a frente. Pudo notar cierto rubor en sus mejillas y una mirada inocente en sus ojos. Ambas manos de su esposo estaban juntas y alzadas cerca de su pecho. Se veía algo cohibido. Jongwoon le sonrió mientras besaba su frente. KyuHyun cerró sus ojos mientras sentía como ese beso bajo hacia su vientre. Lentamente abrió los ojos y lo que vio le sorprendió. Jongwoon estaba de rodillas besando suavemente su estómago.


—Te ves hermoso…—murmuró mientras alzaba su vista a Kyu


El castaño sintió como sus mejillas se tornaban a un color rojo mientras sonreía débilmente. El jamás pensaba que se veía gordo o estriado o que Jongwoon lo despreciara por eso. Sin embargo, nunca creyó que Jongwoon le alagara de esa manera tan linda.



—Jongwoon…—susurró Kyu mientras colocaba su mano en su vientre


Continuará~