“Me duele herirte”
Me sobo las cienes, esto de decir la verdad me tiene con
dolor de cabeza, tomo el vaso y bebo el agua en su interior, ‘si así me siento
yo como deberás estar tú’ susurró solo para mí “Pues… trató de ocultarlo” doy
media vuelta y ahí estabas tú, con media sonrisa en el rostro, y acción seguida
escupo el agua que tenía en mi boca, trató de recuperarme del susto que me
diste, pero al juzgar por tu risa, lo disfrutas,
“No deberías de beber de esa manera” notó que se acerca a
mí, a escasos centímetros me… me… ¡¿me besa?! lo alejó
“¿Estás loco y si nos ven?” dije mientras miraba por los
alrededor a ver si alguien nos vio
“No te preocupes, no hay nadie” vuelve a acercarse a mi
“Estamos solos” dijo con voz sensual,
“¿Cómo? ¿Cuando? ¿Por qué?” no entendía lo que decía,
¿era verdad?
“Deberías de ver tu rostro” se rio aunque a mí no me
causo gracia “se fueron hace un momento, no lo notaste porque me dijeron que
estabas dormido y Ryeowook me dijo que estas algo mal, iban a salir a no
recuerdo donde, les dije que me quedaría porque tampoco me sentía bien… Porque
quería ver si estabas bien” se notaba que le preocupó mi estado, sus mejillas
se sonrojaron, tan tierno ante mis ojos,
“Estoy bien, solo tengo dolor de cabeza, nada más” me
mira y me dedica una bella sonrisa “Entonces, ¿dices que no hay nadie en casa?”
asientes, “Genial, en ese caso, debería de provechar” dije después de acercarme
considerablemente a ti,
“¿Así? Y ¿Q-qué harás?” dijo tratando de sonar imponente,
pero fue inútil, sabía que se intimidaba ante mi actitud
“Lo único que sé, es que te gustará” dije con la voz más
grave que pude hacer, para así disfrutar de su nerviosismo
“¿G-gustar-me?” Tartamudeabas
Si, toda la noche la pasamos jugando videojuegos (._.) pero
no me quejaba te veías tan entretenido, y eso me gustaba, para ti era
divertido, para mi algo con lo que no podía, si bien los primeros round los
ganaste, con el pasar del juego entendí la mecánica del juego, al parecer tenía
que destruir bloques y cosas por el estilo, llegue a encontrarles chiste, tanto
que ahora yo te ganaba, de vez en cuando te miraba, te veías molesto, llegué a
tal punto de ser tan bueno en aquel juego que tú todo berrinchudo me impediste
seguir jugando
“¡Ya no quiero que juegues!” renegabas y hacías rabietas,
pero para mí eso lo único que hacía era amarte más.
“¿Qué? ¿Por qué?” me hacía el ofendido, con el único
propósito de verte aún más molesto, al parecer eso no cambiará entre ambos.
“Porque lo digo yo y punto” me gustaba ese lado tuyo, tan
rebelde.
“Kyuhyun ¿Cuándo dejarás de ser un niño?”
“Cuando se me dé la regalada gana” seguías a la defensiva
“Aigo, tendré que castigarte” dije casi sin tomarle
importancia, aunque quería que lo escucharás
“¿Por qué? No eres mi padre” replicaste, mientras yo me
acercaba a ti
“Por eso mismo, porque no lo soy podré hacer esto” sin
importar si te resistieras, gritarás o golpearás… te besé, probé una vez más de
ese delicioso néctar que solo tus labios tienen. Por dentro me preguntaba cómo
había pasado ese tiempo junto a ti sin haberte besado, pero al parecer no era
el único con esa interrogante, pues ni bien comencé a mover mis labios contra
los tuyos, estos parecieron saber anticipadamente lo que iba a ocurrir, me daba
gusto entender que esto no terminará.
No recuerdo cuanto tiempo habremos estado besándonos, lo
único que si es el sonido de la puerta principal abriéndose y consigo entrando
varias voces a la vez, “Mierda” maldecía habían llegado y justo cuando me
divertía T.T contigo, tuve que deshacer el beso, al parecer te sorprendió,
intuyo porque no te diste cuenta de la presencia de los demás, pero conforme
esas voces y pasos se intensificaban lo notaste; me pare pues habíamos jugado
sentados en el suelo, traté de verme lo más normal, aunque no sabía si llegaría
a conseguirlo, pues después de entender lo que siento, me es difícil ocultarlo,
y más en frente de las personas con las que he pasado mucho tiempo de mi vida,
tan pronto como me normalice alguien dio un portazo haciéndome dar un salto,
“Oh… Hyung, ¿Estas bien?” dijo el recién llegado
“Si, Sungmin, estoy bien” Trataba de parecer lo más
normal, de seguro mi rostro decía lo contrario
“Kyuhyun, tengo que hablar contigo” luego se giró a verme
“Yesung, nos podrías dejar a solas” Dijo dándome a entender que sobraba ahí,
aunque no había la necesidad de habérmelo dicho con ver su expresión al llegar
note que no esperaba que estuviera ahí
Me despedí de ambos, y salí de aquella habitación, y no
muy alegre que digamos, pues en cierto sentido me incomodaba saber que estarías
allí con Sungmin, y no me gustaba pensar en lo que él podría hacer contigo,
aunque entrando en la realidad ambos son pareja ¿no? Y no tendría por qué
ponerme celoso, pero simplemente no puedo ignorarlo.
Camine hasta la cocina, tengo la mirada gacha con esos
horribles pensamientos atormentándome mi existir, si antes sufría por mi
situación actual ahora era mucho peor, no solo el pensar de que debería de
hacer sino en saber que hacen esos dos encerrados en esa habitación me tiene
los pelos de punta, un lio en mi cabeza no me dejaba vivir la realidad.
“¿Te encuentras mejor?” una voz angelical me saca de esos
agobiantes pensamientos, agradezco por eso.
“S-sí, me siento mejor” le sonrió en momentos como estos
Ryeowook me sirve de ayuda aunque él no lo sepa, me acercó a la nevera para
tomar un poco de leche, algo que no acostumbro a tomar solo cuando tengo
problemas rondando mi mente.
“No deberías de tomarla helada, te pondrás mal” dije para
luego acercarse a mí y quitarme el vaso “Deja que la caliente por ti” a veces
pienso que Ryeowook para mi mamá, siempre cuidando de los demás, dedicado y
empeñoso, aunque no me merezco que lo haga para mí.
“Solo tuve dolor de cabeza, no me enfermaré por una leche
fría” Le dije con la intención de que dejará de preocuparse, no debería y menos
por quien le romperá el corazón
“Eso dices ahora, pero luego te enfermarás y… no quiero
eso” Agacho la mirada, por alguna razón me sentí culpable por esa acción
“Te tomas demasiadas molestias por mi… no lo hagas”
Quería quitarle el vaso, no había caso que siguiera con esto.
“Pero, quiero hacerlo… ¿Por qué no me dejas?” No quería
soltar el vaso, y menos yo, presentía que esto terminaría mal, para mí, pero
sobre todo para él
“Porque no deberías… –Iba a decir más cosas pero me
limite a decirlas- Solo déjalo ¿sí?” Termine diciendo, dicho eso, me hizo caso,
soltó el vaso, pero su miraba seguía gacha.
“¿Por qué estás tan distante?” dije casi inaudible, pero
lo oí perfectamente, cosa que me dejó helado, más que la leche entre mis manos,
y con algo de temor a lo que podría decir “¿Por qué no ya me abrazas, acaricias
o besas?” dijo lo que por dentro presentía diría.
No sabía qué hacer, ni siquiera que decir para justificar
la falta de atención que tenía hacia él, era verdad desde que siento esto por
ti, he dejado de lado a Ryeowook… Tonto pensar que no se daría cuenta, por
milésima vez este sentimiento de culpa se apodera de mí.
“¿Acaso… Ya no me amas?” Observé claramente como su
tristeza se materializaba en unas pequeñas gotas saladas que recorría sus
sonrojadas mejillas y con forme mi silencio se hacía parte del ambiente iban
aumentando a más gotas,
¿Qué decir para no lastimarlo? Es lo que menos deseo pero
lo que es inevitable, si mi respuesta era “Si” lo lastimaría y me odiaría por
ello, si era “No” estaría engañándolo y fingiendo que todo sigue igual cuando
no lo es, y terminaría con la mentira, pero ¿hasta cuándo? Las mentiras no
pueden durar mucho, tarde o temprano se entera de la verdad y para entonces
sería mucho peor…. Aunque por el momento puedo seguir fingiendo que todo está
bien y sentirme la persona más hipócrita de la tierra… pero por ahora es mi
única salida.
Sin seguir pensándolo mucho dejé el vaso en una
superficie plana y lo atraje hacia mí, apretándolo contra mi pecho en un abrazó
que él tanto necesitaba, su cabeza se escondió en mi pecho queriendo olvidar lo
que acababa de pasar, como diciendo que eran absurdas sus preguntas… pero que
tenían tanto efecto en mí, tan acertadas y temibles.
Acaricié sus cabellos, los cuales ya había olvidado su
sedosidad y textura, esos que en algún
momento toque con tanto ahínco y afecto… y que ahora tocaba para evitar ser
descubierto, “Que bajo haz caído, Yesung” me atormentaban esas palabras
El pequeño a quien tanto cariño le he tenido, al que
cuide como si de un tesoro mío fuera y con cierta desconfianza de los demás, y
que ahora no puedo verlo así, no puedo simplemente asimilar que todo está bien
dentro de mi cuando me siento una basura, asquerosa, mugrienta, desgraciada y
miserable escoria.
Lo apreté más a mí, queriendo recordar ese calor, esa
sensación que sentía al abrazarlo y que en ese momento buscaba y necesitaba
sentir, pero que solo logré darme cuenta que entre ambos todo había cambiado,
ya nada era como antes, tal vez Ryeowook era el mismo, pero yo… Yo no era como
antes, yo era ese defecto que estropeó eso tan bonito que teníamos, eso que en
algún momento me prometí a mantener vivo siempre, y que por mi culpa se va
destrozando frente a mis ojos.
Lo tomé de los hombros para así apartarlo un poco de mí,
notando unos caminos húmedos en sus mejillas, llevé una de mis manos a su
rostro y tocando una mejilla iba secando esas lágrimas provocadas por mí,
queriendo borrarle esa desdicha de su vida, le sonreí pretendiendo hacerle
saber que dejará de estar triste… Sin previo aviso, sin verlo venir, sus
delgados labios tocaron los míos, comenzando a besarme él quería creer que todo
iba bien, ¿Qué debía de hacer? Por unos segundos no le respondí el beso, pero
luego lo creí conveniente, ahora era yo quien dominaba en ese beso.
Es increíble como aun en estos momentos trató de buscar
en labios ajenos los tuyos, encontrar tu sabor, tus dimensiones y hallar esa
sensación satisfactoria que siento cuando te beso solo a ti; minutos después
deshice el beso, si seguía así no solo dañaría más a Ryeowook sino que yo
terminaría por llamarte y cometer una estupidez.
Él miraba por detrás de mis hombros, su rostro se sonrojo
más de lo que había quedado del beso y tímidamente dijo algo que me ponía en
riesgo.
“¿K-kyu?” Debía de hacerlo detenido… si debí, pero para
entonces no medí las consecuencias que traería mis acciones… Si tan solo
hubiera sabido anticipadamente lo que debía y no hacer, en estos momentos no me
encontraría en esta miserable situación.
Aún recuerdo haber visto tu rostro, ¿Qué hacías ahí? No
lo sabía, pensaba que seguías con Sungmin, pero al parecer lograste escapar de
él, ahora ese sentimiento de culpa era el doble, porque no solo Ryeowook sino
tú también iban a ser dañados por mi actuar, recuerdo que nos regañaste por
andar besándonos por cualquier lugar, que en ese departamento no estábamos solo
los dos sino 9 más, Ryeowook obviamente le apeno esa situación, y en cuanto a
mi sabía que lo decías en doble sentido, también recuerdo que antes de irte
dijiste que te ardía la vista y justificaste el tener los ojos casi rojos, tal
vez habrás engañado a Ryeowook, pero a mí no, sabía que querías llorar y era
por mi culpa…
“Me duele herirte”
--♥--
Hasta ahora no sé cómo es que deje que esto se saliera de
control, como llegué a permitir que ambos salieran lastimados por mi falta de
decisión; aún no se si esta tormenta termino pues aun siento los constantes estragos,
puede que sigan por un tiempo más, pero no creo poder soportar más dolor; ahora
me encuentro en el departamento en el que nos demostrábamos nuestro amor
libremente, en el que solo existíamos tu y yo, el que fue testigo de nuestra
primera vez, en el que hay tantos recuerdos junto a ti y los que ahora recuerdo
a la perfección, y esos que ahora son mi únicas memorias de ti, me atormentan
echándome en cara lo que pude haber hecho para que sigas a mi lado pero ese
dolor no me importa sentirlo pues así puedo aunque sea unos segundos pensar que
sigues a mi lado.
“Si supieras cuanta falta me haces, si tan solo seguirás
a mi lado, tendría fuerzas para afrontar la tempestad, pero sin ti no tengo la
fuerza para seguir ni siquiera para querer vivir… Te extraño Kyuhyun, mi
Kyuhyun”
Continuara~
Continuara~