jueves, noviembre 28, 2013

Me without you Cap. 3

Lo sé, he estado ausente mucho tiempo y sé que debo de dedicarme a terminar los fic's, lo sé, pero la falta de internet por casi un mes me incapacitó para concluir con lo que tenía que cumplir...
Bueno, bueno, dejaré de lamentarme y les pasaré dejando el capítulo 3 de hermosa adaptación.


Espero lo disfruten~



Sus ojos se encontraban entreabiertos y con la mirada perdida en mis labios hinchados y rojos. Comenzó a caminar conmigo a cuestas y solo pude sonreír ante tan penetrante contacto visual. Un suave quejido se escapó de mis labios cuando me sentí presionado entre su cuerpo y una roca fría, por la cual, el agua de la vertiente se resbalaba por todo mi cuerpo. Su cuerpo ejercía una fuerte, pero placentera presión en mí entre él y mi anatomía por completo enloqueció ante tanto goce.

Mis manos se deslizaron desde sus mejillas, por todo su cuello, sus hombros, sus brazos, 
finalizando el recorrido en sus extremidades.
Las tomé con completa seguridad y las arrastré desde mis piernas, por mis caderas, mi 
cintura y las dejé quietas a centímetros de mi pecho. Sus ojos se clavaron directamente en los míos, ya había sido lo suficientemente caballero para pasar a algo más.

— Kyu... —Susurró— sabes... Sabes que no debemos... Que no debemos someternos 
a este tipo de situación —Musitó y las palabras vibraron en mis labios deseosos.-

— No, Jongwoon. Quiero que me toques, necesito sentir tus manos sobre mi piel, tu piel 
sobre la mía —Suspiré buscando su mirada nerviosa. Pensé que había sido en vano y que nunca dejaría de ser tan cuidadoso, delicado y caballero, para aventurarse y pasar más allá, cuando alejó sus manos de donde estaban. Mis ojos decayeron y mis manos estaban dispuestas a alejarlo, pero me mantuve quieto y curioso cuando tomó el nudo de mi camisa y lo deshizo. Sus labios se acercaron tortuosamente hasta mi cuello y se entreabrieron para dejar cortos y húmedos besos.

Mi respiración comenzaba agitarse con su simple actuar y sus manos se escabulleron por mis hombros, bajo la camisa estilada para deshacerse de ella, cual acabó flotando a nuestro lado. Quizás no habrían quejas, por lo que de a poco fui 
acariciando su pecho de forma vertical con un solo propósito: hallar el borde de su polera y retirarla de escena. Él sabía mis intenciones, por lo que antes de quitar la prenda elevó sus extremidades hasta apoyar sus antebrazos, a cada lado de mi rostro, en la piedra.

Mi corazón se aceleró al apreciar su torso desnudo, sonrió con ternura y acarició mi mejilla con suavidad, tomó de mi mentón y acopló nuestros labios en un beso totalmente apasionado, sensual y con un leve dejo de locura. Sus manos aún se encontraban quietas posadas en mi cadera y de a poco se fueron apretando lentamente por mi piel bajo la polera. La prenda quedó pocos centímetros de mi pecho y a pesar de que estaba a segundos de quedar semidesnudo, me sentía completamente seguro y protegido, aun así, había algo de nervios, nunca había sucedido nada parecido a esto.

Cruzamos miradas una vez más y asentí levemente. Tiró cuidadosamente de la polera y terminó por dejarla sobre la piedra.

Su torso descubierto se juntó con el mío y algo dentro de mi interior explotó.

A pesar de la temperatura fría del agua, su cuerpo quemaba sobre el mío y sus labios 
nunca me habían parecido tan adictivos y peligrosos. Tomé su rostro entre mis manos temblorosas con el propósito de mantener sus labios acoplados a los míos, no quería que se separara, pero sabía a la perfección que él no tenía intenciones de hacerlo.

De a poco notaba como iba dejando de lado, por fin, su delicadeza y esa inseguridad a pasarme a llevar, era muy probable que ya comprendía que no lo hacía, al contrario, me estaba haciendo disfrutar lo necesario para hacerme sentir culpable por no hacer el mismo trabajo con él.
Su lengua abría paso entre mis labios con la finalidad de hacer un reencuentro fatal con la mía. Suave, sensual y placentero se dedicaba a devorar mi boca con besos totalmente profundos y deleitables, ya no resistiría más ante tanto goce.

El agua, no podía lograr otro objetivo más que hacer de la escena, una totalmente romántica y excitante. Estábamos en un paraíso y a decir verdad, no habría mejor manera de disfrutarlo.
Sus movimientos sobre mí se volvían cada vez más pronunciados y el aire comenzaba a retirarse de mis pulmones, pero era lo que menos importaba en momentos como este.

No pude evitar contener un gemido al momento que una de sus fuertes y grandes manos capturaron uno de mis pezones para brindarles comprometedores masajes. Por primera vez se atrevía a tocarme de esa manera y se sentía completamente a gusto.
Al ser la primera vez que nos encontrábamos en una situación tan arriesgada, peligrosa, la curiosidad del uno por el otro de a poco iba aumentando y las ganas de seguir por más crecían a gran velocidad.

Algo se había desatado dentro de Jongwoon y por más delicado que quisiera hacer parecer las cosas, a cada segundo transcurrido, le era más difícil la tarea.

Sus manos atraparon mi espalda y sus dedos se separaron la mayor cantidad posible para así poder recorrer mi espalda en su totalidad.

Ladeé mi cabeza y abrí mi boca sin cuidado, así comenzaría un recorrido eterno, 
Sus extremidades comenzaron a detener las caricias en un punto fijo de parte baja de mi espalda: El borde de mi short. Ahora sí que mi corazón bombeaba la sangre de una forma intensa, las cosas comenzaban a tornarse serías, pero en realidad era eso lo que quería.

Sus dedos jugaron varios segundos con el borde, sin obtener los resultados esperados… 
mas en un momento, sentí como la prenda dejaba de hacer presión y las extremidades de Jongwoon, podían deslizarse sin obstáculos por toda la piel desnuda de mi espalda baja.

Sus manos repasaron por mi cadera, hasta localizarse en el cierre del short, sabía cuál era su propósito: bajar el cierre y sacar la prenda de una vez por todas.
Sus dedos, a medida que retiraban la prenda de su lugar con lentitud, recorría la piel 
sensible de esa región, creando una caricia simple, pero muy sensual y seductora.

La prenda llego hasta mis tobillos y los rojos e hinchados labios de Jongwoon, descendieron por un costado de mi mentón, mi cuello, hombros, lugar donde sus besos se alojaron durante un largo periodo.

Mi respiración se agitaba cada vez más y mi pecho subía y bajaba desesperado en busca de aire. Mi respiración se podía escuchar y Jongwoon no hizo más que agitarse igual. Sus besos ascendieron hasta mis labios mientras sus manos por mi piel húmeda hasta detenerse. Era delicado y haberse detenido no era más que un permiso para continuar, por lo que arrastré lentamente mis manos por su espalda hasta toparme con los cabellos que crecía en su nuca...

Gemí suavemente al sentir sus labios recorrer con delicadeza y pasión, lento pero sumamente placentero por esa región tan delicada que antes no hubiera imaginado sería ten excitante y aun teniendo bóxer puesto. Mis manos, que solo podían mantenerse firmas sujetas a sus cabellos, bajaron rápidamente hasta encontrar el broche de su pantalón y comenzar a quitarlo con impaciencia.

El agua, hacia solo que fuese más complicado, pero no imposible.
Por fin logré hacer que de sus labios se escapara un gemido, Me acopló más a su cuerpo y noté el efecto que producía en su cuerpo la situación en la que estábamos. Comenzó a moverse delicadamente sobre mí y yo no podía hacer más que aferrarme a su espalda ante tanto goce.

Estaba decidido, quería que… quería que estuviésemos juntos, que fuéramos uno solo y no habían indicios de negación, por lo que llevé directamente mis manos hacia el elástico de su pantalón con las intenciones de deslizarla y quitarla, pero una de sus manos buscó rápidamente la mía traviesa y la detuvo.

— Kyu —Susurró agitado sobre mis labios.-

— ¿Qué sucede? —Musité con los ojos cerrados, haciendo un vago intento por recuperar el aliento.- 

— No… no podemos seguir —Dio pequeños besos por toda mi mejilla.

— Si, si podemos —Tomé su rostro entre mis manos.- 

— Si, si podemos, pero no debemos —Suspiró— amor, esto… es algo muy delicado, no quiero que después… te arrepientas… antes de que pasemos… más allá quiero que estés seguro, de que… —Lo hice guardar silencio.-

— Jongwoon —Interrumpí con voz reprendedora— si estoy seguro, de verdad quiero que… —Sentí mis mejillas arder al solo pensarlo— de verdad quiero —Musité mirándolo los ojos.

Negó con la cabeza y sonrió levemente. ¿Por qué era así? ¿Por qué me dejaba en este estado?
Besó mi frente y se alejó nadando hacia atrás.- ¿Es por mi o por ti? Jongwoon —Me quedé con la espalda apegada a la piedra— por qué no me dices de una vez que eres tu quien no quiere hacerme el amor —Mi cuerpo tembló y mis ojos se cristalizaron. Quizás me estaba entregando a alguien sin que esa persona sintiera lo mismo.-
Se acercó enseguida y tomó de mis brazos.

— Te amo lo suficiente como para esperarte, te amo lo suficiente como para no
aprovecharme de cuando tus hormonas enloquecen —Sonrió— Te amo y créeme… si quiero… —Susurró con los ojos fijos en los míos y un leve rubor encendió su rostro. Suspiré… él tenía razón y me arrepentía por pensar *******.-

— Te amo —Susurré.-

— Igual que yo a ti —Sonrió y me protegió en sus brazos.


Nos quedamos recorriendo el pequeño lago de un lado a otro, disfrutando del hermoso día soleado y caluroso, más a los minutos transcurridos nuestros estómagos comenzaban a pedir a gritos alimentación.

Nuestra ropa, aún seguía estilando sobre una roca, por lo que Donghae prefirió quedarse en ropa interior y esperar unos segundos más antes de volverla a su lugar, en cambio yo, me vi en la obligación de estrujar al máximo mi remera, dejando caer hasta la última gota de agua.
 ¿Y qué quieres comer? —Sonrió acomodándose sobre el mantel y observando cada plato.

 Frutas, con este calor… me agotaría comer algo seco —Sonreí y opté por tomar un trozo de melón.-

 Estas en lo cierto —Sonrió y comenzó a degustar de cada tipo de fruta expuesta
ante nosotros.

El sol comenzaba a tornarse de un anaranjado intento, lo que daba señal para volver a casa.
 Es mejor que ya comencemos a caminar, no quiero perderme de noche —Sonrió con ternura mientras guardaba los platos y vasos dentro de la cesta.-

 Recuérdame, la próxima vez que vengamos, traer traje de baño, toallas y otra muda de ropa —Carcajeé ayudándolo a ordenar.-

Rio junto a mí a los segundos nos vimos caminando por en medio del bosque. A pesar de que el camino, aun principio, se me había vuelto eterno, ahora parecía que la distancia desde la casa hasta el lago, era mucho menor. Típico.- Al fin —Musité exhausta al estar frente a la puerta de la casa. Había quedado bastante agotado con el ejercicio aplicado en el agua… 
¡Vaya que ejercicio!
 Te irás a dar una ducha mientras preparo algo de cenar, cenaremos en la habitación y así podremos descansar al mismo tiempo —Carcajeó— ¿Qué se te antoja? —Carcajeé por lo bajo al escuchar el tono de su voz, tan protector, parecía un padre cuidando de su hijo.-

 No tengo hambre, padre —Reí y la llave encajó en la cerradura.-

Al dar un paso dentro, me impactaba el calor hogareño que habitaba. Era difícil de explicar, siendo que eran pocas veces personas la visitaban.

 Bueno, tendrás que comer algo, aunque sea liviano —Musitó detrás de mí y rodeó mi cintura con sus brazos, depositó un suave y dulce beso en mi cuello y se alejó para 
encaminarse a la cocina y dárselas de chef.

Corrí por las escaleras hasta mi habitación, tenía un leve presentimiento que me resfriaría, quedarme con la ropa mojada no había sido una gran idea.

Tomé unas toallas, mi jabón y mi bata. Ya preparado para una larga y relajante ducha, crucé los pasillos hasta llegar al bañó. Acomodé mis cosas sobre una mesita y largué la ducha, a pesar de que la temperatura aún era altísima, preferí bañarme con agua caliente, al menos eso podría ayudar a regular mi fría temperatura.

Tomé la esponja y la humecté con jabón líquido, dejé que atrapara grandes gotas de agua y la deslicé por todo mi cuerpo, dejando que la espuma corriera por mi piel y le diera suavidad más un delicado aroma a almendras.

Los minutos pasaban, pero podría estar años bajo el agua, dejando que recorriera mi anatomía para dejarla relajada y liviana.
 Amor —Musitaron del otro lado de la puerta, seguido tres golpes bajos— ¿Estás bien? —Entendía su preocupación. No había contado el tiempo, pero calculaba que era bastante.-

 ¡Ahá! Estoy bien, salgo dentro de unos minutos —Exclamé para que mi voz pudiera
escucharse con claridad y no se viese interrumpida por el chorro de agua que caía sobre la loza. Después de eso, no escuché más que sus pasos alejarse y me preparé para salir.-

Cubrí mi cuerpo con una toalla mientras secaba mi cabello con otra, no ocuparía un secador, el ambiente ya estaba ahogándome y aire caliente era lo que menos necesitaba dentro de esas cuatro paredes.
Tomé el pijama entre mis manos y una loca idea se cruzó en mi cabeza. Jongwoon se negaría todo el tiempo y debía entender de una vez que yo estaba listo, que estaba preparado.

Dejé el pijama a un lado y terminé por secar bien mi cuerpo. La toalla calló al suelo y cubrí mi cuerpo con mi bata, muy delgada y hecha de una tela muy suave.
Desordené mi cabello aún medio húmedo y dejé todo tirado en el baño.
Caminé con el corazón en la boca, pero debía mantenerme firme, era una gran decisión.

Llegué hasta la habitación y Jongwoon se acomodó con una gran sonrisa en la cama, a su lado, en el velador, me esperaba un vaso de coca cola y un sándwich de lechuga y tomate, más yo no estaba interesada en comer… por lo menos… no alimentos.

Caminé hacia la tele y presioné el botón para apagarla.

— ¡Kyuhyun! Esa película te gusta —Reclamó entre carcajadas.

Solo le sonreí levemente y me quedé de pies frente a la cama. La mirada entretenida y relajada, que habitaba en su rostro, se transformó en una seria, nerviosa y a la vez…
llena de deseo.-

Deshice, sin alejar mi penetrante mirada de la suya, lentamente el nudo que sujetaba mi bata.

Al estar libre, llevé mis manos a mi pecho, tomando cada borde de la prenda y sin pensarlo dos veces, la dejé caer por mis brazos… dejando a su exposición mi desnudez completa.

Nunca había hecho algo parecido a eso y se sentía completamente extraño e incómodo. Los nervios cosquilleaban por todo mi cuerpo y aún más al pensar que Jongwoon me rechazaría.

Sus ojos iban de un lado a otro, observándome por completo y al toparse nuevamente con los míos, tragó saliva nervioso. Era hora de hablar.
 Estoy seguro —Musité inhalando aire profundamente, al punto de ahogar a mis pulmones.

Gateó hasta llegar a los pies de la cama, se arrodilló frente a mí y tomó de mi
cintura. Besó delicadamente mis labios, mordiendo con sutileza mi inferior.

 Te prometo Kyuhyun, que serás el único —Susurró sobre mis labios— No importa
lo que suceda más adelante. Te amo —Me miró con los ojos brillantes.

Tomó de mi cintura y me elevó con facilidad. Me recostó suavemente sobre el acolchado y besó mis labios sin desenfreno, más bien con un amor y cariño nato, real y completamente maravilloso. Sus manos se deslizaron por mis rodillas por mis piernas, por mis caderas y vientre. Mientras seguíamos creando el beso más placentero y enriquecedor, la yema de dos de sus dedos se deslizaron por mis mejillas, acariciándolas con suma delicadeza y tranquilidad.

No habían apuros, éramos solamente los dos y la noche estaba hecha para explorarnos el uno al otro, conocernos mutuamente y darlo todo.

Su lengua de a poco iba abriendo paso entre mis labios, más pronto el beso llegó a su fin y Jongwoon se separó de mí, se arrodilló en la cama rodeando mi cuerpo con sus Brazos y tomó el inicio de su remera para retirarla de escena.

Mis manos se deslizaron por sus piernas subiendo con suma lentitud, para poder encontrarse con el cierre de su pantalón.

A pesar de que las cosas eran calmas y ni un movimiento era acelerado, la respiración de Jongwoon se volvía cada vez más agitada y no eran más que señales para que mis hormonas se revolucionaran. Antes de deshacerme de su pantalón, sonreí travieso y empujé a Jongwoon a un lado, me subí sobre él y tiré del pantalón, dejando su cuerpo semidesnudo a mi exposición.

A pesar de que la situación en el agua había sido completamente placentera y enloquecedora, esta vez, los sentimientos y todo tipo de sensaciones eran mayores.

Me quedé sentado y me detuve a mirar cuál sería su próximo movimiento. Sus manos se deslizaron por mi vientre, acción que logró un cierto descontrol en mi vientre. Cerré los ojos y mordí mi labio inferior, evitando gemir ante el placer. Sostuve mis manos en su pecho, notaba como de a poco el grado de excitación iba creciendo y fue aún mayor cuando vi sus ojos entrecerrados y sus labios entreabiertos emitían leves gemidos.

Me acerqué lo necesario para que mis labios tocaran la piel de su cuello, así comencé con una infinidad de mullidos besos por la zona y de a poco fui descendiendo por su pecho. Su mirada quemaba en deseo y su respiración agitada me incitaba a seguir a más.
 Te amo, Jongwoon —Susurré-

 Y yo te amo Kyuhyun, más que nada en este mundo —Susurró y besó mi frente.-

Sus labios iban a volver a los míos, más tomé su rostro entre mis manos e hice que sus ojos se acoplaran con los míos...

Sentí una gran punzada en mi interior y mis ojos al instante se cubrieron de lágrimas.
Sus labios se acoplaron a los míos, deseos y descontrolados. Se separó y me miró a los ojos, con los suyos brillantes. La luz de la luna y estrellas alumbraba la habitación. Sonreí al inundarme en sus ojos y suspiré sonoramente.
 ¿Sucede algo? —Susurré tratando de recuperar aire.


 No tienes idea… de todo… de todo… lo que te amo, Kyu —Besó mis labios con dificultad y cayó en mi pecho rendido.-

Continuará~