Mostrando entradas con la etiqueta #Love. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta #Love. Mostrar todas las entradas

viernes, febrero 07, 2014

Reconciliación Bonus



Les debía más One-shot, ¿Y qué mejor que darles uno con lemon? 
Como yo me preocupo por su salud mental, les recomiendo que lo lean bajo su responsabilidad, no me hago responsable de futuros traumas -exagera-
PD: Este Shot es la continuación de Reconciliación

A leer~~



Los besos se dejaron escuchar hasta los rincones más recónditos de la casa, los jadeos de igual manera y sus respiraciones exaltadas a más no poder, sus cuerpos se rozaban sutilmente contra el otro en especial el mayor tocaba con su rodilla la entrepierna despierta de Kyu, provocando que emitiera dulces y excitantes gemidos, y aunque seguía encima suyo se sentía prácticamente menor en superioridad pues los ojos del menor dejaron de lucir tímidos e indefensos hasta volverse lujuriosos y poderosos.

Las manos del menor recorrían la espalda del mayor, levantando en su trayecto un poco la prenda superior que llevaba puesta y a la piel expuesta que tocaba la arañaba con obvias ganas de morder; Kyu empezaba a desesperarse, la excitación se le subió a la cabeza y dejó de importarle el reprimirse cualquier sonido que emanara de sus labios solo para no traumatizar a los pequeños gemelos que eran los vecinos de Sungmin, esto dejó de importarle a fin de cuentas tarde o temprano escucharían algo similar, tal vez no de su boca pero si de su madre con su padre, así que solo les hacía un favor, la ropa le comenzó a parecer la peor creación del hombre y tiró de la camisa de Yesung, quería que se la quitará o él podía hacerlo gustoso.


- Quítatelo -Le ordenó a lo cual Yesung se separó de él e hizo lo pedido, desbotonando botón por botón ¡Madre Santa! eso sí que calentaba hasta al cubito más frío-


El menor miraba el hermoso panorama que tenía frente sus narices, puede que el mayor no tuviera el cuerpo de un físico culturista pero ¡Dios! que el señor divino le proveo de algo mejor, se apoyó en sus codos hasta sentarse en la cama con Yesung encima suyo aún, mientras lo miraba hacer su trabajo, esto obviamente no duró por mucho pues con desesperación nuevamente juntó ambos labios siendo correspondido inmediatamente, sus manos viajaron hasta posicionarse en el dorso desnudo del mayor, tocando su piel caliente y arañando la región que encontraba durita, ¡Vaya! sí que el muchacho se ejercitaba.

Pronto unas pequeñas manos se colaron en sus caderas, llegando al borde de su polera y levantándoselo hasta las cosquillas y tocando la región de piel descubierta, Kyu jadeó por sentir como una pequeña corriente le tocaba su piel desnuda y que luego unas manos le calentaban esa región, luego esas manos se dirigieron hasta ambas rosadas tetillas, apretándolas y tirando de ellas, gimió por el trato en esa parte de su anatomía, lo que sólo provocó que Yesung quisiera escuchar más de sus gemidos, tomó el borde de su polera y tiró de ella para quitársela, Kyu que hasta ese entonces devoraba la cavidad bucal de Yesung tuvo que separarse para ayudar a su novio con la estorboso prenda, levantó las manos y la prenda se esfumó en un santiamén, que ni bien abandono su cuerpo salió en dirección al suelo en donde suponía quedarían sus demás prendas.

Nuevamente sus bocas se encontraron, parecían tener vida propia, bueno que se le hace, chocando con fiereza e impaciencia, sus pechos desnudos se rozaban en un delicioso vaivén de sensaciones, ambos podían sentir lo caliente que se encontraba el otro y hasta lo ansioso; Yesung tomó las caderas de Kyuhyun, haciendo que este se sentara en su regazo, lo que sin protestar hizo.


– Quiero jugar un poco –Susurró el mayor de ellos, lamiendo la mejilla del contrario-


Kyuhyun no podía ser más sensible en esos momentos, llevó sus manos a los hombros de Yesung, asintió accediendo a las propuestas que el mayor le proponga, estaba puesto, jadeó cuando del mayor paseó sus manos por el borde de su jean delineado la región trasera, metiendo sus dedos en su jean, tocando el inicio de las nalgas del menor, este gimió abrazándose del mayor, era inconsciente de que en realidad su boca se encontraba a unos centímetros del sentido auditivo del mayor, cosa que lo excitaba de sobre manera y haciéndose notar con su abultamiento debajo de sus aun pantalones, algo que sintió vagamente Kyu ya que ahora los dedos del mayor se filtraron en medio de ambos glúteos.


Muévete Kyu –Ordenó Yesung-


A lo que el menor, ahogándose en su propia excitación, supo responder haciendo lo que le ordenó sin protestas, porque ¿Para qué hacerlas cuando se está al borde de la locura?

Apoyándose de los hombros de Yesung, comenzó a moverse en un vaivén desacompasado, su trasero rozaba con el bulto bajo los pantalones del mayor. No importaba qué, siempre terminaba accediendo a los deseos del mayor para finalmente terminar gustándole a él también, era extraño, pero a estas alturas Kyu se había acostumbrado; aún recuerda cuando, por una fantasía de Yesung, terminaron haciéndolo en los probadores de una tienda de ropa, por eso cada vez que va a comprar alguna prenda con el mayor la idea de retornar a ese momento no es ambiguo. Hubiera preferido que ninguno de los dos tuviera pantalones, sería mejor, pero el momento y las ganas pudieron más.

Ahora era el mayor que ayudaba a Kyu a llevar un ritmo más constante y profundo. Atrapó sus entreabiertos labios carnosos e hinchados para acallar y degustar los alaridos que el menor de ellos dejaba escapar indiscriminadamente. Dejando de lado su retaguardia, y quitando sus dedos de esa zona, llevó sus brazos a la espalda de Kyu, rodeándolo con estas, apegando su caliente cuerpo con el suyo, rozando peligrosamente ambos despiertos miembros, así le devoró los labios con gula, siendo correspondido de la misma manera, e ir disminuyendo la intensidad a medida que ambos corazones latían en demasía convirtiendo ese fogoso beso de esos que sólo puedes darle a la persona que amas. No importaba cuantas veces hayan sido, mucho menos el porqué de esas peleas, jamás podrá estar lejos de Kyuhyun y ello lo aprendió tan sólo la primera vez que se alejaron, es su todo lo que necesita.

Yesung volvió a recostar de espaldas a Kyu, y este se pegó más a su cuerpo para no perder su calor ya acostumbrado a la cercanía, las manos de Yesung viajaron hasta el borde del pantalón ajeno, primero desabotonando y abriendo el cierre, y luego deslizándolo de los muslos de Kyu hasta quitarse por completo, tirándolos junto a las demás prendas, sus manos traviesas tocaron cada parte expuesta de Kyu, de su pecho hasta abajo, quedándose ahí por un momento mientras sus dedos apretaban sus delgadas piernas y muslo interior.

Su boca desde hace unos minutos dejó la boca del menor para recorrerle el cuello y así bajando hasta su pecho, en el que se volvió a encontrar con dos lindos botones rosados ya visitados por sus manos pero aun así no bastaba, lamió uno, primero su alrededor y luego todo, mordiéndolo si quería, dándose cuenta de que Kyu ahora no dejaba de reprimirse nada, lo que le encanto.

Sus entrepiernas se rozaban notando que se encontraban en las mismas condiciones que el otro, totalmente excitados, el bulto entre las piernas del menor se hizo notorio, encerrado en su prisión de tela queriendo ser liberado gemía como reprensión, estos gratificantes sonidos no escaparon de los oídos del mayor, en realidad nada podía hacer que lo ignorara, la habitación estaba repleta de gemidos de ambos; a los minutos sus manos acariciaban a el bulto de Kyu con intensidad, provocando que este levante sus caderas queriendo mayor contacto, lo que sólo le hizo reír complacido.

Hábilmente se deshizo del bóxer que traía puesto el menor de ellos, dejándolo completamente a su merced, Kyu se sonrojo no porque estuviera desnudo ante la persona que ama, sino que este traía en los ojos impreso la palabra “deseo” lo que le estremecía, aunque por una parte eso le gusto, saber que era deseado por Yesung, era gratificante, por lo que las ganas de tenerlo para sí mismo incrementaban, como lo hacía el calor en sus mejillas fresas.

Lo siguiente que experimento le bloqueó la mente, como cuando desconectas un aparato eléctrico y este queda en nada, inservible, algo parecido le ocurrió al menor, a diferencia que a los segundos recobró la realidad a su alrededor, el hijo de *** que Yesung le había metido un dedo en su orificio y no es que haya dolido ni nada de eso, es sólo que su piel se encontraban tan sensible que al menor tocamiento se estremecía y en este caso de sentir ese dedo tocarle en esa parte lo desconectó del mundo por unos segundos, reprimiéndose un sonoro gimoteo, quería seguir consciente para poder vivir las deliciosas corrientes eléctricas que atacaban su cuerpo, pero ni bien llego el primer dedo le siguió uno más, y no debía de entusiasmarse tanto porque sabía que vendría algo mucho mejor, pero como dije con anterioridad se encuentra susceptible al más minino roce y no pudo evitar volar por las nubes.

Sus brazos temblorosos se agarraban firmemente de la espalda ajena, de vez en cuando arañándola, y gimiendo alto cerca al sensible oído de su amante, se lo merecía por haberlo hecho tan sensible ante sus toques, sí señor; ya había perdido la cuenta de cuántos dedos invasores tenía, pero sabía que esa cantidad no iba a compararse con lo que veía, no señor.


- ¿Me quieres provocar, eh Kyu? –Le dijo besando su rostro y de tanto en tanto saltando por las cosquillas que el aliento del menor le provocaban-


- N-no lo sé, tal vez… -gimió- Quién sabe, ¿L-lo estoy logrando? –Dijo finalmente, sintiendo ahora que los dedos de Yesung hacen la acción de una tijera, intentando expandir el estrecho interior de Kyu-


- Lo único que logras es que mis ganas de tratarte gentilmente se acaben, pequeño –Le mordió, no tan fuerte, el lóbulo del oído-


- Q-quién dijo… que quería… -gimió- q-que fuera así –Le lamió su mejilla aunque en mejores circunstancias hubiera preferido devolverle la mordida-


Eso fue suficiente para que Yesung sacara sus dedos, luego vendría algo mejor obvio esta, de su rosada entrada, se irguiera, sorprendiendo al menor, y se deshiciera de una vez de sus pantalones y bóxer que tanto le estorbaban, el menor miró estupefacto al mayor


- ¿A-así te pongo? –Se atrevió a decir, ya que importaba su tonto orgullo este hace rato había sido quitado y tirado al suelo como su ropa-


- Así… y más –Le sonrió lascivamente-


- ¿M-más? –Eso le preocupó de cierta forma y lo único que vino a su mente fue una sola palabra: “Dolor”, lo que hizo que inconscientemente cerrará las piernas, sólo tomó en cuenta su acción cuando las manos de su amante le sostuvieron estas para separarlas nuevamente-


- ¿No me digas que te acobardaste, pequeño? –Pequeño, pequeño… amaba ese nombre como no sé puede imaginar y más si lo dice con ese tono tan suyo y en esas circunstancias-


- N-no, es solo qué siento que dolerá más de lo habitual –Confesó, Vaya~ Sin su orgullo de por medio estaba indefenso ante el gato, pobre ratón-


- Pensé que te habías acostumbrado a su forma y tamaño, pequeño


- Bueno sí, pero… -Suspiró- Dame confianza –Lo último fue similar a una súplica-


¿Qué más podía pedir? Tenía a un muchacho que si bien por momentos es irritable por otros es extremadamente adorable, tiene su amor incondicional y sin contar que se entregaba a él innumerables veces ya sea de forma física como emocional; todo absolutamente todo en Kyu lo enloquecía, era imposible no amarlo con la pasión que lo hace.

Se inclinó hacía él percibiendo un pequeño estremecimiento en el cuerpo bajo suyo seguido de un jadeo bajito pero perceptible, sólo supo sonreír, se acercó a su rostro para besarlo con la única diferencia de que el beso envés de ser apasionado fue tierno y dulce, tratando de transmitir con ese simple pero bello acto la confianza necesaria para Kyu, lo que dio por lograda cuando su pequeño le rodeó el cuello con sus brazos queriendo más intensidad de su parte, lo que obtuvo sin protestas, pronto volvieron a lo mismo, al punto de partida de sus pasiones, devorándose con gula el uno al otro, explorando la cavidad bucal del otro esa que sólo ambos tenía el privilegio de conocer de cabo a rabo.

Sus piernas eran separadas más, dándole un estremecimiento por la brisa que seguía corriendo, y él estaba excitándose por sólo conocer lo que vendría, aunque no veía las acciones del mayor podía sentirlas en carne propia, quemándole la piel, pidiendo a gritos más, ¿ya dije qué es sensible? ¿Sí? Bueno~

Soltó un sensual gemido, ya está parecía actor porno, cuando algo, que conocía perfectamente, se adentró en su interior, primero la punta expandiendo todo a su alrededor seguido del cuerpo enteró, que para Kyu fue lento la penetración, sin considerar que sus dulces labios se encontraban, ahora, cerca al sentido auditivo de Yesung, soltó cuantos gemidos se deshiciera su boca, inconscientemente lo hacía pero para Yesung ya era el colmo, quería volverlo loco a propósito, lo que… empezaba a lograr.

Al estar dentro totalmente empezó a salir despacio y entrar entró con fuerza, provocando que ya este gritará, las extremidades del menor temblaban tratando de sostenerse de su amante, pero los espasmos que recibía cada vez que Yesung hacía aquello lo descolocaban, reprimirse sus desahogos no servía, el callarlos, no podía y tampoco quería.

Maldijo y a la misma vez bendijo el momento en que a Kyu se le dio por pronunciar su nombre, de forma sensual a su parecer, a cada gemido que dejaba escapar, ¡pero que tremendo! Si Kyu quería volver loco a Yesung lo estaba logrando y con creces.

Al encontrar un ritmo mejor ahora Yesung entraba y salía con facilidad, chocando su pelvis con las nalgas del menor, todo se intensificaba, las embestidas, el nuevo beso, los tocamientos, las respiraciones, los gemidos de ambos, todo, hasta podía decirse que el ambiente se volvió tórrido.


- ¡Hyung!… -Gimió- … p-peleemos más s-seguido –Logró pronunciar Kyu-


- ¡¿Qué?! –Ello envés de ser una queja fue un grito de libertad, como dije todo se volvió intenso que ahora gritaban como animales-


- Así… -gimió ante la nueva penetración- follar… aah más –Dijo casi indescifrable pero igual de entendible-


- ¡Mocoso pervertido! –Gritó enterrándose de lleno en su orificio preferido-


Aquel acto hizo delirar a Kyu, pues su hyung cabezón había dado en el punto de sus delirios, aferró sus piernas a la cintura del mayor para que las penetraciones fueran más profundas y placenteras, lo que de inmediato hizo entender al mayor lo que su pequeño tramaba; le besó el cuello y de vez en cuando mordiéndolo dejándose marcas rojizas que no se borrarían tan fácilmente, así demostrándole a cualquiera que se atreviera a mirarle con intensiones nada buenas, que él ya tiene quien lo monte(?). Con su lengua humedeció esa región subiendo hasta su barbilla para por fin llegar a sus tan anhelados labios que a leguas se notaba, habían sido besados remuneradas veces, los lamió y disfruto de cada sonido que emanaba de ellos, y de nueva cuenta unió sus labios, esta vez para reprimir sus gemidos y que estos no lo volviesen en verdad loco.

Con una mano libre recorrió desde el pecho hasta abdomen y atrapar entre sus dedos el miembro desatendido y ansioso de Kyu con la finalidad de masturbarlo conforme daba sus estocadas, pronto la temperatura llego a su parte baja advirtiéndole que se correría en cualquier momento, algo que no sucedió con Kyu pues él ya se había venido hace instantes en la mano del mayor debido a los apretones y sacudidas que este había estado proporcionándole. Fueron segundos después en los que la esencia caliente de Yesung llenó por completo del interior, dio unas ultimas estocadas provocando que el espeso líquido se escurriera de la entrada de Kyu llegado a marchar las sábanas.

Finalmente salió de su interior con cuidado, le sonrió al agitado y cansado Kyuhyun que tenía enfrente, cogió unos pañuelos desechables que encontró en la mesita de noche del conejo, recordando comprarle unos nuevos y rápidamente pensó en ver la manera de recompensarle y al mismo tiempo disculparse por haber echado a Sungmin de su casa; y empezó a limpiar a su pequeño, su abdomen, el suyo también, y terminar por la parte mayor afectada, su orificio; le separo las piernas y comenzó su trabajo aunque no fue fácil ya que al menor contacto con esa región sensible Kyu soltaba un gemido, al acabar su dificultoso trabajo, se recostó al lado del menor, tomó unas sábanas limpias junto a la cabecera, cubriendo a ambos con esta, Giró a Kyu, recostándolo de costado al igual que él, el menor ya estaba durmiendo por lo que Yesung solo lo miraba, pasaron varios minutos después de ello.


– ¿Sigues despierto? –Dijo Kyu aun con los ojos cerrados-


– Sí


– ¿N-no vas a d-dormir? –En cuanto abrió los ojos, se ruborizó ligeramente pues los expresivos ojos color azabache del mayor lo observaban intimidadoramente, según él, lo que convelo a que ahora hablara tartamudeando-


– No –Su sonrisa se extendió- Te voy a admirar toda la noche –Susurró dulcemente-


– ¿P-por qué? –Sin darse cuenta el también susurraba; prefirió ver las sábanas o cualquier otra cosa a la mirada del mayor-


– Porque… -Notó la ansiosa espera de una respuesta de parte de Kyu, por lo que calló unos segundos- … Te amo –Dejó de susurrar, ahora su voz sonó grave-


– Ahmm, no puedo competir contra eso –Sonrió tal vez de manera dulce, pues Yesung ahora lo había pegado a su pecho, abrazándolo, cosa que hizo ruborizar a Kyu-  … Lo que dije de pelear seguido… e-era broma, no me gusta pelear y menos si es contigo


– Lo sé –Besó su frente- A mí tampoco me agrada… Y si te referías a lo de tener sexo más seguido, no tienes que pedirlo yo…


– ¡Sí, entendí! –Le interrumpió, la verdad era que le avergonzaba que supiera sus necesidades, se soltó del mayor y le dio la espalda, no quería que viera como se moría de vergüenza- Ay, que sueño tengo –Fingió bostezar- me dormiré ahora. –Fue lo que dijo cerrando los ojos-


Abrió sus ojos e inconscientemente la boca, signo de sorpresa, para luego sonreír, sin duda amaba a ese niño ¿Y cómo no hacerlo si actuaba tan adorable? no lo cambiaría por nada; lo rodeo con sus brazos la cintura de Kyu, apegándose a él, le susurró unos: “Buenas Noches, pequeño” para luego él también echarse a dormir


Y si se preguntan qué pasó con el KangMin, pues ellos también la pasaron bien, digamos que Sungmin obtuvo su venganza, y que el Yehyun lo descubrirá cuando vean su habitación. Al final todos felices y contentos.


FIN~~

lunes, enero 13, 2014

Por un minuto de ti [YeHyun] Cap. 3




Oh sí y sigo aquí, veo que este fic gusta mucho por lo que lo actualizo muy seguido, y por ello los capítulos que he publicado estan alcanzando a los que voy avanzando, pienso severamente en hacerles sufrir kkk... Y también dedicarme a terminar mis demás One-shot, que por cierto ya no publico uno :c ... Un día bombardearé el blog de muchos shot :D

Bueno, a leer~


Acto 3


- ¡Aléjate de Jongwoon! –Soltó de una-


Su vista era algo extraña, como si tratará de hacerse el fuerte, intentando intimidarlo, aunque se notaba que se esforzaba para que Kyuhyun creyera eso, en cuanto al otro asimilaba lo dice por la persona frente suya, ¿Una broma? Si no es eso entonces “¡¿Qué demonios es?!”


- ¿Perdón?... ¿Quién eres para decirme eso? ¡¿Quién eres para decidir algo como eso?! –Estaba perdiendo el control, siempre que se trataba de Hyung era así-  Además ni siquiera te conozco, no entiendo porque ese odio contra mí

- No tienes que entender nada, solo que te apartes de él… ¿Quedó claro?

- Er… -“¿Qué demonios le sucede?”- Mire yo, no tengo tiempo para jueguitos –“Contrólate Kyu”- … y si quieres saber si me alejaré de Yesung –“Oh no, otra vez”- ¡¿Por qué tendría que hacerlo?! –Le enfurecía que este le dijera cosas como estas ¿Qué le importa?- ¡No lo haré! –Y recién ayer decía lo contrario, que irónico-

- ¡Me gusta! Por eso no dejaré que juegues con él

- ¡¿Qué?! ¿Jugar? ¿De qué hablas? Yo no juego con él, es mi amigo no entiendo porque dices estas cosas

- Es claro que lo negarías…  -Dio media vuelta- Volveré a repetirlo para que lo tengas presente ¡Aléjate de él, es mío!


Y antes de poder reclamarle algo, este desapareció por arte de magia, quiso seguirlo para gritarle unas cuantas groserías pero cuando se encontró en el pasillo no había nadie, todo vacío sin pistas de alguien, era rápido ese enano.
Con rabia se encerró en su oficina, azotando la puerta tras de sí llamado la atención no solo de su secretaria sino también de los demás empleados que transitaban cerca de ahí.


- ¿Qué? ¿Alejarme? ¿Quién se cree para decirme eso a mí?... ¡¿Con que derecho?!


Era oficial, estaba irritado, botando espuma por la boca, cualquier persona que se le acerque definitivamente morirá en sus manos.
En esos momentos su secretaria se asoma por la puerta, de seguro para saber si se encontraba bien, pobre no sabe que si intenta hablarle terminara quemada por el fuego que lanza la boca del Maknae,


- Señor hay un recado para usted de parte de…

- ¡No me interesa! ¡Lárgate!

- Jefe, es que me dijo que era import…

- ¡No me importa si es el mismísimo papa solo déjame solo! –Dio un golpe al escritorio tan fuerte y estruendoso que ahuyento de una vez a la secretaria-

“Demonios estoy perdiendo los papeles por culpa de ese… -No recuerda su nombre- ¡ese enano!”
Contenía sus ganas de coger algún objeto y romperlo justo como quisiera hacer con ese enano ¿Cómo se atrevía a juzgarlo sin siquiera conocerlo? Sin duda era lo que más le irritaba –Era inevitable pensar en esa pelea- “¿Le gusta? Ja nunca te hará caso, ENANO” apretaba sus puños, reprimiendo sus impulsos de gritar, pero luego analizo lo que pensó… “Nunca te hará caso” –Una daga en el corazón dado a sí mismo- ¿Por qué siempre decía cosas de las que luego se arrepiente de decirlas? “Maldición” se cruzó de brazos odiaba ser lógico y saber que él mismo estaba en ese “Nunca”

Ahora más que enojado, estaba irritado y fastidiado consigo mismo por decir tonterías que son verdaderas.

Sin darse cuenta estaba hecho un manojo de emociones, unas positivas y otras negativas, primero se mentaliza para guardar distancia con Yesung y no seguir engañándose luego viene ese enano y le hace decir cosas que ayer no hubiera pensado decir, tal vez el saber que alguien pudiera quitarle a su Hyung hizo que quisiera quedarse a su lado con mucha más razón.
Saber que casi lo pierde lo volvió loco, un sabor amargo degustó por su boca, es casi lo mismo que sintió cuando tuvo que irse y… Alejarse de Yesung. Otra vez esa sensación tan frustrante, algo difícil de describir…


--♥--


 - ¡Tienes que tomarla! –Le acerca la cuchara-

- No quiero –Gira la cabeza rechazando tomar aquel contenido-

- Pues no me interesa si quieres o no, lo tomas sí o sí

- Sabe horrible… No lo tomaré –Se cruza de brazos-

- Ja, ahora la señorita “Ya soy grande” se reúsa a tomar medicina, porque le da asco… Sí que has madurado -Sarcasmo-

- Cállate -Avergonzada-

- Ok, no lo tomes… Muérete sola

- ¿Qué clase de padre le dice eso a su hija?

- Uno que no aguanta sus berrinches –En esos momentos suena el timbre- Yo iré a ver mientras tú, te tomas eso –Le advirtió-

Con cuidado y esquivando las cosas que se encontraba regadas por el suelo “Aish, debo limpiar…” llegó hasta la puerta, abriéndola y topándose con una sorpresa nada esperada.


- Presidente Kim ¿Qué hace aquí?

- ¿Cómo que, qué hago aquí? Vine a ver a mi nieta por supuesto… -Entró sin aviso- El secretario Kim (Ryeowook) me avisó del estado de Hiyori

- Es extraño verlo por aquí, nunca ha venido a mi casa –Se cruzó de brazos recargándose en la puerta-

- Bueno siempre hay una primera vez… -Hecho un ojo al lugar- Y por lo que veo no te va bien

- Si vino a criticar créame que no estoy de humor para escucharlo… -Siempre siendo tan irreverente- … pero si vino a ver a mi hija puede ir –Señalándole el lugar-

- Gracias –Como todo un caballero guardaba compostura aunque por dentro quiera asesinar al personaje frente suyo-


Y es que esa “rivalidad” si se puede decir, creció entre ellos por tener puntos de vista con una abismal diferencia, aunque antes no era así, pues si bien cuando Jongwoon entró a trabajar a aquella empresa se destacó muy bien llamando la atención de la cabeza principal, y tratándolo así como el hijo que nunca tuvo, tiempo después Jongwoon se enamoró de su única hija y el resto es historia, cabe decir que fue gracias al señor Kim quien le presentó a su hija y así tener asegurada una vida prospera, pero luego surgió lo de su muerte y todo se complicó…


- Sigue siendo el mismo… -Se disponía a subir cuando volvieron a tocar la puerta-


Sin más reparos se acercó a la puerta principal y abrir esta. Se sorprendió cuando vio a un joven unos años menor que él, agitado de seguro por correr, este tratando de recobrar su respiración, sonrió al reconocerlo, por lo menos las visitas no serán tan desagradables…


- ¿Acaso corriste una maratón? –Se burló al verlo lo rojo de su rostro-

- ¡N-no… te burles de mí, Jongwoon!

- Lo siento –Tratando de no burlase- Entra, Ryeowook –Ambos entraron- ¿Y a qué se debe tu visita?

- P-pues no tenía nada que hacer así que vine a verte… o sea a Hiyori -Nervioso-

- Que bien -Sonrió- pero debo advertirte que con ella ahora se encuentra su abuelo…

- ¿Qué? -Sobresalto- ¿El presidente?… pero él nunca… o sea es imposible, te detesta

- Lo sé, también no pude creerlo, pero al parecer se le ablando el corazón… eso o es que la vejez le afecta…

- Ah… hoy por fin vi a tu amigo de infancia

- ¿Kyu? –Se le iluminó el rostro- ¿De verdad?... -Suspiró- Que pena que no pude ir…

- Parece que estimas mucho a ese dongsaeng

- Es mi amigo desde hace mucho, por supuesto que lo quiero –Una sonrisa apareció en su rostro-

- Es lo que pensé –susurró para sí mismo-

- ¿Te parece si me ayudas a preparar algo? –Dijo el mayor sacándole de sus pensamientos-

- Esta bien -Sonrió-


Y así se dispusieron a preparar alguna meriendo y de pasó ordenar un poco el lugar, Ryeowook pensó que por su cada paso un catástrofe o algo parecido, pues habían cosas regadas por el piso, pensó que le presidente lo notó y tal vez se haya enojado con él por tener el lugar un desastre aunque no debería de exigir nada pues él no era precisamente un abuelo “preocupado” por su nieta, si bien la quería era raro verlo tomar la iniciativa para querer pasar un rato con ella, su conducta era algo extraña, podía cambiar de la noche a la mañana.


- Espero que me pagues –Dijo el menor mientras preparaba una merienda-

- ¿Eh? ¿Y por qué? –Decía en la sala-

- Me haces cocinar y luego limpiar tu casa, no soy tu sirviente –Hizo un puchero-


Esto ocasionó que el mayor soltará a reír, era cierto que se aprovechaba de la buena voluntad del menor, aunque eso no fue lo que en realidad le dio gracia sino el imaginarse la cara de frustración de su dongsaeng


- Lamento esto, pero ya pensaré en cómo pagártelo ¿De acuerdo? -Dijo-

- Sí solo me tuvieras en el pedestal que tienes a ese dongsaeng tuyo -Dijo en un susurró para sí- … Sería la mejor paga…

- ¿Dijiste algo? –Dijo detrás de él-

- ¡Ah! –Dio un saltó- ¿Qué haces? –Sus latidos se aceleraron al igual que la idea de pensar que haya escuchado algo- Casi me matas del susto… -Dijo con obvio nerviosismo-

- Lo siento, una mala costumbre que tengo… Pero ¿Dijiste algo?

- N-no… -Al parecer no había escuchado nada, mejor así- pero ¿Qué haces aquí, no deberías limpiar?

- Es lo que estaba haciendo pero luego recordé que tenía por algún lado de la cocina un aromatizante –Dijo para luego acercase a uno de los cajones de un mueble- Aquí esta –Dijo sonriente de haberlo hallado- Bueno me voy a seguir…. Por cierto, ¿No se está quemando eso? –Señalo lo que el menor estaba sofriendo-


De inmediato Ryeowook cayó en cuenta de lo que preparaba dándose cuenta que era verdad lo que el mayor le decía, así que apagó la estufa, también pensó que la culpa la tenía su Hyung por ser imprudente, aunque también parte de culpa tenía en todo esto pues lo más seguro es que se haya quedado mirando los movimientos que hacia este, algo que de seguro lo notó el mayor


Luego de lo ocurrido los presentes en aquella casa se dispusieron a comer lo preparado, después de todo Yesung no era descortés con el presidente, aunque no esperaba que este sí lo fuera, pues dijo que no podía quedarse más tiempo y así se fue, no obstante antes irse notó que Ryeowook se encontraba ahí, pero no dijo más, solo se fue.


Gracias a su salido el ambiente en el lugar dejó de ser tensó, por lo poco que sabía Ryeowook su jefe detestaba a su hyung aunque no sabía la verdadera razón cada vez que esos dos se juntaban nada buena podía salir, pues ese desprecio era mutuo, por eso refería alejarse de esos dos, a lo que conlleva el hecho de no preguntarle a su hyung del porque esa antipatía de parte de ambos, algo debió haber paso para ser así, pues sabía por boca de los demás empleados en la empresa que esos dos no siempre fueron así, pero que con el tiempo se convirtieron en lo que ahora son, ni modo…


Luego de aquello Yesung subió junto con Ryeowook, claro con comida para la niña, encontrándola con mejor aspecto, aunque eso no le quitaba que emitía un aura de enfermo.


- ¿Ryeowook-shi? –Dijo ella al verlo recién en su casa-

- Ah, es verdad vino a ver como estabas –Dijo Yesung acercándose a ella y con el dorso de su mano medirle la temperatura- Bajo la fiebre, pero aún tienes el rostro rojo… -Miró en la mesa de noche del al lado- Ah, tomaste la medicina –“Por lo menos algo bueno hizo ese vejete”-

- El abuelo me dijo que lo hiciera y a cambio me llevaría un día al zoológico

- ¿¡Te soborno!?

- No es soborno, solo llamó mi atención materialistamente

- Ah, p-pero no veo mal que paseé con el presidente Kim ¿no?... Después de todo es su abuelo –Intervino Ryeowook-

- Puede… pero de esa manera no… Y tú come sino no mejorarás… -Dejó la bandeja en su regazo-

- Ah, yo iré alimentar a Kkoming –Dijo para luego bajar a la cocina-

- Creo que yo también iré –Dijo Yesung-


Se dispuso a irse, mas un agarre en su suéter lo detuvo, girando inmediatamente a ver a la pequeña, quien tenía el rostro suplicante ante algo.


- Él… ¿Vendrá a verme? –Dijo con decepción anticipada de no ser así-


Yesung le quedó mirando sin darle una respuesta, en realidad al igual que ella lo quería a su lado, pero si no era conveniente para él, no podía forzarlo, aunque pensando en que esa reunión ya terminó pues concluyó eso al tener a Ryeowook presente, lo más probable que él este libre, sin embargo pensando en todas esas veces que le pidió reunirse lo más probable es que tenga trabajo acumulado por su causa…


- Lo llamaré –Le sonrió para que dejará ese aura triste- No te preocupes

- Entonces… No soy su prioridad

- Lo dudó, lo más seguro es que en estos momentos esté haciendo lo posible para venir a verte… Aunque no lo parezca, Kyuhyun es muy obstinado en lo que se propone, por eso te repito… no te preocupes


No sabía si estaba bien mentirle así a una niña, pero por lo menos en este momento dejará de inquietarse, pues lo más importante es que se mejore.


--♥--


“No, definitivamente ¡No! Este no ha sido tu mejor día, Kyuhyun” pensaba para sí, mientras que sus brazos estirados encima del escritorio sostenían su cabeza, a simple vista se notaba el cansancio que de su cuerpo emanaba.

Luego de tener una serie de trabajos pendientes que hacer terminando incomprensiblemente con todos, ahora se encontraba muriendo en lo que parecía ser un escritorio pues fácilmente se podía confundir con una mesa llena de papeles parecidos a unos rascacielos.


“A todo esto… No sé ni qué hora es” pensó recobrando algo de vitalidad para continuar, solo para irse a su casa a descansar, metió su mano al bolsillo buscando su celular y ahora que lo pensaba era extraño que ese conejo no le haya timbrado en todo el transcurso del día “Tal vez se cansó de ser tan entrometido” una buena causa y en cierto punto beneficiosa para su persona; se llevó una gran sorpresa al no encontrarlo, por lo que miró su escritorio, pensando inmediatamente que lo más seguro es que este revuelto entre tanto papel, y sin pensarlo más dio caso perdido buscarlo “Tal vez me compré otro” Sí, un pensamiento inmaduro pero justificable ante el agotamiento que tenía.


Y así se dispuso a marcharse, tomó sus pertenencias y demás, salió de su oficina, suspirando en el transcurso pues así como al principio del día, era un hecho que para tener que irse tendría que pasar por pasillos y encontrarse con los demás empleados y que estos le digan “Hasta luego, señor” y sinceramente no tenía humor para fingir una sonrisa, hasta el rostro le dolía.

- D-disculpe, señor –Esa voz detuvo la marcha de Kyuhyun-

- ¿Qué? –Dijo sin muchas ganas de saber qué era lo que quería su secretaria-

- ¿Y-ya se va?

- Sí, ¿No es obvio? –“Definitivamente contrataré a alguien más”- ¿Por qué, hay algún asunto pendiente? Si es así, mañana lo veré porque no tengo ganas para nada

- Ah no es eso, s-señor –Denotando nerviosismo… Y ¿quién no? Es más todos le temían a Kyuhyun- E-es solo que en la mañana y hasta hace poco lo llamaban de su celular

- ¿Llamar?... ¿Cómo sabes eso?

- Usted dejó su celular a mi cuidado ¿No lo recuerda? Me dijo que lo tuviera para que no lo interrumpieran en la reunión…

- Eso fue hace mucho… ¿por qué no me lo devolvió?

- Es porque después de eso no quiso que nadie lo interrumpiera… -Se lo devuelve- Por eso temía por mi vida…

- No eres tan tonta después de todo –Sí, Kyuhyun sabía que podía pasar eso-

- Ah y también alguien llamó, me pidió que le dejara un recado… -Decía mientras Kyuhyun revisaba las llamadas perdidas que tenía-

- ¿Q-qué dijo? –Ya sospechaba quien podría ser-

- Dijo que alguien llamada Hiyori quería verlo al parecer esta se encuentra enferma… Ah no solo llamó una vez sino cuatro –Se le dibujó una sonrisa a ella- Ah~ Que voz tiene, es como un sueño –Se le iluminaron los ojos-

- ¡Eh! Deja de fantasear –Fijo sus ojos en ella-

- Jefe ¿Es un amigo suyo? –Asiente algo perturbado por el rostro estúpido que traía ella- Ah~ jefe ¿es soltero?

- ¡Hey! ¿Para qué quieres saber eso? –“¿Cómo si fuera a decirte?”-

- Me gustaría conocerlo, debe ser igual de atractivo que su voz, Kyaa~ -Ignorando completamente a Kyuhyun-

- ¡No te ilusiones! Por el hecho de que sea viudo no significa que esté buscando pareja ahora

- ¿En serio? Eso quiere decir que está disponible, Kyaa~

- ¡¿Eres tonta o qué?! ¿Qué parte de “No busca pareja por ahora” no entendiste?

- Ah, jefe diciendo esas cosas hasta parece que no quiere que nadie se le acerque… Eso es ser celoso

- ¡Deja de hablar estupideces! –Se sonrojó por lo que agacho la mirada para que no lo notará- Solo digo la verdad… Y quita esa cara de trastornada que tienes, me voy.

- Yo solo decía –Si bien tenía su lado amable y conservador a veces se le olvidaba esa faceta solo para fastidiar algo a su jefe ¿Por algo no fue elegida por su padre para controlar a su hijo?- Ahh todo lo que tengo que hacer solo por dinero… -Dijo cuándo el menor no se había marchado- Aunque no puedo quejarme, ver esa expresión es tan satisfactorio como la voz de ese hombre… -Sonrió al recordar la escena de celos que le armaba su jefe- Se nota que hay algo ahí y no es precisamente “Amistad”, me lo dice mi sentido femenino


Mientras tanto a las afueras del edificio


- ¡¿Está loca?! ¡Vieja desesperada! –Por el hecho de ser mayor que él- ¿Cree que dejaré que eso pasé? ¡Ni muerto!... ¡Yesung es mío! –Detuvo su marcha al tomar en cuenta lo dicho-


“B-bueno… No de esa forma, sino que… es solo… alguien que quiero conservar en mi vida…”


Anteriormente Kyuhyun ha conocido a muchas personas de las cuales les prometieron ser amigos pero solo con el tiempo se notaron los verdaderos “amigos” que este tiene, claro el resultado se puede decir solo con los dedos de una mano, y cuando dejó a su Hyung, muy aparte de las razones que haya tenido para hacerlo, sintió un vacío no solo en su pecho sino en su ser, pues a él lo considera una persona que le dio su apoyo cuando más lo necesitaba, alguien que le demostró que en la vida existen personas amables, debe ser por eso que el primer amor de Kyuhyun fue precisamente su Hyung, y aunque haya tenido otras relaciones y salido con personas diferentes, en el tiempo que estuvo lejos de él, aun lo sigue queriendo como siempre y eso no ha cambiado solo que ahora que está acerca a él lo ha estado ocultando por obvias razones. Es por eso que no es adecuado decirle sus sentimientos pues eso podría traer consigo un rechazo del cual no está preparado para recibir, aun si es como un simple amigo quiere a Yesung a su lado y conservarlo siempre

“… Aun si es como amigos…”



Cerró los ojos con fuerza y movió su cabeza intentando infantilmente quitar esas ideas de su mente, y aunque lo logrará ¿Podrá hacerlo si vuelven a parecer? Bueno hacer eso cada que tiene ese tipo de pensamientos no era adecuado, y más si se trataba de él.


Sin darle más vueltas al asunto, subió a su auto, si antes el cansancio salía de sus poros ahora no… más bien la ansiedad se apoderaba de él



“Es solo por ella, Hiyori ¿Entiendes? ¡Corazón Babo!... Deja de latir así, sino en verdad pensaré que… hyung es la única razón por la que lates así”



Continuará~