jueves, enero 02, 2014

Me without you Cap. 5


Aquí vengo con el capítulo cinco de esta primera adaptación :3 y pronto publicaré una nueva adaptación Mpreg, esperenla y disfruten de este capítulo :3



Se tardó en dejar algún programa en definitivo, incluso carcajeaba solo ante sus 
indecisiones, mientras yo… trataba de ubicar toda mi atención en él, en medio de una lucha contra el dolor punzante que se generaba en mi cien, cual parecía expandirse por todo mi cráneo.

Estaba concentrado en la serie animada que pasaban por un canal educativo sobre tortugas y creí que había despojado toda clase de atención en mí, por lo que en el momento en que el dolor atacó intensamente mi cabeza, tuve la posibilidad se apretar mis ojos y quejarme a través de muecas.

— ¿Estás bien? —Susurró cuando menos lo esperaba. Había estado carcajeando hacía ya bastante rato. Abrí mis ojos mecánicamente al sentir su melodiosa voz y atiné a sonreír mientras creaba alguna vaga respuesta.-

— Si —Suspiré e intenté no quejarme cuando mis palabras retumbaron con pensar dentro de mi cabeza.

— ¿Seguro? Te noto inquieto desde hace unos minutos atrás —Se acomodó de lado y apoyó su rostro en la palma de su mano.

— No insistas, estoy bien —Cerré los ojos y me acurruqué en su pecho— tengo un poco de sueño —El perfume impregnado en toda la zona de su cuello, de a poco comenzaba a surtir su efecto y sorprendentemente llegaba a ser un natural calmante. Lo sentí carcajear y deshizo su posición para luego rodear mi cuello con uno de sus brazos y ayudar a que cayera en un profundo sueño.

Mi cuerpo, a los pocos segundos, se sentía liviano, casi podía llegar a creer que caía suave como una pluma por los aires. Bastante extraña sensación… la cual se desvanecía con lentitud y algo nuevo se apoderaba de mi cuerpo. Calor.

Me ahogaba en medio del sueño, del cual parecía imposible despertar. Mi respiración se agitaba constantemente bajo el ardiente fuego que recorría con velocidad mi cuerpo y la horrenda desesperación provocaba de a poco un nudo tormentoso nudo en mi garganta.

Mis ojos se abrieron de par en par y aún ahogado me senté de golpe en la cama para recuperar aire.

— Kyuhyun… —Sentí la voz preocupada de mi novio detrás de mí.

Antes de prestarle atención, me dediqué a recuperar todo el aire perdido en la pesadilla y al momento, en que todo el calor, que aún quedaba disperso por mi cuerpo, se transformó en un frío tajante. Dejé caer mi cuerpo adolorido en el colchón y con suma rapidez tomé las frazadas para cubrir mi cuerpo, cual experimentaba una serie de horribles sensaciones.

Con dificultad pude observar a Jongwoon, que se encontraba arrodillado en el suelo, y apoyado de antebrazos en un borde de la cama

— Tuve una pesadilla… ¿Por qué hace tanto frio? —Me quejé con la voz débil. Incluso, hasta mi garganta parecía estar afectada. ¿Qué diablos era lo que estaba sucediendo?-

— Tienes fiebre, Kyuhyun —Clavó sus ojos en los míos, seguramente de forma acusadora. Seguiría insistiendo en lo del resfriado.-

— No es cierto —Me defendí y para demostrarle que no estaba en lo cierto, estiré 
valientemente las sábanas hacia atrás, dejando que el hielo cortara mi piel.

Bufó y de un salto se puso de pie, tomó las sábanas y volvió a cubrir mi cuerpo, que 
de a poco, comenzaba a tiritar

— Ya deja de fingir que estás bien —Sentí el ardor de sus palabras. Estaba enojado.
Sin decir más y dejándome con las palabras en la boca, palabras con las cuales seguiría negando, se acercó hasta el velador. Había una toalla y un recipiente de metal brillante con un poco de agua. Supuse que era lo que pasaba y decidí acotar a su nuevo reglamento.-

Relajé mi cuerpo en el acolchado y me dediqué a esperar que la toalla húmeda se reposara en mi frente, con la tarea de bajar la temperatura en exceso.

— No seas testarudo —Acomodó el paño en mi frente y me estremecí al sentir una gota de agua resbalar por mi cien— quizás ahora tu resfriado empeore, pero como dices negro, cuando digo blanco, tendrás que obedecer todo lo que te diga, no quiero reclamos ¿Entendido? —Sabía muy bien que estaba molesto… y lo entendía. Solía ser muy orgulloso y debía de dejar aquel defecto a un lado.-

— Lo lamento —Susurré y cerré los ojos, dejándome vencer por la debilidad en que mi 
anatomía permanecía.-

— Es enserio, Kyuhyun, no quiero que esto empeore. Solo quiero que sea un simple 
resfriado y que mañana o pasado, podamos a salir a jugar por ahí —Sonrió risueño, dejando el mal genio de lado.-

— Está bien —Musité sin abrir mis ojos, la luz brillante de la habitación me incomodaba 
y hacía que mi cabeza quisiera explotar. Luego de un largo e interminable, pero dulce,
silencio, sentí su apacible voz.-

— Te amo —Musitó cerca de mí. Besó mi mejilla y se acomodó a mi lado.-

— Igual yo —Susurré sin ánimos y me acomodé para volver a caer en un sueño.-


Pasó una semana desde que la fiebre se había hecho presente en mi cuerpo y al parecer, no tenía ni las más mínimas intenciones en despedirse de él.

— Esto ya es demasiado —La preocupación se le notaba por todos lados, su forma de 
actuar, de mirar de hablar.

— Jongwoon, me ha sucedido veces anteriores y es igual —Mentira, pero debía hacer algo para tranquilizarlo.-

— Me preocupas —Sentí como me tomaba en brazos y me dejaba en un sillón que había traído hasta la habitación, así podría cambiar sábanas y hacer el aseo que cualquier madre haría por su hijo.-

— Tranquilo —Mi voz débil, no hacía más que empeorar la situación y lograba que Jongwoon se quejara de tan solo verme.-

— No estoy tranquilo, Kyuhyun. No me queda otra opción que llamar a un médico. No
es lindo verte así como estás, necesito que te recuperes —Su voz se aceleraba de a poco y terminaba ahogándose en sus palabras. Mis ojos se abrieron como platos al escuchar que planeaba llamar a un médico. No era buena idea, podría hacer que nos descubrieran.-


— No… no es lo mejor que podrías hacer —Comenté mientras luchaba arduamente para mantener mis ojos abiertos.-

— ¿Y qué es lo mejor que podría hacer? ¿Quedarme de brazos cruzamos, mientras tu
resfriado aumenta? Estás loco si crees que no haré nada al respecto —Se adelantó a decir, antes de que yo prosiguiera negándome a su ayuda.-

— Jongwoon, sabes muy bien que… pueden llegar a descubrirnos —Me quejé dejando que mis párpados se cerraran. Era inútil hacer un esfuerzo más.-

— Es solo un doctor, no puede hacer mucho Jongwoon —Mi cuerpo, a pesar de lo débil que estaba, dio un salto al sentir repentinamente las heladas manos de Donghae sobre las mías.-

Abrí mis ojos y ahí estaba, arrodillado frente a mí, con los ojos brillantes y expectantes, 
esperando alguna respuesta positiva de mi parte.

— Los doctores pueden hacer mucho —Argumenté sin sentido. Temía que Jongwoon saliera vencedor del debate, mi estado provocaba un pobre uso de diccionario y no tenía las palabras adecuadas para rebatir.-

— No, no pueden. Kyuhyun, ya deja de ser testarudo y hazme caso de una vez por 
todas. —Su voz terminó por hacer eco en la habitación y a los segundos sentí sus labios en mi frente, depositando un cálido beso.

— Esperemos unos días más y… —Me acomodé para mirarlo a gusto— si el resfriado se mantiene igual, te prometo que yo misma llamo a un médico —Suspiré y cerré nuevamente los ojos.

No dijo nada. Al parecer prefería eso a que seguir insistiendo para nada.
Acarició mi cabello y me tomó, como una pluma, en brazos para llevarme de vuelta a la cama y abrigarme bajo las brazadas

Cinco días pasaron exactamente y seguía en el mismo estado deplorable ¿Qué era lo que sucedía conmigo? Ya debía de estar de buena salud, cantando y saltando por el hermoso campo.

Algo andaba mal.
Suspiré agotado de la fiebre admirando el hermoso día que se translucía a través del visillo limpio colgado en la ventana, parecía ser una burla.

— ¿Cuántos días mas quieres esperar, Kyuhyun? —Una helada voz apareció en la 
habitación. Estaba molesto. Giré mi cabeza con cuidado y fijé mis ojos débiles en los suyos enfadados.- ¿Quieres esperar a que te pase algo realmente grave? ¿No es cierto? —Seguía hablando en el mismo tono frío, cruzado de brazos y piernas, apoyado en el umbral de la puerta.-

— Jongwoon… ya estoy mejor —Susurré. Mi garganta ardía.-

— Que mentiroso eres… —Negó con la cabeza en desaprobación y desvió sus ojos de 
los míos para fijarlos, como punto final, en el suelo.

El silencio que nos rodeaba era tenso y no había muchas opciones. Debía de aceptar la visita de un médico

— ¿Sabes? —Interrumpió el silencio, con la misma voz seca y amarga que traía desde 
que se había levantado— ya no seguiré haciéndote caso, llamaré a un doctor ahora mismo —Suspiró con pesadez y caminó con paso firme hasta el teléfono que yacía quieto y polvoriento en un mueble antiguo.-

— ¡Jongwoon! —Gemí apretando los ojos. ¡No quería un médico!-

— Ya basta Kyuhyun —Musitó sin importancia mientras marcaba un número— tienes suerte de tener un novio que conozca al mejor médico aquí.

Bufé con dificultad y me volteé en la cama. Aunque darle la espalda no le detendría, era una manera de hacerle saber que estaba enfadada con él.

— No me interesa que te enfades conmigo, pequeño —Que tramposo, a pesar de que lo decía con sarcasmo, sonaba totalmente sensual para mis oídos, aún más cuando agregaba la palabra “Pequeño” — Créeme que a mí, en estos momentos, me interesa que te mejores pronto y que luego salgamos a caminar, tomados de la mano y quien sabe por ahí si te doy una sorpresa, tu sabes —Sentía el tono travieso que empleaba y a decir verdad, le resultaba.

Me giré de un salto, sin pensar en la terrible molestia que causaban las sábanas y la ropa sobre mi piel.

— ¿Qué quieres decir con eso? —Arqueé una ceja al verlo con una sonrisa juguetona en los labios, mientras sostenía el teléfono en su oreja izquierda.-

— No lo sé, tú sabes —Me guiñó un ojo y suspiró.

Okey, me convenía que me curara pronto de este apestoso resfriado.
Sonreí y dejé que mi cuerpo debilitado, descansara tranquilo en el colchón. Carcajeó y supe que debí de haberle hecho entender que me rendía.

Las risas cesaron y entendí que habían atendido la llamada.

— ¿Doctor Lee? —Preguntó y me dio la espalda— Habla con Kim Jongwoon… necesito una atención urgente, me gustaría saber cuándo está usted disponible… ¿Esta misma tarde?  —Maldición— ¡Perfecto!... sí, si, como a las cuatro estaría bien… —Terminó por darle la dirección y unas muy afectuosas gracias. Se volteó de un salto y colgó la llamada.-

— Ya se, viene a las cuatro —Rodé mis ojos y suspiré abatido.-

— Si, te recomendará algunos medicamentos y eso es todo. Soy un completo estúpido  al haberte obedecido y no haber llamado antes —Carcajeó y golpeó suavemente su frente con su mano derecha.-

— Es que tengo un gran poder sobre ti y las cosas se hacen como yo digo —Suspiré con una sonrisa en los labios.-

— Quizás —Carcajeo y en segundos nos quedamos en silencio, mirándonos directamente a los ojos. Mordió su labio inferior y sonrió— creo que comienzo a desesperarme, extraño devorar tus labios —Musitó-

Sonreí débil. Era cierto, desde que el resfriado había comenzado, habíamos quedado en no tener mucho contacto físico… después de todo, no queríamos terminar los dos resfriados, siendo dos personas inútiles en una cama.

— Creo que… necesito a ese médico ahora mismo —Carcajeé. Rio y se acercó, midió mi temperatura y sin más remedio, terminó por posar una fría toalla húmeda en mi frente.-


El reloj que colgaba en una de las paredes de la habitación, marcó la hora exacta en la que el médico dijo que se presentaría… y con una sorprendente puntualidad, unos cuantos golpes en la puerta principal, hicieron eco por toda la casa de madera.

— Debe ser él —Jongwoon saltó de un golpe y sin más que decir, salió disparado de la 
habitación. Mientras esperaba la aparición de mi novio junto al profesional, resé en todos los idiomas, rogando a que no fuese nada grave y no me viera obligado a regresar a la ciudad.

— Kyuhyun, el doctor Lee ya está aquí —Anunció la suave voz de Jongwoon-

Abrí mis ojos y con lentitud me fui acomodando en el acolchado hasta quedar apoyado en el respaldo. Ahí estaba. Un hombre alto y maceteado, de tez morena pálida y con una escasa barba blanca… al igual que su cabello

— Buenos días —Musité seria. Su aspecto me daba escalofríos.-

— Buenos días —Sonrió y dejó salir ese aspecto que todos los doctores ocultaban,
ternura. Tomó una silla y se acercó hasta sentarse a mi lado. Posó el maletín sobre la 
cama y sacó todo tipo de instrumento que necesitaría-

Luego de una corta revisión, retiró el estetoscopio de sus oídos y los volvió a guardar 
en el maletín. De este mismo, sacó una cajita rectangular y la dejó en el velador junto a un gotario.

— Y… ¿Qué es lo que tiene? —Cuestionó Jongwoon al notar que el trabajo del hombre ya había finalizado.-

— Es solo un simple resfriado —Se puso de pie, mientras yo clavé mis ojos asesinos en los de Jongwoon. ¡Había sido para nada! —Pero hicieron bien en llamarme, es un resfrío común, pero que debe ser tratado —Me sonrió victorioso. Okey, si tenía razón— este jarabe ira regulando su estado, en un par de días te recuperarás —Me sonrió con ánimo.-

— Muchas gracias —Sonrió estirándole una mano, la cual el doctor aceptó gustoso.-

— Una duda —Musitó antes de retirarse de la habitación— ¿Dónde están sus padres? Por  lo que veo, llevas con fiebre varios días… —Me miró con extrañeza y sentí latir a mi
corazón con fuerza. Eso se llamaba nerviosismo-


Miré a Donghae con nerviosismo y tragué saliva esperando a que algo alumbrara en mi cabeza.


— Salieron… —Solté la primera palabra coherente que se me vino a la mente— salieron, ellos… se fueron de vacaciones por unos días —Era buen actor, debía de hacerle creer con una simple sonrisa.-

Aun así, después de haber parecido la chica más honesta del mundo, me miró desconfiado.

— ¿Salieron? Pareciera que no están seguros de aquello —Clavó una mirada acusadora en mí y por inercia temblé. ¿Por qué nos cuestionaba? Ese tipo de cosas no eran su incumbencia.-

— ¿Cómo no podríamos estar seguros? Son nuestros padres… ¿Qué hay de extraño en que salgan de viaje en vacaciones de verano? —Tomé el valor necesario para enfrentarlo. Con eso debía de callarse. Se quedó en silencio y giró sobre sus talones para mirar a Jongwoon, quien se encontraba serio, seguramente ayudándome con el teatro.-

— Si usted tiene desconfianza, podría llamarlos, no hay problema —Soltó tal como si
estuviera molesto. No sabía que se traía entre manos, pero me sonó a Su madre. Mantuvo el silencio, me miró una vez más y suspiró.-

— No, no tienen para que llamarlos… —Se encogió de hombros y me sonrió amistoso—  después de todo… están de vacaciones —Volvió a sonreír con inocencia. No sé cuál era la razón de que me causara tanta desconfianza.- Cuídate Kyuhyun y recuerda beber el jarabe dos veces al día, una en la mañana y otra en la noche. Son 15 gotas —Con la última sonrisa agitó una mano con lentitud y salió de la habitación.-

Jongwoon salió caminando detrás de él y apenas escuché la puerta principal abrirse, corrí hacia la ventana para observar que era lo que sucedía.

Los vi conversar y durante la corta charla el rostro de Jongwoon se ponía cada vez más serio y frío. No era una buena señal… más terminaron por despedirte con un apretón de manos y sonrisas.

Jongwoon se quedó de brazos cruzados en el portal de la casa, seguramente con la excusa de ver partir al médico, más yo estaba seguro de que aprovechaba de refrescarse de la suave y tibia brisa que aparentaba estar en el día de hoy. Después de todo… la mayoría de los días se había quedado a mi lado atendiendo mi resfriado.

El doctor Lee se subió a su lujoso auto negro y emprendió viaje por la ruta de arena
seca que se hundía bajo los verdes árboles al frente de la casa.

Sin nada más, volví a la cama y aproveché de humedecer una vez más la toalla para dejarla reposar en mi frente ardiendo.

Los pasos de Jongwoon se escuchaban pesados en la escalera y en segundos apareció en la habitación con el rostro marcado por la preocupación.

— ¿Sucede algo? Tienes una cara terrible —Carcajeé acomodándome en la cama.-

— Y tú deberías tenerla también —Me miró afligido— tiene sospechas, Kyu.

Dejé los ánimos a un lado y esperé a que el silencio inundara la habitación.

— Lo sé —Musité frío— ¿Te dijo algo más? Pensé que luego de nuestro teatro debería 
de habérselo tragado todo —Volví a sentarme en la cama, para así tomar un aspecto.-

— También lo creí, pero… mencionó algo sobre nuestro escape, Kyu —Sentí como 
vibraba su voz y mi corazón se detuvo ante el miedo.-

— ¿Qué… que quieres decir con eso? —Susurré con la voz cortada. Sabía que algo no andaba bien.-

— No lo dijo tan concretamente —Se sentó a los pies de la cama— pero quiso mencionar algo, sobre una pareja de aquí, alrededor de los 17 años, que se habría escapado, somos nosotros —Musitó serio y clavó sus ojos con los míos.-

— Te dije que era una pésima idea llamarlo —Dejé que se me escapara ese tono enrabiado  que pocas veces solía usar.-

— ¡¿Y que querías que hiciera?! ¿Qué terminaras con algún problema grave? ¿Acaso 
no sabes que la fiebre es peligrosa incluso mortal? —Su tono de voz comenzaba a elevarse. Por cierto lado tenía la razón y yo por otro… también.-

— Pero Jongwoon —Me quejé con debilidad y sentí mis ojos empañarse sin sentido— Ahora nos van a describir… esto no tiene nada de bueno —Sollocé.-

— Prefiero ir mil veces a la cárcel, antes de que te suceda algo —Me miró tal como 
si tuviera rencor, pero sabía muy bien que no era nada más que rabia y frustración.-

— ¡No digas estupideces! —Grité. Sí, grité— ¡Era solo un estúpido resfriado! ¡Nada grave podría haberme sucedido!

— ¡Claro que sí! —Se puso de pie de un salto y me miró enojado— ¿Acaso no escuchaste al médico? ¡Podría haberse convertido en algo serio!

Esto era increíble. Nunca nos habíamos peleado y nunca estuvo en mis planes, ni mucho menos con gritos… ¡Ya ahora estábamos discutiendo por una estúpida razón!

— Ya cállate, tú no tienes idea —Gemí y dejé caer mi cuerpo en el colchón. Era mejor
dormir y dejar que todo fluyera como debía de ser.

— Créeme que se mucho, Kyuhyun —El nivel de su voz había bajado, más aún así sentía su enojo correr en ella— iré por… —Suspiró— iré a tomar algo de aire afuera, si necesitas algo… solo golpea la ventana.

Un silencio frío y desolador se apoderó de la habitación y al segundo me di cuenta de que ya estaba solo.

Me quedé despierto todo el rato, analizando la situación en la que nos encontrábamos. Seguía pensando lo mismo “Las cosas no van por buen camino” y no hay nada más que hacer…

Un completo extraño, que ya estaba al tanto sobre el escape de dos jóvenes, sabía nuestra localización y eso nos jugaba en contra. Ahora solo nos quedaba rogar que se quedara en silencio. Me dediqué a mirar mi celular apagado, que descansaba en el velador. Cuantas llamadas pérdidas debería de tener, cuantos mensajes y notas ahogadas, esperando a que dé señales de vida, pero no… no iba a contestar, no iba a darles una esperanza. Todo esto era culpa de esas dos personas que me criaron en un mundo lleno de codicia y ambición, frías sin sentimientos y sin saber lo que era amar.

Limpié enseguida una lágrima que se deslizaba por mi nariz, era inútil llorar por un mundo tan frívolo como en el que vivía y a decir verdad, mes sentía completamente llena viviendo junto a Jongwoon.

Estaba atestado y me sentía inútil. Los días pasaban y yo seguía con el cuerpo pegado a la cama, pero aún así… el remedio parecía causar efecto y mis ánimos y síntomas mejoraban notoriamente.

Era día jueves por la mañana y el sol brillaba con toda su intensidad. Mi cuerpo estaba inquieto bajo las sábanas, rogando salir de aquella habitación. Sensación la cual no había experimentado desde que la fiebre se había apoderado de mí.

Medí mi temperatura y al parecer se encontraba normal. ¡Genial!

De un salto, me puse de pie y busqué ropa en el placard. Sabía que tampoco podría andar desabrigada por la vida, así que un jeans y una polera de mangas tres cuartos estaría a la perfección.

Aproveché el hecho de que Donghae estuviera Jugando Basquet en el jardín Trasero y corrí hacia el baño para darme una corta ducha. Sequé mi cabello y cara, dejándolo despejado de cualquier síntoma de resfriado. Ya parecía como nuevo, sin ojeras, sin la voz ronca y sin que mi cuerpo se quejara con cada roce de la ropa.

Corrí por las escaleras y salí con desesperación de la casa. ¡Aire! Por fin.
En silencio, caminé hacia mi novio y le di una gran sorpresa al abrazarlo por la espalda.

Como era de esperar, dio un salto y dejó caer la pelota por entre las plantas.

— ¡Kyuhyun! —Se volteó y sonrió entre un suspiro— ¿Qué hace usted aquí mocoso? —Sonrió con los ojos brillantes.-

— ¿Qué no ves? Me siento de maravilla el día de hoy —Rodeé su cuello con mis brazos y lo miré a los ojos. Habíamos dejado de hacer eso hace tiempo.-

— Eso parece… luces espléndido —Sonrió posando sus cálidas manos en mi cintura.

— Dios… —Cerré mis ojos dejando que el suave y tibio viento tocara mi piel y me hiciera sentir vivo nuevamente— extrañaba el aire limpio —Carcajeé y abrí mis ojos para encontrarme con los suyos.-

— Y yo extrañaba poder verte tan animado como el día de hoy. El jarabe que te dieron es muy efectivo —Sonrió y besó mi mejilla.-

— ¿Solo un beso en la mejilla y nada mas? Esperaba algo más apasionado —Enarqué una ceja y alejé mis brazos de él para poder cruzarlos sobre mi vientre. Sonrió y tomó mi rostro entre sus manos. Con una lentitud impresionantemente tortuosa, acercó sus labios a los míos.


Se podría decir que me estremecí por completo al sentir la suave piel de sus labios hacer un mínimo contacto con los míos. Ese cosquilleo en mi vientre apareció nuevamente y me desesperé por completo, necesitaba sus dulces labios, ese jugo acaramelado que solía entregarme en cada beso, pero no, preferí permanecer quieta y esperar a que él terminara la tarea

Suspiré sonoramente sobre sus labios y finalmente, los suyos hicieron presión en los míos 
con suma delicadeza y ternura. Fueron creando un ritmo lento, calmado, apacible y hermoso 
en verdad.

lunes, diciembre 30, 2013

Me without you Cap. 4

Hoy les vengo con el sgte capítulo de mi primera adaptación :3 
A leer~


 Creo… creo tener… una idea… —Carcajeé en medio de mi pelea por aire y terminé por soltar un gran suspiro, cerrar los ojos y dejar que el sueño me tomara presa.-

Abrí mis ojos con dificultad. La luz que se filtraba por entre las cortinas era cegadora y
llenaba el cuarto de paz, tranquilidad y armonía.

Me quedé quieto en los brazos de mi novio y los recuerdos de la noche vinieron como
relámpagos en mi cabeza. Había sido maravilloso. Jongwoon, sin haber tenido experiencias con muchachos veces anteriores, había demostrado completa seguridad en sí mismo, lo que lo conducía a ser perfecto, a entregar todo, lo que lo condujo a hacerme sentir deseado, único, pero lo más importante… amado.

Suspiré inhalando el exquisito perfume que abundaba en su piel y volví a cerrar los ojos, esperando a dormir unos minutos más.
 Así que… ya despertaste —Su voz interrumpió el exquisito silencio y me sorprendió
a la vez. Me alejé centímetros de su piel y me acomodé para poder mirarlo a los ojos. Lucía espléndido, algo había en aquella mirada, algo diferente, nada malicioso si es eso lo que piensan, sino… algo que capturaba mi atención y me llenaba de cariño. Una extraña sensación de energía.-
 ¿Cómo amaneciste? —Pregunté con naturalidad, aun profundamente hundido en sus ojos oscuros.-

 Como si no pudiera ser más feliz —Susurró con ternura y besó mi mejilla. Volví a acurrucarme en su pecho, sintiendo como los latidos de su corazón ahora sonaban
serenos.-

 Espero no haber… hecho nada mal… anoche —Sonreí y estuve a punto de soltar una leve carcajada ante mi comentario. Lo escuché soltar la carcajada que yo no dejé salir y me levantó, como si fuera una pluma, para mirarme a los ojos.-

 Créeme que tengo la misma duda respecto a mí —Carcajeó y besó mis labios con
dulzura. Ambos reímos al separarnos y descubrir que había cierto interés por saber cómo había sido, más era mejor no saber y tener en mente que había sido maravilloso y a pesar de la torpeza por ser la primera vez… fue y siempre será, el recuerdo permanente, el más perfecto y de la vez… en que uno no se arrepiente jamás.-

Esa mañana mi cuerpo parecía estar más liviano que nunca, a pesar de que el cansancio aún se escondía y rondaba por algunas partes de mi cuerpo, me sentía completamente libre, feliz y seguro.

Jongwoon tiró las sábanas hacia atrás y se puso de pie. Aún seguía desnudo y… no pude evitar recorrer todo… TODO su… este… cuerpo.
 ¿En qué momento te acostumbraste a que te viera desnudo? —Carcajeé con la vista pérdida en varios… detalles. Carcajeo un momento mientras negaba la cabeza y a la vez buscaba algo en el placard.-

 ¿Qué hay de malo en el cuerpo humano? Ayer un señorito apareció desnudo frente a mí. Ahora es mi venganza por haberme quitado el aliento… o al menos… eso trato de hacer —Rio nuevamente, me lanzó una mirada traviesa y volvió a su búsqueda de alguna prenda.-

 ¿No es evidente? —Carcajeé y salí de la cama para correr hacia él, tomarlo de los brazos y apegarlo contra una pared.-

Acaricie su pecho y besé lentamente sus labios, de forma tranquila y juguetona a la vez.

Podría que volviera a suceder y no era una mala opción, más Jongwoon terminó por besar mis labios mullidamente y se separó

 ¿Sucede algo? —Investigué buscando su mirada perdida en un punto equis. Sus ojos se fijaron en los míos y suspiró. Tomó mis manos y me arrastró hacia la cama, me invitó a sentarme y sonrió.-

 Sé que todo esto… es nuevo, es emocionante, es excitante, pero… no quiero que
nuestra relación se convierta en sexo. No quiero que seamos de esas parejas cuales su
relación está basada en sexo —Sonrió y acarició levemente mi mejilla— quiero que seamos los mismos de antes y que lo que pasó anoche, no nos cambie. No niego que fue maravilloso y que en cualquier momento vuelva a pasar, pero no quiero que se transforme en un vicio.

Estaba en lo correcto. Si seguíamos así… o más bien, si yo seguía… provocándolo, nuestra relación no terminaría siendo la mejor, por lo que era mejor prevenir.
 Estás en lo cierto —Sonreí y besé sus labios de improviso.-

Sonrió y me abrazó con delicadeza, llevó una de sus manos a mi mejilla y deslizó
cariñosamente sus labios por esta.

Sus expresiones relajadas, por alguna razón, cambiaron a una seria y preocupada.
 ¿Sucede algo? —Sonreí desentendido-

 Estás… estás… estás ardiendo —Posó la misma mano en mi frente, seguramente
midiendo la temperatura— Kyu… tienes fiebre —Me informó con la voz alarmada.-


— ¿Fiebre? —Musité con la voz confundida, no tenía señales de algún resfriado.

Llevé mi mano derecha hasta mi rostro y tomé mi temperatura. A decir verdad, mi piel se sentía a una temperatura elevada. 
 No tengo fiebre —Negué. No quería que eso arruinara mis planes para el día.-

 Sí, si tienes —Sonrió tomando mi rostro entre sus manos y besó suavemente mis
labios— así que quiero que te abrigues y te acuestes en este instante —Se alejó de mi rostro y volvió a su placard en busca de ropa.-

 Jongwoon, no seas exagerado, estoy bien ¿Ok? Solo que aún estoy acalorado —Sonreí pretendiendo ser travieso.-

 Pequeño, prefiero a que te cuides un día, a que empeores y tengamos que quedarnos encerrados el resto del verano —Buscó su ropa interior, jeans y una polera a rayas.-

 Tenía planes para hoy —Me quejé, de verdad no quería quedarme encerrado.-

 Mañana… —Se puso el pantalón y antes de seguir vistiéndose, caminó hacia
mí, se arrodilló enfrente y llevó sus manos a mis piernas— Kyu, sabes que te amo
¿Verdad? —Sonrió con ternura. Solo asentí e hice un puchero, algo debía funcionar para salir victorioso.-

 Entonces déjame cuidarte, se lo que hago y sé que si no me haces caso, terminaras
con fiebre, vómitos y quizás con cuantos síntomas más ¿Quieres terminar así en estos
hermosos días de verano? — ¿No se rendiría? Bufé molesto y tomé mi bata, la cual aún se encontraba tirada en el suelo.-

 Iré a tomar un baño —Acomodé la prenda en mi cuerpo y me puse de pie— No me siento mal,  Jongwoon, de verdad que estoy bien, así que… no se —Lo miré por última vez y me dediqué a buscar mi ropa para el día, tomé mi shampoo, jabón y corrí hacia la ducha.

Estaba molesto, ¿Quién se creía que era?... Ok, sí, mi novio, pero de todas formas, no tiene el derecho de andar diciéndome que hacer, menos cuando sus cálculos eran errados.

Terminé por darme una ducha igual de relajadora como la de la noche anterior, eso quitaba un poco de vibras negativas de mi cuerpo y lo hacía sentir liviano, fresco y ágil.-

Salí ya vestido y con el pelo aún húmedo, la idea de exponer mi cabello al aire caliente, me repugnaba e incluso me hacía sentir sofocado.

La habitación se encontraba ordenada y vacía, supuse que Jongwoon debía de estar preparando el desayuno ya que el aire, proveniente del primer piso, el olor a pan tostado, con una suave capa a mantequilla, llamaba a mi apetito.

Dejé mis cosas en una silla y salí de la habitación trotando por los pasillos y casi
corriendo por las escaleras.

Pensé en encontrarme a Jongwoon en la cocina, sentado en la mesa y esperándome para desayunar, más en la mesa solo se encontraba un puesto acomodado y sin haberme equivocado, el vapor atravesaba la delgada tela que cubría el pan caliente en la panera.

Desentendido, me senté en la mesa y me serví un poco de té, tomé una tostada y esparcí la mantequilla sobre esta. Comencé a ingerir los alimentos en silencio y comenzaba a desesperarme la idea de que la casa estuviera vacía. Antes de terminar mi desayuno, planeaba ponerme de pie y salir en busca de mi novio, más mis ojos se fijaron en un pequeño papel doblado en la esquina del individual.

“Estaré picando leña en el patio trasero. Lamento el poco desayuno, saldremos a comprar luego”

¿Qué? ¿Por qué diablos picaba leña en verano? Hacía calor, lo que menos quería en estos momentos era… fuego.

Terminé la tostada y dejé la mitad de la taza con té. Me puse de pie y salí de la casa
en dirección al patio trasero.

Me crucé de brazos, estaba enojado ¿Qué diablos era lo que planeaba? Comenzaba a enloquecer.

Apenas escuché el sonido que provocaba el hacha cortar los anchos troncos, me dispuse a hablar y reclamar, más al dar la vuelta a la esquina de la casa, me encontré con Jongwoon y su espalda desnuda. Tragué mis palabras y me apoyé en la casa para admirar el trabajo que hacía.

Su piel lucía ligeramente brillante producto al sudor y le daba un aspecto totalmente
sensual y provocativo ¡Ni hablar de sus brazos! De esos fuertes y protectores, exponiendo sus músculos no exagerados, al momento de elevaros, sujetando el hacha entre sus manos, y bajarlos con rapidez para dejar que el tronco se dividiera en dos partes y cada una saliera disparaba en diferentes direcciones.

Mordí mi labio inferior y sonreír, era sumamente provocativo verlo trabajar de esa manera y de por sí ya había olvidado todo tipo de enojo al instante.

Dejó caer el hacha y llevó una de sus extremidades hacia su frente, de seguro para barrer el sudor.

Era mi tiempo de actuar. Corrí sigilosamente, tratando de no hacer ruido y lo atrapé
por la espalda, dándole un fuerte abrazo y aprovechando de acariciar su torso suavemente.
 ¡Kyu! —Exclamó exaltado al sentir mi presencia. Se volteó enseguida y me miró
con dulzura— ¿Por qué estás tan desabrigado? ¿Por qué traes el cabello mojado? —Enarcó una ceja y yo solo suspiré. Mejor sería ignorar su tonta preocupación, así no se iniciarían discusiones.-

 Hace calor —Sonreí— y para que te des cuenta, en la mañana solo estaba acalorado, mi temperatura ya se reguló —Tomé su mano derecha y la llevé hacia mi frente— ¿Ves?

Me miró con desconfianza y luego sonrió, rodeó mi cintura con sus brazos y besó mis labios de improviso.
 Entonces, lo lamento. No quiero que nada malo te suceda —Musitó con serenidad y
chocó su frente con la mía.-

 Lo sé, pero de vez en cuando tienes que hacerme caso, yo sé cómo andan las cosas en mi cuerpo, Jongwoon —Carcajeé con ternura. Me sentía un pequeño entre sus brazos.-

 Eso creo, así que por ser tedioso, me merezco un castigo ¿No crees? —Sonrió y
deslizó sus manos por mi espalda, hasta llegar a mis piernas y de un solo
tirón, me hizo rodear su cintura con estas.-

Los dedos de mis manos se entrelazaron detrás de su cuello y agité suavemente mi cabeza hacia un lado.
 Te ves condenadamente sexy —Susurró colando sus manos por debajo de mi remera  blanca. Solo sonreí entusiasmado.-

 Pensé que este tipo de cosas no volverían a ocurrir —Musité calmado.-

 ¿Eso dije? —Carcajeó enarcando una ceja.-

Asentí y clavé mi mirada en la suya. Ambos sonreímos, sabíamos que nada pasaría a
mayores, pero… nadie dijo que divertirse unos minutos demás, estaría mal.

Capturó mis labios con suma delicadeza y armonía. Sus besos no podían ser más azucarados y sus caricias no iban más a que simples roces, con los cuales, tarde o temprano, enloquecería de todas maneras.

Sin dar finalización al beso, sentí como su cuerpo se ponía en movimiento. Estaba
caminando y en menos de 1 minuto, la luz del sol pareció disminuir y al abrir los ojos
me encontré siendo recostada sobre una frazada de polar roja y gastada, la cual
se encontraba estirada en medio de fardos de paja y pasto. Estábamos dentro de una
casucha en mal estado, al parecer ahí guardaban herramientas y otras cosas sin uso.
Volví a mi labor sin quejas, sin excusas y devoré sus labios, ya sonrojados, sin piedad.

De a poco sus manos se arrastraban por mi piel de vertical, lo que por efecto, hizo que
la remera se fuese levantando.

Era una escena totalmente excitante y nueva. Ya no había timidez, ya no había miedo
de ser rechazado, ahora todo fluía de manera instantánea y natural.
 ¿Prendiste tu celular? ¿Por qué? —Me miró extrañado al alejarse centímetros
de mis labios.-

 No pienses que voy a contestar y dejarte —Carcajeé— Sé que pueden rastrear la llamada, solo quería enterarme de cuantas veces me han llamado —Musité sin mayor interés. Cerré los ojos, entreabrí los labios y me dispuse nuevamente a besarlo, más no recibí repuesta.-

 ¿Y cuantas eran? —Cuestionó interesado.-

 20, no es mucho —Abrí los ojos y preferí seguir la conversación, era mejor no parecer
un desesperado.-
  Cierto… Revísalo, lo que acaba de avisar tu celular no fue una llamada —Se hizo a
un lado y rodeó mi cuello con uno de sus brazos. Rodé los ojos y saqué el celular del
bolsillo de mi short con fastidio. La pantalla marcaba “1 nuevo mensaje”

Lo miré pretendiendo hacerle saber que no estaba interesado en leerlo, más sus ojos
insistentes no me dejaron opción.

Suspiré y abrí la carpeta, para mi sorpresa, no era un mensaje de mis padres, sino, de mi mejor amigo, Sungmin.

“Maldición Kyuhyun, toda la policía te está buscando. Tus padres están desesperados y ya tienen un abogado, quien se encargará de pudrir a tu novio en la cárcel. Mas te vale aparecer luego y decir que no fue más que una locura. Es por el bien de ambos. Con cariño, Sungmin”

Los nervios circularon por cada rincón de mi cuerpo a medida que mis ojos creían el
mensaje interminable.

Apreté mis ojos y agité sutilmente la cabeza. Suspiré y me levanté lo suficiente como
para poder mirarlo directamente a los ojos.

El silencio parecía ser interminable, ni uno de los dos se atrevía a soltar las primeras
palabras, por lo que no me dejaba opción que ser el primero. Entreabrí mis labios con la finalización de ordenar mis ideas y… decir algo, más no tuve tiempo.
 Estaremos bien —Susurró llevando la cálida palma derecha de su mano, hasta mi
mejilla. A pesar de que tenía impreso el nerviosismo y el miedo en sus ojos, me transmitió esa sensación de confianza y de protección.-

 Jongwoon… —Musité ahogado, no en llanto, sino… en preocupación. Todo esto era un riesgo, sobre todo para él.-

 Tranquilo, se nos ocurrirá algo… —Su mano, cual descansaba en mi mejilla, se
trasladó hasta mi nuca, zona donde hizo una suave presión, con el fin de acercar mi rostro al suyo y así poder besar mis labios apaciguadamente. Creo que había olvidado la razón de porqué estábamos escondidos en una cabaña, lejos de la ciudad, más con el corto y preciso mensaje de texto, mis pies habían vuelto a pisar tierra.-

Tenía miedo… Quizás no debí de haber armado tal escape, tal vez… hubiera sido mejor seguir con un romance oculto, viéndonos cada vez que sobraba el tiempo a escondidas.
 No quiero que nada te suceda, soy un estúpido —Arrastré mis palabras sobre sus labios. Sonrió con ternura y me rodeó con sus brazos.-

 Todo esto, todo lo que hiciste, me demuestra lo que sientes por mí… Estoy de
acuerdo con que es una verdadera locura, pero… —Sonrió— Cuando la vida resulta injusta, las locuras son necesarias —Carcajeó con nostalgia.-


Solo sonreí, sintiéndome comprendido. Tal vez no había sido tan mal idea habernos escapado.

Volví a besarlo en los labios, no de forma provocativa, ni tampoco con la intención de hacer que las cosas llegaran a otro nivel. No era más que un dulce beso, uno de esos que se entregan desde el corazón, de esos sanos y de sentimiento nato.

Para dejar la amargura a un lado y evitar caras largas, comencé a depositar pequeños, pausados y mullidos besos por todo su rostro.

Carcajeó en medio del ataqué y me recostó a su lado, se acomodó en su mismo puesto y acercó su rostro. Chocó su nariz con la mía de un lado a otro, con expresiones risueñas en el rostro, lo que provocó un alto grado de ternura y hacerme sentir un pequeño… su pequeño.
 ¿Salimos a comprar? —Musitó con energía. Si alguien podía olvidar pronto los
problemas, era Jongwoon.-

 Claro que si —Sonreí animoso. Jongwoon tenía esa habilidad de transmitir buenas vibras.

Se puso de pie y mi estiró ambas manos para hacerme más fácil la labor. Tomé mi remera y la acomodé en mí, buscamos algo de dinero y salimos por el largo camino de tierra seca en busca de alimentos


El camino fue relajado, más allá de hablar, nos preocupaba más divertirnos y jugar como niños.
 Quédate ahí —Dije varios pasos más atrás de él.-

 ¿Qué? —Carcajeó al voltearse y observar mi posición, lista para correr.-

 Date vuelta, Jongwoon —Reí al imitar una pataleta.-

Sonrió sin entender y obedeció a mis órdenes. Cuando pude apreciar su espalda, troté sin velocidad y al estar cerca, tomé de sus hombros y con impulso me colgué a su espalda.

 ¡Ja! Seguramente que te llevaré todo el camino de regreso cargado allí atrás —Carcajeó con sarcasmo mientras comenzaba a caminar.-

 Tu solo camina, burrito de carga —Reí.-

Nos divertíamos, Jongwoon corría de un lado a otro y yo no podía hacer más que gritar en un tono histérico, creyendo que en cualquier momento terminaría en el suelo.
 Genial, al fin en casa —Suspiró agotado, dejando las bolsas en la pequeña mesa del  comedor. Iba a dar opinión respecto a su comentario, más un gran dolor en la cien detuvo fugazmente mis palabras. Apreté los ojos y me tomé la cabeza con una mano. No había de que preocuparse, era solo un simple dolor de cabeza, pero era mejor prevenirlo y tomar algún calmante.— Iré a buscar algo, bajo enseguida —Le sonreí con naturalidad y subí las escaleras sin apresuro.-


Ahora… ¿Dónde diablos había dejado la caja con los remedios? Quien sabe, por lo que me tomaría varios minutos encontrarla.

La molestia se hacía cada vez más intensa y fue un alivio total al encontrar una pequeña cajita con todo tipo de medicamentos.

Caminé hacia el baño, dejé la pequeña pastilla en mi lengua y me acerqué a la llave del lavamanos para poder tragarla con un poco de agua.

Sequé mi boca y me dispuse a salir, más me llevé un gran susto al encontrarme con mi
novio en el umbral de la puerta.
 ¿Qué tomabas? —Preguntó con la curiosidad incrustada en los ojos.-

 Nada… solo… una pastilla —Sonreí y lo quité del camino para llegar nuevamente a la habitación. Sentí sus pasos detrás de mí y me estiré en la cama.-

 ¿Qué pastilla? ¿Te sientes mal? — ¿Qué se suponía que le diría? ¿Qué si? No, porque me sacaría en cara la supuesta fiebre de la mañana.-

 No… estoy bien, era solo… un… anticonceptivo —Suspiré aliviado, era una buena excusa. Me miró con desconfianza… y luego sonrió.-


 Claro —Carcajeó y se tiró en el colchón, se acomodó a mi lado y prendió la
televisión. No podía resfriarme. No y no.-

Mi corazón de bote y sentí como los puños de Jongwoon se apretaban con nerviosismo. Esto no iba por buen camino.


Continuará~

YeHyun's Meme Parte I




Hace mucho que no publico nada de nada, y por querer publicar algo hice este meme :3, es cruel pero me gusto xD

Espero que también les guste:


Título: La realidad de una CloudGamer


También hice este aunque no haya puesto firma 


Título: No enfurezcas al babykyu

No pude resistirlo~


 Próximamente haré más~ 



Y para recompensarlas, una bella imagen:  



Abrazos y besos mis bellas lectoras :3 y Feliz año nuevo y Navidad jeje