N/A- Este Fanfic es Yaoi, asi que si no te gusta el género, por favor no sigas leyendo
Capítulo I
“He
analizado su caso en estos últimos meses y he llegado a un conclusión, tal vez
no lo tomen bien, pero es un sugerencias, no les estoy pidiendo que lo tomen en
serio, solo que lo tengan presente, como su terapeuta les recomiendo que se tomen
un tiempo… Relaciónense con otras personas, salgan de la rutina en la que están
sumergidos, eso les hará darse cuenta lo que en realidad significa su
matrimonio para ustedes” Ninguno de los dos se esperaba esa respuesta ¿Les
pedía que se separaran? Bueno a este punto de su matrimonio no iba a ser
extraño que no lo hicieran, hasta algunos pensaran que ya era hora, pues más
que esposos parecían enemigos públicos.
Yesung
suspiró frustrado ¿En qué momento su matrimonio llego a este punto? Últimamente
se cuestionaba severamente si había hecho bien en desobedecer a sus padres y
casarse con aquel pequeño de cabello castaño que se encontraba a su lado
izquierdo, con el quien ahora discutía y peleaba cada vez que podía. Todo eso
le daba un dolor de cabeza, que no lo dejaba tranquilo, lo aficionaba y
debilitaba ¿A dónde se fue todo ese amor que en un principio se profesaban? Si
acepto tomar terapia de pareja –cosa que él no haría- fue porque sus allegados
se lo recomendaron diciéndole que Kyuhyun era lo mejor que le había pasado al
moreno, pero sobre todo porque le era imposible reconocer que ese amor del que
tanto lucho por conseguir se estaba perdiendo, ahora que lo pensaba dudaba de
que él sea lo mejor que le ha pasado.
Todo
este lío ocurrió cuando Yesung decidió tomar el mando de la empresa familiar,
la cual le demandaba esfuerzo tanto menta como físico y parte de su tiempo,
esto trajo consigo que descuidará su matrimonio, pero este no fue el único
elemento que contribuyo a esta situación sino también por parte del Kyuhyun
quien no asimilaba su nueva vida de casados y olvidaba que ahora tenía ciertas
restricciones, llegaba tarde a casa, iba a fiestas sin decirle a Yesung que
llegaría al día siguiente, etc. Aunque pensándolo bien Kyuhyun aún tenía una
mentalidad infantil y rebelde, y como no tenerla si contaba con 21 años cuando
se casó, puede que ese haya sido un detalle que Yesung trataba de cambiar, pero
que al final no pudo con ella, fue tonto el querer cambiar a alguien, cabe
decir que muchas veces lo intento y en todas siempre falló, y como era de
esperarse cada persona tiene su límite y el amable, pacifista y agradable
Yesung también.
Esas
y más cosas trajeron como consecuencia que hoy ese par este hoy en su séptima
terapia de pareja, que lo único que conseguía era que se distanciaran más,
habían dos razones, o el profesional que estaba en frente a ellos no servía
para su vocación o es que su relación no tenía remedio…
“Por
mi está bien” Por fin alguien se dignó a romper el hielo que se había formado
en ese consultorio, calmando un poco al terapeuta
Esto
sorprendió a Yesung atrayendo la vista de Kyuhyun sobre él ¿Había oído bien?
Por alguna razón le molesto el saber que Kyuhyun daba por muerta esa relación,
‘Pues bien si eso es lo que quiere, eso tendrá’ pensó, para luego mantener la
mirada en el profesional frente a ellos.
“Pienso
lo mismo, así tendré tiempo para mí” Dijo el emo, con el único propósito de
enojar al Game, quien no se hizo esperar respecto a su respuesta.
“Será
un alivio ya no tener que ver tu horrenda cara por las mañanas” Agregó un poco
de amargura a su comentario, de verdad que odiaba que Yesung lo quisiera
provocar.
Esto
inmediatamente lo percibió el profesional quien paro las intenciones de ambos
de seguir pelando en su consultorio.
“Señores
parece que han malinterpretado mis palabras, no les he dicho que se separen,
solo que se den un tiempo, por favor no lo tomen a pecho” Ciertamente estaban
siendo regañados por su propio terapeuta.
Y
tras darles una charla sobre lo
importante que es una relación, la comunicación, la armonía y con
genuinidad en un matrimonio los dejo ir finalizando la séptima sesión, claro
que ellos aún no terminaban de pelarse, y así fue ni bien llegaron discutieron.
“No
puedo creerlo, ¿En serio? Era preciso decirle que si nos ibas a separar”
“No
es separación, pero si así lo quieres” levanto los hombros en señal de ‘no me
importa’ cosa que no le agradó nada al mayor, ¿En serio porque tenía que ser
tan infantil en situaciones como estas?
“¿Tanto
te entusiasma sepárate de mí?... ¿Sabes qué? si quieres hazlo no me importa, al
fin y al cabo eso es lo quieres ¿no?... Siempre haces lo que quieres sin
importarte los demás”
Yesung
empezaba a perder lo poco de cordura que le sobraba
“No
te detendré si eso te preocupa, ¡porque de la peor manera aprendí a reconocer
cuando pierdo mi tiempo!”
Bueno
tal vez Yesung se estaba excediendo, pero a ese punto la rabia lo cegaba
“Entonces
¿yo tengo la culpa, cierto?” Dijo el Game, un poco asustado de la actitud tan
agresiva del mayor “No tienes derecho a juzgarme” suspiró “Si antes tenía dudas
ahora tengo la mayor certeza… Quiero el divorcio”
Ok,
esto se estaba saliendo de rumbo y a juzgar por la intensidad de la situación
no acabaría bien para ninguno de los dos.
Esto
obviamente sorprendió a Yesung, quien cayó en cuenta que lo que había dicho lo
dijo sin pensarlo ni sentirlo, pero el que más lo sentía era Kyuhyun quien le
dolió mucho escuchar las palabras hirientes del mayor y que expresaba ese
sentir con pequeñas y escurridizas lágrimas que recorrían traviesas ese hermoso
rostro, que ahora trataba de ocultarlas
“Kyu…
Yo l-lo siento, no era mi intención herirte” Si pero lo hizo, por un momento él
olvido el motivo que lo cegó y se acercó hacía el pequeño, siempre ha sido así
odiaba verlo triste y como algo automático Yesung siempre quería reconfortarlo,
Kyuhyun al verlo acercarse con los brazos extendidos retrocedió.
“No
te me acerques, ya no quiero seguir por estupideces… En un principio lo sabía pero
no quise aceptarlo, fue un error haberme casado contigo…” La cara de Yesung
cambió a un seria y con cierta expresión indescifrable para Kyuhyun “Si lo
piensa bien nos hubiéramos ahorrado tantos malos ratos”
Dicho
eso un silencio incómodo reinaba la cocina, más el desconcierto invadía a
Yesung, ¿Así acabaría todo?... Esos tres años de casados no significaron nada,
y cabe decir que ninguno de ellos puso de si para mantener su relación a flote,
y eso hizo que se hundiera como si nada, ambos observándolo y sin hacer nada…
Sí su relación ya no era nada, ya no había nada que hacer, todo estaba…
¿Perdido?
Eso
le molestaba e irritaba, sin darse cuenta fruncía el ceño mirando a la nada,
sin decir nada salió de la cocina, se dirigió a la sala en donde tomó la casaca
de cuero –negro como le encanta y le queda muy bien- que había dejado en el
sillón principal, y junto a este las llaves de su auto, Kyuhyun al notar esta
acción fue detrás de él, pero sin decirle o recriminarle nada solo observando
con atención cada paso que este hacía
“¿A
dónde irás?” Dijo envés de decir un ‘No te vayas’, no recibió respuesta por
parte del otro, quien ya había entrado en el auto y ahora se disponía a
encenderlo.
Kyuhyun
no sabía qué hacer, no quería que se marchará pero tampoco tenía la intención
de hacérselo saber, y una vez más por su poco valor observo desde la puerta
como el mayor se alejaba, y tal vez esta vez para siempre…
Ya
estaba anocheciendo, el sol se ocultaba y el cielo se teñía de un color negro
azulado, era de esperarse que esa noche como muchas otras anteriores la herida
brisa reinaría en unas horas, todo iba a ser como siempre, pero algo iba a
dejar de ser como antes, esa noche Kyuhyun dormiría sin el calor de Yesung.
--♥--
“¿Qué
hiciste, qué?” Dijo exaltado un joven de cabellos marrones y figura delgada, la
verdad ese pequeño no esperaba que su mejor amigo lo llamará para decirle que
acababa de terminar su relación “Y-yesung ¿E-estas b-bien?” dudaba de decirle,
pues sabía que cuando este se enojaba podía ser agresivo una vez ya le paso,
pero sobre todo lo pregunto porque su amigo traía la mirada perdida en su taza
de café, no la bebía ni tampoco mostraba intenciones de hacerla
Él
nombrado alzo la vista encontrándose con una mirada preocupada de parte de su amigo,
casi hermano y simplemente dijo un “¿Ah?” en señal de no haber escuchado ni
entendido nada de lo que él otro le dijo, en otras palabras se había perdido en
su mundo.
“Yesung
¿No me prestaste atención?” El pequeño inflo sus cachetes
“Perdón,
Wookie, pero no tengo ánimos” Volvió a pegar su mirada en aquella taza de café
que desprendía sus últimas nubes de vapor.
“Yesung
¿Crees que fue buena tu decisión?”
“No
fue solo mía, sino de los dos… Y como dijo él, si no nos hubiéramos casado nos
hubiéramos ahorrado tantos problemas, así que… ya todo acabó y no hay remedio,
Wookie”
“No
sé qué decir para que estés mejor, pero te ves peor de lo que antes estabas”
“Estoy
acostumbrándome a entender que no signifique nada para él, ni los tres años que
pasamos juntos, ni las veces que me decía cosas lindas, ni… nada, pero creo que
esto me enseña a… ah –se quejó- no sé qué me enseña pero… es una lección, eso
lo sé”
“Y
ahora ¿A dónde irás?”
“No
me queda de otra que ir a casa de mis padres, solo por un tiempo hasta que
encuentre un departamento”
“Tu
Omma estará feliz de verte de nuevo en casa”
“Y
más feliz sabiendo que me divorciaré, eso es lo que siempre quiso y miren, así
pasará… Nunca toleró a Kyuhyun y bueno le quite una suegra que lo detesta de
encima”
“Y
tú también, por lo que sé tú suegra… Digo ex-suegra, siempre desaprobó que
anduvieras con Kyuhyun y más cuando te casaste con él… Ahora le quitarás un
peso de encima”
“Es
adorable” Yesung tenía una sonrisa en sus labios “Si le quitas la mirada de
asesina que tiene, y su chillona voz… Resulta adorable”
Ambos
jóvenes se miraron por unos segundos para luego soltarse a carcajadas, Ryeowook
no le importo su pareciera loco, lo que le importaba era hacer reír a su amigo,
y también hacerle olvidar sus problemas…
--♥--
“Game
¿Game?” Él recién llegado adentraba su ser dentro de esa casa que más bien
parecía abandonada, tuvo que tener cuidado al momento de moverse en medio de la
oscuridad total para no tropezar ¿Dónde rayos se encontraba ese diablillo? Y lo
que es más importante ¿A qué lo llamó? No entendió nada pues solo escuchaba la
voz indescifrable del Game, que le pedía ir a verlo y como amigo de años así lo
hizo, solo que no esperó encontrarse a oscuras…
Y se
preguntaran ¿Cómo entro? Pues Kyuhyun le dio anteriormente una copia de la
llave, así Sungmin podría irlo a visitar solo si Kyuhyun se lo pedía, y pues
esta era una de esas ocasiones.
Se
apoyó en la pared, intentando ubicar con el tacto el interruptor, hasta que
logró encender aquella sala, con mejor visión subió las escaleras hasta llegar
al dormitorio principal “Demonios, el Game sí que se sacó la lotería” Lo decía
pues el esposo de su amigo era hijo de una de las familias más adineradas de
Corea y único hijo del emporio empresarial de los Kim, el Game también, pero en
ese momento sonaba más el nombre Kim que Cho, y pues su casa era grande,
espaciosa, tenía adornos carísimos, además de muebles, ventanas, puertas,
dormitorios, y baños muy bien amoblados.
Su
amigo le tenía envidia, pero de la buena, sabía que ese adicto a los
videojuegos, le había hecho muy bien el haber conocido a alguien como Jongwoon,
hasta en reiteradas veces había escuchado de parte de su amigo que Jongwoon es
lo mejor que le haya pasado y se daba cuenta de lo feliz que era su amigo al
lado de ese hombre, claro que habían peleas, todos las tienen, pero sabía que
entre ambos había algo tan fuerte que no podría romperse con nada.
“Game”
Por fin había llegado al dormitorio principal y se adentraba en ella “¿Game?
¿Dónde demonios estas?” Dijo haciendo lo mismo que había hecho abajo, encontrar
el interruptor, y viendo en aquella cama un bulto envuelto en sábanas,
intentando ocultarse “¡Game! Deja de esconderte” Se acercó hacia él quitándole
de una las sábanas y viendo que su amigo tenía los ojos rojos, y en sus
mejillas húmedas de tanto haber llorado “Kyu ¿Qué tienes?”
El
menor al ver a su amigo a su lado, no dudó mucho y lo abrazó, confundiendo más
a su rosado amigo, y sollozando en hombro.
“Game,
¡Kyu! ¿Qué te sucede?” No entendía que había pasado para que su amigo este así,
empezaba a preocuparse
“¡L-lo
arruine, Min!” Dijo casi inentendible, sin despegarse de su amigo.
El
conejo comenzaba a inquietarse, pero no había caso hablar si no antes
tranquilizaba a su amigo, lo acarició tratando de reconfortarlo, y dándole
palmaditas en la espalda como si un niño pequeño fuera.
Después
de unos minutos casi eternos para Min, Kyuhyun se tranquilizó y el conejo pudo
alejarlo un poco notando que algo grave había pasado, y fuera lo que fuera
mataría a quien provocó tal estado en su amigo.
“Kyu
¿Qué pasó?”
“Yo…
no supe que hacer para que no se vaya” No podía evitar derramar unas lágrimas “Sungmin,
él se fue”
“¿Quién? Te refieres a ¿Jongwoon? ¿Por qué, que pasó?”
“Hoy,
después de esa estúpida terapia” Se secaba torpemente las lágrimas, en cierta
forma eso hizo reí un poco al conejo, sabía que el Game odia ir a terapia de
pareja “Yesung y yo peleamos” Él mayor lo miro reprobatoriamente, sabía que su
amigo no era ningún santo y que su don era provocar a los demás, pero aun así
lo quería con todo y maldad “Y… dije cosas que ni sentía, me dolió mucho cuando
me dijo cosas horribles” Ok, ahora si Min tenía la cara seria ¿Jongwoon gritarle
a Kyu? eso sí estaba raro “Y terminó yéndose”
“Kyu,
sé que se le pasará” Intentaba darle ánimos “Verás que regresará”
“No
Min, no lo hará” Sus ojos se volvían a llenar de lágrimas
“Si
lo hará, él te ama, lo sé además…” No terminó de hablar pues el menor se le
adelanto
“Le
pedí el divorcio” Agacho su cabeza, intentando ocultar el mar de lágrimas que
resurgían de sus ojos.
“¡¿Qué?!”
No podía creerlo, de verdad el Game había hecho algo tan tonto “P-pero ¿Por
qué?”
“No
pensé en ese momento de mis acciones, Min…”
“¿Por
qué no impediste que se fuera?”
“N-no
pude” Volvió a llorar “No quiero divorciarme… Cometí un error, Min”
Kyuhyun
se veía tan frágil en ese momento, Sungmin volvió a abrazarlo, calmando su
llanto, mucho daño se hacía el pequeño en recordar, acarició su cabeza, pensó
que en su otra vida había sido un madre muy sobreprotectora.
Sungmin
se quedó con Kyuhyun hasta que se durmió, prefirió verlo durmiendo que verlo
llorar, esa noche se quedaría a dormir con el Game para hacerle compañía.
--♥--
Suspiró
antes de dar unos pasos, hacía mucho tiempo que no volvía, nada había cambiado,
todo seguía igual, a excepción del inmenso rosedal que detrás de él a unos
cuantos metros se hallaba, eso era nuevo, sonrió pensando que de seguro era a
causa de su Omma, siempre gustándole las rosas, “Nota mental para el día de las
madres regalarle un inmenso ramo de rosas junto con una mascota”
Se
sintió extraño, estar parado frente a esa inmensa puerta de rejas lo
intimidaban, sinceramente nunca le gusto ese tipo de puertas, presumían
demasiado el estatus social en el que vivía, prefería vivir en una casa normal,
como en la que vivía, claro que la palabra normal se alejaba demasiado a lo que
en realidad era su casa.
Tocó
el timbre de enfrente, luego de unos segundos una voz salió del aparato
transmisor, diciéndole que dijera su nombre y el asunto que quería, este dio su
nombre e inmediatamente la persona en la otra línea se disculpó al hablarle tan
groseramente –según el empleado- al hijo de sus amos.
“No,
no se disculpe, suele pasar, pero puede hacer algo para que olvide lo ocurrido”
El empleado gustoso acepto “No le diga a mis padres que estoy aquí… Quiero
darles una sorpresa”
Bueno
en realidad lo hacía, pues quería ahorrarse los sermones, agasajos y sobre todo
el alboroto que hacen sus padres siempre que va a visitarlos, entro a su auto y
manejo hasta el parking de la mansión, bajo de ella y entro a la mansión, se
sorprendió al ver que algunas cosas habían cambiado desde la última vez que
estuvo ahí, pero no lo hizo solo, sino que en ese entonces iba acompañado de…
él.
Sin decirle
nada a nadie más, se dirigió a su dormitorio, sin que nadie lo viera, o lo
atacarían con preguntas que sinceramente él en este momento no tenía ánimos de
responder, aunque sabía que lo haría en cualquier momento, tal vez mañana, pero
hoy solo quería asimilar todo, pues saber que Kyuhyun ya no estaría más en su
vida, le afectaba.
Al
entrar en su habitación se alegró de ver todo lo había dejado en su última
visita, se sentía tan cansando no solo mental sino físicamente, se cambió de
ropa y se recostó en esa cama, miró el reloj de noche, eran las 0:07 del
siguiente día, sabía que tenía que dormir pues su cuerpo se lo pedía, pero
simplemente no podía, se acomodó de costado, mirando el vació que no podía
llenar en esa cama, le hacía falta alguien, le hacía falta Kyuhyun.
Secó
esa escurridiza lágrima que recorrió su mejilla, suspiró frustrado, de verdad
que odiaba esa situación “Parece que no solo tendré que dejar esa casa sino
también está” dijo mirando la nada, odiaba el hecho de tener recuerdos de
Kyuhyun y él en esa habitación “¿Por qué no simplemente me dejas y ya?” Dijo
cerrando los ojos, sabía que tenía que olvidarlo y seguir su vida. Kyuhyun
había asimilado la futura separación tan bien, que cree que él también lo hará…
“Ya
ninguno de los dos volverá a hacerse daño,
Dejaremos
de ser Yesung & Kyuhyun,
Y
solo seremos… solo Yesung… solo Kyuhyun nada más”