lunes, diciembre 30, 2013

Me without you Cap. 4

Hoy les vengo con el sgte capítulo de mi primera adaptación :3 
A leer~


 Creo… creo tener… una idea… —Carcajeé en medio de mi pelea por aire y terminé por soltar un gran suspiro, cerrar los ojos y dejar que el sueño me tomara presa.-

Abrí mis ojos con dificultad. La luz que se filtraba por entre las cortinas era cegadora y
llenaba el cuarto de paz, tranquilidad y armonía.

Me quedé quieto en los brazos de mi novio y los recuerdos de la noche vinieron como
relámpagos en mi cabeza. Había sido maravilloso. Jongwoon, sin haber tenido experiencias con muchachos veces anteriores, había demostrado completa seguridad en sí mismo, lo que lo conducía a ser perfecto, a entregar todo, lo que lo condujo a hacerme sentir deseado, único, pero lo más importante… amado.

Suspiré inhalando el exquisito perfume que abundaba en su piel y volví a cerrar los ojos, esperando a dormir unos minutos más.
 Así que… ya despertaste —Su voz interrumpió el exquisito silencio y me sorprendió
a la vez. Me alejé centímetros de su piel y me acomodé para poder mirarlo a los ojos. Lucía espléndido, algo había en aquella mirada, algo diferente, nada malicioso si es eso lo que piensan, sino… algo que capturaba mi atención y me llenaba de cariño. Una extraña sensación de energía.-
 ¿Cómo amaneciste? —Pregunté con naturalidad, aun profundamente hundido en sus ojos oscuros.-

 Como si no pudiera ser más feliz —Susurró con ternura y besó mi mejilla. Volví a acurrucarme en su pecho, sintiendo como los latidos de su corazón ahora sonaban
serenos.-

 Espero no haber… hecho nada mal… anoche —Sonreí y estuve a punto de soltar una leve carcajada ante mi comentario. Lo escuché soltar la carcajada que yo no dejé salir y me levantó, como si fuera una pluma, para mirarme a los ojos.-

 Créeme que tengo la misma duda respecto a mí —Carcajeó y besó mis labios con
dulzura. Ambos reímos al separarnos y descubrir que había cierto interés por saber cómo había sido, más era mejor no saber y tener en mente que había sido maravilloso y a pesar de la torpeza por ser la primera vez… fue y siempre será, el recuerdo permanente, el más perfecto y de la vez… en que uno no se arrepiente jamás.-

Esa mañana mi cuerpo parecía estar más liviano que nunca, a pesar de que el cansancio aún se escondía y rondaba por algunas partes de mi cuerpo, me sentía completamente libre, feliz y seguro.

Jongwoon tiró las sábanas hacia atrás y se puso de pie. Aún seguía desnudo y… no pude evitar recorrer todo… TODO su… este… cuerpo.
 ¿En qué momento te acostumbraste a que te viera desnudo? —Carcajeé con la vista pérdida en varios… detalles. Carcajeo un momento mientras negaba la cabeza y a la vez buscaba algo en el placard.-

 ¿Qué hay de malo en el cuerpo humano? Ayer un señorito apareció desnudo frente a mí. Ahora es mi venganza por haberme quitado el aliento… o al menos… eso trato de hacer —Rio nuevamente, me lanzó una mirada traviesa y volvió a su búsqueda de alguna prenda.-

 ¿No es evidente? —Carcajeé y salí de la cama para correr hacia él, tomarlo de los brazos y apegarlo contra una pared.-

Acaricie su pecho y besé lentamente sus labios, de forma tranquila y juguetona a la vez.

Podría que volviera a suceder y no era una mala opción, más Jongwoon terminó por besar mis labios mullidamente y se separó

 ¿Sucede algo? —Investigué buscando su mirada perdida en un punto equis. Sus ojos se fijaron en los míos y suspiró. Tomó mis manos y me arrastró hacia la cama, me invitó a sentarme y sonrió.-

 Sé que todo esto… es nuevo, es emocionante, es excitante, pero… no quiero que
nuestra relación se convierta en sexo. No quiero que seamos de esas parejas cuales su
relación está basada en sexo —Sonrió y acarició levemente mi mejilla— quiero que seamos los mismos de antes y que lo que pasó anoche, no nos cambie. No niego que fue maravilloso y que en cualquier momento vuelva a pasar, pero no quiero que se transforme en un vicio.

Estaba en lo correcto. Si seguíamos así… o más bien, si yo seguía… provocándolo, nuestra relación no terminaría siendo la mejor, por lo que era mejor prevenir.
 Estás en lo cierto —Sonreí y besé sus labios de improviso.-

Sonrió y me abrazó con delicadeza, llevó una de sus manos a mi mejilla y deslizó
cariñosamente sus labios por esta.

Sus expresiones relajadas, por alguna razón, cambiaron a una seria y preocupada.
 ¿Sucede algo? —Sonreí desentendido-

 Estás… estás… estás ardiendo —Posó la misma mano en mi frente, seguramente
midiendo la temperatura— Kyu… tienes fiebre —Me informó con la voz alarmada.-


— ¿Fiebre? —Musité con la voz confundida, no tenía señales de algún resfriado.

Llevé mi mano derecha hasta mi rostro y tomé mi temperatura. A decir verdad, mi piel se sentía a una temperatura elevada. 
 No tengo fiebre —Negué. No quería que eso arruinara mis planes para el día.-

 Sí, si tienes —Sonrió tomando mi rostro entre sus manos y besó suavemente mis
labios— así que quiero que te abrigues y te acuestes en este instante —Se alejó de mi rostro y volvió a su placard en busca de ropa.-

 Jongwoon, no seas exagerado, estoy bien ¿Ok? Solo que aún estoy acalorado —Sonreí pretendiendo ser travieso.-

 Pequeño, prefiero a que te cuides un día, a que empeores y tengamos que quedarnos encerrados el resto del verano —Buscó su ropa interior, jeans y una polera a rayas.-

 Tenía planes para hoy —Me quejé, de verdad no quería quedarme encerrado.-

 Mañana… —Se puso el pantalón y antes de seguir vistiéndose, caminó hacia
mí, se arrodilló enfrente y llevó sus manos a mis piernas— Kyu, sabes que te amo
¿Verdad? —Sonrió con ternura. Solo asentí e hice un puchero, algo debía funcionar para salir victorioso.-

 Entonces déjame cuidarte, se lo que hago y sé que si no me haces caso, terminaras
con fiebre, vómitos y quizás con cuantos síntomas más ¿Quieres terminar así en estos
hermosos días de verano? — ¿No se rendiría? Bufé molesto y tomé mi bata, la cual aún se encontraba tirada en el suelo.-

 Iré a tomar un baño —Acomodé la prenda en mi cuerpo y me puse de pie— No me siento mal,  Jongwoon, de verdad que estoy bien, así que… no se —Lo miré por última vez y me dediqué a buscar mi ropa para el día, tomé mi shampoo, jabón y corrí hacia la ducha.

Estaba molesto, ¿Quién se creía que era?... Ok, sí, mi novio, pero de todas formas, no tiene el derecho de andar diciéndome que hacer, menos cuando sus cálculos eran errados.

Terminé por darme una ducha igual de relajadora como la de la noche anterior, eso quitaba un poco de vibras negativas de mi cuerpo y lo hacía sentir liviano, fresco y ágil.-

Salí ya vestido y con el pelo aún húmedo, la idea de exponer mi cabello al aire caliente, me repugnaba e incluso me hacía sentir sofocado.

La habitación se encontraba ordenada y vacía, supuse que Jongwoon debía de estar preparando el desayuno ya que el aire, proveniente del primer piso, el olor a pan tostado, con una suave capa a mantequilla, llamaba a mi apetito.

Dejé mis cosas en una silla y salí de la habitación trotando por los pasillos y casi
corriendo por las escaleras.

Pensé en encontrarme a Jongwoon en la cocina, sentado en la mesa y esperándome para desayunar, más en la mesa solo se encontraba un puesto acomodado y sin haberme equivocado, el vapor atravesaba la delgada tela que cubría el pan caliente en la panera.

Desentendido, me senté en la mesa y me serví un poco de té, tomé una tostada y esparcí la mantequilla sobre esta. Comencé a ingerir los alimentos en silencio y comenzaba a desesperarme la idea de que la casa estuviera vacía. Antes de terminar mi desayuno, planeaba ponerme de pie y salir en busca de mi novio, más mis ojos se fijaron en un pequeño papel doblado en la esquina del individual.

“Estaré picando leña en el patio trasero. Lamento el poco desayuno, saldremos a comprar luego”

¿Qué? ¿Por qué diablos picaba leña en verano? Hacía calor, lo que menos quería en estos momentos era… fuego.

Terminé la tostada y dejé la mitad de la taza con té. Me puse de pie y salí de la casa
en dirección al patio trasero.

Me crucé de brazos, estaba enojado ¿Qué diablos era lo que planeaba? Comenzaba a enloquecer.

Apenas escuché el sonido que provocaba el hacha cortar los anchos troncos, me dispuse a hablar y reclamar, más al dar la vuelta a la esquina de la casa, me encontré con Jongwoon y su espalda desnuda. Tragué mis palabras y me apoyé en la casa para admirar el trabajo que hacía.

Su piel lucía ligeramente brillante producto al sudor y le daba un aspecto totalmente
sensual y provocativo ¡Ni hablar de sus brazos! De esos fuertes y protectores, exponiendo sus músculos no exagerados, al momento de elevaros, sujetando el hacha entre sus manos, y bajarlos con rapidez para dejar que el tronco se dividiera en dos partes y cada una saliera disparaba en diferentes direcciones.

Mordí mi labio inferior y sonreír, era sumamente provocativo verlo trabajar de esa manera y de por sí ya había olvidado todo tipo de enojo al instante.

Dejó caer el hacha y llevó una de sus extremidades hacia su frente, de seguro para barrer el sudor.

Era mi tiempo de actuar. Corrí sigilosamente, tratando de no hacer ruido y lo atrapé
por la espalda, dándole un fuerte abrazo y aprovechando de acariciar su torso suavemente.
 ¡Kyu! —Exclamó exaltado al sentir mi presencia. Se volteó enseguida y me miró
con dulzura— ¿Por qué estás tan desabrigado? ¿Por qué traes el cabello mojado? —Enarcó una ceja y yo solo suspiré. Mejor sería ignorar su tonta preocupación, así no se iniciarían discusiones.-

 Hace calor —Sonreí— y para que te des cuenta, en la mañana solo estaba acalorado, mi temperatura ya se reguló —Tomé su mano derecha y la llevé hacia mi frente— ¿Ves?

Me miró con desconfianza y luego sonrió, rodeó mi cintura con sus brazos y besó mis labios de improviso.
 Entonces, lo lamento. No quiero que nada malo te suceda —Musitó con serenidad y
chocó su frente con la mía.-

 Lo sé, pero de vez en cuando tienes que hacerme caso, yo sé cómo andan las cosas en mi cuerpo, Jongwoon —Carcajeé con ternura. Me sentía un pequeño entre sus brazos.-

 Eso creo, así que por ser tedioso, me merezco un castigo ¿No crees? —Sonrió y
deslizó sus manos por mi espalda, hasta llegar a mis piernas y de un solo
tirón, me hizo rodear su cintura con estas.-

Los dedos de mis manos se entrelazaron detrás de su cuello y agité suavemente mi cabeza hacia un lado.
 Te ves condenadamente sexy —Susurró colando sus manos por debajo de mi remera  blanca. Solo sonreí entusiasmado.-

 Pensé que este tipo de cosas no volverían a ocurrir —Musité calmado.-

 ¿Eso dije? —Carcajeó enarcando una ceja.-

Asentí y clavé mi mirada en la suya. Ambos sonreímos, sabíamos que nada pasaría a
mayores, pero… nadie dijo que divertirse unos minutos demás, estaría mal.

Capturó mis labios con suma delicadeza y armonía. Sus besos no podían ser más azucarados y sus caricias no iban más a que simples roces, con los cuales, tarde o temprano, enloquecería de todas maneras.

Sin dar finalización al beso, sentí como su cuerpo se ponía en movimiento. Estaba
caminando y en menos de 1 minuto, la luz del sol pareció disminuir y al abrir los ojos
me encontré siendo recostada sobre una frazada de polar roja y gastada, la cual
se encontraba estirada en medio de fardos de paja y pasto. Estábamos dentro de una
casucha en mal estado, al parecer ahí guardaban herramientas y otras cosas sin uso.
Volví a mi labor sin quejas, sin excusas y devoré sus labios, ya sonrojados, sin piedad.

De a poco sus manos se arrastraban por mi piel de vertical, lo que por efecto, hizo que
la remera se fuese levantando.

Era una escena totalmente excitante y nueva. Ya no había timidez, ya no había miedo
de ser rechazado, ahora todo fluía de manera instantánea y natural.
 ¿Prendiste tu celular? ¿Por qué? —Me miró extrañado al alejarse centímetros
de mis labios.-

 No pienses que voy a contestar y dejarte —Carcajeé— Sé que pueden rastrear la llamada, solo quería enterarme de cuantas veces me han llamado —Musité sin mayor interés. Cerré los ojos, entreabrí los labios y me dispuse nuevamente a besarlo, más no recibí repuesta.-

 ¿Y cuantas eran? —Cuestionó interesado.-

 20, no es mucho —Abrí los ojos y preferí seguir la conversación, era mejor no parecer
un desesperado.-
  Cierto… Revísalo, lo que acaba de avisar tu celular no fue una llamada —Se hizo a
un lado y rodeó mi cuello con uno de sus brazos. Rodé los ojos y saqué el celular del
bolsillo de mi short con fastidio. La pantalla marcaba “1 nuevo mensaje”

Lo miré pretendiendo hacerle saber que no estaba interesado en leerlo, más sus ojos
insistentes no me dejaron opción.

Suspiré y abrí la carpeta, para mi sorpresa, no era un mensaje de mis padres, sino, de mi mejor amigo, Sungmin.

“Maldición Kyuhyun, toda la policía te está buscando. Tus padres están desesperados y ya tienen un abogado, quien se encargará de pudrir a tu novio en la cárcel. Mas te vale aparecer luego y decir que no fue más que una locura. Es por el bien de ambos. Con cariño, Sungmin”

Los nervios circularon por cada rincón de mi cuerpo a medida que mis ojos creían el
mensaje interminable.

Apreté mis ojos y agité sutilmente la cabeza. Suspiré y me levanté lo suficiente como
para poder mirarlo directamente a los ojos.

El silencio parecía ser interminable, ni uno de los dos se atrevía a soltar las primeras
palabras, por lo que no me dejaba opción que ser el primero. Entreabrí mis labios con la finalización de ordenar mis ideas y… decir algo, más no tuve tiempo.
 Estaremos bien —Susurró llevando la cálida palma derecha de su mano, hasta mi
mejilla. A pesar de que tenía impreso el nerviosismo y el miedo en sus ojos, me transmitió esa sensación de confianza y de protección.-

 Jongwoon… —Musité ahogado, no en llanto, sino… en preocupación. Todo esto era un riesgo, sobre todo para él.-

 Tranquilo, se nos ocurrirá algo… —Su mano, cual descansaba en mi mejilla, se
trasladó hasta mi nuca, zona donde hizo una suave presión, con el fin de acercar mi rostro al suyo y así poder besar mis labios apaciguadamente. Creo que había olvidado la razón de porqué estábamos escondidos en una cabaña, lejos de la ciudad, más con el corto y preciso mensaje de texto, mis pies habían vuelto a pisar tierra.-

Tenía miedo… Quizás no debí de haber armado tal escape, tal vez… hubiera sido mejor seguir con un romance oculto, viéndonos cada vez que sobraba el tiempo a escondidas.
 No quiero que nada te suceda, soy un estúpido —Arrastré mis palabras sobre sus labios. Sonrió con ternura y me rodeó con sus brazos.-

 Todo esto, todo lo que hiciste, me demuestra lo que sientes por mí… Estoy de
acuerdo con que es una verdadera locura, pero… —Sonrió— Cuando la vida resulta injusta, las locuras son necesarias —Carcajeó con nostalgia.-


Solo sonreí, sintiéndome comprendido. Tal vez no había sido tan mal idea habernos escapado.

Volví a besarlo en los labios, no de forma provocativa, ni tampoco con la intención de hacer que las cosas llegaran a otro nivel. No era más que un dulce beso, uno de esos que se entregan desde el corazón, de esos sanos y de sentimiento nato.

Para dejar la amargura a un lado y evitar caras largas, comencé a depositar pequeños, pausados y mullidos besos por todo su rostro.

Carcajeó en medio del ataqué y me recostó a su lado, se acomodó en su mismo puesto y acercó su rostro. Chocó su nariz con la mía de un lado a otro, con expresiones risueñas en el rostro, lo que provocó un alto grado de ternura y hacerme sentir un pequeño… su pequeño.
 ¿Salimos a comprar? —Musitó con energía. Si alguien podía olvidar pronto los
problemas, era Jongwoon.-

 Claro que si —Sonreí animoso. Jongwoon tenía esa habilidad de transmitir buenas vibras.

Se puso de pie y mi estiró ambas manos para hacerme más fácil la labor. Tomé mi remera y la acomodé en mí, buscamos algo de dinero y salimos por el largo camino de tierra seca en busca de alimentos


El camino fue relajado, más allá de hablar, nos preocupaba más divertirnos y jugar como niños.
 Quédate ahí —Dije varios pasos más atrás de él.-

 ¿Qué? —Carcajeó al voltearse y observar mi posición, lista para correr.-

 Date vuelta, Jongwoon —Reí al imitar una pataleta.-

Sonrió sin entender y obedeció a mis órdenes. Cuando pude apreciar su espalda, troté sin velocidad y al estar cerca, tomé de sus hombros y con impulso me colgué a su espalda.

 ¡Ja! Seguramente que te llevaré todo el camino de regreso cargado allí atrás —Carcajeó con sarcasmo mientras comenzaba a caminar.-

 Tu solo camina, burrito de carga —Reí.-

Nos divertíamos, Jongwoon corría de un lado a otro y yo no podía hacer más que gritar en un tono histérico, creyendo que en cualquier momento terminaría en el suelo.
 Genial, al fin en casa —Suspiró agotado, dejando las bolsas en la pequeña mesa del  comedor. Iba a dar opinión respecto a su comentario, más un gran dolor en la cien detuvo fugazmente mis palabras. Apreté los ojos y me tomé la cabeza con una mano. No había de que preocuparse, era solo un simple dolor de cabeza, pero era mejor prevenirlo y tomar algún calmante.— Iré a buscar algo, bajo enseguida —Le sonreí con naturalidad y subí las escaleras sin apresuro.-


Ahora… ¿Dónde diablos había dejado la caja con los remedios? Quien sabe, por lo que me tomaría varios minutos encontrarla.

La molestia se hacía cada vez más intensa y fue un alivio total al encontrar una pequeña cajita con todo tipo de medicamentos.

Caminé hacia el baño, dejé la pequeña pastilla en mi lengua y me acerqué a la llave del lavamanos para poder tragarla con un poco de agua.

Sequé mi boca y me dispuse a salir, más me llevé un gran susto al encontrarme con mi
novio en el umbral de la puerta.
 ¿Qué tomabas? —Preguntó con la curiosidad incrustada en los ojos.-

 Nada… solo… una pastilla —Sonreí y lo quité del camino para llegar nuevamente a la habitación. Sentí sus pasos detrás de mí y me estiré en la cama.-

 ¿Qué pastilla? ¿Te sientes mal? — ¿Qué se suponía que le diría? ¿Qué si? No, porque me sacaría en cara la supuesta fiebre de la mañana.-

 No… estoy bien, era solo… un… anticonceptivo —Suspiré aliviado, era una buena excusa. Me miró con desconfianza… y luego sonrió.-


 Claro —Carcajeó y se tiró en el colchón, se acomodó a mi lado y prendió la
televisión. No podía resfriarme. No y no.-

Mi corazón de bote y sentí como los puños de Jongwoon se apretaban con nerviosismo. Esto no iba por buen camino.


Continuará~

YeHyun's Meme Parte I




Hace mucho que no publico nada de nada, y por querer publicar algo hice este meme :3, es cruel pero me gusto xD

Espero que también les guste:


Título: La realidad de una CloudGamer


También hice este aunque no haya puesto firma 


Título: No enfurezcas al babykyu

No pude resistirlo~


 Próximamente haré más~ 



Y para recompensarlas, una bella imagen:  



Abrazos y besos mis bellas lectoras :3 y Feliz año nuevo y Navidad jeje

jueves, diciembre 05, 2013

Reconciliación [YeHyun]


Uhmm... Ya no publico y eso me entristece :c 
Bueno sin más, les dejo este shot que escribí hace mucho.. y probablemente haya continuación e3e
PD: Ni me pregunten de que pelearon porque no lo sé xD


No puedo superarlo... ¡Bésalo ya!



- Es un idiota, aggh ¿Cómo se le ocurre pensar eso de mí? -Se quejaba con su amigo, Sungmin-

- Pues sí es idiota -suena su celular- Oh una llamada -mira la pantalla-

- Sí es el dile que no estoy, que morí y me enterraron 100 metros bajo tierra

- Ah ajá -Ignora a Kyu y contesta- Hola Jongwoon ¿Qué? ¿Kyu? -mira a su amigo mientras este hace señas con sus manos indicando un "No" exageradamente- N-no, no está aquí ¿Por qué sucedió algo? ahh ajám, no me digas... ¿De verdad? No lo creo -En realidad si sabía pues su amigo se había encargado de decirle todo y exageradamente claro está- ah creo que sí, sí está -Le pone el celular en la cara- Contesta

- Jah, claro que no, púdrete Jongwoon -Le dice al celular- ¡Quítame tu maldito celular rosa de la cara!

- Mira Game está bien que estés molesto con Jongwoon pero no te desquites con mis gustos -Le replicó, insistiendo en que tomará el celular-

- ¡Te dije que no! ¡No quiero escuchar su horrenda voz! -Se cruzó de brazos-

- Ay~ no quería hacer esto, pero ya que -Toma su celular y de la clic en altavoz- Hola, Woon ahora puedes hablarle al inmaduro de tu noviecito -No pudo evitar la risa al ver la cara de perplejidad de Kyu-

- Me vendiste, ¡A mí! Que te considero mi hermano, maldito conejo -Iba a seguir maldiciendo, pero una voz se lo impidió-

- Kyu, deja de ignorarme y perdóname, no pensé que te ofendiera el...

- ¡Cállate no quiero escuchar! -sus mejillas ardían- Y tú amigo infiel, cuelga eso o lo romperé

- Aahh~ Dios mío dame fuerzas, aun si te tengo que amarrar hablarás con él -le regaña- Y no dejará que me rompas algo más

- Eh, min, por favor no le pegues -Dijo yesung que escuchaba todo-

- No me defiendas, idiota -Se maldijo por sentir un calorcito envolviéndole el cuerpo por sus palabras, era débil ante él ¿Qué podía hacer?-

- Ah Kyu ya te dije que no lo dije con intenciones de ofenderte ni nada de eso

- No te creo~

-Min dejó el celular en la cama y se dirigió abajo, pues esperaba un visita-

- Amor, por favor perdóname -Le dijo con la mejor tonalidad de voz que encontró, ese que le gusta a Kyu-

- N-no... -se rehusó aunque sus ganas iniciales de estrangularlo desaparecieron ¿Ya dije que es débil ante los encantos Jongwoon?-

- ¿Qué quieres que haga? -Le dijo desesperado- ¿Qué me humille en público, qué grite: "Soy un idiota" en la calle?

- N-no lo sé... -Dijo indeciso, aunque sus sugerencias le causaron risa y pensaba severamente en recordarlos para un día aplicarlos, unos minutos el silencio se hizo presente preocupando a Kyu-

- Kyu~ -Fue un alivio para él- Y si llegará a ti en dos minutos ¿me perdonarías?

- ¿Qué? -Dijo confundido y ahora con el celular rosado en las manos sin altavoz, claro está pues lo desactivo- Es imposible~ -se detuvo a pensarlo- Esta bien, si no llegas antes nunca te perdonaré -Dijo confiado pues sabía que no podría con ello-

- Trató hecho -Su tono de confianza le intrigo un poco ¿Qué tramaba entre manos?-

-Mientras abajo de la casa esta Sungmin abriendo la puerta de su invitado recién llegado-

- Tardaste -Le dijo recargado en la pared, mirando a su visita inesperada, bueno no tan inesperada-

- Shuuu -puso un dedo en su boca- Aun sigue al telefono -susurro- ¿Dónde está? -seguía susurrando-

- Arriba en mi dormitorio -Le indicó las escaleras-

- Gracias por no decirle que venía

- No hay de que, cuando me lo pediste por celular creí que era lo mejor para el Game

- En verdad lo quieres mucho

- Sí, aunque el malagradecido no se dé cuenta -Notó que Yesung volvió al celular de seguro hablando nuevamente con Kyu- Bueno ya apúrate, y sácalo de mi casa que lleva dos horas aquí y ya me aburre sus quejas psicóticas

- Yo me encargo de eso -Le sonríe-

- Sólo tienes 40 putos segundos y no te veo, así que despídete de un perdón -Le sacó la lengua aunque este no lo viera-

- Es verdad, creo que estoy condenado a no tener tu perdón -Sin retenerse ríe del otro lado de la línea-

- ¿Que es tan gracioso? -Le dice irritado y frunciendo el ceño-

- Porque pareces un niño tan adorable así

- ¿Q-qué? cállate -Sus mejillas se sonrosaron por el comentario y entonces razonó ante su absurdo comentario- Hablas como si me vieras, idiota

- Pueees~ ¿No puedes creer que sea así? -Por alguna razón sentía su voz más grave y más cerca de su cuerpo, hasta podía jugar que unos brazos lo abrazaban ¿Alucinando? tal vez, pero deshecho esa posibilidad cuando el mismo miró unos brazos en su cuerpo, lo que le sorprendió mucho, para lego sentir una voz susurrarle- Ya llegué, bebé y creo que alguien me debe algo

Prácticamente todo él se volvió gelatinoso y hubiera caído al condorito de no ser por esos mismo brazos que lo sujetaban con firmeza impidiendo su caída cómica, giró su cabeza encontrándose con el culpable de su gelatinosidad(?), muy cerca de su cuerpo, ruborizándole hasta parecer primo hermano de la fresa, quería decirle algo, pero las palabras no fluían de sus labios, prácticamente le corto la lengua a este ratón.

- ¿Y? No me dirás nada -Dijo tan naturalmente que desconcertaba a Kyu-

- Ah... N-no -Odiaba perder contra Yesung, pero no solo era eso sino que su orgullo era dejado de lado siempre que Yesung quería, quitándole su máxima protección a Kyu, dejándole débil antes sus expresivos ojos-

- ¿Qué? -Dejó de abrazarlo para rodearlo y quedar enfrente suyo- Pero si llegué antes de los 2 minutos -Trató de buscar al menor con la mira pues la mantenía gacha y podría jurar que sus mejillas se encontraban encendidas-

No sabía que decir, ni mucho menos que hacer, le asfixiaba la situación, ¿Por qué Yesung siempre tenía que ser tan... tan... tan jodidamente hermoso en todo el sentido de la palabra?, sus mejillas fueron atrapadas por sus pequeñas manos haciendo que lo mirara a los ojos y en cuanto lo hizo no pudo mantener esa conexión por mucho tiempo, por lo que sólo desvió la mirada parpadeando sin consideración alguna de nadie, mucho menos de Yesung que lo miraba atentamente. Quería llorar pero no de sentirse triste ni nada de eso, sino de la manera que lo trataba aunque le haya dicho palabrotas, nunca le importaba que haga eso, hasta dejaba que le dijera "idiota" ¿Por qué hacía eso? ¿Por qué era tan gentil con su persona? Sin verlo venir, junto sus frentes quedando a escasos centímetros, sonriéndole como siempre lo hace, de esa manera tan protectora y cálida, los ojos del mayor se cerraron disfrutando del calorcito que emanaba de las mejillas fresas(?) de Kyu, lo que este no hizo sin perderse ninguna acción del mayor.

- ¿Me perdonas? -Rompió el delicioso silencio que los envolvía- Por favor~ -Abrió los ojos encontrándose con los de Kyu que brillaban-

- Sí -Dijo sin más, ¿para qué negarlo? lo perdonó desde que lo abrazo, lo perdonó por perdonarle sus propios errores, Kyu no es perfecto y Yesung lo sabe, por eso cada vez que Kyu le dice palabras hirientes él lo perdona porque sabe que el niño que tiene en frente solo quiero atención y mucho, mucho amor-

La sonrisa que salió de sus labios al escuchar el monosílabo de Kyu, fue melodiosa para el menor ¿Dije anteriormente que es débil ante sus encantos? Pues es lo que precisamente le sucede al pobre GameKyu, su cuerpo reaccionaba por sí solo, el mayor junto sus labios en un simple pero delicioso roce que erizo la piel de ambos sacándole un suspiro a Kyu y una risa de satisfacción a Yesung, por lo que convirtió el beso en un con más intensidad, sus bocas encajaban perfectamente en la otra, devorándose prácticamente a besos, no hacía mucho que se besaron, como unas horas pero para ellos en ese entonces la ausencia de la boca ajena les había parecido eterna y sin exagerar....

Kyu que se encontraba de rodillas sobre la cama, ahora estaba apoyado con una mano atrás soportando su peso, pues Yesung se había inclinado un poca a él, sin dejar de besarlo claro esta; pronto se encontraba recostado en la cama rosa de Min teniendo encima suyo a Yesung, sus manos viajaron hasta su cuello sujetándolo con firmeza para profundizar el beso si es que se podía más.

Ya hasta había olvidado porque se encontraba ahí y también de su amigo Sungmin y poco le importaba en ese momento, solo se dedicaba a devorar a Yesung y sentir las deliciosas corrientes eléctricas recorrer a su libre albedrio su cuerpo entero, lo que supuso le sucedía lo misma a Yesung.

Ambos en ocasiones dejaban escapar uno que otro jadeo producto de la necesidad de oxigeno ¡Maldita necesidad básica! maldijo Kyu, ni bien tomando aire y volviendo a juntar sus labios.

Todo era perfecto, todo hasta que...

- ¡Hey ustedes dos! ¡Dejen de hacer eso! ¡Váyanse a su casa a hacer porquerías pero en mi casa mucho menos en mi cama NO!

Por esos chillidos de conejo tuvieron que separarse ninguno se sorprendió, Yesung miró al frente sin dejar su posición encima de Kyu y Kyu hacía lo mismo mirando a la cara roja de ira de su amigo

- ¡Ah Min, vete a otro lado!

- ¡Es mi casa!

- Concuerdo con Kyu ¿No podrías ir a otro lado, por favor?

- Puedo creerlo del desgraciado de Kyu, pero ¿¿tú Woonie?? Ahh -soltó un grito- Algo me decía que tenía que venir cuanto antes al no escuchar gritos y no me equivoque, ya hubieran fornicado en mi cama, ¡ahh Dios mío! Dame fuerzas para no matarlos

- KangIn está solo en mi departamento, si quieres te doy mis llaves

- Si si, dale las llaves que se vaya con el mapache, para que lo consuele

- ¡Ahh! ¡Son imposibles cuando están de acuerdo! -Gritó casi llorando- ¡Dame tu puta llave! -Sin mirarlos pues no los quería ver por obvias razones, extendió su mano a la cara de Jongwoon-

Él sonrió porque Min cedió, lo que pensó no pasaría, sin perder su posición, pues no quería dejar su hermosos panorama, le dijo a Kyu...

- Amor, ¿Puedes sacar la llave de mi bolsillo trasero?

- Claro -Metió sus manos en los bolsillos traseros del pantalón de Yesung y lo encontró, riendo divertido porque juraría que estaba durito la parte donde tocó, le acercó la llave a la mano de Sungmin quien desapareció ni bien tocó la llave-

- Por fin solos -Le susurró acerca de su oído el lugar erógeno de Kyu-

- Sin Sungmin de quien preocuparnos, esto es excitante -Le confesó, ruborizándose-

- Sabes que planeo hacerte cosas no buenas


- Hazlas entonces... -Volvió a besarlo con la misma intensidad que antes-

Tenían el resto de la casa para ambos, quien sabe, tal vez después de consumir sus actos en esa cama, se volverán creativos e irán por toda la casa, después de todo es una reconciliación rara pero al fin y al cabo reconciliación

jueves, noviembre 28, 2013

Me without you Cap. 3

Lo sé, he estado ausente mucho tiempo y sé que debo de dedicarme a terminar los fic's, lo sé, pero la falta de internet por casi un mes me incapacitó para concluir con lo que tenía que cumplir...
Bueno, bueno, dejaré de lamentarme y les pasaré dejando el capítulo 3 de hermosa adaptación.


Espero lo disfruten~



Sus ojos se encontraban entreabiertos y con la mirada perdida en mis labios hinchados y rojos. Comenzó a caminar conmigo a cuestas y solo pude sonreír ante tan penetrante contacto visual. Un suave quejido se escapó de mis labios cuando me sentí presionado entre su cuerpo y una roca fría, por la cual, el agua de la vertiente se resbalaba por todo mi cuerpo. Su cuerpo ejercía una fuerte, pero placentera presión en mí entre él y mi anatomía por completo enloqueció ante tanto goce.

Mis manos se deslizaron desde sus mejillas, por todo su cuello, sus hombros, sus brazos, 
finalizando el recorrido en sus extremidades.
Las tomé con completa seguridad y las arrastré desde mis piernas, por mis caderas, mi 
cintura y las dejé quietas a centímetros de mi pecho. Sus ojos se clavaron directamente en los míos, ya había sido lo suficientemente caballero para pasar a algo más.

— Kyu... —Susurró— sabes... Sabes que no debemos... Que no debemos someternos 
a este tipo de situación —Musitó y las palabras vibraron en mis labios deseosos.-

— No, Jongwoon. Quiero que me toques, necesito sentir tus manos sobre mi piel, tu piel 
sobre la mía —Suspiré buscando su mirada nerviosa. Pensé que había sido en vano y que nunca dejaría de ser tan cuidadoso, delicado y caballero, para aventurarse y pasar más allá, cuando alejó sus manos de donde estaban. Mis ojos decayeron y mis manos estaban dispuestas a alejarlo, pero me mantuve quieto y curioso cuando tomó el nudo de mi camisa y lo deshizo. Sus labios se acercaron tortuosamente hasta mi cuello y se entreabrieron para dejar cortos y húmedos besos.

Mi respiración comenzaba agitarse con su simple actuar y sus manos se escabulleron por mis hombros, bajo la camisa estilada para deshacerse de ella, cual acabó flotando a nuestro lado. Quizás no habrían quejas, por lo que de a poco fui 
acariciando su pecho de forma vertical con un solo propósito: hallar el borde de su polera y retirarla de escena. Él sabía mis intenciones, por lo que antes de quitar la prenda elevó sus extremidades hasta apoyar sus antebrazos, a cada lado de mi rostro, en la piedra.

Mi corazón se aceleró al apreciar su torso desnudo, sonrió con ternura y acarició mi mejilla con suavidad, tomó de mi mentón y acopló nuestros labios en un beso totalmente apasionado, sensual y con un leve dejo de locura. Sus manos aún se encontraban quietas posadas en mi cadera y de a poco se fueron apretando lentamente por mi piel bajo la polera. La prenda quedó pocos centímetros de mi pecho y a pesar de que estaba a segundos de quedar semidesnudo, me sentía completamente seguro y protegido, aun así, había algo de nervios, nunca había sucedido nada parecido a esto.

Cruzamos miradas una vez más y asentí levemente. Tiró cuidadosamente de la polera y terminó por dejarla sobre la piedra.

Su torso descubierto se juntó con el mío y algo dentro de mi interior explotó.

A pesar de la temperatura fría del agua, su cuerpo quemaba sobre el mío y sus labios 
nunca me habían parecido tan adictivos y peligrosos. Tomé su rostro entre mis manos temblorosas con el propósito de mantener sus labios acoplados a los míos, no quería que se separara, pero sabía a la perfección que él no tenía intenciones de hacerlo.

De a poco notaba como iba dejando de lado, por fin, su delicadeza y esa inseguridad a pasarme a llevar, era muy probable que ya comprendía que no lo hacía, al contrario, me estaba haciendo disfrutar lo necesario para hacerme sentir culpable por no hacer el mismo trabajo con él.
Su lengua abría paso entre mis labios con la finalidad de hacer un reencuentro fatal con la mía. Suave, sensual y placentero se dedicaba a devorar mi boca con besos totalmente profundos y deleitables, ya no resistiría más ante tanto goce.

El agua, no podía lograr otro objetivo más que hacer de la escena, una totalmente romántica y excitante. Estábamos en un paraíso y a decir verdad, no habría mejor manera de disfrutarlo.
Sus movimientos sobre mí se volvían cada vez más pronunciados y el aire comenzaba a retirarse de mis pulmones, pero era lo que menos importaba en momentos como este.

No pude evitar contener un gemido al momento que una de sus fuertes y grandes manos capturaron uno de mis pezones para brindarles comprometedores masajes. Por primera vez se atrevía a tocarme de esa manera y se sentía completamente a gusto.
Al ser la primera vez que nos encontrábamos en una situación tan arriesgada, peligrosa, la curiosidad del uno por el otro de a poco iba aumentando y las ganas de seguir por más crecían a gran velocidad.

Algo se había desatado dentro de Jongwoon y por más delicado que quisiera hacer parecer las cosas, a cada segundo transcurrido, le era más difícil la tarea.

Sus manos atraparon mi espalda y sus dedos se separaron la mayor cantidad posible para así poder recorrer mi espalda en su totalidad.

Ladeé mi cabeza y abrí mi boca sin cuidado, así comenzaría un recorrido eterno, 
Sus extremidades comenzaron a detener las caricias en un punto fijo de parte baja de mi espalda: El borde de mi short. Ahora sí que mi corazón bombeaba la sangre de una forma intensa, las cosas comenzaban a tornarse serías, pero en realidad era eso lo que quería.

Sus dedos jugaron varios segundos con el borde, sin obtener los resultados esperados… 
mas en un momento, sentí como la prenda dejaba de hacer presión y las extremidades de Jongwoon, podían deslizarse sin obstáculos por toda la piel desnuda de mi espalda baja.

Sus manos repasaron por mi cadera, hasta localizarse en el cierre del short, sabía cuál era su propósito: bajar el cierre y sacar la prenda de una vez por todas.
Sus dedos, a medida que retiraban la prenda de su lugar con lentitud, recorría la piel 
sensible de esa región, creando una caricia simple, pero muy sensual y seductora.

La prenda llego hasta mis tobillos y los rojos e hinchados labios de Jongwoon, descendieron por un costado de mi mentón, mi cuello, hombros, lugar donde sus besos se alojaron durante un largo periodo.

Mi respiración se agitaba cada vez más y mi pecho subía y bajaba desesperado en busca de aire. Mi respiración se podía escuchar y Jongwoon no hizo más que agitarse igual. Sus besos ascendieron hasta mis labios mientras sus manos por mi piel húmeda hasta detenerse. Era delicado y haberse detenido no era más que un permiso para continuar, por lo que arrastré lentamente mis manos por su espalda hasta toparme con los cabellos que crecía en su nuca...

Gemí suavemente al sentir sus labios recorrer con delicadeza y pasión, lento pero sumamente placentero por esa región tan delicada que antes no hubiera imaginado sería ten excitante y aun teniendo bóxer puesto. Mis manos, que solo podían mantenerse firmas sujetas a sus cabellos, bajaron rápidamente hasta encontrar el broche de su pantalón y comenzar a quitarlo con impaciencia.

El agua, hacia solo que fuese más complicado, pero no imposible.
Por fin logré hacer que de sus labios se escapara un gemido, Me acopló más a su cuerpo y noté el efecto que producía en su cuerpo la situación en la que estábamos. Comenzó a moverse delicadamente sobre mí y yo no podía hacer más que aferrarme a su espalda ante tanto goce.

Estaba decidido, quería que… quería que estuviésemos juntos, que fuéramos uno solo y no habían indicios de negación, por lo que llevé directamente mis manos hacia el elástico de su pantalón con las intenciones de deslizarla y quitarla, pero una de sus manos buscó rápidamente la mía traviesa y la detuvo.

— Kyu —Susurró agitado sobre mis labios.-

— ¿Qué sucede? —Musité con los ojos cerrados, haciendo un vago intento por recuperar el aliento.- 

— No… no podemos seguir —Dio pequeños besos por toda mi mejilla.

— Si, si podemos —Tomé su rostro entre mis manos.- 

— Si, si podemos, pero no debemos —Suspiró— amor, esto… es algo muy delicado, no quiero que después… te arrepientas… antes de que pasemos… más allá quiero que estés seguro, de que… —Lo hice guardar silencio.-

— Jongwoon —Interrumpí con voz reprendedora— si estoy seguro, de verdad quiero que… —Sentí mis mejillas arder al solo pensarlo— de verdad quiero —Musité mirándolo los ojos.

Negó con la cabeza y sonrió levemente. ¿Por qué era así? ¿Por qué me dejaba en este estado?
Besó mi frente y se alejó nadando hacia atrás.- ¿Es por mi o por ti? Jongwoon —Me quedé con la espalda apegada a la piedra— por qué no me dices de una vez que eres tu quien no quiere hacerme el amor —Mi cuerpo tembló y mis ojos se cristalizaron. Quizás me estaba entregando a alguien sin que esa persona sintiera lo mismo.-
Se acercó enseguida y tomó de mis brazos.

— Te amo lo suficiente como para esperarte, te amo lo suficiente como para no
aprovecharme de cuando tus hormonas enloquecen —Sonrió— Te amo y créeme… si quiero… —Susurró con los ojos fijos en los míos y un leve rubor encendió su rostro. Suspiré… él tenía razón y me arrepentía por pensar *******.-

— Te amo —Susurré.-

— Igual que yo a ti —Sonrió y me protegió en sus brazos.


Nos quedamos recorriendo el pequeño lago de un lado a otro, disfrutando del hermoso día soleado y caluroso, más a los minutos transcurridos nuestros estómagos comenzaban a pedir a gritos alimentación.

Nuestra ropa, aún seguía estilando sobre una roca, por lo que Donghae prefirió quedarse en ropa interior y esperar unos segundos más antes de volverla a su lugar, en cambio yo, me vi en la obligación de estrujar al máximo mi remera, dejando caer hasta la última gota de agua.
 ¿Y qué quieres comer? —Sonrió acomodándose sobre el mantel y observando cada plato.

 Frutas, con este calor… me agotaría comer algo seco —Sonreí y opté por tomar un trozo de melón.-

 Estas en lo cierto —Sonrió y comenzó a degustar de cada tipo de fruta expuesta
ante nosotros.

El sol comenzaba a tornarse de un anaranjado intento, lo que daba señal para volver a casa.
 Es mejor que ya comencemos a caminar, no quiero perderme de noche —Sonrió con ternura mientras guardaba los platos y vasos dentro de la cesta.-

 Recuérdame, la próxima vez que vengamos, traer traje de baño, toallas y otra muda de ropa —Carcajeé ayudándolo a ordenar.-

Rio junto a mí a los segundos nos vimos caminando por en medio del bosque. A pesar de que el camino, aun principio, se me había vuelto eterno, ahora parecía que la distancia desde la casa hasta el lago, era mucho menor. Típico.- Al fin —Musité exhausta al estar frente a la puerta de la casa. Había quedado bastante agotado con el ejercicio aplicado en el agua… 
¡Vaya que ejercicio!
 Te irás a dar una ducha mientras preparo algo de cenar, cenaremos en la habitación y así podremos descansar al mismo tiempo —Carcajeó— ¿Qué se te antoja? —Carcajeé por lo bajo al escuchar el tono de su voz, tan protector, parecía un padre cuidando de su hijo.-

 No tengo hambre, padre —Reí y la llave encajó en la cerradura.-

Al dar un paso dentro, me impactaba el calor hogareño que habitaba. Era difícil de explicar, siendo que eran pocas veces personas la visitaban.

 Bueno, tendrás que comer algo, aunque sea liviano —Musitó detrás de mí y rodeó mi cintura con sus brazos, depositó un suave y dulce beso en mi cuello y se alejó para 
encaminarse a la cocina y dárselas de chef.

Corrí por las escaleras hasta mi habitación, tenía un leve presentimiento que me resfriaría, quedarme con la ropa mojada no había sido una gran idea.

Tomé unas toallas, mi jabón y mi bata. Ya preparado para una larga y relajante ducha, crucé los pasillos hasta llegar al bañó. Acomodé mis cosas sobre una mesita y largué la ducha, a pesar de que la temperatura aún era altísima, preferí bañarme con agua caliente, al menos eso podría ayudar a regular mi fría temperatura.

Tomé la esponja y la humecté con jabón líquido, dejé que atrapara grandes gotas de agua y la deslicé por todo mi cuerpo, dejando que la espuma corriera por mi piel y le diera suavidad más un delicado aroma a almendras.

Los minutos pasaban, pero podría estar años bajo el agua, dejando que recorriera mi anatomía para dejarla relajada y liviana.
 Amor —Musitaron del otro lado de la puerta, seguido tres golpes bajos— ¿Estás bien? —Entendía su preocupación. No había contado el tiempo, pero calculaba que era bastante.-

 ¡Ahá! Estoy bien, salgo dentro de unos minutos —Exclamé para que mi voz pudiera
escucharse con claridad y no se viese interrumpida por el chorro de agua que caía sobre la loza. Después de eso, no escuché más que sus pasos alejarse y me preparé para salir.-

Cubrí mi cuerpo con una toalla mientras secaba mi cabello con otra, no ocuparía un secador, el ambiente ya estaba ahogándome y aire caliente era lo que menos necesitaba dentro de esas cuatro paredes.
Tomé el pijama entre mis manos y una loca idea se cruzó en mi cabeza. Jongwoon se negaría todo el tiempo y debía entender de una vez que yo estaba listo, que estaba preparado.

Dejé el pijama a un lado y terminé por secar bien mi cuerpo. La toalla calló al suelo y cubrí mi cuerpo con mi bata, muy delgada y hecha de una tela muy suave.
Desordené mi cabello aún medio húmedo y dejé todo tirado en el baño.
Caminé con el corazón en la boca, pero debía mantenerme firme, era una gran decisión.

Llegué hasta la habitación y Jongwoon se acomodó con una gran sonrisa en la cama, a su lado, en el velador, me esperaba un vaso de coca cola y un sándwich de lechuga y tomate, más yo no estaba interesada en comer… por lo menos… no alimentos.

Caminé hacia la tele y presioné el botón para apagarla.

— ¡Kyuhyun! Esa película te gusta —Reclamó entre carcajadas.

Solo le sonreí levemente y me quedé de pies frente a la cama. La mirada entretenida y relajada, que habitaba en su rostro, se transformó en una seria, nerviosa y a la vez…
llena de deseo.-

Deshice, sin alejar mi penetrante mirada de la suya, lentamente el nudo que sujetaba mi bata.

Al estar libre, llevé mis manos a mi pecho, tomando cada borde de la prenda y sin pensarlo dos veces, la dejé caer por mis brazos… dejando a su exposición mi desnudez completa.

Nunca había hecho algo parecido a eso y se sentía completamente extraño e incómodo. Los nervios cosquilleaban por todo mi cuerpo y aún más al pensar que Jongwoon me rechazaría.

Sus ojos iban de un lado a otro, observándome por completo y al toparse nuevamente con los míos, tragó saliva nervioso. Era hora de hablar.
 Estoy seguro —Musité inhalando aire profundamente, al punto de ahogar a mis pulmones.

Gateó hasta llegar a los pies de la cama, se arrodilló frente a mí y tomó de mi
cintura. Besó delicadamente mis labios, mordiendo con sutileza mi inferior.

 Te prometo Kyuhyun, que serás el único —Susurró sobre mis labios— No importa
lo que suceda más adelante. Te amo —Me miró con los ojos brillantes.

Tomó de mi cintura y me elevó con facilidad. Me recostó suavemente sobre el acolchado y besó mis labios sin desenfreno, más bien con un amor y cariño nato, real y completamente maravilloso. Sus manos se deslizaron por mis rodillas por mis piernas, por mis caderas y vientre. Mientras seguíamos creando el beso más placentero y enriquecedor, la yema de dos de sus dedos se deslizaron por mis mejillas, acariciándolas con suma delicadeza y tranquilidad.

No habían apuros, éramos solamente los dos y la noche estaba hecha para explorarnos el uno al otro, conocernos mutuamente y darlo todo.

Su lengua de a poco iba abriendo paso entre mis labios, más pronto el beso llegó a su fin y Jongwoon se separó de mí, se arrodilló en la cama rodeando mi cuerpo con sus Brazos y tomó el inicio de su remera para retirarla de escena.

Mis manos se deslizaron por sus piernas subiendo con suma lentitud, para poder encontrarse con el cierre de su pantalón.

A pesar de que las cosas eran calmas y ni un movimiento era acelerado, la respiración de Jongwoon se volvía cada vez más agitada y no eran más que señales para que mis hormonas se revolucionaran. Antes de deshacerme de su pantalón, sonreí travieso y empujé a Jongwoon a un lado, me subí sobre él y tiré del pantalón, dejando su cuerpo semidesnudo a mi exposición.

A pesar de que la situación en el agua había sido completamente placentera y enloquecedora, esta vez, los sentimientos y todo tipo de sensaciones eran mayores.

Me quedé sentado y me detuve a mirar cuál sería su próximo movimiento. Sus manos se deslizaron por mi vientre, acción que logró un cierto descontrol en mi vientre. Cerré los ojos y mordí mi labio inferior, evitando gemir ante el placer. Sostuve mis manos en su pecho, notaba como de a poco el grado de excitación iba creciendo y fue aún mayor cuando vi sus ojos entrecerrados y sus labios entreabiertos emitían leves gemidos.

Me acerqué lo necesario para que mis labios tocaran la piel de su cuello, así comencé con una infinidad de mullidos besos por la zona y de a poco fui descendiendo por su pecho. Su mirada quemaba en deseo y su respiración agitada me incitaba a seguir a más.
 Te amo, Jongwoon —Susurré-

 Y yo te amo Kyuhyun, más que nada en este mundo —Susurró y besó mi frente.-

Sus labios iban a volver a los míos, más tomé su rostro entre mis manos e hice que sus ojos se acoplaran con los míos...

Sentí una gran punzada en mi interior y mis ojos al instante se cubrieron de lágrimas.
Sus labios se acoplaron a los míos, deseos y descontrolados. Se separó y me miró a los ojos, con los suyos brillantes. La luz de la luna y estrellas alumbraba la habitación. Sonreí al inundarme en sus ojos y suspiré sonoramente.
 ¿Sucede algo? —Susurré tratando de recuperar aire.


 No tienes idea… de todo… de todo… lo que te amo, Kyu —Besó mis labios con dificultad y cayó en mi pecho rendido.-

Continuará~