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jueves, enero 29, 2015

No está todo perdido [YeHyun] Cap. 7

Capítulo 7


Quiero aclarar que en mi fic las edades correspondientes de Kyuhyun son 25 y Yesung 29
No recuerdo la última vez que publique algo de este fic. Mis disculpas por la demora.


Hace 21 años 


Pensó que tal vez el salir a un lugar diferente con su pareja e hijo de 5 años sería una buena idea, ya que un día familiar en domingo les relajaría de tantos problemas que habían venido progresivamente, de los cuales ni un respiro de ellos ha tenido…
Sí, pensó que sería un día de relajo y en paz, lo pensó, grave error; ahora se encontraba en un momento realmente incómodo, en ese momento en el que miradas electrizantes se cruzan con evidentes ganas de asesinarse mutuamente, el olor a peligro ronda el ambiente, lo paradójico de no saber cómo precisamente llegaron a encontrarse las dos personas que por asuntos absurdos se odian a muerte y pensar que “¿demasiado tarde para un cena en casa?”

“¿Qué haces aquí?” –Dijo con total frialdad su pareja mientras con ruego en los ojos le pedía que no siguiera y que olvidará la presencia de aquella persona para poder irse, cosa que al parecer no capto o sólo ignoró- “¿Ahora quieres arruinarme el día?”

“Ja” –Dijo con ironía- “Créeme que no tengo tiempo para preocuparme de tu vida y si por cosas de la vida he tenido que verte la cara, créeme no estoy agradecido” –Escupió verbalmente con aversión-

“Entonces desaparece, me estropeas la vista” –Dijo su pareja sin inmutarse a las provocaciones que el otro lanzará, no, nunca lo hacía y mucho menos lo haría hoy-

Oh no, esto empeoraba y el tiempo no ayudaba que digamos, cabe decir que desde que conoció al que ahora es su esposo, se enteró de una tal rivalidad la cual no tomó importancia, con el tiempo se dio cuenta de que no era algo superfluo, luego se enteró de la causa, algo estúpida y absurda, pero que supo sobretodo querer a Jaejoong con todo y “problemas sociales”.

Alejando su perspectiva visual de ambos individuos, a unos cuantos metros nada más, se encontraba una persona conocida, que por situaciones como esta conoció no de la mejor manera pero eso no influyo en nada para que ambos seres sean el lado pacífico entre tanto revuelo y hasta amigos.

Dio por perdido tratar de separar a ambos, al fin de cuentas nunca lo logra, después de todo Jaejoong y Heechul sólo ladran no muerden; tomó de la mano a su pequeño hijo y camino con él hasta una banca, se sentó para luego liberar un suspiró de derrota.

“Appa ¿Pod qué pelead?” –Su inocente voz lo sacó de sus pensamientos-

Casi lo olvidaba, el pequeño Boo ya puede hablar y no sólo eso sino que puede entender lo que sucede a su alrededor, algo que a su edad es sorprendente y complicado debido a las circunstancias.

“No está peleando, sólo…” –No supo que decirle- “Intercambia palabras convexas con su amigo” –Y para que su pequeño se la creyera, terminó la oración con una sonrisa-

No volvió a hacer preguntas y se quedó calladito, algo que agradeció, por el bien de Jaejoong y de su hijo si no quería que se viera afectado por su comportamiento.

“Pensé que los detendrías” –Dijo una voz acercándose al lugar en donde se encontraban- “Tiempo sin verte, YunHo” –Dijo la pareja de Heechul, un amigo que hizo por cosas del destino-

Le sonrió pues era verdad, hace mucho no sé veían y las únicas veces que se encontraban eran cuando algo como lo que presenciaban delante de sus narices ocurría. Que irónica es la vida, mientras sus esposos se matan de todas las maneras ellos andan en paz

“¿Es tu hijo?” -Dijo mirando al pequeño Boo- “No lo veía desde que tenía ¿dos? Si no me equivocó” –El niño los ignoraba por completo pues estaba entretenido jugando con un carrito, el cual adoraba-

“Así es” –Le desordenó el cabello al niño, ver al producto de su amor le provocaba infinidad de sentimientos-

“Te presentó a la razón de mi existir” –Tomó el mano del pequeño detrás suyo, que a simple vista se veía tímido, pues sus sonrosadas mejillas le delataban- “Momo ¿No quieres ver a tu tío?” –YunHo río, claro que no era su tío pero sabía que si Heechul o Jaejoong se enteraban del nombre, alguien moriría, es seguro-

“¿Te gusta el nombre Momo?” –El niño aproximadamente de 3 años asintió detrás de su padre- “A mi hijo le gusta que le digan Boo” –Dijo sin dejar de mirarlo, lo que avergonzaba al niño-

“Hoy es su cumpleaños y tenemos planeado celebrarlo en casa” –Miró a su esposo que ahora estaba sentado junto a Jaejoong diciéndose que cosas sabe dios, mas al juzgar por sus ojos chispeantes no era nada bueno- “Pero creo que demoraremos un poco” -Sonrió- “Si las circunstancias fueran otras, me gustaría que tu hijo y el mío se volvieran amigos” –Tomó en brazos a su hijo y este se aferró a su cuello, pareciera que lloraría mas ese no era el caso, pues sus ojos de por si son iluminados y atrayentes- “Por ser tímido no tiene más amigos que sus peluches y me gustaría que sociabilizara”

“Pues aquí tiene a un fiel amigo” –Sentó al pequeño Boo cerca al lado de Hangeng para que se hiciera notar su presencia- “Dile algo”

“Hola” –Como buen niño obedeció a su papá e hizo lo que este le pidió, mas el otro niño que volteo a ver de quien se trataba, se sonrojo más y se aferró mas a su padre escondiendo su rostro del otro- “Me tiedne miedo” –Dijo mirando a su padre como si ello fuera insultante-

“Es tímido solo eso, Boo” –Volvió a desordenarle el cabello- “Es su cumpleaños ¿No quieres saludarlo?”

El niño se quedó pensando, en si saludar al altanero niño que lo ignoró o si no hacerlo. En esos momentos un gritó alertó a los adultos, haciendo que girasen a ver el lugar del bullicio. Jamás pensó que en verdad pelearon en todo el sentido de la palabra.
Ahora si son completos amigos
Pensó irónicamente.

“¿Qué hacemos? No podemos dejar a los niños solos” –Dijo con ansiedad de ir y llevarse a Heechul y su hijo de una vez-

“Boo, cuida solo por un momento al Momo ¿sí?” –LE indico con señas a Hangeng para que acercará a su hijo con el suyo- “Quédate aquí ¿Entendido? No te muevas. Sé buen hyung y cuida de tu nuevo dongsaeng” –Le dio un beso en la frente y seguido de Hangeng fueron a separar a ese par de exhibicionistas-

Cuando sus padres se fueron, el silencio se hizo presente entre ambos niños, Boo miró a Momo, quién tenía una bufanda grande que le cubría parte del rostro como su boca y algo de nariz, y eso dejaba expuestas sus mejillas que por increíble que pareciera seguían rojas, lo que llegó a pensar a Boo que estaba enfermo, pues de ese color se ponía cuando se enfermaba por jugar descalzo, aunque no era ningún resfriado ni nada por el estilo sino que Momo de por si tiene es pálido y si se sonrojara aunque sea un poquito se notaba a leguas.

“Me odias” –Dijo Boo rompiendo el hielo que se formó entre ambos, lo que negó Momo levemente- “¡¿Ed ratón te comió ad ledgua?!” –Era seguro que si el niño decía que sí, Boo se lo creería pues él creía en tal ratón con el cual sus padres lo amenazaban vendría por su lengua si no comía sus vegetables-

El niño menor negó nuevamente escondiendo más si rostro, y aumentando de color, fue una decepción para Boo pues él quería saber cómo era el ratón para no toparse con el de ahora en adelante mas al parecer se quedaría con las ganas

“No ot veo detde qued se llevó mi dientde” –Hablo finalmente Momo sin mirarle, solo jugando con sus manos-

“¡¿Lo viste?!” –Aquello era increíble, un amigo que recién conocía sabía de la existencia de tal ratón, era como haber visto a Santa por la calle, simplemente era verosímil- “¿Tiene dientes así?” –Hizo una mueca con sus dedos en su boca simulando unos grandes dientes-

“Jon enolmes y ed chiquidto” –Dijo con mayor libertad- “Me dedjó idnero id… id me ditjo qued regresadría”

Aquello era como confesarle que los unicornios existen y que tenía uno en casa esperando por ser cabalgado por un león con sombrero, poco posible pero que en ese entonces era real para ambos.
Siguieron hablando sobre que uno tenía amigos imaginarios y que todos eran tortugas, y el otro de sus numerables peluches, que tiene uno en especial que le habla cuando sus padres no están y el otro le creía porque así es la infancia

“Todma” –Extendió su mano hasta el rostro de Momo, en ella sujetaba su carrito- “Felid cumpleadño” –Dijo alegremente, ya había hecho un amigo nuevo y por ello quiso regalarle su juguete-

“Gradcias” –Tomo el carrito y lo abrazó- “Boo Hyund”

“Sedé bued hyund y te cuidaré” –Le dijo sonriendo-

- - ♥ - -

“¿Seguro que estarás bien?” –Preguntó inquieto-

“Lo estoy… ¿Ganaría algo mintiéndote?” –Le dijo a lo que al otro no le quedo de otra que resignarse-

“Como digas Game” –Dijo resignado, no podía insistir más o conociendo a su querido amigo, saldría volando de su casa- “Entonces me voy~” –Dio unos pasos más hasta estar completamente fuera del umbral de la puerta principal-

Cerró la puerta, y camino por la sala hasta recostarse en el sillón, extrañamente en ese momento se sentía agotado, debe ser por la compañía atosigadora de Sungmin que terminó por agotarle mentalmente, hasta juraría que se le seco el cerebro…
Repentinamente rio a la nada, ¿Acaso estaba borracho que hablaba incoherencias? Que él recuerde no ha bebido nada, pero más allá de ello se sentía diferente algo así como bipolar, que a cualquier estimulo de alguna emoción reaccionaba pero exageradamente.

Dirigió su mirada al reloj de pared, observando la hora: 7pm, ya había anochecido y en todo el día, en realidad desde el miércoles, no había salido de casa y ya sentía ahogamiento, tal vez le hubiera pedido a Sungmin que lo acampanará a quién sabe dónde, sólo quería salir; sí eso era lo que necesitaba, salir.

Aunque mentalmente se encuentre algo agotado, eso no impedía que sus ganas de salir se esfumaran. Se desperezo, saliendo del sillón, se acercó a un espejo para mirarse detalladamente, no está tan mal vestido, traía puesto un pantalón que detallaba sus piernas, de color rojo vino, una camisa azul oscuro y unas zapatillas que no estaba mal, aunque sabía que de noche el frío era mayor, sólo pensaba estar fuera no mucho tiempo, por lo menos distraerse en un paseo nocturno, por lo que así salió de casa.

Se despidió de sus hijas y salió de su hogar; su rumbo era desconocido mas no le importó en absoluto, empezó a caminar y su paso se acompasó, el mirar los alrededores de la calle siempre le parecerá extraño, y es que nunca se acostumbrará al lugar, se lo dijo una vez y hoy se lo puede volver a decir nuevamente, aquel vecindario aunque de sea tranquilo, no quitaba el hecho de hacerle sentir incómodo, no era su lugar, lo sabía y por ello su aceptación no era algo que fuera cercano. Ciertamente le recordaba al lugar que una vez en su adolescencia, por causas desafortunadas, visitó, y no es por la parte de ser un vecindario cómodo para cualquier persona, sino su nexo era debido a la sensación que en él provocaba, y en especial si era de noche, y es que hubo una vez en que Kyuhyun se perdió en uno de esos barrios marginados, en donde todo valía y todo se podía, poco recuerda de cómo llego a aquel lugar, lo que mayor presencia tiene en su mente es el terror que sentía, lo débil e inseguro que llegó a experimentar en ese lugar, aunque ello haya sucedido hace años sigue presente en su mente, no de la misma intensidad pero con el mismo efecto.

Es por eso que nunca le gustará su vecindario. Sí es tanto el rechazo al lugar ¿Por qué seguir ahí? Es simple, porque nunca le comento el pequeño trauma que lo acechaba a su esposo, aunque claro oportunidades miles tuvo mas interés por decirlo ni un poco.

Luego de llegar a una concurrida calle, se sentó en una banca libre, una que pertenecía a parque, uno que poseía unas cuantas piletas, estatuas hechas de la misma hierba formando figuras descomunales y demás bancos. Inevitablemente observó a diferentes parejas sentadas a unas cuantas bancas de la suya, estas tomadas de la mano expresando con una sola mirada dirigida a su pareja lo que sentían. En más de una oportunidad tuvo la oportunidad de hacer lo mismo, incluso de  adolescente recuerda alguna vez haberlo hecho, tal vez no de la mejor manera pero lo hizo… ahora ni siquiera mostraba rastro de cariño, volvió a observarlos específicamente a la pareja a su costado, como ella lo abrazaba y… ¡Demonios! quiso no importarle pero aun así lo hacía, maldecía por estar tan sensible pues juraría que en esos momentos quería llorar y si se conocía bien sabría que seguir ahí no era buena idea, por ello se puso de pie, y dio unos pasos luego de estos le siguieron otros y así sucesivamente hasta estar caminando nuevamente, en su afán de “escapar” del lugar, no tomo en cuenta la velocidad en la que iba o quizá fue la distraído que iba pues tropezó con una señora, está lo llamó y fue recién ahí que notó su vista nublada, estaba llorando.
Como pudo se talló los ojos, dio la vuelta y ayuda a la señora a recoger sus cosas, pidiendo disculpas, alzó la mirada y pudo ver con claridad a la señora que acababa de “atropellar”

“¿Ahjumma?” –Dijo llamando la atención de la mujer-

“Joven” –Esbozó una sonrisa- “Que bueno verlo” –Dijo de la forma más tierna que puede haber- “Que pena encontrarnos así” –Una vez con sus cosas en su lugar, se supieron de pie- “Hubiera querido vernos en un lugar adecuado, joven”

“No se preocupe, me alegra verla, ahjumma”

“Que bien, mi niño. Más bien quiero volver a pedir disculpas por no haber asistido hoy a su casa, tuve algunos problemas familiares y demás”

“¿Qué?” –Su sonrisa se desvaneció- “¿Usted no estuvo en casa esta mañana?” –Juraría que ella fue la persona que acomodó todo-

“¿Qué dices?”  

Extrañamente eso le aceleró el ritmo cardiaco

“Claro que no, pensé que el señor Kim se lo había dicho”

Empezaba a entender menos, y sus latidos a intensificarse

“¿Cuándo de lo informó?” –Se atrevió a decir, tenía temor de la respuesta-

“Antes de amanecer para hoy día, sabe que yo llegó temprano a trabajar y por ello avisarles personalmente pero el señor me dio la ventaja, se encontraba despierto a esa hora y parecía llevar prisa”

“¿Qué?” –Sus ojos se nublaron nuevamente, la garganta se le dificultaba para hablar- “¿Él estaba ahí… antes de amanecer?”

“Si, pero creí que él le informaría a usted”

Ahora comprendía todo, no estaba exagerando cuando esta mañana no había encontrado parte de su ropa, mucho menos cuando el lugar estaba limpio; Jongwoon ¿se estaba burlando de él? ¿Era eso?
Sin medirlo había tomado una decisión, se despido apresuradamente de la mujer y tomó el primer taxi que encontró, le dio indicaciones a los minutos llegó al lugar indicado, bajó del taxi, le pagó al chofer y este desapareció, apretó los puños intentando darse fuerza, y finalmente camino hasta estar frente al lugar en donde trabajaba, sacó su celular, sus manos estaban temblorosas pero aun así pudo marcar su número, sabía y no sé equivocaba que él estaría trabajando aun, por ello llego al lugar, presionó el botón de “llamar” y este empezó enlazar la llamada.

Se lo colocó al oído y espero unos segundos, pensó que tal vez no contestaría pero lo hizo- “¿Aló?” –Y escuchó su característica voz, se decía a si mismo cosas como: ¿Es él, cierto?, tragó saliva antes de hablar como normalmente lo haría-

“Soy yo” –Calló unos segundos, no creía lo que estaba sucediendo- “Estoy fuera de la empresa”

Luego de hablar no escuchó nada más de su parte, lo que le preocupó, pensó que tal vez había colgado o algo peor, pero volvió a la vida cuando se dio cuenta que no era así- “¿K-Kyu?” –Entonces sí, se reafirmó a si mismo que él era Jongwoon, era su voz.

“Hace mucho frío afuera, ¡Apúrate y baja!” –Mintió, en realidad en esos momentos ni siquiera se tomaba la molestia de prestar atención al clima, sino que sus pensamientos estaban llenos de él-

Y por miedo a una negativa de su parte colgó él primero, así por lo menos no tener que escuchar sus reclamos al menos no por ahora.

- - ♥ - -

Ahí se encontraba él, esperando a su novio en el departamento de este, esperaba mucho que él haya leído su carta, aunque no dudaba de ello, sino de la reacción que haya tenido al leerla, hubiera dado lo que fuera por ver su adorable rostro, no era bueno redactando cartas pero en esta puso su empeño y por supuesto amor.

Ya hace unas horas que había llegado pero no tenía noticias de él, le había mandado unos mensajes y llamadas que no habían sido respondidas o contestadas, pero no se alarmó, en su relación solía pasar eso, tanto que llego a tolerarlo, claro que le encantaría que él alguna vez lo llamará o mensajeará como ve que hacen las demás parejas, quisiera ser por un momento como esas parejas que se extrañan tanto que a todo momento necesitan saber de la otra persona, pero sabía que con Donghae no obtendría eso, porque él no es de hacer ese tipo de cosas, menos quiere presionarlo, no como la última vez, ese corto tiempo sin verlo le atosigaba, aunque el verlo en su puerta pidiendo una explicación fue lo más adorable que él pudo hacerle, no lo mostró en el momento pero lo sentía.

Y fue que entendió que él era una de esas personas, necesitaba de él para permanecer tranquilo; había llegado a amarlo tanto que su mundo sólo era él, por ello quiere hacer todo lo que él le pida, si es necesario esperar un definitivo “Sí” lo hará, no importa el tiempo que tomé, esperará por él.

Suspiró una vez más, tomó su celular y marcó nuevamente su número, no le importase que no contestará quería que él notará que siempre pensaba en él, escuchó nuevamente a la operadora mandándole al buzón de llamadas, volvió a colgar, levantó la visto y ahí estaba al que había invocado con todo su ser, este observaba su celular.

“Hae, estás aquí”

“No me llames tanto, estuve en una reunión con el odioso de Henry y no pude contestar porque Mister Hámster no tolera las interrupciones”

“Lo siento, trataré de ya no hacerlo”

“No importa, al menos me libre de él”

“¿Leíste mi carta?” –Dijo divertido-

El otro se detuvo en seco, felizmente se encontraba de espaldas y agradecía que así lo haya predestinado el destino de lo contrario del otro pudo haber apreciado el sonrojo que le atacó.

“Tú” –Se giró a verlo cuando se normalizo un poco- “¿Cómo pues escribir algo tan vergonzoso?” –Pero le era incontenible tratar de no recordar lo que en aquel papel estaba escrito- “¿Piensas que soy un pervertido?”

“Nunca dije eso”

“Pues en tu nota no lo decía pero lo insinuaba claramente”

“No veo que parte de lo que haya escrito sea mentira”

“No depende de si es mentira o no. Sino de las indirectas”

“¿Me negarás que estos últimos tres años envés de tener una cita normal terminamos en una cama?”

Ambos labios inmediatamente se separaron para contradecirlo, pero de ellos no salió nada incoherente mejor dicho ninguna palabra, acto seguido se mordió el labio inferior avergonzándose solo pues aquel acto le daba la razón al otro.
Ante tan bello panorama las ganas de abrazarlo se incrementaron, unos cuantos pasos y estaba detrás de su novio, le rodeo con sus brazos siendo recibido sin objeción, beso su mejilla, sintiendo lo caliente de esta, sin reprimirse una sonrisa.

“P-pero te gusta ¿no?”

“Demasiado, pero también me gustaría un cita contigo” –Le susurró al oído luego besó esta-

“P-podemos tener una… cena” –Ahora los labios ajenos se deslizaban por su blanco cuello, mientras el otro inclinaba la cabeza dándole espacio-

“Me parece bien” –Dicho esto se separó del otro, le regaló una bella sonrisa, tomó su mano y lo haló hasta la cocina- “Pensé que dirías cena, por eso la preparé anticipadamente... -Se acercó a una de las cacerolas- Solo habrá que calentarla” –Lo miró con la misma sonrisa-

Sin decir más Hyuk calentó lo preparado; con una mesa ya tendida y adornada correctamente sentó a Hae en ella, obviamente sorprendiéndole al ver todo ya listo, sirvió la comida.

- - ♥ - -

¿Hizo bien?
Claro.
Era lo que se repetía pero interiormente no pensaba del mismo modo, se debatía por dentro en sí era buena idea seguir o dejar todo como esta e irse… ¿Qué es lo que hará si él actúa diferente a lo que espera? O ¿si el asunto se sale de sus manos? Y terminan peleando como siempre. Inconsciente de sus actos, mordió su labio inferior. Sí, estaba nervioso y al mismo tiempo ansioso, nervioso de que le reclame acciones pasadas, sólo habían pasado unos cuatro días desde que lo vio, en esos días lo había pasado mal, sin contar los malestares que de un momento a otro le llegaron. No les tomó importancia pues sabía que era debido a su estado anímico, como una vez lo escuchó en la televisión, dependiendo del estado espiritual estará tu cuerpo, y en su caso, estaba mal en todo el sentido de la palabra, ya hacía unos pocos minutos que se encontraba en frente del gran edificio en donde trabajaba Jongwoon digamos que él no lo visitaba seguido por eso le era algo casi nuevo venir.

Será exagerado o tal vez no, pero para Kyuhyun el gritarle lo que se merecía era lo que tenía que hacer en cuanto lo viera, aun no podía creer que prácticamente se fuera sin si quiera tener un maldito papel en las manos que diga que su matrimonio se había acabado, ¡ni siquiera eso!

Kyuhyun no era de los que perdonará tan fácilmente, menos un ‘casi engaño’ como aquel. Lo que Kyuhyun dejaba pasar por alto y por muy alto; era que su justificación no era la suficiente para ser considerada un reclamo justificable pues el solo hecho de verlo nuevamente era lo que lo impulsaba a estar ahí parado.

¿Qué es lo que esperaba? Tal vez una posible reconciliación. Claro está, no iniciada de su parte sino la de Jongwoon. Como deseaba tanto que todo fuera como antes. Peleas, sexo, reconciliación. El circulo vicioso del que tanto se había acostumbrado. La garganta se le secó de solo pensarlo. Gustoso abría sus piernas, pero este no era el caso.

¿De verdad lo pensé? Una oleada de realidad arremetió contra él. ¿Pasó por su cabeza entregarse así nada más? Oh KyuHyun ¿Qué es lo que te está sucediendo?

De eso dependía el que hoy estuviera allí. Su enojo hacia su estúpido esposo, porque de ser por cualquier otro sentimiento se sentiría indefenso, incluso dominado, bajo sus pies.

Terminó por desechar sus pensamientos al momento de ver una silueta acercarse a él, entonces supo que no había marcha atrás. Quiso no prestarle atención al terno que llevaba puesto y que tan bien le quedaba, en comparación suya él era una lagartija.

Entonces nuevamente se sintió débil ante la seriedad en sus ojos. Bueno ¿Quién de los dos se suponía debe estar molesto?

“Así que no era una broma” –Su tono revelaba la frialdad que podía llegar a tener no obstante no opacaba que en ella hubiera aún ternura.-

Exacto. Este es el hombre que ama.

“Siempre cumplo lo que digo” –Quiso mantener la compostura, pero lo cierto era que ante este lado de Jongwoon no podía. Nunca se había sentido así, no desde que era un niño, temeroso y tímido, pero ya había superado esa etapa, entonces ¿Por qué ocurría esto ahora?-

“Tu llamada parecía importante” –Retomó el curso de la conversación, a pesar de que Kyuhyun no contribuía en mucho.-

¿Importante? ¿Qué era lo importante? Ya ni recordaba su nombre. Todos sus sentidos se enfocaron en un solo objetivo. El estómago se le revolvió ¿Desde cuándo le intimidaba tanto que lo mirará así?

“Kyuhyun sabes que no me gusta que no respondas. No me hagas perder el tiempo”

¿Hacerle perder tiempo? Acaso es eso lo que siempre pensó de él ¿Qué le hacía perder tiempo? Mandó al diablo el remolino de emociones que intentaba gobernar en él, ¿Qué estaba esperando? Que Jongwoon lo abrazará y dijera que todo estaba bien, volviendo todo a la normalidad. Entonces su enojo inicial, volvió como una pastilla efervescente en agua.


“Vete a la mierda”

Continuará...

viernes, enero 03, 2014

No está todo perdido [YeHyun] Cap. 6


Año nuevo: Cambiaré jeje
Es raro que actualice tan seguido, para que vean que no soy tan despota,
Veo que a este fic le va bien -se pone a llorar de felicidad-
No saben que feliz me hacen ;-; ... Lo sé, debo actualiczar los otros algo que haré mas denme paciencia...
Adelanto que mi mente no se detiene sigue creando mas bellas historias, cuando concluya con: "Me without you" publicaré otro fic. Esperenlo



Ahora sí, a leer~




Capítulo 6

Los rayos del sol llegaron hasta la ventana vidriada, iluminando la habitación por completo denotando que era de día, un día muy hermoso lleno de un radiante sol en la mañana, y aunque el día afuera sea tan encantador el bello aletargado ni enterado de aquello, pareciese que nadie pudiera sacarlo del letargo en el que estaba excepto el sonido del estruendoso aparato que los seres comunes llaman: Despertador

Casi da un brinco de la cama al llegar el fastidioso “Ring Ring” a sus oídos, separó su cabeza de la almohada, mirando a su alrededor aun adormitado por ende sin enterarse de lleno sobre realidad, y por apagar el fastidioso aparato tuvo que verlo notando la verdadera hora, abriendo los ojos de par en par.

“Oh no, no. no” –Se dijo mientras se levantaba con prisa- “Las 7:00 ¡Y el maldito despertador recién suena!” –Como pudo buscó su ropa, pues no traía nada puesto-

Y es que la noche anterior tuvo un encuentro con su novio y una cosa llevo a la otra y ahora él se encontraba con el corazón a mil por haber dormido tanto tiempo, eso nunca le pasaba y más si al día siguiente tenía una reunión importante a primeras horas de la mañana; a los pocos minutos de haberse levantado ya se encontraba en el baño dándose una ducha y eliminar de su cuerpo el sudor que hace unas horas había expulsado de su cuerpo, él vivir solo, en ese aspecto, era una desventaja al momento de despertar porque su único apoyo no era ni su madre ni su padre que estuviera ahí para decirle: “Es tarde levántate” sino que a cambió de eso tenía un despertador, dicho de paso regalado por su novio pues sabía lo perezoso que este era; No Donghae no tenía a esa persona que amaneciera a su lado para hacerle recordar tales cosas, pues hace un tiempo atrás ya se encontraba solo y no porque sus padres estén muertos sino porque hace tiempo se dio cuenta que no tenía el respaldo de ellos, él se sentía en medio de una batalla campal en donde sus padres discutían siempre por cualquier cosa que verían defectuosa y él espectador de todo ello…

Sus padres se divorciaron cuando el cumplió los 15 años, siempre pensó que la familia era lo más importante, que su familia era estable y que le gustaría algún día formar una como la suya, pero con el tiempo esos deseos solo se quedaron en eso… Deseos

De niño se preguntaba ¿Qué sucedió con ese amor que se tenían? ¿En dónde quedo? ¿Por qué ahora solo parecen enemigos?, pero lamentablemente ninguna de estas preguntas fue contestada, pero el tiempo dolorosamente fue contestándolas: “Nunca se amaron”

Al cumplir la mayoría de edad decidió vivir solo y dejar que sus progenitores se sigan lanzando cuchillos y zarpas, ignorando lo que estos hagan con tal de no ser partícipe de ello, no es que odio a sus padres es solo que prefiere distancia de su realidad familiar, porque la indecisión de si hice bien en casarme o no fue proyectado imperceptiblemente por él asimilando aquello inconscientemente por lo que sus dudas del matrimonio o no, el temor a un futuro fracaso siempre rondo su mente por lo que no sé atrevía a más con sus parejas siendo dejadas por ellas y respondiéndose con un “No fue amor”, y así era su vida tan monótona sin ningún acontecimiento impredecible, hasta que por cosas del destino conoció a su actual pareja de la que está seguro no querer dejar.

Con su ropa formal se encamino hasta su habitación, solo tenía aproximadamente 15 minutos para llegar a tiempo a la reunión con ese hámster cachetón, por lo que tenía que darse prisa o este lo mataría conociendo el genio de su dongsaeng, Henry podía ser muy travieso jugar con él y hasta hacer bromas de cualquier cosa solo para pasar un grato momento pero a la hora de ser serios, lo era y uno muy severo y mucho más se trataba de su persona, Donghae del quién respeta mucho pero también critica por faltas.

Odiaba ser empleado de ese hámster extorsionador, y aun peor era que este era un Cho lo que significaba doble mortificación, y no es que estuviera en contra de los Cho no, no era eso, es más sus padres le caían bien –en especial su padre-, pero sus hijos ellos si eran un peligro, tal genio solo era heredado de un Cho, y ciertamente el representante más sobre saltante es Kyuhyun, el mayor, del cual junto a Sungmin se conocen de tiempo, claro no tanto como el conejo y Kyu, y esa personalidad nunca ha cambiado, Sungmin dice que es adorable por dentro algo que aún me cuesta creer, claro que no es bueno juzgar a las personas sin antes saber de ellas a fondo…

Secó su cabello como pudo, arrojando la toalla en su cama, vio en ella una papelito doblado en las almohadas, de lo que anteriormente no sé percató; se acercó a esta, tomándola y leyendo el contenido.

“Me hubiera gustado quedarme para verte despertar, pero tuve que irme temprano espero que no te quedes tanto tiempo durmiendo y a causa de eso no vayas a cumplir tus deberes, no te di tan duro como para que presentes una carta del médico por dolores de espalda baja”
PD: Tengo la noche libre y no para hacer “esas” cosas sino para pasar un tiempo romántico contigo
Atte. Hyuk

Al terminar de leer la estúpida carta sus mejillas se sonrojaron, unas ganas enormes de gritarle a ese mono por insolente se agruparon en su garganta, pero parecería loco si lo hiciera si este no estaba presente, arrugó la tonta pero significativa carta con pretensiones de arrojarla al tacho, pero no lo hizo sino que lo guardo en su bolsillo…
Es débil ante el amor

“Estúpido y tonto mono” –Se quejó con rabia como si este estuviera presente-

A los minutos se encontraba en camino a su trabajo, otro día más empezaba… ¡Que aburrido!

- - ♥ - -

Sus ojos se volvieron a abrieron ese día, aunque anteriormente se haya levantado con la impresión de aquel sueño tan presente, por haberlo sentido real volvió a dormir para volver a soñar lo mismo mas aunque quiso no pudo y sin importarle la hora ni mucho menos que era de día se quedó dormido para cuando volvió a despertar aun sentía el adormecimientos típico de recién haberse levantado, miró a su alrededor, como si el lugar en donde se encontrará no fuera su casa, dándole noción de donde se encontraba, al notarlo estaba en su cama y… sin rastros de Jongwoon nuevamente, agachó la mirada, queriendo llorar porque al parecer no era indispensable en su vida, tal vez siempre fue así y sólo recién ahora lo nota, secó rápidamente la lágrima que quiso escurrirse por su rostro, no lloraría, no, no lo haría, sin más se levantó de la cama y encaminó hasta el baño, una vez dentro uso el sanitario y también tomó una ducha, la necesitaba para apaciguar la sensación extraña que sentía, por un momento pensó que aquel sueño fue tan real, que así quiso creerlo, ya hasta había olvidado porque se había enojado con Jongwoon la noche anterior, y menos quiso recordarlo, se talló el rostro para quitarse la pereza de encima, a los 15 minutos se encontraba fuera del agua, se dirigió hasta el armario y buscó ropa limpia para usar, y entre tanto notó algo perturbador.

Faltaba ropa, pero no era la suya sino la de Jongwoon

Pensó que estaba exagerando, pero mientras más rebuscaba entre los percheros solo hallaba su ropa no la de su… la de Jongwoon, le era confuso ahora como debería llamar a Jongwoon, si calificarlo como algo suyo o… ya no. cogió un polo y jean, se los puso y salió de la habitación, bajando escalones con prisa.

Tal vez es sólo tu imaginación exageraba Kyu

Se dijo a sí mismo tratando de hallarle explicación a ese casi vacío armario, al bajar sus mascotas pomerianas se deshicieron al verle, entre ladridos y lamidas, al menos ellas le eran fieles, se dispuso a darles de comer croquetas, las cuales sabía les gustarían, se asomó a la estantería de la cocina, la abrió y sacó de esta las galletas, con la mirada buscó los platos de sus hijas, los cuales estaban sucios,  dejó las galletes fuera del alcance de sus hijas, cogió sus platos especiales y se acercó al lavabo para lavarlos, mas al llegar ahí su corazón dio un vuelco.

Él juraría que dejó un cerro de platos y utensilios todos sucios en el lavabo mas estos ya no estaban ¿Le habrían robado? Pero ¡¿Quién robaría platos sucios?! ¡Nadie!. Fue entonces que una respuesta poco posible atravesó su mente… ¿Jongwoon?

Su pecho volvió a retumbar con más fuerza ¿Podría ser? O exagera demasiado. Y es cuando su parte lógica le quitó la ilusión.

Pudo haber sido la empleada

Suspiró desilusionado, es verdad, había olvidado ese detalle, la empleada solía ir y dejar todo limpió si era necesario, pues ella poseía una especie de radar que le indicaba cuando la gran casa se encontraba en desorden.
Tal vez al verle dormir no hizo nada y sólo cumplió su trabajo, ella poseía una llave de la casa, como era alguien de confianza se le permitía tener la llave.

Su pecho se oprimió, estaba decepcionado, esperaba con todo su ser que haya sido él para tener una razón y verlo, y sin perder su esencia reclamarle del por qué invade su hogar sin haber avisado, volver a lo de antes, como cuando algo no le parecía a Kyuhyun le hacía saber a Jongwoon, tal vez no de la mejor manera pero lo hacía mostrando su extraño cariño hacia él y al final ser callado por sus labios, acariciado por sus pequeñas manos y apaciguar ese enojo incomprensible con una bella noche de pasión, claro que sería absurdo venirle con semejante reclamó cuando también es su casa, aunque Kyuhyun podría inventarse algo más sólo para retenerla conversación.

Pensaran que es una rara escena de pareja, pero así eran ellos, así era su vida lo que Kyuhyun pensó era la correcta, en la que a gusto podrían vivir el resto de sus días… mas nunca tomó en cuenta que ese estilo no era el que el otro esperaba tener con él. Y es que olvidaba lo sensible, pacífico y romántico que es Jongwoon y que para él, estar a su lado era lo mejor que le había pasado, como solía decirle cuando le hacía el amor, cosa que no comprendía pero que en el fondo sabía perfectamente el significado de cada una de esas palabras.

Inconscientemente se abrazó a sí mismo, queriendo recordar el calor del otro en su piel, aunque sea sólo unos instantes para él lo serían todo mas ese recuerdo no llegó nunca, ¿Por qué aunque haya sido poco el tiempo separados no podía recordar algo como un simple abrazo? ¿Por qué? Es simple, porque cada vez que este lo abrazaba raras veces Kyu le correspondía, mayormente ni tiempo le daba de llamar oficialmente eso un abrazo, pues Kyuhyun lo apartaba de su cuerpo, diciéndole que esas cursilerías no iba con él y que si quería abrazar a alguien que sea a su madre, luego de ello volvía a los suyo, jugar videojuegos hasta hartarse, Yesung no insistía pues de tantas veces que lo había intentado el resultado siempre fue el mismo: Rechazado, por lo que al ser rechazado una vez no volvió a intentarlo para no seguir con la faena, y se retiraba no sin antes decirle que iba a abrazar a su madre y que posiblemente no regresaría a dormir esa noche porque estaría muy, muy ocupado, esto lo decía para hacer rabiar al menor, entrando en su juego y Kyu pensando que entendía su forma de querer mas él no lo comprendía sino que le sacaba canas y hería de una manera invisible para Kyu.

Un ladrido hizo que diera un salto del susto, al notarlo se la pasó en trance unos buenos minutos divagando que no se percató de lo hambrientas que estaban sus hijas,  lavó los platos y echó en ellos las galletas, se los dio y ansiosas degustaron como si no existiera un mañana, las observó mientras se recargaba en el lavabo, su mirada recorrí cada rincón del lugar, notando que sólo hasta ayer era un chiquero y que hoy  no lo era más, la necesidad de creer que todo fue obra de Jongwoon se incrementó a tal punto de hacerle tocar la superficie por donde, lo más seguro, sus dedos pasaron, tocando y queriendo sentir el calor que siempre se le fue otorgado pero que nunca quiso recibir y que ahora necesitaba con ansiedad.

Llegó a la mesa y recordó que en ella había basura y que ahora no había pistas de esta, se sentó en la silla que se encontraba fuera de su lugar, recargo su cuerpo en la mesa, cruzó sus brazos y posicionó en ellas su cabeza, escondiéndolo del mundo, deseando no estar viviendo aquello.

Se sentía solo, ¿Para qué tener una casa tan grande si no hay personas que la llenen? Levantó la mirara y paseo sus ojos en lo espacioso del lugar. Vagamente recordó que en una oportunidad Sungmin insinuó: Hijos, en frente de Jongwoon dándole ideas tontas sobre querer tener unos, y como se negó rotundamente a tenerlos, no los quería, no los necesitaba porque en ese entonces tenía a Jongwoon y con eso le bastaba, lo que dijo en ese entonces de que los niños babean, hacen desorden y no sé qué más cosas, lo dijo sólo por no perder su compostura de Kyuhyun, nada más, y ahora que lo pensaba sumado más lo vacío que se siente, quisiera tener unos, solo si es con Jongwoon.

El retumbar de su celular hizo que se alertará, al cogerlo pudo ver que era un mensaje y también de quién se trataba.

[Min]
-¿Piensas abrirme o qué?-

Parpadeo un par de veces, y volviendo a leer el contenido sus parpados se agrandaron ¿De qué mierdas hablaba?

[Kyu]
-¿Dónde estás?... ¡¿Me espías?!-

Agregó y envió, ¿Qué intentaba hacer el maldito conejo?

[Min]
-Claro que no, no tengo tiempo que desperdiciar… ¡Y ábreme de una vez! Hace minutos estoy parado en frente de tu casa y ni mierdas me haces caso… ¿Te masturbas? Porque… puedo regresar más tarde kkk-

Hasta el lugar en donde estaba podía escuchar la risa burlona del mayor, quiso matarlo con sus propias manos, mas no le era conveniente un asesinato en esos momentos.

[Kyu]
-¡Te jodes! No te abro y ¡lárgate de mi casa! Animal horrendo-

Tecleo con enfado, si quería inventar extrañezas que se las haga a su abuela, porque él no estaba de humor para esas cosas menos para seguirle el juego.

[Min]
-No te enojes, sólo quise distraerte un poco-

Fue lo único que recibió, y a los segundos escuchaba el incesante timbre de la puerta, y que inconscientemente recuerda haber escuchado sólo que lo ignoró. Sé levantó del asiento y caminó hasta la puerta, la abrió y sin darle permiso el rosado entro ¡Que sinvergüenza! Pensó mientras cerraba la puerta

“¿Qué vienes a hacer aquí tan temprano?” –Dijo Kyu sin perder la compostura y con cierta molestia en sus palabras-

“¿Temprano? Esta hora no tiene nada de temprano” –Y claro sin notarlo era casi las 12 am- “¿Desayunaste? Supongo que no” –Y Kyu pudo recién en ese momento ver que Min traía en sus manos bolsas e supermercado- “Para que veas que no soy ingrato contigo” –Le dijo al ver la mirada del menor sobre su compra-

Sungmin se acercó a la cocina, preparado mentalmente para limpiar el desastre que imaginaba había, pues si mal no recuerda lo última vez que fue, que no fue hace mucho, el lugar era una pocilga, mas se sorprendió al ver el lugar limpio, pensando que tal vez Kyuhyun dejó de deprimirse y aseó su casa, por lo que no pregunto del asunto.

Estando ahí, Sungmin preparó desayuno o mejor dicho almuerzo para ambos, y mientras conversaban de las cosas que habían pasado y la insistencia de Min porque su amigo busque a Jongwoon no sé hicieron esperar y la negativa de este por el miedo a un rechazo o algo peor, ya no estaba tan seguro.

Así se la pasaron la tarde del lunes hasta que el sol se escondió.

- - ♥ - -

“Dong…Hae” –Pronunciaba con voz pausada- “Lee…Dong…Hae” –Dijo inertemente- “Lee Dong…Hae…. ¿Lee Donghae?” –Suspiró por enésima vez- “Lee Donghae, ¿Lee Donghae? ¡Lee Donghae! Claro es él” –Recordó por fin-

Cogió los papeles que tenía en su escritorio, el folio que se encontraba delante con el nombre del susodicho, su foto e información… ¡Era él! ¿Cómo no lo había reconocido antes? Eres uno de los amigos de su… de KyuHyun -suspiró- Ya no sabía cómo llamarlo, si su esposo o solo por su nombre.

Omitiendo el tema de KyuHyun, volvió a lo suyo; al recordar a ese tal Lee Donghae, aquel que había ido a su boda, y al parecer amigo de KyuHyun, era uno de los postulantes para ser el modelo para la nueva portada de la próxima promoción de la empresa, y que al leer sus antecedentes trabaja en la empresa como: Director económico de publicidad, ¿Por qué nunca antes lo había visto? Tal vez porque nunca antes se había detenido a observarlo como lo había hecho hace instantes para recordar que lo había visto antes.

Y aunque no era oficial su participación pues primero debería pasar una extensa revisión para saber si era apto o no, diría con solo verlo que así sería, pues era bien parecido y poseía porte de modelo, claro que no fue él el que lo propuso sino Henry, uno de los encargados en publicidad y extrañamente su cuñado, debía ser Henry quien supervise la revisión, sin embargo no dudaba que si lo eligió fue por algo, ya lo tiene fichado y hará lo que sea para que ese tal Dong Hae sea la imagen de la empresa.

Era obstinado el menor de los Cho pero ¿Qué se le hace? Así es la familia Cho, viene de los genes y eso muy bien lo sabe.

Dejó de lado el portafolio con los documentos de los participantes pues como Presidente debe saber todo lo que ocurra en la empresa familiar Kim y Cho, y ahora que pasaba por su mente cuando no haya mayor vínculo entre ambas familias ¿Qué sucederá con la empresa familiar? Pues si por medio de un contrato se unificaron ambos monopolios, está claro que no pueden separarse solo por problemas personales, al parecer no estará del todo desligado a KyuHyun como pensó.

Por una parte eso le alegro y por otra le inquietó la idea, estaba más que seguro que no le haría nada de gracia ver a KyuHyun por la empresa con nueva pareja, no podía con ello, aunque no puede cambiar su vida tan rápido ¿no?
Suspiró por enésima vez ese día, era un hermoso lunes mas no lo sentía así, cuatro días en los que no sabía noticias de Kyuhyun… ¿Tal vez es mejor así, no? A fin de cuentas aunque sigan siendo pareja seguirán los problemas interminables y por su parte la falta de atención, ¿Para qué mentir? Su trabajo absorbe mayor parte de su vida, sintió un alivio, uno breve, cuando falto a trabajar el viernes, que cabe recalcar seguía en su conflicto emocional que creció aún más cuando sus padres, en especial su Omma, sin palabras le dio a entender que nunca debió casarse precisamente con Kyuhyun… ¿Por qué? Porque es hijo de su rival a muerte, Kim Heechul –su nombre de soltero- en realidad nunca entendió esa absurda rivalidad entre ellos, y muy poco le importó cuando empezó a salir con Kyuhyun a escondidas de ambas familias, y por extraño que parezca Kyuhyun siempre, desde que lo vio en la universidad, le causo una inexplicable sensación de querer protegerlo; sintió gran atracción hacía él y ello fue mutuo, siendo jóvenes y enamorados el querer permanecer al lado del otro era esencial, y con la dificultad familiar que ambos sabían había entre ellos como un obstáculo permanente, ello hizo de su amor, prohibido y por ende deseado con intensas ganas.

Y ahora que lo detenidamente haberse escondido como ladrones no fue lo mejor, para empezar porque no han cometido crimen alguno
Aún recuerda uno de sus tantas escapadas, la que mayor presencia en su memoria tiene

Flashback

“¿Te siguieron?” –Dijo mirando por todos lados-

“Claro que no, ¿Cuántas veces me he escabullido de mi casa y no se han dado cuenta? Esta no será la excepción” –Se acercó a él, revolviéndole el cabello- “Y dime ¿Cuál fue tu excusa esta vez?” –Le sonrió mirándolo tiernamente-

“¿Eh?... Pues, dije que me nombraron tutor de un descerebrado y que mi labor social y moral era ayudarle” –Lo miró desafiante-

“¿D-descerebrado? No soy descerebrado” –Dijo serio-

“AH perdón, olvide que eres sensible al tema”

“Mejor por qué no cierras esa boquita y te ahorras un castigo” –Advirtió sereno-

“¿Me amenazas, cabeza de manzana?” –Soltó una risa- “Cuando tu IQ superé el…”

Sintió una leve presión en su mentón, y luego como era besado sin su permiso, quiso con toda su voluntad alejarle, pegarle y gritarle por ser tan atrevido mas no lo consiguió ¡Mierda! ¿Cómo tener un semblante duro, reacio y serio? Si le estaba correspondiendo.

“Me preguntó por qué tienes una bocaza” –Le alejó de sus labios y cuerpo mas no del todo, vio intensiones en el menor de reclamarle tal vez por detener el beso mas no le dio oportunidad de hablar, tomó de su mano y entrelazo sus dedos, cosa que Kyuhyun diría fue fuerte y sin más empezó a caminar junto con Kyu-

Momentos como estos eran los que más añoraba en el día, estar con él y olvidarse de todo, ser sólo los dos sin ningún padre alrededor, estaba más que seguro que quería… No, deseaba con intensas ganas permanecer el resto de su vida a su lado, al lado de su pequeño amante; aunque quisiera desechar todo los problemas que pudieran acarrearlo, no podía…

“Me gritaron” –Dijo mirando la nada sin perder una desquiciante sonrisa-

Kyuhyun parpadeo unos segundos, y frunció el ceño, no le gustaba ese tipo de noticias- “¿Por qué?” –Dijo sin perder la expresión en su rostro-

Tras un desquiciante suspiro de su parte, volvió a hablar, sin mirarle de frente.

“No soy lo que ellos quieren… se desilusionan de su hijo que por desgracia de ellos, no tiene el minino interés en heredar una absurda empresa y que en cambio prefiere hacer arte” –Quiso hablar, decir algo agradable, pero siendo realistas, no tenía la mínima idea de cómo hacerlo- “Sea lo que sea que haga nunca les agrada”

“¿Peleaste con ellos otra vez?” –Fue lo único que salió de sus labios-

“Digamos que fue un intercambio de palabras concisas”

Ahora era Kyuhyun quién sujetaba su mano con fuerza, quería consolarlo pues sentía en su aura inquietud, pero no sabía cómo hacer para lograrlo- “Lo siento” –Fue lo que salió de sus labios-

“¿Por qué te disculpas?” –Lo miró extrañado-

“Por mi culpa te gritan, claro no saben de mi pero las consecuencias que originó te meten en problemas… Lo siento por eso”

Su mirada seguía perenne en su pequeño novio, Kyuhyun quiso desaparecer ese día, lo sabía se lo recriminaría algún día y desgraciadamente fue hoy. Quiso no haber dicho eso nunca, no haber deducido ello, quiso…

“¡¿Qué tonterías dices?!”

“¿Eh?”

“No te eches la culpa de nada… Kyu esto siempre me sucede no es de días, es de hace mucho tiempo, cuando según ellos me volví rebelde” –frunció levemente el ceño- “Decirle la verdad no es ser rebelde”

“No me gusta que no te lleves bien con tu familia mientras que en la mía todo va bien… ¿Sabes cómo me siento?”

Jongwoon adolescente miró brevemente a KyuHyun adolescente, ciertamente habían momentos de su vida que rara vez escuchaba hablar a su pequeño así… Y ello le agradaba…

“Lo siento” –Dijo para luego dejar de mirarle y fijar sus ojos al horizonte, con una sonrisa cálida en el rostro-

“¿Eh? ¿Y tú por qué?” –Era de esperar esa reacción-

“Te hago preocuparte por mí” –Rebeló deteniendo su caminar al igual que Kyu-

Frunció el ceño nuevamente, mirándole desafiante y levemente sonrojándose ¿Había algo más bello que eso?

“Idiota” –Dijo para su sorpresa- “eso es lo que hacen los enamorados” -susurró-

“Gracias, por estar a mí lado” –Lo abraza, él era todo lo que necesitaba para estar bien-

Que fracaso de persona se sentía Kyuhyun, era el quien quería consolar y no ser consolado por Yesung, rodeo sus brazos en la espalda del mayor y escondió su rostro de su visión en su hombro derecho e inevitablemente se sonrojó, por ello con mucha mayor razón no quería que lo viera, no así, por lo que lo sujeto con fuerza.

Fin Flashback

Recuerdos como aquellos es obvio, no podrá olvidar… Pero ¿Intentar está bien, no? Este tiempo lo había pensado detenidamente y llegó a la conclusión de que ello era lo más conveniente para ambos…
Y si empezaba desde ahora a quitar a Kyuhyun de su vida lo lograría, de ello… estaba seguro.
Al notarlo su celular sonaba escandalosamente, tomó este y contesto

“¿Aló?” –Dijo sin haberse fijado del número en su celular, tal vez era Eunhyuk para desgraciarle lo que quedaba de día en apurarle con unos papeleos o tal vez para contarle sobre su vida amorosa de película-

“Soy yo… Estoy fuera de la empresa”

Sus ojos se agrandaron enormemente al igual que su boca, las palabras se le fueron de la mente, su cerebro sufrió un leve bloqueo mental…. Esa voz, esa maldita y adorada voz la conocía perfectamente- “¿K-kyu?” –Dijo con algo de confusión, ignorando lo dicho por este-

“Hace mucho frío afuera, ¡Apúrate y baja!” –Fue lo único que dije para colgar y dejar aún más confundido a Jongwoon-

Miró, unos segundos, estupefacto el bendito celular, no creía lo que vivía en esos momentos ¿A qué se debía esa repentina llamada y… por qué ahora? ¿Qué hacía a esas horas esperando por él? ¡¿Quería desquiciarlo, eso quería?! ¿Que se arranque los cabellos por no entender lo que pretendía?


Al parecer no iba a ser tan fácil olvidarse de él, no en esos momentos