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viernes, febrero 07, 2014

Reconciliación Bonus



Les debía más One-shot, ¿Y qué mejor que darles uno con lemon? 
Como yo me preocupo por su salud mental, les recomiendo que lo lean bajo su responsabilidad, no me hago responsable de futuros traumas -exagera-
PD: Este Shot es la continuación de Reconciliación

A leer~~



Los besos se dejaron escuchar hasta los rincones más recónditos de la casa, los jadeos de igual manera y sus respiraciones exaltadas a más no poder, sus cuerpos se rozaban sutilmente contra el otro en especial el mayor tocaba con su rodilla la entrepierna despierta de Kyu, provocando que emitiera dulces y excitantes gemidos, y aunque seguía encima suyo se sentía prácticamente menor en superioridad pues los ojos del menor dejaron de lucir tímidos e indefensos hasta volverse lujuriosos y poderosos.

Las manos del menor recorrían la espalda del mayor, levantando en su trayecto un poco la prenda superior que llevaba puesta y a la piel expuesta que tocaba la arañaba con obvias ganas de morder; Kyu empezaba a desesperarse, la excitación se le subió a la cabeza y dejó de importarle el reprimirse cualquier sonido que emanara de sus labios solo para no traumatizar a los pequeños gemelos que eran los vecinos de Sungmin, esto dejó de importarle a fin de cuentas tarde o temprano escucharían algo similar, tal vez no de su boca pero si de su madre con su padre, así que solo les hacía un favor, la ropa le comenzó a parecer la peor creación del hombre y tiró de la camisa de Yesung, quería que se la quitará o él podía hacerlo gustoso.


- Quítatelo -Le ordenó a lo cual Yesung se separó de él e hizo lo pedido, desbotonando botón por botón ¡Madre Santa! eso sí que calentaba hasta al cubito más frío-


El menor miraba el hermoso panorama que tenía frente sus narices, puede que el mayor no tuviera el cuerpo de un físico culturista pero ¡Dios! que el señor divino le proveo de algo mejor, se apoyó en sus codos hasta sentarse en la cama con Yesung encima suyo aún, mientras lo miraba hacer su trabajo, esto obviamente no duró por mucho pues con desesperación nuevamente juntó ambos labios siendo correspondido inmediatamente, sus manos viajaron hasta posicionarse en el dorso desnudo del mayor, tocando su piel caliente y arañando la región que encontraba durita, ¡Vaya! sí que el muchacho se ejercitaba.

Pronto unas pequeñas manos se colaron en sus caderas, llegando al borde de su polera y levantándoselo hasta las cosquillas y tocando la región de piel descubierta, Kyu jadeó por sentir como una pequeña corriente le tocaba su piel desnuda y que luego unas manos le calentaban esa región, luego esas manos se dirigieron hasta ambas rosadas tetillas, apretándolas y tirando de ellas, gimió por el trato en esa parte de su anatomía, lo que sólo provocó que Yesung quisiera escuchar más de sus gemidos, tomó el borde de su polera y tiró de ella para quitársela, Kyu que hasta ese entonces devoraba la cavidad bucal de Yesung tuvo que separarse para ayudar a su novio con la estorboso prenda, levantó las manos y la prenda se esfumó en un santiamén, que ni bien abandono su cuerpo salió en dirección al suelo en donde suponía quedarían sus demás prendas.

Nuevamente sus bocas se encontraron, parecían tener vida propia, bueno que se le hace, chocando con fiereza e impaciencia, sus pechos desnudos se rozaban en un delicioso vaivén de sensaciones, ambos podían sentir lo caliente que se encontraba el otro y hasta lo ansioso; Yesung tomó las caderas de Kyuhyun, haciendo que este se sentara en su regazo, lo que sin protestar hizo.


– Quiero jugar un poco –Susurró el mayor de ellos, lamiendo la mejilla del contrario-


Kyuhyun no podía ser más sensible en esos momentos, llevó sus manos a los hombros de Yesung, asintió accediendo a las propuestas que el mayor le proponga, estaba puesto, jadeó cuando del mayor paseó sus manos por el borde de su jean delineado la región trasera, metiendo sus dedos en su jean, tocando el inicio de las nalgas del menor, este gimió abrazándose del mayor, era inconsciente de que en realidad su boca se encontraba a unos centímetros del sentido auditivo del mayor, cosa que lo excitaba de sobre manera y haciéndose notar con su abultamiento debajo de sus aun pantalones, algo que sintió vagamente Kyu ya que ahora los dedos del mayor se filtraron en medio de ambos glúteos.


Muévete Kyu –Ordenó Yesung-


A lo que el menor, ahogándose en su propia excitación, supo responder haciendo lo que le ordenó sin protestas, porque ¿Para qué hacerlas cuando se está al borde de la locura?

Apoyándose de los hombros de Yesung, comenzó a moverse en un vaivén desacompasado, su trasero rozaba con el bulto bajo los pantalones del mayor. No importaba qué, siempre terminaba accediendo a los deseos del mayor para finalmente terminar gustándole a él también, era extraño, pero a estas alturas Kyu se había acostumbrado; aún recuerda cuando, por una fantasía de Yesung, terminaron haciéndolo en los probadores de una tienda de ropa, por eso cada vez que va a comprar alguna prenda con el mayor la idea de retornar a ese momento no es ambiguo. Hubiera preferido que ninguno de los dos tuviera pantalones, sería mejor, pero el momento y las ganas pudieron más.

Ahora era el mayor que ayudaba a Kyu a llevar un ritmo más constante y profundo. Atrapó sus entreabiertos labios carnosos e hinchados para acallar y degustar los alaridos que el menor de ellos dejaba escapar indiscriminadamente. Dejando de lado su retaguardia, y quitando sus dedos de esa zona, llevó sus brazos a la espalda de Kyu, rodeándolo con estas, apegando su caliente cuerpo con el suyo, rozando peligrosamente ambos despiertos miembros, así le devoró los labios con gula, siendo correspondido de la misma manera, e ir disminuyendo la intensidad a medida que ambos corazones latían en demasía convirtiendo ese fogoso beso de esos que sólo puedes darle a la persona que amas. No importaba cuantas veces hayan sido, mucho menos el porqué de esas peleas, jamás podrá estar lejos de Kyuhyun y ello lo aprendió tan sólo la primera vez que se alejaron, es su todo lo que necesita.

Yesung volvió a recostar de espaldas a Kyu, y este se pegó más a su cuerpo para no perder su calor ya acostumbrado a la cercanía, las manos de Yesung viajaron hasta el borde del pantalón ajeno, primero desabotonando y abriendo el cierre, y luego deslizándolo de los muslos de Kyu hasta quitarse por completo, tirándolos junto a las demás prendas, sus manos traviesas tocaron cada parte expuesta de Kyu, de su pecho hasta abajo, quedándose ahí por un momento mientras sus dedos apretaban sus delgadas piernas y muslo interior.

Su boca desde hace unos minutos dejó la boca del menor para recorrerle el cuello y así bajando hasta su pecho, en el que se volvió a encontrar con dos lindos botones rosados ya visitados por sus manos pero aun así no bastaba, lamió uno, primero su alrededor y luego todo, mordiéndolo si quería, dándose cuenta de que Kyu ahora no dejaba de reprimirse nada, lo que le encanto.

Sus entrepiernas se rozaban notando que se encontraban en las mismas condiciones que el otro, totalmente excitados, el bulto entre las piernas del menor se hizo notorio, encerrado en su prisión de tela queriendo ser liberado gemía como reprensión, estos gratificantes sonidos no escaparon de los oídos del mayor, en realidad nada podía hacer que lo ignorara, la habitación estaba repleta de gemidos de ambos; a los minutos sus manos acariciaban a el bulto de Kyu con intensidad, provocando que este levante sus caderas queriendo mayor contacto, lo que sólo le hizo reír complacido.

Hábilmente se deshizo del bóxer que traía puesto el menor de ellos, dejándolo completamente a su merced, Kyu se sonrojo no porque estuviera desnudo ante la persona que ama, sino que este traía en los ojos impreso la palabra “deseo” lo que le estremecía, aunque por una parte eso le gusto, saber que era deseado por Yesung, era gratificante, por lo que las ganas de tenerlo para sí mismo incrementaban, como lo hacía el calor en sus mejillas fresas.

Lo siguiente que experimento le bloqueó la mente, como cuando desconectas un aparato eléctrico y este queda en nada, inservible, algo parecido le ocurrió al menor, a diferencia que a los segundos recobró la realidad a su alrededor, el hijo de *** que Yesung le había metido un dedo en su orificio y no es que haya dolido ni nada de eso, es sólo que su piel se encontraban tan sensible que al menor tocamiento se estremecía y en este caso de sentir ese dedo tocarle en esa parte lo desconectó del mundo por unos segundos, reprimiéndose un sonoro gimoteo, quería seguir consciente para poder vivir las deliciosas corrientes eléctricas que atacaban su cuerpo, pero ni bien llego el primer dedo le siguió uno más, y no debía de entusiasmarse tanto porque sabía que vendría algo mucho mejor, pero como dije con anterioridad se encuentra susceptible al más minino roce y no pudo evitar volar por las nubes.

Sus brazos temblorosos se agarraban firmemente de la espalda ajena, de vez en cuando arañándola, y gimiendo alto cerca al sensible oído de su amante, se lo merecía por haberlo hecho tan sensible ante sus toques, sí señor; ya había perdido la cuenta de cuántos dedos invasores tenía, pero sabía que esa cantidad no iba a compararse con lo que veía, no señor.


- ¿Me quieres provocar, eh Kyu? –Le dijo besando su rostro y de tanto en tanto saltando por las cosquillas que el aliento del menor le provocaban-


- N-no lo sé, tal vez… -gimió- Quién sabe, ¿L-lo estoy logrando? –Dijo finalmente, sintiendo ahora que los dedos de Yesung hacen la acción de una tijera, intentando expandir el estrecho interior de Kyu-


- Lo único que logras es que mis ganas de tratarte gentilmente se acaben, pequeño –Le mordió, no tan fuerte, el lóbulo del oído-


- Q-quién dijo… que quería… -gimió- q-que fuera así –Le lamió su mejilla aunque en mejores circunstancias hubiera preferido devolverle la mordida-


Eso fue suficiente para que Yesung sacara sus dedos, luego vendría algo mejor obvio esta, de su rosada entrada, se irguiera, sorprendiendo al menor, y se deshiciera de una vez de sus pantalones y bóxer que tanto le estorbaban, el menor miró estupefacto al mayor


- ¿A-así te pongo? –Se atrevió a decir, ya que importaba su tonto orgullo este hace rato había sido quitado y tirado al suelo como su ropa-


- Así… y más –Le sonrió lascivamente-


- ¿M-más? –Eso le preocupó de cierta forma y lo único que vino a su mente fue una sola palabra: “Dolor”, lo que hizo que inconscientemente cerrará las piernas, sólo tomó en cuenta su acción cuando las manos de su amante le sostuvieron estas para separarlas nuevamente-


- ¿No me digas que te acobardaste, pequeño? –Pequeño, pequeño… amaba ese nombre como no sé puede imaginar y más si lo dice con ese tono tan suyo y en esas circunstancias-


- N-no, es solo qué siento que dolerá más de lo habitual –Confesó, Vaya~ Sin su orgullo de por medio estaba indefenso ante el gato, pobre ratón-


- Pensé que te habías acostumbrado a su forma y tamaño, pequeño


- Bueno sí, pero… -Suspiró- Dame confianza –Lo último fue similar a una súplica-


¿Qué más podía pedir? Tenía a un muchacho que si bien por momentos es irritable por otros es extremadamente adorable, tiene su amor incondicional y sin contar que se entregaba a él innumerables veces ya sea de forma física como emocional; todo absolutamente todo en Kyu lo enloquecía, era imposible no amarlo con la pasión que lo hace.

Se inclinó hacía él percibiendo un pequeño estremecimiento en el cuerpo bajo suyo seguido de un jadeo bajito pero perceptible, sólo supo sonreír, se acercó a su rostro para besarlo con la única diferencia de que el beso envés de ser apasionado fue tierno y dulce, tratando de transmitir con ese simple pero bello acto la confianza necesaria para Kyu, lo que dio por lograda cuando su pequeño le rodeó el cuello con sus brazos queriendo más intensidad de su parte, lo que obtuvo sin protestas, pronto volvieron a lo mismo, al punto de partida de sus pasiones, devorándose con gula el uno al otro, explorando la cavidad bucal del otro esa que sólo ambos tenía el privilegio de conocer de cabo a rabo.

Sus piernas eran separadas más, dándole un estremecimiento por la brisa que seguía corriendo, y él estaba excitándose por sólo conocer lo que vendría, aunque no veía las acciones del mayor podía sentirlas en carne propia, quemándole la piel, pidiendo a gritos más, ¿ya dije qué es sensible? ¿Sí? Bueno~

Soltó un sensual gemido, ya está parecía actor porno, cuando algo, que conocía perfectamente, se adentró en su interior, primero la punta expandiendo todo a su alrededor seguido del cuerpo enteró, que para Kyu fue lento la penetración, sin considerar que sus dulces labios se encontraban, ahora, cerca al sentido auditivo de Yesung, soltó cuantos gemidos se deshiciera su boca, inconscientemente lo hacía pero para Yesung ya era el colmo, quería volverlo loco a propósito, lo que… empezaba a lograr.

Al estar dentro totalmente empezó a salir despacio y entrar entró con fuerza, provocando que ya este gritará, las extremidades del menor temblaban tratando de sostenerse de su amante, pero los espasmos que recibía cada vez que Yesung hacía aquello lo descolocaban, reprimirse sus desahogos no servía, el callarlos, no podía y tampoco quería.

Maldijo y a la misma vez bendijo el momento en que a Kyu se le dio por pronunciar su nombre, de forma sensual a su parecer, a cada gemido que dejaba escapar, ¡pero que tremendo! Si Kyu quería volver loco a Yesung lo estaba logrando y con creces.

Al encontrar un ritmo mejor ahora Yesung entraba y salía con facilidad, chocando su pelvis con las nalgas del menor, todo se intensificaba, las embestidas, el nuevo beso, los tocamientos, las respiraciones, los gemidos de ambos, todo, hasta podía decirse que el ambiente se volvió tórrido.


- ¡Hyung!… -Gimió- … p-peleemos más s-seguido –Logró pronunciar Kyu-


- ¡¿Qué?! –Ello envés de ser una queja fue un grito de libertad, como dije todo se volvió intenso que ahora gritaban como animales-


- Así… -gimió ante la nueva penetración- follar… aah más –Dijo casi indescifrable pero igual de entendible-


- ¡Mocoso pervertido! –Gritó enterrándose de lleno en su orificio preferido-


Aquel acto hizo delirar a Kyu, pues su hyung cabezón había dado en el punto de sus delirios, aferró sus piernas a la cintura del mayor para que las penetraciones fueran más profundas y placenteras, lo que de inmediato hizo entender al mayor lo que su pequeño tramaba; le besó el cuello y de vez en cuando mordiéndolo dejándose marcas rojizas que no se borrarían tan fácilmente, así demostrándole a cualquiera que se atreviera a mirarle con intensiones nada buenas, que él ya tiene quien lo monte(?). Con su lengua humedeció esa región subiendo hasta su barbilla para por fin llegar a sus tan anhelados labios que a leguas se notaba, habían sido besados remuneradas veces, los lamió y disfruto de cada sonido que emanaba de ellos, y de nueva cuenta unió sus labios, esta vez para reprimir sus gemidos y que estos no lo volviesen en verdad loco.

Con una mano libre recorrió desde el pecho hasta abdomen y atrapar entre sus dedos el miembro desatendido y ansioso de Kyu con la finalidad de masturbarlo conforme daba sus estocadas, pronto la temperatura llego a su parte baja advirtiéndole que se correría en cualquier momento, algo que no sucedió con Kyu pues él ya se había venido hace instantes en la mano del mayor debido a los apretones y sacudidas que este había estado proporcionándole. Fueron segundos después en los que la esencia caliente de Yesung llenó por completo del interior, dio unas ultimas estocadas provocando que el espeso líquido se escurriera de la entrada de Kyu llegado a marchar las sábanas.

Finalmente salió de su interior con cuidado, le sonrió al agitado y cansado Kyuhyun que tenía enfrente, cogió unos pañuelos desechables que encontró en la mesita de noche del conejo, recordando comprarle unos nuevos y rápidamente pensó en ver la manera de recompensarle y al mismo tiempo disculparse por haber echado a Sungmin de su casa; y empezó a limpiar a su pequeño, su abdomen, el suyo también, y terminar por la parte mayor afectada, su orificio; le separo las piernas y comenzó su trabajo aunque no fue fácil ya que al menor contacto con esa región sensible Kyu soltaba un gemido, al acabar su dificultoso trabajo, se recostó al lado del menor, tomó unas sábanas limpias junto a la cabecera, cubriendo a ambos con esta, Giró a Kyu, recostándolo de costado al igual que él, el menor ya estaba durmiendo por lo que Yesung solo lo miraba, pasaron varios minutos después de ello.


– ¿Sigues despierto? –Dijo Kyu aun con los ojos cerrados-


– Sí


– ¿N-no vas a d-dormir? –En cuanto abrió los ojos, se ruborizó ligeramente pues los expresivos ojos color azabache del mayor lo observaban intimidadoramente, según él, lo que convelo a que ahora hablara tartamudeando-


– No –Su sonrisa se extendió- Te voy a admirar toda la noche –Susurró dulcemente-


– ¿P-por qué? –Sin darse cuenta el también susurraba; prefirió ver las sábanas o cualquier otra cosa a la mirada del mayor-


– Porque… -Notó la ansiosa espera de una respuesta de parte de Kyu, por lo que calló unos segundos- … Te amo –Dejó de susurrar, ahora su voz sonó grave-


– Ahmm, no puedo competir contra eso –Sonrió tal vez de manera dulce, pues Yesung ahora lo había pegado a su pecho, abrazándolo, cosa que hizo ruborizar a Kyu-  … Lo que dije de pelear seguido… e-era broma, no me gusta pelear y menos si es contigo


– Lo sé –Besó su frente- A mí tampoco me agrada… Y si te referías a lo de tener sexo más seguido, no tienes que pedirlo yo…


– ¡Sí, entendí! –Le interrumpió, la verdad era que le avergonzaba que supiera sus necesidades, se soltó del mayor y le dio la espalda, no quería que viera como se moría de vergüenza- Ay, que sueño tengo –Fingió bostezar- me dormiré ahora. –Fue lo que dijo cerrando los ojos-


Abrió sus ojos e inconscientemente la boca, signo de sorpresa, para luego sonreír, sin duda amaba a ese niño ¿Y cómo no hacerlo si actuaba tan adorable? no lo cambiaría por nada; lo rodeo con sus brazos la cintura de Kyu, apegándose a él, le susurró unos: “Buenas Noches, pequeño” para luego él también echarse a dormir


Y si se preguntan qué pasó con el KangMin, pues ellos también la pasaron bien, digamos que Sungmin obtuvo su venganza, y que el Yehyun lo descubrirá cuando vean su habitación. Al final todos felices y contentos.


FIN~~

lunes, diciembre 30, 2013

Me without you Cap. 4

Hoy les vengo con el sgte capítulo de mi primera adaptación :3 
A leer~


 Creo… creo tener… una idea… —Carcajeé en medio de mi pelea por aire y terminé por soltar un gran suspiro, cerrar los ojos y dejar que el sueño me tomara presa.-

Abrí mis ojos con dificultad. La luz que se filtraba por entre las cortinas era cegadora y
llenaba el cuarto de paz, tranquilidad y armonía.

Me quedé quieto en los brazos de mi novio y los recuerdos de la noche vinieron como
relámpagos en mi cabeza. Había sido maravilloso. Jongwoon, sin haber tenido experiencias con muchachos veces anteriores, había demostrado completa seguridad en sí mismo, lo que lo conducía a ser perfecto, a entregar todo, lo que lo condujo a hacerme sentir deseado, único, pero lo más importante… amado.

Suspiré inhalando el exquisito perfume que abundaba en su piel y volví a cerrar los ojos, esperando a dormir unos minutos más.
 Así que… ya despertaste —Su voz interrumpió el exquisito silencio y me sorprendió
a la vez. Me alejé centímetros de su piel y me acomodé para poder mirarlo a los ojos. Lucía espléndido, algo había en aquella mirada, algo diferente, nada malicioso si es eso lo que piensan, sino… algo que capturaba mi atención y me llenaba de cariño. Una extraña sensación de energía.-
 ¿Cómo amaneciste? —Pregunté con naturalidad, aun profundamente hundido en sus ojos oscuros.-

 Como si no pudiera ser más feliz —Susurró con ternura y besó mi mejilla. Volví a acurrucarme en su pecho, sintiendo como los latidos de su corazón ahora sonaban
serenos.-

 Espero no haber… hecho nada mal… anoche —Sonreí y estuve a punto de soltar una leve carcajada ante mi comentario. Lo escuché soltar la carcajada que yo no dejé salir y me levantó, como si fuera una pluma, para mirarme a los ojos.-

 Créeme que tengo la misma duda respecto a mí —Carcajeó y besó mis labios con
dulzura. Ambos reímos al separarnos y descubrir que había cierto interés por saber cómo había sido, más era mejor no saber y tener en mente que había sido maravilloso y a pesar de la torpeza por ser la primera vez… fue y siempre será, el recuerdo permanente, el más perfecto y de la vez… en que uno no se arrepiente jamás.-

Esa mañana mi cuerpo parecía estar más liviano que nunca, a pesar de que el cansancio aún se escondía y rondaba por algunas partes de mi cuerpo, me sentía completamente libre, feliz y seguro.

Jongwoon tiró las sábanas hacia atrás y se puso de pie. Aún seguía desnudo y… no pude evitar recorrer todo… TODO su… este… cuerpo.
 ¿En qué momento te acostumbraste a que te viera desnudo? —Carcajeé con la vista pérdida en varios… detalles. Carcajeo un momento mientras negaba la cabeza y a la vez buscaba algo en el placard.-

 ¿Qué hay de malo en el cuerpo humano? Ayer un señorito apareció desnudo frente a mí. Ahora es mi venganza por haberme quitado el aliento… o al menos… eso trato de hacer —Rio nuevamente, me lanzó una mirada traviesa y volvió a su búsqueda de alguna prenda.-

 ¿No es evidente? —Carcajeé y salí de la cama para correr hacia él, tomarlo de los brazos y apegarlo contra una pared.-

Acaricie su pecho y besé lentamente sus labios, de forma tranquila y juguetona a la vez.

Podría que volviera a suceder y no era una mala opción, más Jongwoon terminó por besar mis labios mullidamente y se separó

 ¿Sucede algo? —Investigué buscando su mirada perdida en un punto equis. Sus ojos se fijaron en los míos y suspiró. Tomó mis manos y me arrastró hacia la cama, me invitó a sentarme y sonrió.-

 Sé que todo esto… es nuevo, es emocionante, es excitante, pero… no quiero que
nuestra relación se convierta en sexo. No quiero que seamos de esas parejas cuales su
relación está basada en sexo —Sonrió y acarició levemente mi mejilla— quiero que seamos los mismos de antes y que lo que pasó anoche, no nos cambie. No niego que fue maravilloso y que en cualquier momento vuelva a pasar, pero no quiero que se transforme en un vicio.

Estaba en lo correcto. Si seguíamos así… o más bien, si yo seguía… provocándolo, nuestra relación no terminaría siendo la mejor, por lo que era mejor prevenir.
 Estás en lo cierto —Sonreí y besé sus labios de improviso.-

Sonrió y me abrazó con delicadeza, llevó una de sus manos a mi mejilla y deslizó
cariñosamente sus labios por esta.

Sus expresiones relajadas, por alguna razón, cambiaron a una seria y preocupada.
 ¿Sucede algo? —Sonreí desentendido-

 Estás… estás… estás ardiendo —Posó la misma mano en mi frente, seguramente
midiendo la temperatura— Kyu… tienes fiebre —Me informó con la voz alarmada.-


— ¿Fiebre? —Musité con la voz confundida, no tenía señales de algún resfriado.

Llevé mi mano derecha hasta mi rostro y tomé mi temperatura. A decir verdad, mi piel se sentía a una temperatura elevada. 
 No tengo fiebre —Negué. No quería que eso arruinara mis planes para el día.-

 Sí, si tienes —Sonrió tomando mi rostro entre sus manos y besó suavemente mis
labios— así que quiero que te abrigues y te acuestes en este instante —Se alejó de mi rostro y volvió a su placard en busca de ropa.-

 Jongwoon, no seas exagerado, estoy bien ¿Ok? Solo que aún estoy acalorado —Sonreí pretendiendo ser travieso.-

 Pequeño, prefiero a que te cuides un día, a que empeores y tengamos que quedarnos encerrados el resto del verano —Buscó su ropa interior, jeans y una polera a rayas.-

 Tenía planes para hoy —Me quejé, de verdad no quería quedarme encerrado.-

 Mañana… —Se puso el pantalón y antes de seguir vistiéndose, caminó hacia
mí, se arrodilló enfrente y llevó sus manos a mis piernas— Kyu, sabes que te amo
¿Verdad? —Sonrió con ternura. Solo asentí e hice un puchero, algo debía funcionar para salir victorioso.-

 Entonces déjame cuidarte, se lo que hago y sé que si no me haces caso, terminaras
con fiebre, vómitos y quizás con cuantos síntomas más ¿Quieres terminar así en estos
hermosos días de verano? — ¿No se rendiría? Bufé molesto y tomé mi bata, la cual aún se encontraba tirada en el suelo.-

 Iré a tomar un baño —Acomodé la prenda en mi cuerpo y me puse de pie— No me siento mal,  Jongwoon, de verdad que estoy bien, así que… no se —Lo miré por última vez y me dediqué a buscar mi ropa para el día, tomé mi shampoo, jabón y corrí hacia la ducha.

Estaba molesto, ¿Quién se creía que era?... Ok, sí, mi novio, pero de todas formas, no tiene el derecho de andar diciéndome que hacer, menos cuando sus cálculos eran errados.

Terminé por darme una ducha igual de relajadora como la de la noche anterior, eso quitaba un poco de vibras negativas de mi cuerpo y lo hacía sentir liviano, fresco y ágil.-

Salí ya vestido y con el pelo aún húmedo, la idea de exponer mi cabello al aire caliente, me repugnaba e incluso me hacía sentir sofocado.

La habitación se encontraba ordenada y vacía, supuse que Jongwoon debía de estar preparando el desayuno ya que el aire, proveniente del primer piso, el olor a pan tostado, con una suave capa a mantequilla, llamaba a mi apetito.

Dejé mis cosas en una silla y salí de la habitación trotando por los pasillos y casi
corriendo por las escaleras.

Pensé en encontrarme a Jongwoon en la cocina, sentado en la mesa y esperándome para desayunar, más en la mesa solo se encontraba un puesto acomodado y sin haberme equivocado, el vapor atravesaba la delgada tela que cubría el pan caliente en la panera.

Desentendido, me senté en la mesa y me serví un poco de té, tomé una tostada y esparcí la mantequilla sobre esta. Comencé a ingerir los alimentos en silencio y comenzaba a desesperarme la idea de que la casa estuviera vacía. Antes de terminar mi desayuno, planeaba ponerme de pie y salir en busca de mi novio, más mis ojos se fijaron en un pequeño papel doblado en la esquina del individual.

“Estaré picando leña en el patio trasero. Lamento el poco desayuno, saldremos a comprar luego”

¿Qué? ¿Por qué diablos picaba leña en verano? Hacía calor, lo que menos quería en estos momentos era… fuego.

Terminé la tostada y dejé la mitad de la taza con té. Me puse de pie y salí de la casa
en dirección al patio trasero.

Me crucé de brazos, estaba enojado ¿Qué diablos era lo que planeaba? Comenzaba a enloquecer.

Apenas escuché el sonido que provocaba el hacha cortar los anchos troncos, me dispuse a hablar y reclamar, más al dar la vuelta a la esquina de la casa, me encontré con Jongwoon y su espalda desnuda. Tragué mis palabras y me apoyé en la casa para admirar el trabajo que hacía.

Su piel lucía ligeramente brillante producto al sudor y le daba un aspecto totalmente
sensual y provocativo ¡Ni hablar de sus brazos! De esos fuertes y protectores, exponiendo sus músculos no exagerados, al momento de elevaros, sujetando el hacha entre sus manos, y bajarlos con rapidez para dejar que el tronco se dividiera en dos partes y cada una saliera disparaba en diferentes direcciones.

Mordí mi labio inferior y sonreír, era sumamente provocativo verlo trabajar de esa manera y de por sí ya había olvidado todo tipo de enojo al instante.

Dejó caer el hacha y llevó una de sus extremidades hacia su frente, de seguro para barrer el sudor.

Era mi tiempo de actuar. Corrí sigilosamente, tratando de no hacer ruido y lo atrapé
por la espalda, dándole un fuerte abrazo y aprovechando de acariciar su torso suavemente.
 ¡Kyu! —Exclamó exaltado al sentir mi presencia. Se volteó enseguida y me miró
con dulzura— ¿Por qué estás tan desabrigado? ¿Por qué traes el cabello mojado? —Enarcó una ceja y yo solo suspiré. Mejor sería ignorar su tonta preocupación, así no se iniciarían discusiones.-

 Hace calor —Sonreí— y para que te des cuenta, en la mañana solo estaba acalorado, mi temperatura ya se reguló —Tomé su mano derecha y la llevé hacia mi frente— ¿Ves?

Me miró con desconfianza y luego sonrió, rodeó mi cintura con sus brazos y besó mis labios de improviso.
 Entonces, lo lamento. No quiero que nada malo te suceda —Musitó con serenidad y
chocó su frente con la mía.-

 Lo sé, pero de vez en cuando tienes que hacerme caso, yo sé cómo andan las cosas en mi cuerpo, Jongwoon —Carcajeé con ternura. Me sentía un pequeño entre sus brazos.-

 Eso creo, así que por ser tedioso, me merezco un castigo ¿No crees? —Sonrió y
deslizó sus manos por mi espalda, hasta llegar a mis piernas y de un solo
tirón, me hizo rodear su cintura con estas.-

Los dedos de mis manos se entrelazaron detrás de su cuello y agité suavemente mi cabeza hacia un lado.
 Te ves condenadamente sexy —Susurró colando sus manos por debajo de mi remera  blanca. Solo sonreí entusiasmado.-

 Pensé que este tipo de cosas no volverían a ocurrir —Musité calmado.-

 ¿Eso dije? —Carcajeó enarcando una ceja.-

Asentí y clavé mi mirada en la suya. Ambos sonreímos, sabíamos que nada pasaría a
mayores, pero… nadie dijo que divertirse unos minutos demás, estaría mal.

Capturó mis labios con suma delicadeza y armonía. Sus besos no podían ser más azucarados y sus caricias no iban más a que simples roces, con los cuales, tarde o temprano, enloquecería de todas maneras.

Sin dar finalización al beso, sentí como su cuerpo se ponía en movimiento. Estaba
caminando y en menos de 1 minuto, la luz del sol pareció disminuir y al abrir los ojos
me encontré siendo recostada sobre una frazada de polar roja y gastada, la cual
se encontraba estirada en medio de fardos de paja y pasto. Estábamos dentro de una
casucha en mal estado, al parecer ahí guardaban herramientas y otras cosas sin uso.
Volví a mi labor sin quejas, sin excusas y devoré sus labios, ya sonrojados, sin piedad.

De a poco sus manos se arrastraban por mi piel de vertical, lo que por efecto, hizo que
la remera se fuese levantando.

Era una escena totalmente excitante y nueva. Ya no había timidez, ya no había miedo
de ser rechazado, ahora todo fluía de manera instantánea y natural.
 ¿Prendiste tu celular? ¿Por qué? —Me miró extrañado al alejarse centímetros
de mis labios.-

 No pienses que voy a contestar y dejarte —Carcajeé— Sé que pueden rastrear la llamada, solo quería enterarme de cuantas veces me han llamado —Musité sin mayor interés. Cerré los ojos, entreabrí los labios y me dispuse nuevamente a besarlo, más no recibí repuesta.-

 ¿Y cuantas eran? —Cuestionó interesado.-

 20, no es mucho —Abrí los ojos y preferí seguir la conversación, era mejor no parecer
un desesperado.-
  Cierto… Revísalo, lo que acaba de avisar tu celular no fue una llamada —Se hizo a
un lado y rodeó mi cuello con uno de sus brazos. Rodé los ojos y saqué el celular del
bolsillo de mi short con fastidio. La pantalla marcaba “1 nuevo mensaje”

Lo miré pretendiendo hacerle saber que no estaba interesado en leerlo, más sus ojos
insistentes no me dejaron opción.

Suspiré y abrí la carpeta, para mi sorpresa, no era un mensaje de mis padres, sino, de mi mejor amigo, Sungmin.

“Maldición Kyuhyun, toda la policía te está buscando. Tus padres están desesperados y ya tienen un abogado, quien se encargará de pudrir a tu novio en la cárcel. Mas te vale aparecer luego y decir que no fue más que una locura. Es por el bien de ambos. Con cariño, Sungmin”

Los nervios circularon por cada rincón de mi cuerpo a medida que mis ojos creían el
mensaje interminable.

Apreté mis ojos y agité sutilmente la cabeza. Suspiré y me levanté lo suficiente como
para poder mirarlo directamente a los ojos.

El silencio parecía ser interminable, ni uno de los dos se atrevía a soltar las primeras
palabras, por lo que no me dejaba opción que ser el primero. Entreabrí mis labios con la finalización de ordenar mis ideas y… decir algo, más no tuve tiempo.
 Estaremos bien —Susurró llevando la cálida palma derecha de su mano, hasta mi
mejilla. A pesar de que tenía impreso el nerviosismo y el miedo en sus ojos, me transmitió esa sensación de confianza y de protección.-

 Jongwoon… —Musité ahogado, no en llanto, sino… en preocupación. Todo esto era un riesgo, sobre todo para él.-

 Tranquilo, se nos ocurrirá algo… —Su mano, cual descansaba en mi mejilla, se
trasladó hasta mi nuca, zona donde hizo una suave presión, con el fin de acercar mi rostro al suyo y así poder besar mis labios apaciguadamente. Creo que había olvidado la razón de porqué estábamos escondidos en una cabaña, lejos de la ciudad, más con el corto y preciso mensaje de texto, mis pies habían vuelto a pisar tierra.-

Tenía miedo… Quizás no debí de haber armado tal escape, tal vez… hubiera sido mejor seguir con un romance oculto, viéndonos cada vez que sobraba el tiempo a escondidas.
 No quiero que nada te suceda, soy un estúpido —Arrastré mis palabras sobre sus labios. Sonrió con ternura y me rodeó con sus brazos.-

 Todo esto, todo lo que hiciste, me demuestra lo que sientes por mí… Estoy de
acuerdo con que es una verdadera locura, pero… —Sonrió— Cuando la vida resulta injusta, las locuras son necesarias —Carcajeó con nostalgia.-


Solo sonreí, sintiéndome comprendido. Tal vez no había sido tan mal idea habernos escapado.

Volví a besarlo en los labios, no de forma provocativa, ni tampoco con la intención de hacer que las cosas llegaran a otro nivel. No era más que un dulce beso, uno de esos que se entregan desde el corazón, de esos sanos y de sentimiento nato.

Para dejar la amargura a un lado y evitar caras largas, comencé a depositar pequeños, pausados y mullidos besos por todo su rostro.

Carcajeó en medio del ataqué y me recostó a su lado, se acomodó en su mismo puesto y acercó su rostro. Chocó su nariz con la mía de un lado a otro, con expresiones risueñas en el rostro, lo que provocó un alto grado de ternura y hacerme sentir un pequeño… su pequeño.
 ¿Salimos a comprar? —Musitó con energía. Si alguien podía olvidar pronto los
problemas, era Jongwoon.-

 Claro que si —Sonreí animoso. Jongwoon tenía esa habilidad de transmitir buenas vibras.

Se puso de pie y mi estiró ambas manos para hacerme más fácil la labor. Tomé mi remera y la acomodé en mí, buscamos algo de dinero y salimos por el largo camino de tierra seca en busca de alimentos


El camino fue relajado, más allá de hablar, nos preocupaba más divertirnos y jugar como niños.
 Quédate ahí —Dije varios pasos más atrás de él.-

 ¿Qué? —Carcajeó al voltearse y observar mi posición, lista para correr.-

 Date vuelta, Jongwoon —Reí al imitar una pataleta.-

Sonrió sin entender y obedeció a mis órdenes. Cuando pude apreciar su espalda, troté sin velocidad y al estar cerca, tomé de sus hombros y con impulso me colgué a su espalda.

 ¡Ja! Seguramente que te llevaré todo el camino de regreso cargado allí atrás —Carcajeó con sarcasmo mientras comenzaba a caminar.-

 Tu solo camina, burrito de carga —Reí.-

Nos divertíamos, Jongwoon corría de un lado a otro y yo no podía hacer más que gritar en un tono histérico, creyendo que en cualquier momento terminaría en el suelo.
 Genial, al fin en casa —Suspiró agotado, dejando las bolsas en la pequeña mesa del  comedor. Iba a dar opinión respecto a su comentario, más un gran dolor en la cien detuvo fugazmente mis palabras. Apreté los ojos y me tomé la cabeza con una mano. No había de que preocuparse, era solo un simple dolor de cabeza, pero era mejor prevenirlo y tomar algún calmante.— Iré a buscar algo, bajo enseguida —Le sonreí con naturalidad y subí las escaleras sin apresuro.-


Ahora… ¿Dónde diablos había dejado la caja con los remedios? Quien sabe, por lo que me tomaría varios minutos encontrarla.

La molestia se hacía cada vez más intensa y fue un alivio total al encontrar una pequeña cajita con todo tipo de medicamentos.

Caminé hacia el baño, dejé la pequeña pastilla en mi lengua y me acerqué a la llave del lavamanos para poder tragarla con un poco de agua.

Sequé mi boca y me dispuse a salir, más me llevé un gran susto al encontrarme con mi
novio en el umbral de la puerta.
 ¿Qué tomabas? —Preguntó con la curiosidad incrustada en los ojos.-

 Nada… solo… una pastilla —Sonreí y lo quité del camino para llegar nuevamente a la habitación. Sentí sus pasos detrás de mí y me estiré en la cama.-

 ¿Qué pastilla? ¿Te sientes mal? — ¿Qué se suponía que le diría? ¿Qué si? No, porque me sacaría en cara la supuesta fiebre de la mañana.-

 No… estoy bien, era solo… un… anticonceptivo —Suspiré aliviado, era una buena excusa. Me miró con desconfianza… y luego sonrió.-


 Claro —Carcajeó y se tiró en el colchón, se acomodó a mi lado y prendió la
televisión. No podía resfriarme. No y no.-

Mi corazón de bote y sentí como los puños de Jongwoon se apretaban con nerviosismo. Esto no iba por buen camino.


Continuará~

jueves, diciembre 05, 2013

Reconciliación [YeHyun]


Uhmm... Ya no publico y eso me entristece :c 
Bueno sin más, les dejo este shot que escribí hace mucho.. y probablemente haya continuación e3e
PD: Ni me pregunten de que pelearon porque no lo sé xD


No puedo superarlo... ¡Bésalo ya!



- Es un idiota, aggh ¿Cómo se le ocurre pensar eso de mí? -Se quejaba con su amigo, Sungmin-

- Pues sí es idiota -suena su celular- Oh una llamada -mira la pantalla-

- Sí es el dile que no estoy, que morí y me enterraron 100 metros bajo tierra

- Ah ajá -Ignora a Kyu y contesta- Hola Jongwoon ¿Qué? ¿Kyu? -mira a su amigo mientras este hace señas con sus manos indicando un "No" exageradamente- N-no, no está aquí ¿Por qué sucedió algo? ahh ajám, no me digas... ¿De verdad? No lo creo -En realidad si sabía pues su amigo se había encargado de decirle todo y exageradamente claro está- ah creo que sí, sí está -Le pone el celular en la cara- Contesta

- Jah, claro que no, púdrete Jongwoon -Le dice al celular- ¡Quítame tu maldito celular rosa de la cara!

- Mira Game está bien que estés molesto con Jongwoon pero no te desquites con mis gustos -Le replicó, insistiendo en que tomará el celular-

- ¡Te dije que no! ¡No quiero escuchar su horrenda voz! -Se cruzó de brazos-

- Ay~ no quería hacer esto, pero ya que -Toma su celular y de la clic en altavoz- Hola, Woon ahora puedes hablarle al inmaduro de tu noviecito -No pudo evitar la risa al ver la cara de perplejidad de Kyu-

- Me vendiste, ¡A mí! Que te considero mi hermano, maldito conejo -Iba a seguir maldiciendo, pero una voz se lo impidió-

- Kyu, deja de ignorarme y perdóname, no pensé que te ofendiera el...

- ¡Cállate no quiero escuchar! -sus mejillas ardían- Y tú amigo infiel, cuelga eso o lo romperé

- Aahh~ Dios mío dame fuerzas, aun si te tengo que amarrar hablarás con él -le regaña- Y no dejará que me rompas algo más

- Eh, min, por favor no le pegues -Dijo yesung que escuchaba todo-

- No me defiendas, idiota -Se maldijo por sentir un calorcito envolviéndole el cuerpo por sus palabras, era débil ante él ¿Qué podía hacer?-

- Ah Kyu ya te dije que no lo dije con intenciones de ofenderte ni nada de eso

- No te creo~

-Min dejó el celular en la cama y se dirigió abajo, pues esperaba un visita-

- Amor, por favor perdóname -Le dijo con la mejor tonalidad de voz que encontró, ese que le gusta a Kyu-

- N-no... -se rehusó aunque sus ganas iniciales de estrangularlo desaparecieron ¿Ya dije que es débil ante los encantos Jongwoon?-

- ¿Qué quieres que haga? -Le dijo desesperado- ¿Qué me humille en público, qué grite: "Soy un idiota" en la calle?

- N-no lo sé... -Dijo indeciso, aunque sus sugerencias le causaron risa y pensaba severamente en recordarlos para un día aplicarlos, unos minutos el silencio se hizo presente preocupando a Kyu-

- Kyu~ -Fue un alivio para él- Y si llegará a ti en dos minutos ¿me perdonarías?

- ¿Qué? -Dijo confundido y ahora con el celular rosado en las manos sin altavoz, claro está pues lo desactivo- Es imposible~ -se detuvo a pensarlo- Esta bien, si no llegas antes nunca te perdonaré -Dijo confiado pues sabía que no podría con ello-

- Trató hecho -Su tono de confianza le intrigo un poco ¿Qué tramaba entre manos?-

-Mientras abajo de la casa esta Sungmin abriendo la puerta de su invitado recién llegado-

- Tardaste -Le dijo recargado en la pared, mirando a su visita inesperada, bueno no tan inesperada-

- Shuuu -puso un dedo en su boca- Aun sigue al telefono -susurro- ¿Dónde está? -seguía susurrando-

- Arriba en mi dormitorio -Le indicó las escaleras-

- Gracias por no decirle que venía

- No hay de que, cuando me lo pediste por celular creí que era lo mejor para el Game

- En verdad lo quieres mucho

- Sí, aunque el malagradecido no se dé cuenta -Notó que Yesung volvió al celular de seguro hablando nuevamente con Kyu- Bueno ya apúrate, y sácalo de mi casa que lleva dos horas aquí y ya me aburre sus quejas psicóticas

- Yo me encargo de eso -Le sonríe-

- Sólo tienes 40 putos segundos y no te veo, así que despídete de un perdón -Le sacó la lengua aunque este no lo viera-

- Es verdad, creo que estoy condenado a no tener tu perdón -Sin retenerse ríe del otro lado de la línea-

- ¿Que es tan gracioso? -Le dice irritado y frunciendo el ceño-

- Porque pareces un niño tan adorable así

- ¿Q-qué? cállate -Sus mejillas se sonrosaron por el comentario y entonces razonó ante su absurdo comentario- Hablas como si me vieras, idiota

- Pueees~ ¿No puedes creer que sea así? -Por alguna razón sentía su voz más grave y más cerca de su cuerpo, hasta podía jugar que unos brazos lo abrazaban ¿Alucinando? tal vez, pero deshecho esa posibilidad cuando el mismo miró unos brazos en su cuerpo, lo que le sorprendió mucho, para lego sentir una voz susurrarle- Ya llegué, bebé y creo que alguien me debe algo

Prácticamente todo él se volvió gelatinoso y hubiera caído al condorito de no ser por esos mismo brazos que lo sujetaban con firmeza impidiendo su caída cómica, giró su cabeza encontrándose con el culpable de su gelatinosidad(?), muy cerca de su cuerpo, ruborizándole hasta parecer primo hermano de la fresa, quería decirle algo, pero las palabras no fluían de sus labios, prácticamente le corto la lengua a este ratón.

- ¿Y? No me dirás nada -Dijo tan naturalmente que desconcertaba a Kyu-

- Ah... N-no -Odiaba perder contra Yesung, pero no solo era eso sino que su orgullo era dejado de lado siempre que Yesung quería, quitándole su máxima protección a Kyu, dejándole débil antes sus expresivos ojos-

- ¿Qué? -Dejó de abrazarlo para rodearlo y quedar enfrente suyo- Pero si llegué antes de los 2 minutos -Trató de buscar al menor con la mira pues la mantenía gacha y podría jurar que sus mejillas se encontraban encendidas-

No sabía que decir, ni mucho menos que hacer, le asfixiaba la situación, ¿Por qué Yesung siempre tenía que ser tan... tan... tan jodidamente hermoso en todo el sentido de la palabra?, sus mejillas fueron atrapadas por sus pequeñas manos haciendo que lo mirara a los ojos y en cuanto lo hizo no pudo mantener esa conexión por mucho tiempo, por lo que sólo desvió la mirada parpadeando sin consideración alguna de nadie, mucho menos de Yesung que lo miraba atentamente. Quería llorar pero no de sentirse triste ni nada de eso, sino de la manera que lo trataba aunque le haya dicho palabrotas, nunca le importaba que haga eso, hasta dejaba que le dijera "idiota" ¿Por qué hacía eso? ¿Por qué era tan gentil con su persona? Sin verlo venir, junto sus frentes quedando a escasos centímetros, sonriéndole como siempre lo hace, de esa manera tan protectora y cálida, los ojos del mayor se cerraron disfrutando del calorcito que emanaba de las mejillas fresas(?) de Kyu, lo que este no hizo sin perderse ninguna acción del mayor.

- ¿Me perdonas? -Rompió el delicioso silencio que los envolvía- Por favor~ -Abrió los ojos encontrándose con los de Kyu que brillaban-

- Sí -Dijo sin más, ¿para qué negarlo? lo perdonó desde que lo abrazo, lo perdonó por perdonarle sus propios errores, Kyu no es perfecto y Yesung lo sabe, por eso cada vez que Kyu le dice palabras hirientes él lo perdona porque sabe que el niño que tiene en frente solo quiero atención y mucho, mucho amor-

La sonrisa que salió de sus labios al escuchar el monosílabo de Kyu, fue melodiosa para el menor ¿Dije anteriormente que es débil ante sus encantos? Pues es lo que precisamente le sucede al pobre GameKyu, su cuerpo reaccionaba por sí solo, el mayor junto sus labios en un simple pero delicioso roce que erizo la piel de ambos sacándole un suspiro a Kyu y una risa de satisfacción a Yesung, por lo que convirtió el beso en un con más intensidad, sus bocas encajaban perfectamente en la otra, devorándose prácticamente a besos, no hacía mucho que se besaron, como unas horas pero para ellos en ese entonces la ausencia de la boca ajena les había parecido eterna y sin exagerar....

Kyu que se encontraba de rodillas sobre la cama, ahora estaba apoyado con una mano atrás soportando su peso, pues Yesung se había inclinado un poca a él, sin dejar de besarlo claro esta; pronto se encontraba recostado en la cama rosa de Min teniendo encima suyo a Yesung, sus manos viajaron hasta su cuello sujetándolo con firmeza para profundizar el beso si es que se podía más.

Ya hasta había olvidado porque se encontraba ahí y también de su amigo Sungmin y poco le importaba en ese momento, solo se dedicaba a devorar a Yesung y sentir las deliciosas corrientes eléctricas recorrer a su libre albedrio su cuerpo entero, lo que supuso le sucedía lo misma a Yesung.

Ambos en ocasiones dejaban escapar uno que otro jadeo producto de la necesidad de oxigeno ¡Maldita necesidad básica! maldijo Kyu, ni bien tomando aire y volviendo a juntar sus labios.

Todo era perfecto, todo hasta que...

- ¡Hey ustedes dos! ¡Dejen de hacer eso! ¡Váyanse a su casa a hacer porquerías pero en mi casa mucho menos en mi cama NO!

Por esos chillidos de conejo tuvieron que separarse ninguno se sorprendió, Yesung miró al frente sin dejar su posición encima de Kyu y Kyu hacía lo mismo mirando a la cara roja de ira de su amigo

- ¡Ah Min, vete a otro lado!

- ¡Es mi casa!

- Concuerdo con Kyu ¿No podrías ir a otro lado, por favor?

- Puedo creerlo del desgraciado de Kyu, pero ¿¿tú Woonie?? Ahh -soltó un grito- Algo me decía que tenía que venir cuanto antes al no escuchar gritos y no me equivoque, ya hubieran fornicado en mi cama, ¡ahh Dios mío! Dame fuerzas para no matarlos

- KangIn está solo en mi departamento, si quieres te doy mis llaves

- Si si, dale las llaves que se vaya con el mapache, para que lo consuele

- ¡Ahh! ¡Son imposibles cuando están de acuerdo! -Gritó casi llorando- ¡Dame tu puta llave! -Sin mirarlos pues no los quería ver por obvias razones, extendió su mano a la cara de Jongwoon-

Él sonrió porque Min cedió, lo que pensó no pasaría, sin perder su posición, pues no quería dejar su hermosos panorama, le dijo a Kyu...

- Amor, ¿Puedes sacar la llave de mi bolsillo trasero?

- Claro -Metió sus manos en los bolsillos traseros del pantalón de Yesung y lo encontró, riendo divertido porque juraría que estaba durito la parte donde tocó, le acercó la llave a la mano de Sungmin quien desapareció ni bien tocó la llave-

- Por fin solos -Le susurró acerca de su oído el lugar erógeno de Kyu-

- Sin Sungmin de quien preocuparnos, esto es excitante -Le confesó, ruborizándose-

- Sabes que planeo hacerte cosas no buenas


- Hazlas entonces... -Volvió a besarlo con la misma intensidad que antes-

Tenían el resto de la casa para ambos, quien sabe, tal vez después de consumir sus actos en esa cama, se volverán creativos e irán por toda la casa, después de todo es una reconciliación rara pero al fin y al cabo reconciliación