domingo, febrero 15, 2015

El asistente de un vampiro [YeHyun] Capítulo VII



Créditos a Stormy G. Peúltimo capítulo.


Capítulo VII



— ¿Sabes cuan extraño es esto? —preguntó Kyu Hyun viendo fijamente a Jong Woon.

—Tengo una buena idea, sí.

—¿Básicamente me estás diciendo que el olor de mi sangre te atrajo hacia mí? ¿Ahora de algún modo estoy enlazado a un vampiro?

—Sí.

—Y tú necesitas mi sangre para sobrevivir.

—Sí.

—Y ahora que nuestras almas están enlazadas, podemos hablarnos el al otro mentalmente, y nunca me serás infiel. —Kyu Hyun arqueó una ceja hacia Jong Woon. —¿Y eso lo cubre todo?

—Bueno, aparte de eso hay algo más. Yo te protegeré con mi vida, necesitaré emparejarme contigo a menudo así no perderé el control, y te necesito más que a mi siguiente respiración, pero sí, eso lo cubre todo.

—Guau, ¿ustedes chicos no juegan con esa mierda, ¿verdad?

—No.

—Así, que ¿yo tendré dolor cuando no esté cerca de ti? —Kyu Hyun hizo la pregunta que estaba en su mente.

—Te lo dije, me necesitas a mi tanto como yo te necesito a ti. Ahora que estamos enlazados, no podemos estar separados por mucho tiempo sin sentir la necesidad de estar juntos. Entre más tiempo pases sin ser tocado, más difícil será.

—Esto le da un nuevo significado a no irse a la cama enojados, ¿no es así?

—Preferiría que no, eso es cierto, pero sospecho que tendremos nuestras discusiones. Tenemos diferentes personalidades y necesitamos conocernos el uno al otro, comprometernos, si queremos que esto funcione. —La sonrisa que cruzó la cara de Jong Woon hizo que Kyu Hyun se estremeciera. —Eres afortunado. En la antigüedad, si nuestro Rajaaka era un ser humano, nosotros solo lo encadenábamos en una cama y lo manteníamos cautivo.

Kyu Hyun sintió que su cara se ruborizaba al pensar en que Jong Woon lo encadenara a una cama, para que el hombre grande y fuerte castigara su cuerpo mientras permanecía atado y era incapaz de resistírsele. Ese pensamiento envió una ola de lujuria que lo atravesó.

Levantó la mirada cuando oyó a Jong Woon inhalar profundamente. Los ojos oscuros de Jong Woon estaban cambiando y el color azabache fue reemplazado por un vivido color rojo. El corazón de Kyu Hyun se aceleró, pero ¿era miedo lo que sentía ahora, o excitación?

—¿Quieres ser atado? —Jong Woon gruñó.

La cara de Kyu Hyun ardía pero él no pudo alejar la mirada de la intensa mirada de Jong Woon. Se encogió de hombros. —He pensado en eso.

Sin advertencia, Jong Woon lo levantó en sus brazos. Kyu Hyun gritó, el cuarto volaba mientras ellos recorrían el penthouse. Se rio cuando sintió el colchón en su espalda, y el cuerpo de Jong Woon presionándolo. Fuertes manos sostenían sus muñecas arriba de su cabeza.

—Rajaaka. —La voz de Jong Woon era profunda, gruesa y casi irreconocible. Sus ojos rojos brillaban.

Kyu Hyun cedió a la repentina y abrumadora urgencia que sentía y arqueó su cabeza hacia atrás, exponiendo su cuello.

Gritó cuando Jong Woon encajó sus colmillos. Un destello de intenso y abrumador dolor desapareció rápidamente cuando Jong Woon comenzó a chuparlo. Kyu Hyun no pudo evitar empujarse hacia el hombre. Su pene se hinchaba mientras el dolor se convertía en placer.

—Petjya —gruñó sabiendo que a Jong Woon le gustaba oír esa palabra. Kyu Hyun separó las piernas y Jong Woon se acomodó contra él. Kyu Hyun colocó sus pies sobre el colchón y empezó a empujarse contra Jong Woon. Podía sentir sus duros penes frotándose juntos a través de sus pantalones.

Jong Woon chupaba duro. Kyu Hyun se empujaba duro. Las intensas sensaciones que recorrían su cuerpo eran abrumadoras. Él encajó sus uñas en sus palmas gritando cuando una inesperada liberación llenó sus pantalones.

Una fracción de segundo después, Kyu Hyun sintió los dientes de Jong Woon salir de su cuello. Él levantó la cabeza para ver a Jong Woon inclinar la cabeza hacia atrás y rugir. Sintió la humedad filtrarse a través de los pantalones de Jong Woon cuando el hombre se corrió.

Cuando Jong Woon lo miró, sus colmillos estaban totalmente extendidos. Kyu Hyun los veía fascinado, mientras una sencilla gota de sangre se deslizaba por uno de los colmillos. La lengua de Jong Woon la lamió.

—Rajaaka —Jong Woon siseó, sus ojos cambiaron lentamente del rojo a su color normal, oscuro vivido.

—Te gusta la idea de dominarme, ¿verdad? —Kyu Hyun veía fascinado al hombre—que había vivido cientos de años y que probablemente había experimentado más diversidad sexual de lo que Kyu Hyun pudiera imaginar—ruborizado. Jong Woon apartó su mirada como si estuviera avergonzado. Kyu Hyun jaló sus manos liberándolas del agarre de Jong Woon y acunó la cara del hombre.

—¿Si yo puedo admitir que me gusta estar atado, tu  puedes admitir que te gustaría atarme, hmm?

Jong Woon se rio. —Supongo.

—¿Puedo sentir tus colmillos?

Jong Woon dudó un momento, pero entonces lentamente abrió su boca, mostrando un juego de brillantes y blancos colmillos. Kyu Hyun acarició delicadamente con un dedo uno de los colmillos. Su mirada en Jong Woon se sobresaltó cuando el hombre gimió.

—¿Te gusta que toque tus colmillos? —Kyu Hyun murmuró fascinado por el conjunto de emociones que cruzaban los rasgos de Jong Woon. Él podía ver el rubor de la excitación en la cara de Jong Woon a pesar del hecho de que el hombre se había venido momentos antes.

Kyu Hyun tomó los lados de la cara de Jong Woon y lo jaló hasta que sus labios se encontraron. Él intencionalmente sacó su lengua y acarició suavemente uno de los colmillos y luego el otro. Jong Woon gruñó y abrió más la boca, su cuerpo entero repentinamente se estremeció contra el de Kyu Hyun.

—Te gusta esto.

—Es muy íntimo —dijo Jong Woon —como acariciar mi pene con tu lengua.

A Kyu Hyun le gustó la idea. —¿Puedo hacerte venir haciendo esto?

—Dios, si lames mis colmillos mientras te jodo. —Jong Woon se estremeció y gimió. —Creo que me moriría.

—Y yo que creía que los vampiros eran inmortales. —Kyu Hyun se rió.

—No, somos difíciles de matar, pero podemos morir.

Kyu Hyun lamió los colmillos de Jong Woon de nuevo, disfrutando los pequeños gemidos que Jong Woon hacía cada vez que él lo hacía. ¿Quién iba a saber que los colmillos de un vampiro eran una zona erógena?

—Rajaaka, por favor, tienes que detenerte —Jong Woon gruñó.

—Pensé que te gustaba esto.

—Me gusta. —Jong Woon sonrió. —Quizás demasiado.

—¿Puede gustarte algo demasiado?

Jong Woon se rio. —Me vine dos veces durante la última hora, Rajaaka. Creo que necesitamos dejar algo para esta noche cuando te tenga desnudo.

Kyu Hyun sintió la pérdida de Jong Woon en el momento que se alejó de él. Se sentía como si la temperatura hubiera bajado varios grados de repente. Levantó la ceja y miró fijamente a Jong Woon.

—No estoy seguro que me guste mucho esto de la reclamación, Jong Woon.

Kyu Hyun lo miró con los ojos de par en par. —¿Por qué no?

—¿Cómo se supone que haga algo si no puedo separarme de ti? —Kyu Hyun frunció el ceño y se sentó a un lado de la cama. Pasó sus manos a través de su cabello, frustrado al sentir la necesidad de nuevo. —Tengo que encontrar un trabajo, mudarme de la casa de mi hermana. Ahra y Jung soo esperan un bebé y…

—Tú eres mi Rajaaka —dijo Jong Woon mientras movía su mano en el aire con desdén. —Lo que es mío es tuyo ahora, como si estuviéramos en uno de esos matrimonios humanos. Mi abogado ya tiene los documentos. Solo necesitan tu firma.

Kyu Hyun se quedó con la boca abierta. No podía ni siquiera hablar, solo podía ver a Jong Woon en completo estado de shock. Se preguntó de nuevo si Jong Woon estaba loco. O quizás él había escuchado mal, o había entendido mal lo que el hombre le acaba de decir.
Nadie cedía tanto dinero como Jong Woon debía tener. Él era el propietario de una de las más grandes compañías farmacéuticas del mundo. Él tenía millones, si no es que billones.

—Jong Woon, esto es en serio.

—Claro que lo es. Si estuviéramos casados a los ojos de tu gente, nosotros tendríamos que compartir todas nuestras posesiones materiales. ¿No es así?

Kyu Hyun frunció el ceño. —Bueno, sí.

—Ante los ojos de mi pueblo, cuando te convertiste en mi Rajaaka y nos enlazamos. Nosotros nos casamos. 


- - ♥ - -

Kyu Hyun estaba sentado en una silla justo al lado del escritorio de Jong Woon viéndolo trabajar. El teléfono parecía no parar de sonar, pero Jong Woon tomaba cada llamada como si tuviera todo el tiempo del mundo.

Cuando no estaba hablando por teléfono, él estaba haciendo trabajo de oficina o en su laptop. Varias veces, gente vino a reunirse con él y Kyu Hyun se sentaba en una esquina observando en silencio como Kim Jong Woon manejaba su emporio.

Parte de él hervía al ser ignorado. Nadie parecía darle más que una curiosa mirada, como si él no importara. Si alguien se le quedaba mirando demasiado tiempo, un bajo gruñido salía del pecho de Jong Woon.

Kyu Hyun encontraba la conducta posesiva de Jong Woon divertida. El hombre parecía intentar protegerlo del mundo. De hecho esa era la primera vez en tres días que a Kyu Hyun se le permitía estar en la oficina mientras otros entraban libremente.

Jong Woon lo había llevado a comprar un nuevo guardarropa y a cenar. Simplemente Jong Woon no le permitía salir sin él o sin el grupo de hombres fuertemente armados que lo protegía.

Kyu Hyun sonrió cuando el segundo teléfono de Jong Woon comenzó a sonar. El hombre frunció el ceño viendo el ofensivo objeto. Kyu Hyun rodó los ojos y se dirigió a contestarlo. Jong Woon levantó las cejas pero no se opuso.

—Oficina de Kim Jong Woon, ¿en qué puedo ayudarlo? —dijo Kyu Hyun al teléfono.

—Soy Jung Yun Ho—una gruesa voz respondió. —Necesito hablar con el señor Kim.

—Espere un momento, señor Jung, mientras veo si él puede atenderlo. —Kyu Hyun no se molestó en cubrir la bocina, en su lugar él simplemente vio a Jong Woon. Jung Yun Ho, dijo en silencio. ¿Puedes hablar con él o debo tomar el mensaje?

Jong Woon se rio y negó con la cabeza. Toma el mensaje. Le llamaré después.

Kyu Hyun asintió y se llevó el teléfono a su oído. —Señor Jung, el señor Kim se encuentra en una conferencia telefónica en este momento y no puede atenderlo. Él quiere que le asegure que le devolverá la llamada en cuanto se desocupe. ¿Va a dejarle algún mensaje al señor Kim?

—Solo dígale que me llame, maldita sea.

—Estaré feliz de hacer eso, señor. Jung.

Kyu Hyun esperó a que el otro hombre colgara y luego hizo lo mismo. Él tomó una libreta y escribió el nombre, la hora y la fecha de quien había llamado, luego se la entregó a Jong Woon. Dejó el teléfono sobre el escritorio y regresó a su silla.

Realmente, Kyu Hyun estaba muy aburrido. De seguro, Jong Woon le contestaría cualquier pregunta que él le hiciera. El hombre se tomaba varios descansos y largos almuerzos, durante los cuales ellos ensuciaban la ventana de nuevo. Y al final del día, toda la atención de Jong Woon se centraba en Kyu Hyun.

Pero Kyu Hyun no era de esas personas que podían estar sentadas sin hacer nada. Él había pasado los últimos cinco años estudiando con todo su corazón para obtener su título mientras trabajaba en uno, dos, y en ocasiones hasta tres trabajos al mismo tiempo, fue por eso que le tomó cinco años en lugar de uno terminar su educación.

Inquieto, Kyu Hyun se puso de pie. Fue detrás del escritorio, se inclinó sobre la espalda de Jong Woon y envolvió sus brazos alrededor del hombre. Y besando la mejilla de Jong Woon le habló. —Voy a ver a mi hermana. Regreso en un par de horas.

—¡No!

Kyu Hyun se enderezó, dejando caer los brazos cuando dio un paso atrás alejándose de Jong Woon. —Dijiste que no era un prisionero.

—No lo eres, es solo… —Jong Woon pasó su mano por su cabello y luego la pasó por su rostro. —No eres un prisionero, Rajaaka. Solo que no puedes salir sin escolta.

—¿Por qué?

—No es seguro.

Kyu Hyun frunció el ceño, cruzó los brazos sobre su pecho y caminó frente al escritorio de Jong Woon para poder mirarlo a la cara. —¿Por qué no? Sigo siendo el mismo hombre de hace tres días. De hace una semana. ¿Qué ha cambiado?

—Eres el Rajaaka de Kim Jong Woon, eso es lo que ha cambiado.

—¿Y?

—Y hay gente allá afuera, de mi tipo y del tuyo, que no se detendrían ante nada para llegar a mí. Tomarte o dañarte es la manera más fácil de hacerlo.

Los labios de Jong Woon eran una línea mientras apretaba los dientes. —Daría todo lo que poseo para que regresaras a salvo conmigo y ellos lo saben.

—¿Quiénes? —Kyu Hyun distraídamente se frotó los brazos para protegerse del repentino escalofrío.

—Cualquiera que me conozca —dijo Jong Woon en voz baja como si temiera a las palabras. —Cualquiera que sepa lo que significas para mí. Incluso cuando te alejaste de mi yo te vigilé. Tenía que mantenerte seguro.

—Petjya. —El corazón de Kyu Hyun se calentó al oír las palabras de Jong Woon. Él caminó alrededor del escritorio y entró en los brazos que lo esperaban de Jong Woon. —No quiero causarte problemas, Jong Woon. Ciertamente no quiero que alguien me secuestre o me lastime, pero no puedo estar solo sentado aquí sin hacer nada. Me aburre.

—¿Qué te gustaría hacer? —Jong Woon apartó el cabello de la cara de Kyu Hyun.

—Bueno. Tengo un título, sabes, y originalmente vine aquí a  una entrevista para el puesto de tu asistente. ¿Por qué no me dejas intentar eso?

Jong Woon arqueó una ceja. —¿Realmente quieres ser mi asistente personal?

—¿Qué mejor asistente personal que tu propio Rajaaka, huh? — Kyu Hyun sonrió. —Nosotros hacemos todo juntos. ¿Por qué no deberíamos trabajar juntos? —Kyu Hyun movió sus cejas sugestivamente. —Además, es una buena excusa para pasar tiempo a solas en tu oficina.

—Como lo desees, Rajaaka.

Jong Woon se apartó y tomó el teléfono y Kyu Hyun frunció el ceño. Él esperaba un beso o algo así, al menos una caricia. Ser inclinado sobre el escritorio sería agradable.

—Victoria, quiero otro escritorio en mi oficina, un teléfono y una laptop. —Jong Woon miró a Kyu Hyun y le sonrió. —También necesito un teléfono celular, accesorios de oficina y un Blackberry llena con todas mis citas, números telefónicos e información pertinente.

Kyu Hyun parpadeó.

—Quiero todos esos artículos inmediatamente en mi oficina, pero toca primero. —Jong Woon dejó el teléfono y tomó a Kyu Hyun, jalando de regreso hacia su cuerpo. —Quiero que me prometas algo.

—Lo que sea.

—Ten cuidado con lo que ofreces, Rajaaka.

—¿Por qué? —Kyu Hyun se rio. —Nunca me lastimarías, lo dijiste.

—Cierto, pero aún así necesito tu promesa.

—Bien. —Kyu Hyun suspiró. —¿Cuál?

—Prométeme que no irás a ningún lado sin mí, ni siquiera al cuarto de baño a menos que sea el de la oficina. No dejarás esta habitación excepto para ir a ver a Victoria. Y nunca dejarás el edificio ni irás a ningún lado con alguien que no conozcas. Si hay algún problema y no puedes encontrarme busca a Victoria. Ella te protegerá.

—¿Victoria también es un vampiro?

—Victoria es mi madre.

—Estás bromeando, ¿verdad? —Kyu Hyun repentinamente recordó cada estúpida cosa que había dicho frente a la mujer, la manera en que tropezó. Sintió ruborizarse. Él estaba muy seguro de que el rubor se extendía hasta la punta de sus pies.

—No te preocupes, Rajaaka, mi madre sabe quién eres. ¿Por qué crees que ella me trajo tu currículo? —Jong Woon acarició un lado de la cara de Kyu Hyun. —Ella olió tu sangre y sabía que  podríamos tener una conexión.

—Ella sabe que soy humano, ¿verdad?

Jong Woon se rio y Kyu Hyun giró los ojos. Sabía la respuesta incluso antes de que el hombre hablara. Claro que Bella sabía que él era humano. Ella podía olerlo al igual que Jong Woon podía.

—Oh hombre, los días festivos van a ser muy interesantes por aquí.

—¿Los días festivos? —Jong Woon preguntó.

—Usualmente yo trato de reunirme con mi familia un rato en los días festivos. Espero que podamos celebrarlos, con tu madre, tú, yo, Ahra, Jung Soo, y el nuevo bebé, sin mencionar a mi madre, asumiendo que podamos alejarla de mi sucio padrastro. —Kyu Hyun frunció el ceño. —¿Los vampiros pasan los días festivos juntos?

—Si ese es tu deseo, Rajaaka, entonces eso sucederá.

Kyu Hyun se derritió contra Jong Woon. El hombre tenía una manera de darle cosas a Kyu Hyun que hacía que su interior se derritiera. Él se preguntaba sobre lo afortunado que era. Jong Woon le daba todo lo que quería: aceptación, sexo asombroso, respeto por sus capacidades. Todo eso parecía demasiado bueno para ser verdad.

Kyu Hyun apoyó la cabeza en el hombro de Jong Woon y jaló el nudo de la corbata de seda roja de Jong Woon. —Petjya, hay algo acerca de todo eso del lazo, que no entiendo, ¿hay algo que no me has dicho?

—¿Por qué preguntas eso? —Jong Woon cubrió la mano de Kyu Hyun con la suya, presionándola contra su pecho.

Kyu Hyun se encogió de hombros. —Esto entre nosotros parece demasiado bueno para ser verdad. Siento que esto me va a traer consecuencias, ¿sabes?

—Ven, Rajaaka —dijo Jong Woon mientras apartaba la silla y se sentaba. Luego le señaló su regazo.

Kyu Hyun arqueó una ceja hacia el hombre. No había mucha diferencia en su tamaño. Le parecía ridículo sentarse en el regazo de Jong Woon.

— ¿Por favor?

Kyu Hyun giró los ojos, sabiendo que no podía rehusarse, se sentó en el regazo de Jong Woon. Apoyó la cabeza en el hombro de Jong Woon y esperó. Esa explicación seguro que sería extraordinaria.



Continuará...



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