domingo, julio 07, 2013

Por mi culpa [Yehyun]





N/A- Esto lo escribi antes de que Yesung entrará al servicio militar, por eso no va a corde con la realidad

“! Kyuhyun, eres un idiota!, tu maldito orgullo, arrogancia e indiferencia te alejaron de lo que en realidad querías, ¿Ahora qué vas a hacer sin él?, nada porque soy tan cobarde como para tratar de arreglar las cosas, correr tras él y decirle lo que sientes antes de no volver a verlo más, pero no eso nunca sucederá porque tu tenías que ser Cho KyuHyun, él que aleja a las personas que más le interesan, él que intimida a los que más le importa, él que lastima al que más ama… “

“Pero ahora ya nada puedo hacer, me di cuenta demasiado tarde, lo acepte demasiado tarde que…me gustas Yesung. Daría todo por volver a tener un momento contigo y abrazarte, pero no, lo desaproveche diciéndote: “Me sentiré feliz cuando te vayas, Hyung” cuando en realidad quería decir “Me harás falta”, decir: “¿Qué haces aquí? No te ibas” envés de “¡No te vayas!”. Lo sé, soy tan cruel que yo mismo me sorprendo, odio serlo y más si es contigo, no sé cómo has conseguido vivir estos 7 años soportando mi actitud yo no hubiera sido capaz de tanto, creo que en esos años tu calidez ha sido lo que me gusto de ti, aunque no quise admitirlo, todos decían que era un rebelde sin control, pero tu decías: “Es solo un niño, déjenlo en paz” siempre defendiéndome, echándote la culpa de algún error mío,  ¿Por qué eres tan gentil conmigo? Si yo lo único que hago es dañarte…”

“Sabía que contigo tenía un blanco fijo para molestar, sé que lo sabias pero aun así no me detenías, nunca me pusiste un ALTO a mis malas hazañas, yo decía: “Eres tan detestable” y tu: “Gracias, yo también te quiero Kyuhyun” siempre regalándome una sonrisa. Yo tan distante y tan cercano, me dabas tu cariño sin importar lo que hiciera, pensé que eras un “Masoquista”. Poco a poco tu compañía se volvía placentera, ya no me desagradaba tener a un “Masoquista” cerca de mí, es más me gustaba, me gustaba tu presencia… ”

 “Me mal acostumbraste a tenerte siempre cerca de ti, a querer verte todos los días, a querer impregnarme de tu aroma, a querer besarte; saber que siempre estarías ahí, cuando yo lo quisiese, con el pasar del tiempo, me di cuenta que ante mis ojos tú ya no podías ser un amigo, quería que fueras algo más que eso, aunque no quisiera aceptarlo, esto me confundió mucho, pero claro, mis “confusiones” siempre traían algo de maldad consigo, te traté de la peor manera posible intentando volver a alejarte de mí, pensé que así podía olvidar lo que sentía y volver a verte como antes, pero no ya no podía, te habías clavado profundamente en mí, mis insultos en mi idioma eran “muestras de afecto”, creí que así algún día te darías cuenta de mis sentimientos, tonta idea, pero no, tú no eres de piedra, me daba cuenta que te lastimaba, te hería, te hacia llorar… Ya no era como antes, todo había cambio, yo había cambiado y como siempre… para mal”

“Me lastimo una frase tuya: “¿Me odias? Si es así, no volveré a acércame a ti, Kyuhyun”, por primera vez sentí miedo, miedo de lo que decías, miedo de que cumplieras lo que salía de tu boca, pero como siempre no hice nada al respecto, simplemente ignore tu primera advertencia… Habrían pasado unas semanas desde lo que me dijiste, yo seguí siendo el mismo, sin importarme las consecuencias de mis actos; en un ensayo de canto, las pistas para la canción, una nueva que sacaríamos, solo Ryeowook, tú y yo, está enterado que tendríamos una agenda muy apretada, y fue por eso que la tensión se apodero de los tres, ensayando la nueva canción, la persona que más se equivocaba era Ryeowook, aunque era natural, eso lo dejábamos pasar, pero cuando te equivocaste, vi la oportunidad perfecta para molestarte, o en mi idioma “quererte”, te dije: “Hyung, ¿Por qué eres tan torpe? Los errores se les pueden perdonar a Ryeowook, pero ¿a ti? Se supone que eres el mayor”, algo me decía que no debía de decirlo, pero ignore ese algo, el solo dijo: “Y Que si me equivoco, soy humano y puedo equivocarme, así como lo hice contigo, pensé que eras diferente, pero como siempre me equivoque”, Eso me paralizo, me erizo la piel, creías que no era como todos decían, pero volvía a desilusionarte, esa fue tu segunda advertencia, ya iban dos ¿para qué tener que ir por otra? No había necesidad, pero claro, yo no entendía el porqué de tu sublevación, eso me enojo, te alejaba cada vez más de mí, eso por dentro me lastimaba, y por fuera me enojaba, me molestaba tus palabras, creí que nunca me alzarías la voz, por dentro me decía: “Bien merecido te lo tienes, Kyuhyun” por fuera era todo lo contrario: “Es como los demás, ¡que molesto!” te maldecía aunque no había razón lógica para hacerlo, pero para mí sí, te habías vuelto como el resto, un adulto amargado que no acepta una que otra bromita, claro que mis “bromitas” sobre pasaban la palabra “inofensiva”

“Con el pasar del tiempo, todo se volvió peor, ya no me hablabas como antes, ya no me contabas todo lo que habías hecho en el día como solías hacerlo, ahora solo era un “Hola” “Si” “No” “Adiós” palabras cortantes, eso me fastidiaba, ahora eras tú el que guardaba distancia conmigo y ¿yo? ¿Qué papel jugaba en todo esto?, me sentía irritado por culpa tuya, aunque no tuvieras ni una pizca de culpa en todo lo que pasaba. Luego me enteré que pronto irías al Ejercito, no me gustaba para nada lo que oía, me pregunte: “¿Es acaso una broma tuya?”, no entendía nada ¿Te ibas? ¿Por qué? ¿Quién te autorizo irte? Inconscientemente me sentía dueño tuyo aunque estaba muy lejos de serlo, no asimilaba lo que los demás decían, ¿De verdad te irías? ¿Me vas a dejar así?, ¿Por qué?, me sentí vulnerable, cosa que odio, odio ser débil frente a los demás y enfrente de ti aún más, pensé: “Ya era hora, tu presencia me estorbaba”, tontas palabras que ni sentía, solo las decía para tratar de tranquilizarme por dentro, me sentí fastidiado, todo me molestaba, claro que eso no lo mostraba frente a cámaras”

“Kyuhyun el “Doble cara”, sabia como ser profesional en frente al público, pero frente a ti, me sentía vulnerable como si en algún momento me fueras a comer con tus ojos, esos ojos oscuros profundos me intimidaban, me hacía sentir débil, por eso para mí eras fastidioso pero me gustaba, sabía que me mirabas con ternura, yo solo disimulaba, pero después de lo ocurrido, ahora tu mirada ya no era de ternura sino de decepción, ¿Por qué me miras así? Me sentía amargado ¿Eres bipolar? Claro yo sabía la respuesta de tu cambió, es solo que no quería aceptarla. De un momento a otro cambiaste, me mal acostumbraste a siempre querer que me veas con ternura, me frustraba tu actitud, ¿Por qué tenía que ser así? Si yo lo único que quería era que me amaras, claro, a mi forma. Yo un ser tan frío aunque por dentro el más frágil de todos y tú tan cálido, a simple vista vulnerable pero por dentro más fuerte que otros, polos opuestos, algo imposible de juntar, algo tentador…”

“Mi cariño es maltratarte, creo que en un principio entendiste esa indirecta y me dejabas salirme con la mía, pero con el tiempo ya no fue tan “divertido”; sabía que pronto te irías y todo el tiempo que tuve para mostrarte lo que siento, los desperdicie ¿En qué? En apartarte de mí, ¿Cuándo voy a aprender a dejar de ser tan malo?, es bueno ser malo para mí, pero yo ya supere el límite de “Bueno”. Pasé muchas noches intentado encontrar la mejor forma para que no te vayas así, tan distante de mí, ¿Decirte lo que siento? No, eso para mí no era un opción, en ese entonces mi orgullo podía más que mis ganas de tenerte junto a mí, entonces ¿Qué hacer?, habían pasado varios días, se me acababan las oportunidades y no encontraba otra solución”

“Te estaba perdiendo, por mi propia y única culpa, no me gustaba sentirme débil, pero cuando se trataba de ti, no podía evitarlo. Cuando en unos pocos días antes de que te fueras, encontré un momento a solas contigo, pero el problema era ¿qué hacer?, traté de ser amable, hablé como antes solíamos hablar, se sintió bien, tú también hablabas, pero no como antes, pareciera como tú no te sintieras seguro conmigo tal vez con temor de salir lastimando, yo decía: “¿Cómo has estás?” él decía: “Bien” palabras cortantes, pero no tan hirientes como las mías, pero aun no siendo del tono que las decía, me herían, se invirtieron los papeles, yo tan cercano y tu tan distante, pensé que solo era cuestión de tiempo para que olvidarás la forma en la que te traté y todo volviera a ser como lo era, como debería de seguir siendo, volví a intervenir: “¿Cómo van los preparativos para tu despedida?”, al momento que dije eso, me arrepentí, suena como si quisiese que se fuera, era lo que no quería, me respondiste: ¿Ya quieres que me vaya?, por dentro me sentí culpable, eso no era lo que quería decir, por fuera me enojo su actitud, ¿Cómo puede creer eso?, ¿Eso era lo que pensaba?, me sentí humillado, si guerra quiere eso tendrá, yo dije: “Si, ya quiero que te vayas, ¿Qué haces aquí? No te ibas, odio a la gente necesitada de afecto, Si quieres irte, vete de una vez, nadie te detiene, es más me sentiré feliz cuando te vayas” No era yo el que hablaba sino mi lado más oscuro, decía cosas que ni quería, tu simplemente no me dijiste nada, si antes tu mirada era de decepción, ahora era de tristeza, una gran tristeza que hasta a yo la sentía, creí ver tus ojos aguarse, pero no derramaste ninguna lágrima, solo me dijiste: “Kyuhyun ¿Tú me quieres?, me tomaste por sorpresa Acaso ¿Sabías lo que siento o solo tenías una leve sospecha?, mis labios temblaban, de ellos querían salir un “Sí”, pero eso nunca llegó, bajaste la mirada y volviste a hablar: “Si es lo que quieres, me iré” Otra oportunidad malgastada, “¿por qué no hablas Kyuhyun?, ¿Por qué soy tan cobarde? “Me iré si es posible mañana mismo, ya no aguanto más esta situación, Kyuhyun”, Quería detenerte pero mis piernas no me obedecían, tu solo te alejabas de mí, con la semblanza de haber sido derrotado por mí. Ahora solo me lamento por haberte dejado ir, por haberte alejado de mí, por no saber apreciarte, por dejar mi maldita actitud… por ser cobarde, me encuentro junto con los demás, viéndote partir, algunos lloran otros están tristes, pero eso no se compara con lo que estoy pasando dentro de mí, todos vinieron a verte, una multitud de fans, periodistas, etc. ¿Por qué tanta gente? No es como si te fueras a morir, todos sabemos que volverás… pero para mí ya no será lo mismo, después de hoy todo cambiará…cambiará definitivamente, al final cumpliste lo que adelantadamente me advertías…Te alejaste, te fuiste, me dejaste solo… Y todo por mi culpa”

sábado, julio 06, 2013

Declaración + Extra


[N/A- Me demore casi una madurgada en escribirlo, por ello ahora tengo ojeras ;_; ... Denle mucho amor ●ω●]

Los nervios se apoderaban de él, si antes estaba tranquilo ahora era un manojo de nervios, se preguntaba del por qué lo hizo sin antes haberse preparado u organizado. 

“Hay un rumor en toda la escuela, dicen que Kibum se le declarará a Yesung mañana en la salida”

Ah… es cierto, sus malditos celos le hicieron perder la razón, pero en ese momento no pensó en lo que pasaría después, no pensó en qué hacer cuando él llegué ni mucho menos que hacer cuando lo tenga en freten, definitivamente este no era el Kyuhyun normal, él nunca planearía algo sin antes haberlo anticipado, pero el simple hecho de saber que por una declaración perdería a su Hyung lo alteraba y sacaba de quicio.

Sus torpes manos sudaban y temblaban, no estaba apto para sostener algún objeto o este caería de seguro.

“Ahora ¿Qué dirás?... Yesung te amo, ¿sé mi novio?”

No, definitivamente eso no servía, si l4e iba a declarar sus sentimientos tenía que idear algo pero ¿qué? El maldito tiempo se le acababa y no tenía nada planeado y para rematar con su mala racha, su ingenioso cerebro no salía ninguna brillante idea y eso le irritaba.

“¡Estoy hecho un lío y todo por tu culpa, Sungmin!”

A este punto de su “alboroto interior” no le importaba si por sus gritos lo creyeran loco o algo por el estilo, pero ¿por qué no gritarle a ese conejo? No sabía si había hecho bien en seguir el consejo que le dio de adelantársele a Kibum, pero sobre todas esas cosas que rodeaban su mente estaba el miedo a el rechazo del mayor, si eso pasaba literalmente moriría en vida, eso sería lo peor… De solo pensarlo el corazón le late con fuerza, tanta que duele.

“¡Hey, Game!” Su cuerpo se tensó ‘Demonios’ maldecía interiormente, reconocía perfectamente aquella voz como si fuera su propia, dio media vuelta para encontrarse cara a cara con su destino, ahí estaba a unos cuantos metros de él, manteniendo una radiante sonrisa en el rostro, puesto traía unos jeans ajustados negro, un polo blanco y una casaca de cuero, todo perfectamente moldeado a su cuerpo.

El pobre Kyu no podía evitar quitar sus ojos de encima, se veía condenadamente bien, en cuanto esos ojos negros se posaron en los suyos desvió la mirada, le incomodaba sentirse así con una simple mirada suya, a cada paso dado por él era un fuerte latido más, sentía que debía ocultar su nerviosismo, pero hasta a él mismo le costaba ser firme en esos momentos.

-Ya estoy aquí… Sabes es muy raro que tú me llamarás, casi ni creí que era tú -Tocó su cabello, despeinándolo un poco-

- Pues debes de sentirte honrado de que así fuera -Inflo un poco sus cachetes, trataba de ser el Kyuhyun de siempre, él que no se acobarda por nada y él tiene un atroz sarcasmo-

- ¡Hey! Ya basta, ¿Qué ibas a decirme? Por teléfono parecía que era algo importante

- Ahmm pues ni tanto, en realidad creo que ya olvide que era -Mentía, sí sabía el por qué lo llamó, solo que no estaba seguro de decírselo, era vergonzoso-

- ¿En serio? Entonces vine por nada -Suspiró, Kyuhyun sabía que lo que venía era un reprendida de parte del mayor-

- ¡Te amo! -Dijo lo más rápido que pudo, de inmediato sus mejillas se ruborizaron, rogaba porque no lo haya oído-

- ¿Qué? Perdón ¿Qué dijiste? -Bien al parecer no había escuchado-

- N-nada -Con una sonrisa falsa bajo la mirada-

El silencio se hizo presente entre ambos, Kyuhyun ya no sabía si había sido bueno idea estar en ese lugar, tal vez debería de irse y olvidar todo.

- Yo también

- ¿¡Qué!?

- No es nada -Una sonrisa triunfante apareció en los labios del mayor, quién dio la media vuelta y comenzó a caminar de regreso-

Kyuhyun de inmediato lo miró, ¿había escuchado bien o qué? Había dicho que también o lo había alucinado… -Analizando- ¡No, eso no podía ver sido una alucinación! Sino ¿por qué se burló de él?

No pensaba que fuera así, su corazón latía con fuerza, sus manos temblaban y qué decir del rostro de Kyuhyun, toda roja de vergüenza, ¿Lo había escuchado?

- ¡E-espera! -En cuanto reaccionó su Hyung estaba a una distancia prudente, se acercó a él lo más rápido que pudo, tenía muchas cosas dentro de sí que tenías que ser escuchadas por él… Aunque no estaba seguro de por dónde empezar, solo quería sacar ese peso de encima.

Se quedó enfrente suyo, no sabía como pero estaba molesto con él, tal vez era por el hecho de no haberle dicho antes que también le gustaba y esperar a que el pequeño lo dijera, eso le molestaba.

- ¿Desde cuándo? -Le reclamaba- ¿D-desde cuando te gusto?

- No lo sé -Dijo de una manera que hico enojar más al Game-

- ¡S-si lo sentías por qué nunca me lo dijiste! ¡Eres un estúpido!

- Porque quería que fueras tú el que diera el primer paso -Le sonrió cosa que lo irrito aún más-

- ¿Querías que me ridiculizara en frente de ti?... ¡Eres un…!

Tomó su rostro sin permiso previo, haciendo que automáticamente el Game se callara solo por el hecho de aquel acercamiento, este se acercaba peligrosamente al rostro del menor, quien sin darse cuenta iba ruborizándose, se odiaba por actuar así, él nunca lo hacía pero estando frente a Yesung se comportaba totalmente diferente… A medida que el rostro de Yesung iba acercándose al de Kyuhyun, este cerraba los ojos.

Yesung sin compasión  hacia el joven lo beso callándolo, a veces ese pequeño lo exasperaba, pero más que eso lo enloquecía por completo.

- No cierres la boca –Dejo de besarlo-

- ¿Q-qué? –Inconscientemente Kyu cerró exageradamente su boca, bueno era de esperarse era su primer beso y no sabía cómo besar-

Otra vez se aproximó a besarlo, esta vez Kyu lo obedeció y no cerró su boca, dándole más facilidad a Yesung de moverse en su boca, por primera vez Kyu se sentía bajo el poder de alguien más y era una sensación completamente extraña para él y también agradable.

Yesung podía pasar todo el tiempo en los labios de aquel joven inexperto, sabía que no debía hacerlo pero aun así ya lo estaba besando, algo que siempre deseo de aquel Game.

- Kyu –Dijo al momento que se separó-

El menor tenía la mirada gacha y en lo que se podía apreciar de rostro se notaba lo ruborizado de ambas mejillas, la mirada perdida y ciertamente confundida, los labios entreabiertos sin saber que decir y su mismo ser tan sumiso y embelesado en su propio mundo…

- Kyu… -Aproximó su rostro al de él- Me enamoraste desde un principio… -Tenía infinidad de cosas por decirle que le mismo tiempo se volvería escaso para ambos- ¿Quisieras siempre estar a mi lado? –Kyu elevó la mirada-

Eso significaba ¿Qué exactamente?...  ¿Estar a su lado siempre? ¿Qué quería decir con exactitud? Yesung le pedía ser ¿novios? Pero era una forma tan extraña de pedirla, tanto que el mismo Kyu no sabía que es lo que en realidad quería… Odiaba cuando el mayor le hablaba metafóricamente

- ¿Qué?  -Kyu podía pensar sinfín de significados a la petición del mayor y entre ellos el único al que le encontró sentido fue…- ¡¿Solo quieres que sea tu amante?! ¡Búscate a alguien más! ¡IDIOTA!

- ¡¿Qué, de qué hablas?! Yo solo quería

- ¿Qué piensas? ¿Qué soy seré tu putita? ¡Estás loco! Prefiero mil veces… -Es interrumpido-

- ¡Me estas malinterpretando yo quería pedirte que seamos novios! NO que seamos amantes, yo nunca he dicho eso

- ¿Qué? ¿De verdad?

- ¡Es lo que he tratado de decirte! –Ahora Yesung estaba enojado con la actitud tan anticipada del menor- ¿Cómo puedes pensar eso? ¿Tengo cara de pervertido-depravado de menores?

- ¡Sí!

- ¿Qué? –Acaso le había dicho que sí era todo eso que el profesaba-

- ¡Que Sí acepto!... –Bajó la mirada, últimamente verlo era letal para Kyu- A-acepto -Confirmó-

- ¿Es enserio? –No creyendo lo que oía; el menor asiente tímidamente- Entonces mírame a los ojos…. Mírame y sabré si es verdad; mírame y descubriré tus sentimientos; mírame y dime otra que sí… Con una simple mirada tuya confirmaré la verdad de tu alma.

- ¿Qué? –Alzó la mirada, observándolo fijamente- ¿Acaso puedes leer las miradas de las personas? –Trataba de ser del de siempre y no parecer tan dócil frente a él- ¿Eres adivino? No me hagas reír

Y otra vez sin importarle lo poco que piense Kyu al respecto, estampo sus labios contra los ajenos, acallando los vanos esfuerzos del menor de arruinar una declaración improvisada.

- ¿Por qué tienes un léxico tan atrevido? –Volvió a besarlo, sonrojando más a Kyuhyun- Pero no te preocupes, yo hare que eso cambié –Con sus labios atrapo los impropios-

Al parecer Yesung encontró ese punto débil de Kyu, el que hacía que el menor bajará la guardia, abriera una puerta directo a su verdadero ser, ¿y por qué negarlo?  Le estaba encantando besarlo…

Quien iba a decir que tal y como dijo Yesung, ambos estarían siempre juntos

--♥--

- ¿A sí que así ocurrió? -Dijo-

- Si querido, así conocí a tu padre ¿Alguna otra pregunta más?

- ¿Por qué tengo dos padres y los demás solo uno?

- Porque eres muy afortunado, cariño –Dijo otro hombre que se acercaba a las dos personas que más quería en el mundo-

- Llegas temprano –Inmediatamente una sonrisa se formó en su rostro-

Dijo el otro quien tenía a un pequeño niño aproximadamente de 8 años en su regazo, a quien acariciaba la cabeza, tal vez para que durmiera algo que estaba consiguiendo…

- ¿Qué pasó? –Dijo señalando al infante, para luego acercarse a quien lo tenía en su regazo y depositarle un beso-

- Quería saber cómo nos hicimos pareja, claro que exceptúe algunas cosas no aptas para niños… -Dijo mientras terminaba de acariciar al niño-

- Volvió a preguntarlo cierto…

- Lo escuchaste ¿o no?

- Lo sé -Suspiró- A veces –Se sentó junto a quien era su esposo y junto a su hijo- quisiera que pudiera entender la situación, pero aún es muy pequeño para entenderlo ¿cierto?

El otro con una mano tocó la mejilla de su pareja, para que así lo mirará

- Yesung sé que no podemos hacer que él lo acepte eso dependerá de él, pero no lo subestimes, aunque tenga aun 8 años sabe muy bien que ambos lo amamos y no cambiará, así como sé que nos quiere a ambos… Si te preocupa tanto que él más adelante nos juzgue por ser una familia, y puede que algún día lo haga debemos de tener esa posibilidad en mente y saber cómo afrontarla…

- Tienes razón… -Fijó su vista en aquel pequeño que ahora dormía plácidamente, quien descansaba su cabeza sobre las piernas de su otro padre- Es algo de lo que, aunque no lo hayas dicho, sé que lo pensabas al momento en que lo teníamos

Kyu acercó su rostro al de su esposo con la intención de besarlo, quien por cierto estaba a su lado derecho, este correspondió al beso, aunque tuvieron separarse pues al parecer al momento que Kyu se acercó se movió e incómodo al pequeño, haciendo que refunfuñara en señal de molestia

Kyuhyun inmediatamente acarició al pequeño para que siga durmiendo, pues como todo niño odiaba que lo despertará y si lo hacían iba a estar molesto todo el día o hasta que se le pasará.

Eran las 10 de la noche y aunque sea temprano para Yesung para Kyuhyun era tarde, pues él era el que más cuidaba del niño y por ende cada vez que este iba a dormir él también lo hacía, y como si fuera algo mecánico a la hora fija comenzaba a sentir sueño, y esta vez no iba a ser la excepción.

- Deberías de dejarlo en su cuarto… Se mal acostumbrará a siempre dormir con nosotros –Dijo viendo que la hora de dormir se aproximaba-

- No, déjalo acá… Solo por esta vez –Acomodó al menor en medio de la enorme cama-

-Suspiró, no podía decirle que no- Esta bien…

Yesung se cambió de ropa y se acomodó en una de las orillas, entrando junto a los otros dos. Kyu y el niño tenían los ojos cerrados, le causaba ternura verlos a los dos… Se acomodó mejor de costado y así apreciarlos mejor.

- Kyu ¿Estas durmiendo? –Susurro para no despertar a su hijo-

- Aún no –Dijo en voz baja, aun con los ojos cerrados-

Luego de un silencio prolongado, volvió a hablar

- ¿Lo recuerdas? –A este punto hablaban en susurros-

- ¿Qué cosa? –Kyu también hablaba susurrando-

- Lo de estar siempre juntos… ¿Recuerdas que te lo pedí?

- Sí y ¿Qué con eso?

- Que de verlos a los dos -Sonrió- Me doy cuenta que se está cumpliendo

-Kyu abrió los ojos- Es cierto, a mí me ocurre lo mismo -Confesó-

- Gracias

- ¿Por qué? –Ya sospechaba a que se debía pero aun así quería oírlo de sus labios-

- Por estar en mi vida… gracias

- Tonto, hablas como si no me hubiera quedado de otra que aceptar entrar en tu vida… Aun si no me lo hubieras pedido, siempre hubiera estado ahí, tonto –Kyu se media en lo que iba a decir, pues delante del niño no podía decir palabrotas que bien merecidas tenía el mayor-

- Y deseo que siga así eternamente –Extendió su mano hasta lograr acariciar sus cabellos castaños, haciendo que Kyu se sonrojará-

- Y-ya duérmete –Dijo tapándose el rostro hasta la nariz-

- Tienes razón –Alejó su mano- Buenas noches

Si habían permanecido juntos 10 años podían hacerlo unos 10 o 100 más, porque no importan las contradicciones o malos ratos, ellos podrán afrontarlos, y mantener intacto el amor que en un inicio se confesaron




FIN

viernes, julio 05, 2013

Just You [Yehyun] Parte III

“Me duele herirte”


Me sobo las cienes, esto de decir la verdad me tiene con dolor de cabeza, tomo el vaso y bebo el agua en su interior, ‘si así me siento yo como deberás estar tú’ susurró solo para mí “Pues… trató de ocultarlo” doy media vuelta y ahí estabas tú, con media sonrisa en el rostro, y acción seguida escupo el agua que tenía en mi boca, trató de recuperarme del susto que me diste, pero al juzgar por tu risa, lo disfrutas,

“No deberías de beber de esa manera” notó que se acerca a mí, a escasos centímetros me… me… ¡¿me besa?! lo alejó

“¿Estás loco y si nos ven?” dije mientras miraba por los alrededor a ver si alguien nos vio

“No te preocupes, no hay nadie” vuelve a acercarse a mi “Estamos solos” dijo con voz sensual,

“¿Cómo? ¿Cuando? ¿Por qué?” no entendía lo que decía, ¿era verdad?

“Deberías de ver tu rostro” se rio aunque a mí no me causo gracia “se fueron hace un momento, no lo notaste porque me dijeron que estabas dormido y Ryeowook me dijo que estas algo mal, iban a salir a no recuerdo donde, les dije que me quedaría porque tampoco me sentía bien… Porque quería ver si estabas bien” se notaba que le preocupó mi estado, sus mejillas se sonrojaron, tan tierno ante mis ojos,

“Estoy bien, solo tengo dolor de cabeza, nada más” me mira y me dedica una bella sonrisa “Entonces, ¿dices que no hay nadie en casa?” asientes, “Genial, en ese caso, debería de provechar” dije después de acercarme considerablemente a ti,

“¿Así? Y ¿Q-qué harás?” dijo tratando de sonar imponente, pero fue inútil, sabía que se intimidaba ante mi actitud

“Lo único que sé, es que te gustará” dije con la voz más grave que pude hacer, para así disfrutar de su nerviosismo

“¿G-gustar-me?” Tartamudeabas

Si, toda la noche la pasamos jugando videojuegos (._.) pero no me quejaba te veías tan entretenido, y eso me gustaba, para ti era divertido, para mi algo con lo que no podía, si bien los primeros round los ganaste, con el pasar del juego entendí la mecánica del juego, al parecer tenía que destruir bloques y cosas por el estilo, llegue a encontrarles chiste, tanto que ahora yo te ganaba, de vez en cuando te miraba, te veías molesto, llegué a tal punto de ser tan bueno en aquel juego que tú todo berrinchudo me impediste seguir jugando

“¡Ya no quiero que juegues!” renegabas y hacías rabietas, pero para mí eso lo único que hacía era amarte más.

“¿Qué? ¿Por qué?” me hacía el ofendido, con el único propósito de verte aún más molesto, al parecer eso no cambiará entre ambos.

“Porque lo digo yo y punto” me gustaba ese lado tuyo, tan rebelde.

“Kyuhyun ¿Cuándo dejarás de ser un niño?”

“Cuando se me dé la regalada gana” seguías a la defensiva

“Aigo, tendré que castigarte” dije casi sin tomarle importancia, aunque quería que lo escucharás

“¿Por qué? No eres mi padre” replicaste, mientras yo me acercaba a ti

“Por eso mismo, porque no lo soy podré hacer esto” sin importar si te resistieras, gritarás o golpearás… te besé, probé una vez más de ese delicioso néctar que solo tus labios tienen. Por dentro me preguntaba cómo había pasado ese tiempo junto a ti sin haberte besado, pero al parecer no era el único con esa interrogante, pues ni bien comencé a mover mis labios contra los tuyos, estos parecieron saber anticipadamente lo que iba a ocurrir, me daba gusto entender que esto no terminará.

No recuerdo cuanto tiempo habremos estado besándonos, lo único que si es el sonido de la puerta principal abriéndose y consigo entrando varias voces a la vez, “Mierda” maldecía habían llegado y justo cuando me divertía T.T contigo, tuve que deshacer el beso, al parecer te sorprendió, intuyo porque no te diste cuenta de la presencia de los demás, pero conforme esas voces y pasos se intensificaban lo notaste; me pare pues habíamos jugado sentados en el suelo, traté de verme lo más normal, aunque no sabía si llegaría a conseguirlo, pues después de entender lo que siento, me es difícil ocultarlo, y más en frente de las personas con las que he pasado mucho tiempo de mi vida, tan pronto como me normalice alguien dio un portazo haciéndome dar un salto,

“Oh… Hyung, ¿Estas bien?” dijo el recién llegado

“Si, Sungmin, estoy bien” Trataba de parecer lo más normal, de seguro mi rostro decía lo contrario

“Kyuhyun, tengo que hablar contigo” luego se giró a verme “Yesung, nos podrías dejar a solas” Dijo dándome a entender que sobraba ahí, aunque no había la necesidad de habérmelo dicho con ver su expresión al llegar note que no esperaba que estuviera ahí

Me despedí de ambos, y salí de aquella habitación, y no muy alegre que digamos, pues en cierto sentido me incomodaba saber que estarías allí con Sungmin, y no me gustaba pensar en lo que él podría hacer contigo, aunque entrando en la realidad ambos son pareja ¿no? Y no tendría por qué ponerme celoso, pero simplemente no puedo ignorarlo.

Camine hasta la cocina, tengo la mirada gacha con esos horribles pensamientos atormentándome mi existir, si antes sufría por mi situación actual ahora era mucho peor, no solo el pensar de que debería de hacer sino en saber que hacen esos dos encerrados en esa habitación me tiene los pelos de punta, un lio en mi cabeza no me dejaba vivir la realidad.

“¿Te encuentras mejor?” una voz angelical me saca de esos agobiantes pensamientos, agradezco por eso.

“S-sí, me siento mejor” le sonrió en momentos como estos Ryeowook me sirve de ayuda aunque él no lo sepa, me acercó a la nevera para tomar un poco de leche, algo que no acostumbro a tomar solo cuando tengo problemas rondando mi mente.

“No deberías de tomarla helada, te pondrás mal” dije para luego acercarse a mí y quitarme el vaso “Deja que la caliente por ti” a veces pienso que Ryeowook para mi mamá, siempre cuidando de los demás, dedicado y empeñoso, aunque no me merezco que lo haga para mí.

“Solo tuve dolor de cabeza, no me enfermaré por una leche fría” Le dije con la intención de que dejará de preocuparse, no debería y menos por quien le romperá el corazón

“Eso dices ahora, pero luego te enfermarás y… no quiero eso” Agacho la mirada, por alguna razón me sentí culpable por esa acción

“Te tomas demasiadas molestias por mi… no lo hagas” Quería quitarle el vaso, no había caso que siguiera con esto.

“Pero, quiero hacerlo… ¿Por qué no me dejas?” No quería soltar el vaso, y menos yo, presentía que esto terminaría mal, para mí, pero sobre todo para él

“Porque no deberías… –Iba a decir más cosas pero me limite a decirlas- Solo déjalo ¿sí?” Termine diciendo, dicho eso, me hizo caso, soltó el vaso, pero su miraba seguía gacha.

“¿Por qué estás tan distante?” dije casi inaudible, pero lo oí perfectamente, cosa que me dejó helado, más que la leche entre mis manos, y con algo de temor a lo que podría decir “¿Por qué no ya me abrazas, acaricias o besas?” dijo lo que por dentro presentía diría.

No sabía qué hacer, ni siquiera que decir para justificar la falta de atención que tenía hacia él, era verdad desde que siento esto por ti, he dejado de lado a Ryeowook… Tonto pensar que no se daría cuenta, por milésima vez este sentimiento de culpa se apodera de mí.

“¿Acaso… Ya no me amas?” Observé claramente como su tristeza se materializaba en unas pequeñas gotas saladas que recorría sus sonrojadas mejillas y con forme mi silencio se hacía parte del ambiente iban aumentando a más gotas,

¿Qué decir para no lastimarlo? Es lo que menos deseo pero lo que es inevitable, si mi respuesta era “Si” lo lastimaría y me odiaría por ello, si era “No” estaría engañándolo y fingiendo que todo sigue igual cuando no lo es, y terminaría con la mentira, pero ¿hasta cuándo? Las mentiras no pueden durar mucho, tarde o temprano se entera de la verdad y para entonces sería mucho peor…. Aunque por el momento puedo seguir fingiendo que todo está bien y sentirme la persona más hipócrita de la tierra… pero por ahora es mi única salida.

Sin seguir pensándolo mucho dejé el vaso en una superficie plana y lo atraje hacia mí, apretándolo contra mi pecho en un abrazó que él tanto necesitaba, su cabeza se escondió en mi pecho queriendo olvidar lo que acababa de pasar, como diciendo que eran absurdas sus preguntas… pero que tenían tanto efecto en mí, tan acertadas y temibles.

Acaricié sus cabellos, los cuales ya había olvidado su sedosidad y textura, esos que en  algún momento toque con tanto ahínco y afecto… y que ahora tocaba para evitar ser descubierto, “Que bajo haz caído, Yesung” me atormentaban esas palabras

El pequeño a quien tanto cariño le he tenido, al que cuide como si de un tesoro mío fuera y con cierta desconfianza de los demás, y que ahora no puedo verlo así, no puedo simplemente asimilar que todo está bien dentro de mi cuando me siento una basura, asquerosa, mugrienta, desgraciada y miserable escoria.

Lo apreté más a mí, queriendo recordar ese calor, esa sensación que sentía al abrazarlo y que en ese momento buscaba y necesitaba sentir, pero que solo logré darme cuenta que entre ambos todo había cambiado, ya nada era como antes, tal vez Ryeowook era el mismo, pero yo… Yo no era como antes, yo era ese defecto que estropeó eso tan bonito que teníamos, eso que en algún momento me prometí a mantener vivo siempre, y que por mi culpa se va destrozando frente a mis ojos.

Lo tomé de los hombros para así apartarlo un poco de mí, notando unos caminos húmedos en sus mejillas, llevé una de mis manos a su rostro y tocando una mejilla iba secando esas lágrimas provocadas por mí, queriendo borrarle esa desdicha de su vida, le sonreí pretendiendo hacerle saber que dejará de estar triste… Sin previo aviso, sin verlo venir, sus delgados labios tocaron los míos, comenzando a besarme él quería creer que todo iba bien, ¿Qué debía de hacer? Por unos segundos no le respondí el beso, pero luego lo creí conveniente, ahora era yo quien dominaba en ese beso.

Es increíble como aun en estos momentos trató de buscar en labios ajenos los tuyos, encontrar tu sabor, tus dimensiones y hallar esa sensación satisfactoria que siento cuando te beso solo a ti; minutos después deshice el beso, si seguía así no solo dañaría más a Ryeowook sino que yo terminaría por llamarte y cometer una estupidez.

Él miraba por detrás de mis hombros, su rostro se sonrojo más de lo que había quedado del beso y tímidamente dijo algo que me ponía en riesgo.

“¿K-kyu?” Debía de hacerlo detenido… si debí, pero para entonces no medí las consecuencias que traería mis acciones… Si tan solo hubiera sabido anticipadamente lo que debía  y no hacer, en estos momentos no me encontraría en esta miserable situación.

Aún recuerdo haber visto tu rostro, ¿Qué hacías ahí? No lo sabía, pensaba que seguías con Sungmin, pero al parecer lograste escapar de él, ahora ese sentimiento de culpa era el doble, porque no solo Ryeowook sino tú también iban a ser dañados por mi actuar, recuerdo que nos regañaste por andar besándonos por cualquier lugar, que en ese departamento no estábamos solo los dos sino 9 más, Ryeowook obviamente le apeno esa situación, y en cuanto a mi sabía que lo decías en doble sentido, también recuerdo que antes de irte dijiste que te ardía la vista y justificaste el tener los ojos casi rojos, tal vez habrás engañado a Ryeowook, pero a mí no, sabía que querías llorar y era por mi culpa…

“Me duele herirte”

--♥--

Hasta ahora no sé cómo es que deje que esto se saliera de control, como llegué a permitir que ambos salieran lastimados por mi falta de decisión; aún no se si esta tormenta termino pues aun siento los constantes estragos, puede que sigan por un tiempo más, pero no creo poder soportar más dolor; ahora me encuentro en el departamento en el que nos demostrábamos nuestro amor libremente, en el que solo existíamos tu y yo, el que fue testigo de nuestra primera vez, en el que hay tantos recuerdos junto a ti y los que ahora recuerdo a la perfección, y esos que ahora son mi únicas memorias de ti, me atormentan echándome en cara lo que pude haber hecho para que sigas a mi lado pero ese dolor no me importa sentirlo pues así puedo aunque sea unos segundos pensar que sigues a mi lado.

“Si supieras cuanta falta me haces, si tan solo seguirás a mi lado, tendría fuerzas para afrontar la tempestad, pero sin ti no tengo la fuerza para seguir ni siquiera para querer vivir… Te extraño Kyuhyun, mi Kyuhyun”

Continuara~

martes, julio 02, 2013

Noche de San Valentín [Parte III - Final]






¡Que molesto! Pensé dentro de mí, me levante tratando de no despertarte, me molestaba no poder dormir ¿Por qué en los lugares menos precisos me muero de sueño? Y ¿En tu rica cama no?, me eché de nuevo, esta vez conté ovejitas, como decía mi mamá, para poder tratar de conciliar el sueño, pero no podía, eso me disgustaba, te miré y tu si dormías, pero ¿cómo? Me interrogaba, sentí celos de como dormías tan placenteramente, me picaba el bichito de la envida, si iba a desvelarme tenía que ser contigo… Y ya sabía cómo hacer eso, te moví para despertarte, pude que hacerlo unos minutos, pues dormías plácidamente, al lograrlo te dije: “Yesung, quiero jugar”, con mi voz algo infantil, pero efectiva pues volteaste a verme y me dijiste: “Mañana jugamos todos los videojuegos que quieras ¿Si?”, me malinterpretaste, yo no me refería a eso, volví a decir: “Pero yo no quiero ese tipo de juego” dije poniéndome encima de ti, esto provoco que se te abrieran los ojos como plato, y volví a hablarte lo más provocador que sonara: “Quiero jugar un rato contigo, hyung” te pusiste nervioso, lo noté en tu rostro, acorte la distancia entre nuestros cuerpos y labios, te besé pues no salías de tu shock, era como si un astuto lobo estuviera cazando un sexy tortuga, quería sacarle provecho a mi falta de sueño y que mejor manera que esta.
Mis manos ingresaron bajo el polo que llevabas, acaricie su pecho, tocando tú ya caliente piel, esta se erizaba por mis simples roces, era reconfortante saber que provocaba eso en ti, en un descuido mío, ya no me encontraba encima de ti sino estaba debajo de ti, habías tardado en asimilar la situación, pero ahora eras tú el que me besaba con desenfreno queriendo apoderarte de mi boca, mordiendo mi labio inferior pidiendo permiso para dominar mi boca, al final dejé que hicieras de mi boca de tu dominio, mis dedos se enredaban en sus rebeldes cabellos oscuros acercándote a mí, profundizando ese apasionado beso, mientras que las tuyas friccionaban, rosaban y tocaban mis cuerpo a su libre albedrio, sin censura, yo intentaba deshacerme de tu ropa, quiera tocarte sin esas estorbosas prendas, si por mi fuera siempre estarías desnudo todo el tiempo, solo para mí. Pero eso no es posible, “Maldita sociedad”, renegaba dentro de mí.
Desabotone cada uno de los botones de tu camisa, en el proceso no podía evitar delinear con mis dedos tu pecho hasta tu abdomen, levemente formado algo ardiente, ese al que tantas veces había probado y el que me hacía delirar, al lograr quitártelo pude admirar tu cuerpo, me idiotizaba, me hechizaba, me provocaba… Ahora te encontrabas lamiendo, mordiendo, devorando mi cuello, sacándome roncos, pero necesarios gemidos, mi cuerpo se estremecía, tus manos acariciaban azarosamente mis caderas, bajando lenta pero satisfactoriamente hasta mis muslos, no protestaba porque me gustaba, pero sobre todo porque sabía y me sentía tuyo, me agradaba esa sensación, saber que siempre podré estar bajo tu protección, me animaba a seguir entregándome a ti en cuerpo y alma, porque sabía que lo que hacía no era en vano, porque tú lo apreciabas como si se tratase de lo más preciado que tuvieras, me amabas, lo sabía y te agradecía por todo ese amor que tienes para mí, por eso no me arrepiento de nada que haya hecho, aunque haya sido lo más cruel que haya hecho contra ti, pues todo lo que paso, me acercaba cada vez más a descubrir tu gran amor, como dice un dicho ”Las cosas siempre ocurren por algo”, y ese algo fuiste, eres y serás tú.
No sé en qué momento pasó, no me di cuenta de cómo lo hiciste, tal vez porque estaba sumergido en el goce que me dabas que no me di cuenta el momento que me desvestías, me sonrojaba no porque está desnudo frente a ti sino porque traías cara de pervertido y ahora era yo el que me sentía la presa y tú el cazador, di un sonoro gemido al sentir tus húmedos labios recorrer mi pecho, era oficial te habías vuelto un lobo, al que solo a mí me dabas el privilegio de ver, conocía tu dos lados, el reservado y cariñoso el que adoraba, y el apasionado y atrevido el que me idiotizaba, sabías que con tu segundo lado, no podía, me dominabas, cosa que normalmente es al revés, pues casi siempre siento que te tengo en mis manos, pero contra tu lado atrevido no puedo luchar. No pude retener mis gemidos más, me retorcí de placer, apreté las sabanas con fuerza, me hacías delirar, tu cabeza estaban entre mis piernas, habías metido mi miembro en tu boca, lo lamías  como si fuese una helado, claro que envés de frío estaba ardoroso, lo hacías divino, lo succionabas haciendo que tocará el cielo.
La habitación inundaba de gemidos, suspiros, bramidos, solo algunos…bueno casi todos eran míos, pues con la intensidad que jugabas con mi amigo se agudizaban más estos, en varias oportunidades en las que tuvimos sexo, siempre pensé que de seguro en tu otra vida fuiste un Playboy o un estríper o algo relacionado con ser “Experto en sexo”, admito que sentía celos de tal solo pensar que hacías eso con tus anteriores parejas, lo sé soy muy celoso, pero siendo tú lo era, hasta de mi propia sombra, suena enfermizo lo sé, pero para mí es “Cuidar lo mío”; me matabas en vida, sentía un descargas eléctricas recorrer mi espina dorsal y unos cosquilleos por mi pelvis, sentía que en cualquier momento me vendría “¡Y-Yesung!” te intentaba advertir, pero no me hacías caso, tal vez porque estabas tan entretenido conmigo o porque no querías , “Me vengo”, te advertí claramente, pero no te inmutaste, no podía soportarlo más, me vine en tu boca, me probaste, otra vez.
Dejaste en torturarme para devorarme los labios, saboreé de tus labios mi propia esencia, creo que por hacer lo mismo tanto tiempo, no me desagrado, sino que me excitaba de una sobremanera, ya me había hartado de los juegos, no quería seguir jugando o mejor dicho que sigas jugando, quería llegar al clímax del orgasmo, “Yesung, haz me tuyo ahora”, te dije rogándote en labios, pues tenía urgencia, tu solo me dijiste “Demoraste mucho”, lo dijiste con una maliciosa sonrisa, no estaba con la paciencia suficiente para responderle, “Lo sé, no perdamos tiempo”, te rogaba, eso es lo que querías, pero como dije tenia urgencia de tenerte dentro de mí, ¡Ya!, que no me importaba rogarte, cosa que en otras situaciones no haría… Seguías besándome, con desenfreno, haciendo que ambos labios se enrojecieran por tanto besuqueo, mis manos se deslizaron por tu cuerpo, bajando hasta tocar lo que por derecho me pertenecía y me hacía delirar por la gran extensión que este tenía, como lo supuse estaba erecto, de solo tocarlo sobre la tela, gimoteaste dentro de mi boca, me estremecí; te incorporaste para quitarte lo único que traías puesto, tu pantalón, al deshacerte de eso, mi cuerpo se excitó, ver tu miembro tan despierto, me hizo sentir escalofríos deliciosos, sabía que me dolería, pero valdría la pena porque me daría el placer que buscaba.
Abriste mis piernas delicadamente para colocarte en ellas, te acercaste a mí, depositando un suave beso en mis labios, en ese acercamiento no solo sentí como tus labios se acercaban sino también tu hombría chocar con la mía, “Uhm” solté junto con un pequeño brinco, lo tenías duro y palpitante, me excitaba, mis hormonas estaban alborotabas, mi piel caliente, mi respiración agitada y mi entrada dilatada, pues tus dedos no se hicieron esperar, salían y entraban tan gozosa sensación, me gustaba ser el placer llenarme, era delicioso y placentero, aumentaste la velocidad con más fuerza, sacándome incontrolables gemidos, “Más” decía con pura fogosidad, no quería que parará nunca, “Ah” me queje, habías sacado tus dedos, te reíste pues al parecer mi rostro era de molestia combinado de lujuria, para luego introducir tu miembro en mí, despacio iba entrando, pero yo no quería esperar tanto, lo quería todo dentro ¡Ya!, crucé mis piernas en tus caderas, y empujándolas hice que te enterraras de una dentro de mí, ambos gemimos al mismo tiempo, tú de placer y yo de goce con algo de dolor, “¿Estás loco?, te voy a hacer daño” me regañaste, con algo de preocupación en los ojos, “No importa… Si eres tu él que lo hace”, lo sé sonó algo masoquista, tu rostro era de desconcierto e inseguridad, “No, no me harás daño… Así que por favor muévete de una ¡VEZ!”, me desesperé, tener tu cosota metida dentro de mí, no es fácil.
Seguías atónito sin hacer nada, por una parte agradezco eso, pues me acostumbrada a esa gran intromisión y por otra no, me desesperaba, quería que me dejarás sin caminar por mucho tiempo; llevé mis manos hasta tu rostro, te acerque a mí, te besé tratando de trasmitirte que todo va a estar bien, por Sishus…Jong Woon, ¿Cuántas veces hemos estado así? Deja de ser tan cuidadoso, admito que me encanta que lo seas, pero en esas situaciones ¡No! “T-todo estará bien –trataba de no sonar tan exaltado- Así que ¡Deja de ser así y viólame, de una maldita vez! O sino juró que te castraré” ¿hasta qué punto tengo que llegar para que me hagas el amor?, “Lamento hacerte esperar tanto, es solo que no quiero herirte… Pero si me lo pides así, no tendré compasión” por fin escuche algo sensato… para mí.
Saliste y entraste primero despacio, luego fue aumentada la intensidad, la habitación se llenaba de puros, lujuriosos y apasionados gemidos, provocados por ambos, te abrase con el fin de calmar el dolor que sentía, si me dolía, pero no te lo quería decir, no quería que te detengas, pues si bien me dolía también me deleitaba, sin querer salían de mis labios alaridos de dolor, pero sobre todo del placer infinito que me dabas, “No te de dentenn gaAhh” habías tocado ese punto que me hacía delirar, “¿Ahí es amor?” solo asentí, seguías dando tan certeramente sin fallar, haciendo que mi cuerpo temblará de excitación, por voluntad propia mis caderas se movían, esto te causo risa, de seguro ver a la persona que más amas tan excitadito era tierno, “Sabes lo tierno que te ves así” me dijo volviendo a besarme, “¿Sabes lo grande que lo tienes?”, dije como pude entre labios, “Te amo, mi pequeño gamer” tapándome la boca, con sus apasionados besos, sin dejar de embestirme, “Menos habladuría y más acción” me mordió el labios inferior, “Como tú digas”
Atrapó mi miembro en su mano, y lo masturbaba, por san Sishus que veía estrellitas, “Me quieres matar” le dije, en toda la oración presente la fogosidad “Yo solo te quiero amar… Y también violar” lo dijo con insinuación “Eres un pervertidohh” le reproche, aunque no pude pues es lo que quería “Lo sé, lo sé, pero este pervertido te ama”, aumento su embestidas, el final estaba por llegar y ya sentía que me venía en las manos de mi amado, tanto fue la fuerza con la que me penetraba que hasta la misma cama se movía, pues rechinaban sus tuercas.
Me vine por segunda vez en medio de nuestros pechos, me sentía aliviado, ambos habíamos llegado al tan ansiado orgasmo, poco después me llenaste de tu esencia, se sentía calientito, ambas respiraciones eran aceleradas y agitadas, nos costó tiempo normalizarnos, luego saliste de mi con cuidado y te tumbaste a mi lado “Feliz San Valentín, ¿Te gusto tu regalo?” me dijiste abrazándome, con una hermosa sonrisa en los labios, “Yo quiera una nueva psp” haciendo un puchero “Te conformarás con la Yeyeconda” casi rio pero no lo hice pues con la cara que lo dijiste era de frustración y diciendo: “¿Qué? Y ¿Lo que acabamos de hacer?”, te besé pues me gusta esa expresión que tenías, “Es perfecto, gracias” abrazándolo y siendo correspondido “Pero, en serio, para la próxima no seas tacaño, cómprame algo caro” para que no siga hablando me abrazo tan fuerte que tapo mi boca con su hombro, yo solo escondí mi rostro en este, y así me fui quedando dormido en sus brazos.

Solo mío [Parte II]




Ya sin esa garrapata, no había ninguna otra distracción para mí, solo concentrarme en ti, te volviste a sentar conmigo, admito que tenía algo de frio por eso me acerque a ti, no creas que me volví meloso, nada de eso, es solo que tenía frio y tu estas calientito, solo por eso, no te malacostumbres; me aferré a ti, pediste un café caliente para ti y un chocolate para mí, aun en situaciones así me tratabas como un niño, aunque admito que el chocolate esta rico y sabes que odio el café, es tan amargo, ¿Cómo puedes tomar eso?, pero no, no me iba a preocupar por cosas banales, solo concentrarme en ti.
La parte difícil ya la pasamos y nada ni siquiera Ryeowook iba separarnos, me sentía feliz, estando a tu lado, es tan reconfortante tenerte, tan agradable ¿Cómo no me pude dar cuenta antes?, un ciego eso es lo que había sido, no darme cuenta del amor que tenías para mí, aun en el presente me sorprendo por todo ese inmenso amor que tienes solo para mí y a la misma vez me alegra no haberte perdido por mis estupideces y tu aun sabiendo lo que hacía seguías insistiendo, incluso ahora sigo pensando que eres cabeza dura, pero que bien que eres cabeza dura, mi cabeza dura.
Como dicen “no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes”, yo estuve a punto de experimentar ese sentimiento tan horrible, asfixiante, tan doloroso… Siento melancolía con tan solo pensar que casi te pierdo, ahora solo me aferró a ti, no queriendo que eso vuelva a suceder, no queriendo que te vayas de mí, ¿Sabes que por recordar eso mis ojos sudan (llorar)?, sabes que odio ser tan sensible, débil y frágil frente a los demás, pero frente a ti, siento que me desahogo pero me molesta cuando me dices: “Mi Niño llorón”, claro que si le tomas más importancia a que me clasificas como tuyo, eso sí es satisfactorio; amo estar cerca de ti, poder abrazarte, tu aroma invadirme, sentirme tuyo, es único que quiero, siempre siempre siempre ser tuyo.
Creo que por pensar tanto en eso me trajo al de tristeza, tú me preguntas: “¿Por sudan tus ojos?”, sabias que odio que me digas que lloró por eso no lo mencionas, “Por recordando”, fue lo único que dije mientras me aferraba a ti, creo que sabias a que me refería, levantaste mi rostro, con tus pequeños dedos secaste mis lágrimas y me mirabas tiernamente, “No pienses en cosas que ya pasaron, no volverán… Nunca te dejaré, ¿Entiendes uhm?”, tus palabras solo hacían que sudaran más mis ojos, pero no de tristeza sino todo lo contrario, me consolaban tus palabras, las sentía sinceras, puras…Verdaderas, eres hombre de palabras, lo sé y cumplirás con tus promesas; yo solo escondí mi rostro en tu cuello, te me dejaste, acariciabas mi cabello, reconfortándome pero no debiste de hacerlo, eso me relajaba, tanto que tenía sueño, dormir cerca a tu cuerpo, no era un problema sabía que me dejarías hacerlo, el problema era que me iba a dormir en ese cafetería.
Notaste que mis parpados me vencían, pediste la cuenta y me dijiste: “No te duermas, ya nos vamos”, claro siempre tus palabras terminaban con una encantadora sonrisa dirigida a mí, pero aun quería seguir pegado a ti ¿Qué hacer?, no se me ocurrió otra cosa más que hacerme el cansado para que así me ayudes a salir, claro que la gente me miraba como si fuera un ebrio que no podía ni pararse, tal vez estaba ebrio, pero ebrio de amor, eso era lo único, con cuidado, como siempre tienes conmigo, me sentaste en el asiento de copiloto, mis brazos los tenía alrededor de tu cuello, quería hacer de las mías, te acerque a ti, antes de que te alejarás, para darte un beso, no protestaste, es más en nuestro “intercambio de saliva” sentí que te reías, tal vez a causa de mi actitud, pero qué más da, lo disfrutabas al igual que yo, con el pasar de los minutos, comencé a sentir frio, el gélido aire se introducía por mis piernas, sé que también lo sentiste, tuve que separarnos, aunque no queríamos, fue como una despedida no deseada, entonces entraste al auto, en el asiento de piloto, antes de arrancar aprendiste la calefacción, para calentar nuestros cuerpos, en la noche la temperatura bajaba drásticamente, el calor volvió a nuestros cuerpos, y nosotros en camino a una hogar calientito, mis parpados aun me pesaban pero no quería dormirme, no en el auto quería en la cama, junto a ti, los dos acurrucados.
Así es, vivimos juntos, desde que me dijiste: “Vivamos juntos”, acepto que me asombro y no me gustó mucho la idea, ¿Vivir juntos? ¿Para qué?, claro que en mi mente solo pensaba cosas indecorosas contigo, mi mente pervertida ¿estar solos?, no me parecía buena idea, al principio no te daba una respuesta clara, no te decía ni “no” ni “si”, era siempre un “Tal vez”, me dijiste que era para conocernos mejor, claro que tus palabras siempre las relacionaba con cosas indecentes, pero tú ya lo habías comprado, también lo hacías porque querías vivir tu vida, creo que no necesitaba un departamento, mi casa me bastaba, en ese entonces aun me sentía dependiente de mis padres; pero luego cambié de opinión cuando por primera vez quería hacer algo contigo que solo lo pueden hacer dos personas, mis hormonas se alborotaban, te hacías irresistible, tal vez por provocarme o por que se te daba tan natural, no sé si te dabas cuenta pero con mi miraba te veía como mi suegra te trajo al mundo, cada vez que quería hacer eso contigo, había algo que no me dejaba, pobre tú, no sabías lo que quería, porque no te lo decía, me avergonzaba sentir eso, creí que en esta relación era el único no cuerdo, hasta me llevaste a ver el departamento, no era horrible, es más tenia cierto encanto, sabías elegir los mejores lugares, se me hizo encantador… Fue ese día que me entregue a ti, mi primera vez, contigo, ¿Cómo sucedió?, no lo recuerdo, solo vienen a mi pequeños fragmentos de estarnos besando tiernamente luego ese “Tierno” se volvió más intenso, creo que ambos estábamos aguantados, nos dejamos llevar por nuestros más bajos instintos, trataste de ser cuidado conmigo, como si de una pequeña escultura de porcelana se tratase, ese día estrenamos todo el departamento, esas dos cosas eran las que necesitaba, desahogarme y un espacio para mí, en mi casa solo era mi cuarto, pero allí era todo, por eso accedí a mudarme.
Me despertaste con un beso en la frente, por eso desperté, no porque tus labios fueran cálidos sino porque estaban húmedos, me dijiste: “Ya llegamos”, salí del auto, pero tenía tan flojera esa noche, ni caminar quería, y por eso te dije. “Yesung, llévame”, claro para que aceptarás tuve que poner la mejor tierna cara que tuve y una voz infantil, sabías que aún era un inmaduro, pero admítelo te gustaba que me portará así y era un privilegio que solo mis padres, hermana y tu podían ver, te acercaste a mí y arrodillaste, para que subiera a tu espalda, me trepé como oso koala a ti, cruce mis brazos en tu cuello, y mis piernas las aferre a tus costados, las que sostuviste, creo que abusaba de ti, pues nuestro departamento estaba en el 5 piso, y para colmo ese día reparaban el ascensor, pobre de ti, tenías que subir todas esas escaleras y conmigo en tu espalda, cada piso te pedía disculpas, tu sonreías, te daba risa mi actitud tan cambiante, pero aun así me querías con todo a mi bipolaridad, me decías: “No pesas nada”, no sé si para no preocuparme por ti o para alagarme, de todos modos, le pedía perdón, hubiera sido más fácil y me bajada de él, pero como ya dije, no tenía ganas de caminar y era muy probable que me quedara ahí tirado en el piso que me dejará, seguro sabías que haría eso, por eso en el transcurso no me dijiste “Bájate”.
Al llegar a nuestro piso, me pediste que buscara en el bolsillo de tu pantalón, las llaves, así lo hice, quise abrí yo, pero me dijiste: “Yo lo hago” y no me dejaste bajar, ¿Es acaso que no querías que bajara o querías ejercitarte?, a veces me confundes Jong Woon, al entrar me dejaste bajar de tu espalda, aunque me gusto porque parecía que eras mi caballito, no me gusto después de ver lo cansado que estabas, me dijiste que no me preocupara, eso no termino de convencerme, creí conveniente no volver a molestarte, después de que te ducharás porque sudaste horriblemente te metiste a dormir, yo ya estaba en ella, como quiera junto a ti, te abrase por detrás para así poder dormir y despiertas cerca de ti.